ítu
del pri
como todos los días Elha tenía q
. Estiró sus brazos y bostezó al mismo tiempo que se sentaba en su cama mirando fijamente el reloj, f
ía anterior y quiso quedarse a dormir un poco más, pero era imposible, el peso de ser la primo
rta con Adrian; el chico con el que mantiene una relación amorosa a escondidas de to
ca acaba de llegar, lo hice pasar al salón para que fuera preparando sus instrumentos mientra
a sus casi 19 años podía contar con los dedos de u
ta con una sonrisa enorme en su rostro,
los movimientos de la chica, se dio cuenta de que desde hace un tiempo ha adoptado un comportamiento
a que a duras penas se vestía con los and
ue jamás pasaba por alto un solo detalle-, mi niña El
y ayudarla a colocarse ese hermoso vestido col
n amabilidad y dejó un beso en su fr
s -Elha gritó
.
, impaciente por tenerla entre sus brazo
anante belleza, esos hermosos ojos azules y cabellera negr
n que ella representaba, pero cayó rendido en el hechizo de su
segundo -le habla el joven caucásic
ecibe gustosamente y planta un beso gentil en sus labios, mismo beso que se
e Adrian y él sonríe fascinado de escuchar su voz entre cortada y e
nde el muchacho con picardía y vuelve a besarla-. ¿N
ntera y adentrarse en ella como el día anterior, donde le regaló su p
ro no. Vamos, que si no escuchan sonar ese p
treza inigualable, Adrián con sutileza deslizaba su mano entre sus muslo
de conocer más acerca de esas sensaciones nuevas en su interior, se dejó llevar por el momento colocando
on, solo el sonido de la llave al estrellarse contra el piso de márm
tido, mientras que el profesor de música se da l
entristeció el corazón de la muchacha que ahora ll
su habitación, ordenándole que se diera un baño y se colocara un vestido más
conducta intachable. Habilidades únicas en música, arte, historia, matemáticas y todo
e clase media, posiblemente la desherede y la mande a estudiar al extranjero, o quizá
on que todas las veces estaría totalmente a solas con Adrián y comenzó a
tomarlo junto a esta píldora ahora mismo. Dese prisa antes de que suba Lissa con el vestido que
con curiosidad- Yo me siento
que acabo de ver allá abajo no puede repetirse, ¿Entendido?. Sabe las consecuencias que eso conlleva y si don Ricard
ea. Sabía que Eva tenía razón, ella solo pensó en experimentar, pero no se preocupó por las consecuencias qu
o de su clase de francés, mientras que Eva estaba al pendie
e idiomas que no se dio cuenta de que su pad
ara darle aviso de que debe prepa