/0/8750/coverbig.jpg?v=d75ad62f1348f60ab8e1520dd3d4cfa6)
En este libro viviremos a través de las decisiones de nuestra protagonista Lyre Evans. ¿Qué consecuencias podrían nacer de un pacto accidental? Tal vez un amor sin igual o tal vez una razón para dejar de amar. Acompáñame a ver que es lo que le depara a la Capitana Lyre Evans luego de que haya hecho un pacto con un ser desconocido accidentalmente.
Para que no reviva que la joven humana no puede luchar por su divertido juego en la vida es una completa atención a mi vida el día que te has puesto a trabajar de nuevo hacia ti y tu Descenso a los sentidos
Para mi abuela.
<<Es raro, muy raro, que nadie caiga en el abismo del desengaño sin haberse acercado voluntariamente a la orilla>>
Calor sofocante...
Susurros desconcertantes...
Despierto empapada por el sudor, mi cama está completamente húmeda y la ropa se pega a mi cuerpo creando una sensación repugnante.
Es incomodo...
Hace demasiado calor...
Mis sentidos se nublan, creo que sigo en un sueño, aunque extrañamente no puedo dejar de pensar en aquel otro sueño del que acabo de escapar.
Se sentía demasiado real.
Los cortes en mi piel, los hematomas, el fuego quemando cada centímetro de mi ser. Mi piel aun continuaba teniendo una extraña sensación en las partes que fueron tocadas por las llamas, Cierro mis ojos tratando de asimilarlo pero me es imposible.
El humo entrando por mis fosas nasales y dejándome sin aire se sentía tan real que aquella sensación no me abandona por completo, era demasiado vivido. Pero no llegaba a compararse con el dolor que se alojaba en lo más profundo de mi pecho.
Un dolor que me consumía más rápido que las llamas de aquella hoguera, calando en lo más profundo de mí ser y destruyendo todo a su paso.
Las lágrimas se deslizaban rápidamente por mis mejillas, cayendo sobre mis sudorosas manos, mientras la angustia me abandonaba, recordándome que todo había sido un sueño.
<< ¡NO!, un sueño no... una pesadilla>>
Una horrible pesadilla que me perseguía desde que gozaba de memoria, pero al menos me recordaba que me encontraba aquí, viva, en el mundo real o al menos eso creía.
<<Probablemente sigo soñando>>
En mi memoria siempre era la misma historia, al menos desde que era una niña, sueños dentro de sueños, luego despertaba y solo recordaba el bucle interminable creado dentro de mis sueños y pesadillas que me confundía a más no poder, haciéndome creer que estaba en el mundo real, cuando simplemente se trataba de otro sueño.
SSS SSS SSS
<< ¿Qué es ese sonido?>>
Un extraño susurro se percibe en el aire atrayendo mi atención, un ruido persistente, intento escanear mi habitación pero me es imposible, ya que todo lo que me rodea es una profunda oscuridad.
Mis ojos intentan adaptarse a la oscuridad pero me es imposible, es extraño, no logro concentrarme por completo y mi cabeza duele, en especial mi nuca.
SSS SSS SSS
<< ¿Qué hago en mi habitación? ¿Por qué me encuentro durmiendo?>>
Poco a poco empiezo a recordar algo de lo sucedido en la noche anterior. Y la información empieza a llenar mi mente, haciendo que recuerde lo que paso hace unas horas...
Recuerdo haber estado luchando por mantenerme despierta, el informe de la noche anterior era de máxima prioridad y había tomado litros de café con tal de no dormirme. Incluso recuerdo haberme quedado admirando el cielo nocturno a través del balcón de mi apartamento en uno de esos tantos descansos debido a la jaqueca que causaba el exceso de café en mi sistema, mientras buscaba excusas para cubrir el mal comportamiento de uno de los miembros de mi escuadrón en aquel informe.
Regresando a la actualidad me encontraba confundida ¿Cómo había llegado hasta mi cama?, la incomodidad empezaba a acrecentarse en mi pecho en lo que trataba de adaptar mi vista a la oscuridad nuevamente, creyendo que no debería de ser tan difícil debido al espacio que contenía mi pequeño apartamento.
No paso mucho hasta que lograra mi cometido, y lo primero en llamar mi atención fue el crepitar de la lluvia a lo lejos, la cual no se debería escuchar, a menos que la puerta del balcón se encuentre abierta dejando que algunas gotas de lluvia lleguen al interior del apartamento, seguramente dejando todo el piso hecho un desastre.
Lo que significaba que probablemente había tenido un episodio de sonambulismo, lo que explicaría porque me encontraba en mi cama en estos momentos, o había sido atacada mientras tomaba uno de mis tantos descansos. Trataba de reconstruir la situación pero la oscuridad no ayudaba a que me despertara por completo y recordara lo que había sucedido.
