ente, y no cuando la amenaza de Renzo se ha
orprendería que enviara a alguien "repliqué, mirando de nuevo las pertenencias". Desde que eliminó a los Zanoli
ta mierda. Había un puñado de jefes de la mafia italiana que recorrían la ciudad, ostentando su papel de "poderosos" y "letales". Solo tres de nosotros éramos importantes. Los Zanoli tenían afiliados
a suficiente como para que lo
, dejándome a mí como su
esa propaganda "gruñí, sacudiendo la cabeza". En el momento en
stado uniendo nuestros activos y este año resultó ser el año más ajetreado hasta ahora. Para dar cuenta de muchos de los activos il
de Italia y regre
guien como Renzo, que podría haber sido aplastado
rrogante, pero no estú
na de confianza, incluso una parte valiosa de mi círculo íntimo, pero estaba equivocado". Hay una
"dijo Bastian, pasándose la lengua por los dientes amarillentos. Sus rastas le colgaban sueltas sobre la frente y se las a
cabeza. "Na
. No podía torturar a una chica
jefe. ¿Vas a dejar que
en el acto. Y si descubro que no es in
ón con el maldito Renzo, le e
starla, pero nada más. Nosotros hacíamos las cosas de manera difer
, exhalando profundamente". Me sorprend
hacemos con ella ento
y no podía dejar que fuera a la policía. Incluso si se tratara de u
os riesgos campa
ella, sería un ton
ncuéntrame algo útil "exigí". Hay una lista de cos
na mirada lujuriosa, pero asintió
mento de identidad y observé los detalles. Veintidós años, pronto cumplirí
por ahí sin saberlo con certeza. Necesitaba que los negocios familiares funcionara
a asegurarme de que ella no estuviera involucrada. Los mataría a todos po
sa para proteger lo que
aron en una sonrisa serpentina involuntaria. El pequeño grupo de personas que había inten
scapado con vida. Sin embargo, no había tenido la suerte de conservar sus extrem
entré en la habitación d
ados sobre el pecho en actitud protectora. Su lenguaje corporal de
tarte. En realidad, no me importa nada de esto "dijo,
Algo brilló en sus ojos, pero no pude iden
pesar del miedo que su lenguaje corporal mostraba en ese momen
rme ir? "preguntó, acercándose al alféiz
nte en ese callejón? Y no creas que soy tan estúpida como para creer
y fogosa descarada? "Te dije por qué estaba allí. Te dije que no le diría a na
staba en serios problemas en ese momento, y si las armas no eran una indicación, seguramente esta prisión dorada en l
lo s