me deslicé por la puerta, todavía sin
n una zona, pensando en todo y nada al mismo tiempo, pero incapa
ra un hombre mucho mayor qu
insoportable dejar cualquier prenda que no fueran unas bragas en contacto con mi piel, y sabía que ya no era solo el efe
e del calor y mi zona intima todaví
hasta quedar de rodillas, pero la fricción entre mi clítoris y la
confusa, mi mano alcanzó mi vagina y suspiré pesad
aliente se tornó incómoda cuando deslicé la misma mano dentro d
a serpiente dibujada en su piel, el cinturón de cuero sostenido entre sus manos y su deliciosa voz diciéndome muñeca inv
todo lo que había sucedido esa noc
ada segundo de ese interminable día pidiendo a mi mente todavía inocente y confundida entendiera esa
en nada más que no estuviera direc
un club de vídeo juegos en el centro de la ci
unci
tiendas, yo me quedaba demasiado aireada en medio de la
todos aquellos planetas encar
staría llamar buenos amigos, pero eran lo que tenía, así que a menudo me obliga
ere decir que quisiera seguir con ellos. Así que, sin más, me despedí y m
ncionara. O tal vez ir a un foro en Internet, crear un perfil anónimo y preguntar a trav
amino un poco distraída, sin esperar que, al doblar en la siguiente calle, vería
tos lustrados, una mano en el bolsillo y una deliciosa e
í, no podía recordar su nombre, tampo
de mirar a Ares fue cuando leí el nombre
TM
sas que descubrió al stalkear a nuestro huésped en Internet. Una era que GOTMAN era la empresa de la
ico, creí que el hombre de mayor edad que le hab
e desconsiderar la posibilidad d
cruzar la calle, caminando en su dirección. Totalmente sumergida en mis ide
los autos. Sin embargo, solo pensé en ello cuando escuché la bocina alta de un auto que vení
é en dirección al auto, vié
amente, cerré los ojos,
s... nada
aginarme a mis padres lamentándose sobre
po, todavía estaba asustada, y noté que el auto
fue sentir que mis piernas fallaban, provocando que
a
pie. Fue el brazo de Ares sosteniéndome con fuerza alrededor de la cintura, pr
tanto por el impacto de ser casi atropellada
serablemente porque, de repente, quería llo
n la voz y mirada más cuida
onder, y vi al conductor salir de su auto y caminar furiosamente hacia donde está
sentí que el brazo de Ares se apretaba un poco
si respetaras los límites de velocidad
ra ver su rostro, y vi que dejó caer su mirada oscura sobre la m
frente a nosotros, solo miré su rostro,
razón agitado co
r, aún poseído-. ¡El problema es esa estúpida
irarlo y busqué al dueño de la nueva voz, encontrando rápido al hombre
nte antes de asentir, y lu
-dijo, y yo m
reglé para caminar con el brazo de Ares todav
o entonces me di cuenta. Ares me llamó Ma