<<Todo es muy confuso>>
Todavía no lograba encontrar la fuente de aquel susurro constante que comenzaba a alarmarme.
<< ¿No será una fuga de gas? >>
-¿Por qué hace tanto calor si afuera está lloviendo? No tiene sentido, debo seguir soñando o algo debe estarse quemando, pero con esta oscuridad es imposible que algo se este incendiando, al menos en mi piso. -mire el entorno que me rodeaba nuevamente.
Un segundo...
Una idea cruzo rápidamente por mi cabeza, pero la deseche tan rápido como apareció, era algo prácticamente imposible.
SSS SSS SSS
Mis ojos se cerraron al momento que un pinchazo de dolor me atraveso desde la cabeza hasta la nuca.
<< ¿Qué es ese olor? >>
Azufre...
No podía creerlo, eran demasiadas coincidencias y estaban sucediendo al mismo tiempo. Respire profundamente tratando de relajarme, pero el aroma a azufre me hizo arrugar la nariz, alejando la somnolencia, dejándome sumergirme dentro del pensamiento que daba vueltas sin parar por mi cabeza.
La temperatura del apartamento seguía aumentando sin control, como si del infierno se tratase.
SSS SSS SSS
Abrí los ojos ligeramente en estado de alerta al escuchar nuevamente aquel susurro, haciéndome notar que mis pensamientos estaban en lo correcto y no podia creerlo.
Un demonio había irrumpido en mi apartamento...
Tan pronto como acepte la realidad una figura borrosa surgió de la penetrante oscuridad en la que estaba sumergida, arrastrándose por los azulejos como si se tratara de un reptil, agitando su cola cual cascabel. Tan pronto lo vi cruzamos miradas, lo cual fue un fallo de mi parte, ya que eso solo hizo que aquel demonio se elevara frente a mi, como si fuera su presa.
<<Mierda, espero que no me haya visto>>
Pero, como si se tratara de un telepata que leía mis pensamientos comenzó a dirigirse en mi dirección y temí lo peor.
-Vaya... ¡Buenas noches bella durmiente! -Una voz femenina y demasiado aguda zumbaba en mi oído a pesar de la distancia-. ¡Al fin despiertas!
Mis ojos no podían creer estar frente a tan semejante presencia, la inesperada situación me había dejado muda, no podía sentir mi cuerpo y lamente el ser tan torpe por no darme cuenta que aquel dolor de nuca se trataba de una picadura, había sido envenenada, y antes de darme cuenta perdí completamente la movilidad de mi cuerpo. Solo podía hablar, pero con el nudo en mi garganta se me hacia imposible el pronunciar siquiera una silaba. Más temprano que tarde descubrí la creciente distancia entre mi cuerpo y el suelo, sin entender por completo lo que estaba pasando.
<<Es demasiado tarde>>
La distancia con el suelo me permitía ver que era aquella criatura en todo su esplendor aunque se escondiera tras el manto de la oscuridad, era un demonio, como lo había imaginado. Con enormes cuernos que llegaban a chocar con la pequeña lámpara en forma de gota que colgaba del techo, y enormes garras que se extendían de sus huesudos dedos, de su espalda caían hacia el piso algún tipo de tentáculo a forma de capa ya que no paraban de moverse, aunque podia ver claramente como algunos de esos tentáculos se perdían en mi dirección, tardíamente me di cuenta de que no eran tentáculos sino serpientes, si no las tuviera de frente no lo creería ni en un millón de años.
Su figura era esquelética y estaba semidesnuda, su rostro se encontraba cubierto por una espesa capa de cabello que no me dejaba observar su rostro. aunque por un momento pude vislumbrar un poco de la piel de su rostro haciendo que todo se tornara demasiado ruidoso y extraño...
Cada vez estaba más convencida de que me encontraba soñando nuevamente y que estaba teniendo una pesadilla, ya que un encuentro así era imposible y mucho más luego del pacto con las razas.
Me sentía extraña, lentamente estaba recuperando la sensibilidad y la movilidad de mis extremidades, haciendo que pudiese sentir como aquellas serpientes se movían alrededor de mis extremidades, logrando que diera arcadas debido a la repugnante sensación de mi piel siendo rozada constantemente por rasposas texturas.
Rápidamente caí en cuenta de que estaba sostenida en el aire por aquellas serpientes. Si, por serpientes. Una red de serpientes entrelazadas unas con otras, esas serpientes eran los "tentáculos" que se veían en mi dirección.
Lo único bueno de esta situación era que las arcadas habían logrado deshacer el gigantesco nudo que se había formado en mi garganta, permitiéndome hablar nuevamente.
-¿Quién eres tú y que demonios haces en mi apartamento? -grite, mientras trataba de recuperar el control de mi cuerpo, intentando escapar de aquellas serpientes que ejercían demasiada presión en mi cuerpo, aunque a kilómetros se veía que no funcionaria, estaba completamente rodeada.
