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Ella: una exitosa, fría y calculadora mujer con aires de grandeza que desde que tiene memoria sufre lo que se conoce en psicología como Alexitimia, la incapacidad de sentir cualquier emoción, con el tiempo descubrió que lo único que logra controlar sus ilegales instintos psicópatas es tener sexo desenfrenado en cantidades astronómicas, lo cual terminó en una seria adicción al sexo. Al principio lo hacía con cualquier desconocido que se le antojara, pero no demoró en hartarse de eso, era mucho problema "ey, Dame tu numero", "quédate a desayunar" "¿Cuándo lo hacemos de nuevo?" y eso cuando no empezaban a hablar de sentimientos o mencionaban la palabra con A "que fastidio" pensaba cada vez, probablemente el único sentimiento que conocía, aunque tampoco era que fuera tan intenso. En cuanto logró un buen nivel social y, por ende, un sueldo muy elevado se alimento de "acompañantes pagados", hasta que dio con un club de gigolos donde podía follar con uno distinto cada día todo lo que siempre quiso... hasta que conoció a un gigolo muy especial. Él: Un joven desilusionado de la vida, del mundo, de la gente y sobre todo del amor, algo que nunca conoció en su vida. Empezó a "trabajar" como gigolo a los 12 años cuando su madre adoptiva quiso explotar "su potencial" para su propio beneficio. A los 16 descubrió que la mayoría de la gente se quedaba con el dinero de su trabajo, así que hoyó de casa se unió al club de gigolos más caro y exclusivo del país donde le daban alojamiento y el 40% de las ganancias, que era muchísimo más que su espantosa madre cobraba por él. Con eso pensaba que al fin tenía todo bajo control... hasta el día en que la conoció... lo que más le llamó la atención eran esos ojos fríos e inexpresivos, no importa cuanto placer le diera, era como si no sintiera nada... o al menos eso pensó...
Camile.
Un día más... trabajo, compañeros inútiles y conversaciones que no llevaban a ninguna parte. Después de revisar las estadísticas de los productos estrellas de la empresa.
A la hora de almuerzo fui al único restaurant que servía comida decente me senté en mi mesa de siempre, la que estaba en la esquina más alejada de la entrada. Entonces el imbécil de siempre se sentó en la silla desocupada frente a mi.
-¿me puedo sentar? -dijo después de sentarse, ya era como decima vez que lo hacía en el mes, en mi mete lo decapitaba con mis propias manos, pero eso ensuciaría mi linda ropa de diseñador y limpiar la sangre si que es un fastidio.
-¿en serio? Te he rechazado cada día sin falta, ¿acaso eres idiota o qué?
-Vamos camile, sé que tarde o temprano terminarás cediendo- dijo puso su mano sobre la mesa y la fue acercando lentamente a la mía, yo tomé el tenedor que estaba en mi lado y clavé su mano a la mesa, el imbécil lanzó un patético grito de dolor.
-Si tanto quieres la mesa, quédate con ella, pero si vuelves siquiera a respirar cerca de mi, te mato ¿entiendes?- dije molesta y luego susurrando en su oído agregué- y lo digo muy literalmente.
Salí del restaurante y conduje a mi club favorito "dulce pecado", creo que ya había probado a todos los muñequitos del lugar, pero esperaba encontrar algo nuevo.
-señorita Camile, un gusto volver a verla, ¿Qué se le ofrece hoy?
-¿tienes algo nuevo? Ya sabes, no me gusta repetir el plato...
-Me temo que aún no nos llegan chicos nuevos... -dijo algo incomoda, o eso creo.
-que lastima... -murmuré, este era el único club que abría tan temprano, tendría que esperar a la noche o violarme a alguien... Entonces lo vi, llevaba una cesta de ropa en las manos, tenía como 18 o 19, quizás era alguien de limpieza, aunque con ese físico sería un real desperdicio- ¿Cuánto por él?- dije señalándolo
-¡que buen gusto, señorita! Él es nuestra pequeña estrella, si no lo había visto antes seguro estaba con alguien, es muy solicitado...
-Sí, sí... ¿Cuánto? -repetí moviendo la mano con aburrimiento.
-300 lucas la hora, 500 por 2
-¡¿300?! ¿Qué tiene el pico de oro o qué?
