ítu
gó al hotel Finca Real, parte del equipaje de la señorita Alissa. Y debido a esto Honoria decidi
nte del hotel, la joven Alameda fue pue
ada un tanto incom
ozco lo trajeron aquí. Y ya que ella tardará muy poco en llegar... - dijo Vidal un
lar
orador personal del señor presidente de la república... Su visita es muy importante para mí. Y debido a esto no voy a disponer
ro se
indicándole que lo siguiera rumbo a s
ahora veremos lo de los planos?
alta que ex
or Hon
guardó s
ree que yo tengo alguna c
ejillas se encendieron. Por segundo pen
e de Alissa. Ella estuvo un poco delicada de salud.
ara opresión de desi
ó a responder con
or cortesía. Al entrar, Alameda pudo ver sobre la cama t
equipaje que
arlo más y que no huela a encerrado. Estará listo
el plano - dijo Vidal poniendo di
ropiedad tenía. Así como algunos espacios vacíos. Estaba por exp
eñor - dijo un mozo e
al permaneció pensativ
encuentro con mi amigo, al parecer se
ro se
juntos por todo el lugar, para reconocer cada detalle que m
sto que lo hacía a sus ojos aú
su discreción
supuest
necesidad de no dejarla sola. Pero entonces en un arrebato,
cto, la hicieron por momentos suspirar. De pronto una loca idea cruzó por su cabeza. Ya que estaba sola y nadie
l espejo del recibidor del cuarto, la puerta se abrió. Vida
etraso del correo. Los dos hombres se habían encontrado justo allí, en la
a se dibujó en sus labios. La impresión que la joven le había dado, había logrado superar la primera -de aquel encuentro en la calle-, aceler
jo J. Arizmendi tomándole la mano a la joven-.