Me sacudí con fuerza, pero solo hizo que aquellas criaturas reptantes comenzaran a sisear y a tocar mi piel con sus pequeñas lenguas bífidas, era una sensación asquerosa.
- ¿Quién soy? Eso no importa una mierda -su tono era agudo y burlesco, casi como un chillido, haciendo que mis tímpanos se hicieran añicos mientras se acercaba lentamente en mi dirección.
-Aquí lo único importante es porqué estoy aquí, En tu lindo apartamento de soltera. -sus manos se cerraron con fuerza alrededor de mi cuello al pronunciar las últimas silabas.
Sus garras se clavaban en mi piel, y el poco aire que contenía se estaba agotando con cada segundo que pasaba.
-Vengo a hacer un pacto contigo, y si me rechazas, TE MUERES -gritó, provocándome terror, nunca antes había estado en este tipo de situación y me sentía completamente acorralada.
El miedo comenzó a apoderarse de mí, ¿Cómo mierda me había metido en esta situación?, yo solo estaba trabajando no tan honestamente en mi apartamento unas horas antes ¿Cómo había escalado todo a este punto?.
Sentía como las serpientes se comenzaban a mover lentamente rodeando mis piernas con más ímpetu, ejerciendo demasiada presión, dificultando mis movimientos y evitando la circulación sanguínea dejando que mis extremidades cambiaran de color rápidamente.
-Solo debes aceptar el pacto y ambas seremos felices -su voz se tornó melancólica, lo que me ponía los pelos de punta-. Va-vamos Lyrael... solo debes aceptar.
Mis labios estaban temblando pero ninguna palabra salía de ellos, mi garganta estaba hecha un nudo nuevamente y el tener una mano en mi cuello no ayudaba para nada.
¿Quién llegaría a pensar que un maldito demonio loco se metería en el apartamento de un miembro de las Fuerzas Especiales y le pediría que hiciese un pacto?, ¡nadie! ¡Para eso existe la división de pactantes!, aunque no es como si quisiera que un pactante pasase por esta situación. Además, ¿Quién coño era Lyrael?
Asentí con la cabeza repetidamente, tratando de ganar tiempo para pensar en un plan de escape. Debía controlar la situación lo antes posible o esto podría terminar mal y por mal me refería a mí persona muerta en un nido de serpientes, aunque si todo esto era un sueño solo debía aceptar y el sueño se acabaría. Claro, si todo era un sueño.
Era casi imposible pensar en algo elaborado, el aire estaba abandonando mi cuerpo con rapidez y la presión en mi cabeza no me dejaba escuchar lo que esa cosa me estaba diciendo con tanto entusiasmo.
Y por eso termine yendo por lo más fácil, asentir con la cabeza. Aceptando, pero a mi manera, no me rendiría tan fácilmente.
Aprovechando el momento en el que aquel demonio se perdió en sus pensamientos, disminuyendo el agarre de sus serpientes en mi cuerpo. Rápidamente libre mis manos de aquellas criaturas y las dirigí hacia mi cuello, tratando de quitar sus afiladas garras que se estaban clavando en la piel de este. A duras penas logre mi cometido luego cortar profundamente la piel de mis manos y quebrarle unas cuantas garras, dejando espacio para que mis manos se interpongan entre sus huesudos dedos y mi cuello. Empujando estas hacia afuera haciendo que mi laringe volviera a expandirse y finalmente el aire contaminado con azufre llenara mis pulmones, alejando esa sensación de mareo, y abriendo mi canal auditivo al mismo tiempo que se escuchaba un horrible chillido proveniente de aquel demonio.
- ¡COMO TE ATREVES! Hija de p... -Se agarró las manos con una gran mueca de dolor mientras observaba sus garras tiradas en el piso de la habitación, en ese momento una de las serpientes que me sostenía dio un salto en su dirección dejando una sensación de vacío en mi nuca, clavando sus colmillos en su brazo derecho para luego desaparecer hundiéndose en su piel, como si siempre hubiese sido parte de esta. ¿Qué mierda acababa de ver?-. ¡Oh!... ¿ya terminaste querida? -dijo mientras observaba su brazo, el valor finalmente había regresado luego de un tiempo de respirar aquel aire tan espeso.
- ¿Qué demonios haces aquí? ¡Responde! -Su cambio de comportamiento me estaba incomodando, se veía satisfecha y eso solo acrecentaba mi mal presentimiento-. ¿Por qué quieres hacer un pacto? -algo se sentía realmente mal, y me ponía nerviosa, me hacía pensar que tal vez no se trataba de un sueño.