-le aseguro que vale cada peso, pero si gusta le puedo buscar algo más económico- Dijo, si realmente me importara lo que ella pensara me hubiera ofendido, ¿pero que me importa lo que opine una puta vieja?
-llévalo a la habitación de siempre- Dije y le hice un cheque por $300.000
Subí a la primera habitación VIP, ya la conocía muy bien, cuando no lo hacía en el hotel la usaba para acostones rápidos.
-Me dijeron que querías verme- Dijo con esa voz de galán de telenovela, tenia cabello rubio oscuro, ojos ámbar, jeans negros y una camisa blanca que llevaba abierta.
-Sí, supongo que ya sabes la rutina, desvístete -dije, el sonrió a medias.
-me gustan las mujeres directas -Dijo y se tendio a mi lado mientras yo me sacaba la blusa y el sostén.
-¿Es que nunca te callas? -dije con aburrimiento, lo tomé de la cabeza y hundí su rostro en mi busto.
Él empezó a chupar y estimular mis pezones, la puta tenía razón, el hijo de perra tenía talento. Luego le hice chupar mi vagina, cuando ya me sentí lo suficiente caliente lo cabalgué como histérica, su pico me llegaba casi al útero, era delicioso...
-eso es... -jadee, creo que entendió que no me gustaba hablar porque solo me sonrió mientras acariciaba mi espalda, espera... ¿por qué de repente me parecía tan encantador? "debe ser la calentura" pensé, era la única explicación lógica.
Luego me dio por el culo, yo en cuatro en la cama y me embestía como todo un profesional, era obvio que a pesar de su corta edad tenía mucha experiencia en esto. De pronto sonó la alarma de mi celular "mierda" tenía que volver a la pega, pero aún no me había saciado.
-Para, tengo que irme -dije, me vestí ante sus confundidos ojos- te quiero para mi esta noche, muñequito, así que espérame, prometo que te daré una buena propina- Dije, lo tomé del pelo y lo besé con verdadera hambre...
Luego salí y conduje a la oficina... espera, ¿Por qué lo besé? Pensé, yo nunca besaba a mis muñequitos... ¿Qué más da? Solo es un juguete más... me dije a mi misma, volví a mi oficina y, como si no hubiera pasado nada, mandé a mi secretaria a comprarme un sándwich y una bebida.
Seguí en lo mío, era la gerente de finanzas de toda Latinoamérica así que tenía muchos números que revisar, afortunadamente para mi eso era un placer. Entonces entró Juan Pablo.
-Oye Camile, ¿a quien vas a llevar a la fiesta de la empresa mañana?
-¿oh eso era mañana? No iré- odiaba las fiestas, sobre todo las fiestas de trabajo dónde no me podía follar a nadie tranquilamente.
-Pero el CEO dijo que la asistencia era obligatoria y que todos teníamos que llevar a un acompañante, pero si quieres podemos ir juntos- Dijo con su voz de jote.
-¡No! -Exclamé escandalizada, no podía siquiera imaginar toda una velada con su espantosa compañía, ni siquiera era atractivo como para intentar follármelo- iré con mi novio- Inventé, apreté el comunicador y agregué- Laura, anota a Manuel Domínguez como mi acompañante para la fiesta.
-Como quieras -Dijo él y salió de la oficina como si estuviera ofendido.
En un mundo ficticio donde los vampiros gobiernan una joven de 18 años es elegida como esclava de uno de los vampiros que gobiernan su pueblo, a cambio de su 'sacrificio" su familia recibe una gran suma de dinero con la condición de que no volverán a ver a su hija. Poco a poco la chica se va acostumbrando a ser esclava y empieza a desarrollar afecto por su Amo, lo que ella no imagina es que él también siente cosas por ella así se sumergen en un romance fogoso y prohibido Material para mayores de edad
Un mafioso toma a una joven de 18 años como pago por las deudas que su padre tenía con él, así es como la lleva a su mansión para hacerla suya en todos los sentidos posibles
Kiara es la princesa del clan de la luna llena y una mujer lobo, sus padres lobos del más puro linaje, tuvieron tres hijas más, siendo kiara la primogénita y heredera al trono, aunque la tradición es que el primer macho sea el heredero, al tener solo hijas hembras se tomó la decisión de que Kiara fuera la heredera, convirtiéndose en la soltera más codiciada del país. Pero, como siempre, hay una condición, igual que cualquier otro heredero para reclamar la corona debe casarse con un lobo de sangre real o a Lo menos un Alfa, todo iría perfecto si no fuera que se enamoró de un beta, el rango más bajo en la jerarquía de los hombres lobos, un simple jardinero sin ningún futuro. ¿Podrá este romance sobrevivir a los prejuicios sociales y juicios de los clanes de hombres lobos?
