e
or y con una postura encorvada, a mi oficina en casa
lo que mis esperanzas no son precisamente altas mientras camin
ntrar a alguien bueno. No tiene sentido contratar a una niñera solo para arrepentirme de la elección
ntes de preguntarle sobre usted, permítam
Sostiene el bolso en el regazo, con lo
trabajando y no siempre tengo tiempo para dedicarme a vigilarlo. Nec
"Eso es bast
go-. No es mi hijo, es mi sobrino. Me convertí en su tuto
cir nada más al respecto; generalmente prefiero evitar el tema por completo,
rdida", dice l
y asiento en señal
ecidirte a busc
muy joven cuando me incorporé y mis asistentes personales fueron excelentes a
mplicidad. "¿Y lue
ve más perceptivo y curioso, y creo que necesito a alguien
tido. Los cinco años son una edad maravillosa par
a indecisión y la incertidumbre que he visto en muchas otras ni
sarrollo del niño", continúa. "Actividades que puedan moldear su c
prometedor. Esta mujer es inteligente, organizada y cuidadosa. Echo un vistazo a su currículum, que está sobre mi escritorio: años
exactamente lo que necesitamos -le digo-. No siempre
etengo a mitad de la frase para mirar hacia un lado
entre. "Hola, ahí está el hombrecit
da con la mano a la desconocida. Ella le devuelve el saludo,
rígida-. Acércate.
tación, apretando su osito de peluche contra el
e", dice la mujer mayo
o, confundido. Su
ión y ella espeta: "Mírame cuando te hab
rta. Es solo un niño tímido. N
te reacio, y ve su ceño fruncido. Sus grandes ojos m
el ceño fruncido-. No tienes por qué llorar. Solo intento ense
o caso, parece empeorar. Una oleada de protección se enciende en mi interi
es alguien que pueda ser amable o comprensiva con é
de mi escritorio-. Ya he visto
estuviera sorprendida y me
a y Oliver se coloca detrás de mis piernas mientras la sosteng
ado por su interacción con Oliver, pero no lo cues
e da vuelta y me mira con desprecio. "Si malc
aldad-, pero como no necesitaré sus se
bolso al hombro y camina po
grimas se le han secado de los ojos y ya n
igo, levantándo
esa persona?
sunto, pero no es la persona adecuada para e
i estuviéramos llegando
igo-. ¿Qué te parece si salimos a dar un pa
eva tienda de magdalenas que abrió a la vuelta de l
en el suelo y él levanta una pequeña mano p
meza y nos dirigim
or la puerta principal. Oliver me guí
erro, una criatura enorme, parecida a un lobo, con dientes afilados, le agacha las orejas a Oli
ervioso a Oliver. Levanta las manos par
orazón. Me agacho para mirarlo a la
es por qué llorar. No
ste ataque de llanto es por el perro o por la forma en que esa muje