-Oh pequeña y dulce Ly-y-Lyre, el pacto no es para mí, es para un viejo amigo -dijo, mostrándome una sonrisa victoriosa, mientras trataba de acomodar sus garras rotas sin éxito alguno -. Espero que cuides bien de él pactante, no queremos que sufras las consecuencias de un pacto incumplido.
- ¿De que estas hablando?, ¿Cuáles consecuencias? -su sonrisa se hizo más grande, algo definitivamente estaba mal, recordé el asentimiento de cabeza, pero, ¿eso no era suficiente para hacer un pacto, o si?
<<Mierda>>
-Lyre, Lyre, Lyre... aquello a lo que ustedes llaman pactos de alma no es la única forma de llegar a un acuerdo entre los sucios nefilims y las razas, se podría decir que solo es la más segura. -una punzada de dolor recorrió mi espina dorsal y finalmente me di cuenta de que un líquido escurría desde mi nuca, lo sabía bien eso no era sudor, era sangre.
<< ¿Qué había hecho? ¿En qué me había metido?>>
-Te habrás dado cuenta del intercambio de sangre, espero no lo tomes a mal, es una situación de extrema urgencia, al menos para mí. --onrío de manera extraña- Pero, me has hecho las cosas difíciles y eso te costará caro, al menos en lo referido a información del pacto.
Un sudor frío recorrió mi espalda, esto solo significaba malas noticias, mi cuerpo temblaba y apenas podía mantenerme consciente.
-Espero que logres completar el pacto con éxito pequeña humana, mi estadía aquí ha terminado -dijo, mientras se alejaba lentamente en dirección al balcón mientras que aquellas serpientes soltaban mi cuerpo lentamente, dejándome en el suelo como si de algo frágil se tratase, sentía como la fuerza abandonaba mi cuerpo rápidamente-. En caso de no completar el pacto, prepárate para descender al infierno pequeña.
Eso fue todo, saltó por el balcón para perderse tras el espeso manto de lluvia.
Todo a mí alrededor comenzaba a dar vueltas, una aguda carcajada se escuchaba en la lejanía, mi ira incrementaba con cada segundo que pasaba. Había caído como una imbécil en su trampa. Pero, todo era un sueño ¿cierto? Aunque mi brazo y mi cuello no pensaban lo mismo.
Ardían demasiado y mi mente no podía procesar nada de lo que acababa de ocurrir.
Mi vista se hacía cada vez más borrosa, y no podía mover ni un solo músculo.
Y antes de darme cuenta, perdí el conocimiento...
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
-Nuestro amor nos llevará a terminar como Romeo y Julieta. - ¿Juntos? - ¡No! Muertos. -Tú siempre tan romántica. -Y tú, tan estúpido. -Ya hablo doña perfecta. -Aunque te cueste reconocerlo, así que no pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo. Me retiro antes de que se me pegue lo malo, con permiso joven Sanz. -Hasta nunca B-R-U-J-A fea. Espero que choques en tu escoba voladora y te destroces el rostro para no volverte a ver la cara de mustia amargada que tienes. -Qué tus buenos deseos se te multipliquen insecto -grito la chica al salir corriendo de la casa para tratar de llegar lo más pronto a la parada y alcanzar el último autobús que la llevaría de regreso a la Universidad de Barcelona, donde estudiaba. Esto era tan solo una pequeña pelea a la que se tenía que enfrentar cada vez que se encontraban en la residencia de la familia Sanz o donde coincidieran, en donde había sido contratada como niñera del menor de los hijos de la familia. - ¿Podrás algún día dejar tranquila a "Mi Vale"? Sigue por ese camino y me voy a asegurar que papá te quite todas las tarjetas, congelé todas tus cuentas y de pasada te ponga a trabajar para que dejes de estar molestando a mi chica. - ¡Mocoso! Nadie pregunto tu opinión, ¡Cuidado y abres la boca o me desquitaré contigo! Deberías de estar de mi lado y no de un espantapájaros como ese que no es parte de tu familia y a duras penas conoces. -Mira, quien habla, el chico más estúpido que puede existir en toda la ciudad, si no fuera por tu cara bonita, nadie se fijaría en ti. Te aseguro que en esa cabeza no hay ni gota de masa encefálica de la cual puedas presumir como ella. - ¡Basta! Lárgate a tú cuarto o voy a acabar contigo en menos de un segundo. - ¡Huy! Ya se enojó el niño bonito. Te estaré vigilando, no vuelvas a molestar a Vale. Si ella se marcha por tu culpa, me aseguraré de cumplir todo lo que te he dicho y sabes que no bromeo HER-MA-NI-TO. ¿Quién se atrevía a desafiarlo de esa manera? ¡Claro!, otro Sanz, uno que por lo menos conocía el amor y respeto a las personas sin importar su clase social o personalidad. Para este chico todas las personas eran iguales, hasta que demostraran lo contrario.