ítu
justo para las mujer
de diez años he tenido que aprender defensa personal, no porque me gustaba pelear sino porque lo necesitaba para protegerme. Me encanta pelear, pero cuando tenía diez años lo único que quería hacer era jugar, bailar, dibujar y estar
do kickboxing únicamente para poder saber c
muy paranoica. Todo el camino estaba silencioso y no había nadie hasta que de repente un grupo de 4 chicos me tenían rodeada. El viento comenzó a soplar fuerte. No estaba asustada, ni quería salir corriendo de allá, no para nada, lo único que mi mente me preguntaba era ¿Quiénes son?, ¿
oscuro), sus labios eran de color café que marcaban una sonrisa curiosa y a la vez juguetona. El chico de mi derecha tenía los ojos de color negro y su pelo también y con una cara sin expresión. El de la izquierda tenía los
estaba delante de mí se acercó a mí y
ino tan vacío. No sabes que hay personas que se pu
pero te equivocas a mí na
ter sería perfecta para
lo seas para mí. (digo hac
mí para tocarme, pero le de
gí la
ma sin mi permiso y menos un cualquiera com
que tendrán la oportunidad de disfrutar de una chi
ro lo que no sabes es que aparte de ser única so
ice el de los ojos agua mar
vedad. (digo mientras doy un paso h
ada asesina por tocarme. Antes de que él me acercar
se, ahora es hora de dar os una lección
ujando lo hacía adelante. Quito la moch
mpezar el juego, pero y
estómago, este se hizo un poco por atrás y se quejó de dolor, pero volvió con fuerza para d
a con fuerza, le dolió "de eso estoy más que segura" pero no lo mostró. Él me miro y luego miro a mis espaldas "con su mirada hacia mis espaldas entendí que vendr
se dio dos pasos atrás y volvió para darme, pero esquive todos los golpes que me quiso dar, en ese momento el de o
momento alguien cogió mis manos, levante mi cara para ver quien era, y me di cuenta de qu
uién me tapo la cara. Pero después de esos segundos mi vista se volvió borrosa, no pude estar de pie, estaba por caerme que
quari