d de
una visa de trabajo en la ciudad de Toronto, estaba brincando de la felicidad, ya que saldría de mi país en busca de mejor economí
traje a través de aquella pantalla de mi laptop, -Sánchez. Isabella Elizabeth Sánc
quipo de trabajo en WB Automotriz.
sonreí amablemente, nos despedimos y cuando la pantalla se apagó, pude soltar un largo suspiro, s
ión se abrió y apareció
tó al ver que había bajad
s veces tengo que decirte que se toca la puer
é que yo era una carga para mis tres hermanos, era la menor y la única mujer. Nunca dejaban de estar detrás de mí, alentándome a seguir mis sueños, ahora, uno estaba recié
están preocupados por mi futuro y bla, bla, lo entiendo, per
a panadería, ¿Qué por eso no te quemaste las pestañas trasnochándote para ser una excelente administradora
ar nuestro camino y mi camino me lleva en avión hasta Toronto. -me puse de pie y me acerqué a él para abraza
conchas de dulce. Así sabremos qué podrás hacer y te acordarás de nosotros en un país tan lejos, por qué Isa... estar
esitaré por un largo tiempo por qué estaré enfocada en mi nuevo trabajo. Seré la mejor de l
an y danos esa tranquilidad de que podrás estar bien, aunque sea comiendo eso, pero no mucho, cr
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omprado una cosa que va en la puerta para que otro no pudiese entrar alguien del otro lado, un gas pimienta y la última semana me hizo practicar defensa personal, quería que cada mañana al despertar me reportara y si algo no iba bien en algún momento y corría peligro, debía de decir la palabra clave: Horno de leña. Algo que era fundamental en la panadería de mi familia, así que él pensó que sería fácil de recordar. Las lágrimas las mantuve a raya, no quería
emocionado por la nueva aventura que tendríamos. Alguien chocó con mi maleta al pasar a mi lado después de cruzar las puertas
a al edificio donde había departamentos y eran de los empleados extranjeros, podría vivir en él hasta seis meses en lo que yo encontraba algo por mi cuenta, era un apoyo temporal que b