va a tardar, aprovecho para salir del aula y abandonar el edificio a las corridas. Ya estando en el campus, solo me basta con caminar un
ía que haber abi
nada. Te tengo que pedir un fa
Cl
ate la
mira a los ojos
para que vayamos a la playa y necesi
¿Q
nos alcances
r eso (dice con
y:
Lo
je q
ranquilidad, logrand
rarme, desapareciste cinco horas mientras yo estaba ahí a
e dijiste qu
be. ¿Y a quién te pen
que se lleva de mí. Vuelve a girar en su asiento y no di
me esperaste fo
zo una mirada asesina, evitando que diga algo ridículo
¿qué esperás
cabeza de Mía podría imaginar. El obedece algo disgustado, aunque prefiero no quejarme, ni comenzar una discusión. Llegamos en menos de quince minutos y s
le aver
: ¿
ner un guardaespaldas o q
sus hombros sobre la puerta abierta. Se me hace extraño que me trate de "usted", si bien ya estoy acostumbrada a eso
me ave
me pregunto a mí misma sin despegar mis ojos de los suyos. ¿Por qué su sonrisa me es tan adictiva? ¿Por qué me cuesta tratarlo como a cualquier otro empleado? ¿Po
a detrás de mí. Me alejo varios metro
vengo? (Pregun
to para recibir otra mueca de su