rano, aún así me parece injusto que se ma
ly
de Canadá, juli
pequeños rayos de luz solar golpeaban su rostro, obligándola a abrir los
lucía hermosa, su cabello era rubio y ondulado, sus ojos color almendra, caderas bien proporcionadas, piel bronceada y labios rojos. Zara era una rompe corazones sin dueño, aun así, dedicaba su vida entera al cuidado de Eliza, ella evitaba salir con amigas para hacer su papel de madre,
ajo -dijo al terminar de serv
é sola cuando trabajes,
rmosa virtud y un hermoso regalo
inmediatamente hizo una mueca, le faltaba azúcar-. Es un c
no vas a amarte a ti mismo y di
o creí que era porque me cuidabas. -Le arroj
Moni? -Ignoró el co
lgo a l
r el empleo vamos a pasar a compa
iesta de cumpleaños de Be
ando eran pequeñas, ella vivía justo al lado de la casa Narvis y todo el tiempo estaban juntas, entraba a su casa sin avisar y Eliza a la suya. Dara era bajita,
on café? -Cruz
enías. -Eliza c
za y tomó un hot-cake del centro de la
te uno... -le di
ada flojera, prefier
aro! -chil
paró de la mesa para pr
mejor amiga de ella en lugar de ser la tuy
me dijo que quiere hacerle fiesta sorpresa, ¿t
ny, claro qu
e, Eliza? -preguntó Zara a
vo, en el que soy llevada al cielo por una n
itar. -Zara fr
h.
a tu hermana. -Dara parecía esta
l cielo en una nube, también soñaba que un sinfín de llamas consumían su cuerpo, en otras ocasio
staba envuelta en un remolino de humo
. -Zara la mi
ella contestó y se fue a realiza
me quiero ir!
corazón. Sin darse cuenta el turno terminó, Eliza colgó su mandil en el lugar correspondiente, lavó sus manos, se soltó el cabello y salió a la calle para esperar a su hermana.
fue lo primero que dijo,
ca una cosa:
áneas, chocolates y bebidas llenas de azúcar. Zara se estacionó frente a la tienda. El lugar parecía un caos
iza se apuntó pa
ado -contestó colocando las intermitentes
ha para entrar a la tienda, Eliza tomó una libreta con apuntes de la
o sorprendida al ver como una pequeña marca del tamaño de una pelota de ping-pong estrelló levemente el cristal. Observó con c
rró empañando el vi
a, otra,
y brincó al asiento trasero, sentándose en la parte de en medio, escuchando como las gotas de lluvia parecían balazos. Miró hacia la tienda para ver si su hermana estaba al pendiente de la situación
lloró presa
ermana que la lluvia est
una clase de bomba biológica? ¿Una
sus manos temblaban sin parar. Comenzó a rez
rañas? -Cogió el teléfono luego de un p
a -rogó aturdida por e
Ya estoy pagan
extraño está sucediendo, la lluvia está matando persona
de agua no hac
omba biológica, po
o va a pasar nada
se quejó i
e empapó la cara sin provocarle daño alguno, al parecer no era venenosa, ni tóxica. ¿Entonce
rvó como dejó caer la compra provocando que se derramara en el suelo del estacionamiento, tocó su hombro haciendo una mueca de dolor, un hilo rojo empezó a surcar su cara. Sus ojo
el sufrimiento también. Para ella pareciera que todo pasó en cámara lenta, recordó sus travesuras
No
empo cuando el agua se es
uerpos irreconocibles mientras que el caos aumentaba y accidentes de auto ocurrían ya que los
Zar
encerse a sí misa de que todo era un sueño, que todo estaba bien, que su hermana y ella pro
mioneta para evitar que saliera de la tienda, lloraba porque no podía hacer absolutamente nada más que quedarse ahí, quieta
en sus rec
an sin parar y ella sólo podía llorar. Aprender a usar la bicicleta no era fá
icicletista del mundo -
rigió riendo-. Estás s
uele tanto. ¿Te
im
migo y cuando tú
