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a mientras me bronceaba y esperaba a que el mayordomo de la casa me trajera la bebida que le pedí. Nada
Sergio, el mayordomo. Un hombre de sesenta años
o al servicio de la familia Alcázar desde muy joven y supongo que también seguirá siendo así hasta que su fecha de caducid
n voltear a verlo porque la verdad no va mucho eso de las relacion
el que lo haga tiene su motivo. Ya una vez salí lastimada por ser bondadosa y buena, así que ahora so
llegar con tiempo al antro en el que había quedado con unas amistades de la universidad. Por lo que debía de arreglarme con horas de anticipación p
un pollo rostizado cogiendo tanto Sol – dijo mi padre con su car
hasta la noche? – le pregunte
no puedo estar e
casi nunca estás y te la pasas metido en
ien aprender y así le damos un buen uso a ese cerebro que se graduó con honores en l
me haré cargo de todo cuando me toque y lo haré bien, además
ero ver el día en el que todo te l
sangre. Ahora, si me disculpas, tengo que arreglarme para esta noche, hay una fiesta a la que debo de ir