ersación. No sabía por qué la recordaba con tanta claridad. Había conocido a miles de mujeres, muchas de ellas con rost

ba Nico, su mano derecha. Su expr

lessio, dejando su abri

mento -respondió Nico en voz baja, mirando

tes. Era la última comp

stros c

pero parece que tienen pru

Alessio lo tomó con rapidez y lo abrió. En la prime

con esto? -preguntó con u

el caso del decomiso. Está

primera vez en mucho tiempo, sintió algo parecido a la duda. Esa mujer

lla. Trabajo, familia, rutinas. No q

fectamente a lo que se refiere Nico, pero no iba

to de forma fría, pero sonri

llamas Val

preparándose para este caso. Sabía que enfrentarse a Alessio Di Carlo, era como enfrentarse a una tormenta, pe

colega y mejor amiga, Laur

asar esto una vez más, neces

se sentó frente a ella, le ofrece

rlo, verdad? ¿Qué no solo es un

asintió

, son simple rumores, imagínate que la justicia se

. las personas como

ntentando tranqui

nfrentarlos y que mejor que tu a

de veces, pero la calle estaba desierta, no había nada. Decidió ignorar la sensación incómoda por no llamarla miedo

sola. ¿Quieres

reve, pero cargada de una emo

s en verdad, aún no es el momento, no

un barrio humilde. Empezó a trabajar muy joven para pagar sus estudios, y ahora era conocida por su integridad. Todo en ella parecía gritar que er

a, si ella quería enfrentarlo, él no iba a huir, pero tampoco iba a destruirla... al menos, no aún. Porque, por alguna razón, n