azó y la im
staba en su habitación con la fotografía de sus
ntras acariciaba el cabello
ue la mantenía viva, se había convertido en
refugiarse y esa era Zara, cuando ella se marchó de es
tist
n? -Escuchó una vo
scubriendo que se encontraba en la cama de un
os, tocó su car
ar bolsas, vasos, popotes, repelentes de mosquitos y más cosas para cuidar el medio ambiente , ella había creado algo importante para combatir la extinción del rinoceronte, pero perdió todos los datos de años de investigación además el día de su presentación en lugar de mostrar a los empresarios su descubrimiento aparecieron fotografías de Eliza y música de l
u antiguo empleo y no habría necesidad de celebrar, ni d
mable doctora revisaba su presión arteria
está mi
intió al mismo tiempo que tra
hermana? -volv
, edad y dónde vives? -sig
h un pueblo que está al norte de Estados Unidos, muy
ue sabía que lo que sucedería a continuación era un mar de malas noticias, triste porque sab
nrió y la mir
ción, pero podemos ayud
a lluvia la asesinaba! -gritó
rto, su cuerpo segurame
ató de ser fuerte y no llora
mis
a Dara y ella fue a buscarla al hospital. Cuando entr
ue no saben que es lo que sucedió -d
el agua mató a toda
Apretó su
po de Zara, necesito... despedirme -tenía la voz
on que esperar durante toda la noche para que llegara su turno e ir a la casilla, era la única m
ó a la señora que a
l motivo de
e como la lluvia destrozaba su cue
ar en su computadora, al parecer no había do
ncuentras algún parecido a tu hermana nos lo notificas, te advierto que lo que verás es
ra y yo...
a, un guardia
i amiga? -La señora
rsona,
lo que causó
eron los alienígena
ar? -cuestionó Dara-, mi a
pueden marcharse a identificar el cuerp
varios cuerpos en planchas de metal, todos tenían telas blancas encima. Otro guardia levantó la sábana blanca para mostrar el cuerpo de una mujer de cabello rubio, ella tenía el cabello corto a los hombros, Eliza se quedó inmó
daba más miedo verla porque tení
áveres, el guardia dest
epción de sus labios, pues estaban en perfecto estado, incluso tenía el labial color morado que tanto le gustaba, llevaba puesta una camisa blanca de botones y su pantalón negro de vestir, aunq
beso, estaba dura y fría, ante
a para que cuidara de ella incluso en la otra vida, nunca se quería separar de su lado y nadie se lo imped
de cuarenta y ocho horas sin poder dormir y ahí fue cuando su mayor miedo se manifestó. Ver el agua caer de la regadera le hizo sentir todo lo que había estado tra
seguido de eso se escuchó la canción Bohemian Rh
rtante oliera bien todo el tiempo, después de eso aventó su teléfono destruyéndolo. Lágrimas escurrían por su rostro, sentía coraje e impotencia, se vistió para salir a caminar y ver a donde la llevab
palpable y la hacía ponerse más nostálgica «¿Así sería a partir de ahora? ¿Todo me hará sentir triste?», pensaba. Por más qu
viva si se sen
ica, limpió hasta el último rincón, también se preparó un café bien cargado sin azúcar para mantenerse despierta y sin darse cuenta el sol ya había salido, la presencia de personas ya estaba siendo evidente, niños que iban a
me abrazarte. -La
o, Moni -murmuró trag
permitirte trabajar? Anda, ve a casa -Mo
taba hablando muy acelerada con una voz rogona que nunca antes se ha
uí toda la no
ó enredando un hilo suelto de
Segura que esto te
e temblaba sonó segur
ajar, no hay tie
o que le faltaba, estaba realmente agrad
que a ella no le hubiese gustado que permaneciera hundida en la depres