David es un intelectual, graduado con honores de Ingeniería nuclear se caracteriza por ser muy serio y racional, lo que nadie sabe es que con sus parejas es muy protector, le gusta mimarlas con regalos caros y es una bestia en la cama, cuando alguien le interesa lo toma muy en serio por eso todas sus relaciones no han durado menos de un año. Diego es un hombre apasionado, tierno y detallista. Veterinario de profesión con una gran vocación social además de un gusto casi exagerado por los deportes extremos y los viajes. Al ser apasionado se enamora rápido pero su intensidad asusta a sus parejas con las que nunca dura más de 6 meses. ¿Qué tienen en común? Son Gemelos físicamente idénticos, hijos de un magnate de los negocios quien, en su testamento estipuló que quien fuera el primero en casarse obtendría el 70% de sus bienes y el 30 restante se repartiría entre su esposa y el otro gemelo. Hasta ahí todo bien, ambos se embarcaron en la búsqueda de "la elegida" La mujer que deseaban que fuera su esposa ¿el problema? Ambos eligieron a la misma mujer, una linda doctora llamada Miriam quién, sin saberlo, estuvo saliendo con ambos por unos dos meses, pero cuando la verdad se revela ella deberá tomar una decisión, David parece un camino seguro, sin embargo Diego le ofrecía una vida llena de emociones que ponían su corazón a mil. ¿Quién se ganará el corazón de miriam y la herencia de su difunto padre?
El cumpleaños número 21 de Daniela marcó un antes y un después en su vida. Había empezado como cualquier noche, amigos, tonterías y brindis en una discoteca. Sin embargo al terminar la noche perdió la conciencia; cuando despertó estaba muy lejos de casa, a merced de hombres inescrupulosos que no lo pensarían dos veces en sacar provecho de ella. Fue en ese lugar donde lo conoció, ese guapo, cruel y millonario hombre que se convertiría en su esposo, pero también en su peor pesadilla. Este libro incluye escenas de sexo, abuso y relaciones lesbicas. No es apto para menores de 18 años.
Cristina es una mujer romántica e idealista, de profesión psicóloga y vocación sumisa. Siempre había tenido la idea de encontrar un Amo que la amara en todas sus dimensiones, no solo como una sumisa con la que jugara ocasionalmente. Pero su mundo se pone de cabeza cuando conoce a Fernando un guapo genio de la neurociencia y un Dominante bastante extricto, quien niega por completo la existencia del amor. Su teoría estaba bien fundamentada (según él) en toda su vida y teniendo 4 sumisas como su propiedad jamás se había enamorado. Hasta que la conoció... ¿Podrá Cristina superar sus miedos para entregarse a ese encantador hombre? ¿Podrá el transformar sus creencias y vivir realmente lo que es el amor dentro de una relación D/s? Eso solo el tiempo lo dirá.
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Durante tres años, Shane e Yvonne estuvieron casados, compartiendo noches acaloradas, mientras él aún estaba enamorado de su primer amor. Yvonne se esforzaba por ser una esposa obediente, pero su matrimonio se sentía vacío, construido sobre el deseo más que sobre el verdadero afecto. Todo cambió cuando se quedó embarazada, sólo para que Shane la empujara a la mesa de operaciones, advirtiéndole: "¡O sobrevives tú o el bebé!". Destrozada por su crueldad, Yvonne desapareció apesadumbrada y más tarde regresó, radiante de plenitud, dejando a todos boquiabiertos. Atormentado por los remordimientos, Shane le suplicó otra oportunidad, pero Yvonne sólo sonrió y respondió: "Lo siento, los hombres ya no me interesan".
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".