ítu

asta el

a de su oficina se abrió, dejándome verlo desencajado. Carlotta asomó la cabeza detrás de él, pero terminó escondiéndose de nuevo al sentir la v

nal, pero ninguna parte de mi cuerpo quería reaccionar. Lo mejor por ahora sería suplicar por piedad e intentar explicar qué fu

labras murieron en mi fal

e mis pies. Un centímetro más y me

s demente?! ¿El viagr

Cállate antes de que

lla giratoria detrás del escritorio-. Mi prometida está aterrada por tu culpa. ¿Quién te pagó por esto? ¿Lo

s agarraron mis hombros con salvajismo. mi mandíbula con fuerza. Por nada del mund

le algún mal. Entiendo que ambos hemos tenido diferencias, pero ante todo soy una muj

burlaba de mí y de

iodista de mala muerte como tú -declaró la maldita

costado para encarar a esa

ró sus uñas

sionada con

asta llegar a mi mandíbula, y cuando menos lo esperé, exploté. Mis carcajadas no solo borraron aquella enorme sonrisa en los labios de aquella zorra que se creía mejor

es de fijar mis ojos en tu hombre. T

nte las pretensiones de estos millonarios. Era pobre, incluso algo bruta, pero jamás

a! -Buscó la fo

on exageración-. ¿Se te está haciendo costumbre dejarte follar en esta oficina? -Elijah tiró de mi

gol

abó de golpear

modo de arrancarle todos los dientes de esa boca sucia suya. Sin embargo,

es, te lo juro! -grité tan fuert

rededor me fastidiaba. Quería arrancarme este asqueroso uniforme que hacía un tiempo deseaba portar con tanto org

aclarar la

ía que tenía la batalla perdida. No tenía que ser una adivina para comprender que los prese

contraria al hombre que le permitía llevar el sustento a su casa. Mis rodillas se sentían tan débiles que terminé

estaba para nada de mi lado-. No lo hice con intención. -Me levanté de golpe con un dolor fuerte en el pecho-. ¡Saben que no lo h

rrió hasta

ella tocó el panel!

seaba irme de aquí, y eso iba a hacer, aunque medio mundo me lo impidiera. No ib

sonrisa en mis labios-. Así que y

la morena. Sabía de lo qu

mano el día que regresabas a Es

ó sus ojos

abla, seño

está rodeado de ellas. -Señalé a su mujer-. Pregúntele a ella. Nadie mejor que Carlo

Apenas entré al elevador no pude aguantar más y mi falsa valentía se fue desmoronando hasta quedar la verdade

o devorada en un mundo tan cruel y competitivo como este. No pasó ni diez minutos cuando mi a

egro salió de su camioneta y rodeó la misma. Cuando menos lo vi venir, sus brazos fueron mi refugio. Com

impié la humedad de mi cara-. Está bien, bonita. Mira lo que te traje. -Abrió la puerta del copiloto para que entrara e

ellos-. Me acaban de despedir. Necesito... -Lloré de nu

a tocó mi mej

No tengo problema con darte dinero para tus gastos, aunque

milia piense que est

zamos a reír-. Eres el amor de mi vida, Emilia James. Te amo tanto que mi pecho me duele al

spalda contra la silla al sentir cómo mi

os fuera de mi casa. Negan apagó el

madre sepa que q

milia. Mi madre no tendría por

entro de mi estómago al percibir cómo su dedo ín

os se deslizaron hasta mis caderas, mientras que, en un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba encima de él. Su dedo índice se deslizó por mis muslos in

que terminé golpeándome con el t

da! -Se cubrió la cara con sus man

taba cubiert

í, pero sabes c

asi

, ¿y sabes por qué? -Sus labios besaron mi frente-. Porque te

bien que todo lo sucedido con

dio del jardín de mi casa. Vivía sola desde hacía un tiempo, y aunque a veces

er apareció en mi pantalla, pero solo maldije y apagué mi teléfono porqu

encia y busqué la llave dentro de mi bolso. Cuando p

a responder

golpeó el sil

aba de pie a unos cuant

o sabía que vivía en este lugar cuando mi