/0/4909/coverbig.jpg?v=820264665583ac208fc2c46803fed230)
La noche del Sacrificio anual, Waverly, la hija del Alfa de la manada de licántropos, se ofrece como candidata luego de que su hermana menor es elegida para ser la próxima mujer sacrificada al Lobo Carmesí. Al conocerlo, Waverly descubre que está bajo una peligrosa maldición que amenaza con matarlo a él y a quien se atreva a permanecer a su lado si no encuentra a su pareja para el próximo Eclipse Lunar. Llena de misterio, mentiras y traición, «La maldición del Alfa» narra la historia de Waverly mientras descubre los secretos que se esconden tras la maldición que acecha a la manada Sombra Carmesí y establece una profunda conexión con el lobo al que fue ofrecida como sacrificio, que podría acabar destruyendo su futuro y poniendo su vida en un increíble riesgo. La maldición del Alfa ha sido creada por Kianna Walpole, autora de eGlobal Creative Publishing.
La noche del sacrificio anual.
Como hija del Alfa, Waverly Scott comprendía el procedimiento y la importancia del sacrificio: apaciguar al Lobo Carmesí con la esperanza de que la elegida se convirtiera en su Luna.
Sin embargo, eso no impedía que sus emociones se dispararan cada vez que se acercaba el día, temiendo que su manada fuera la siguiente. Como dijo su padre, era su obligación participar en el sacrificio, pero nunca dio una razón clara de por qué.
El día llegaba y pasaba cada año, con los miembros de la manada elegida preguntándose si la elegida volvería o no. Hasta ese momento, nadie había regresado.
-¡Creo que es porque el Lobo Carmesí mata a la manada por no enviarle a su compañera! -gritó emocionado un niño mientras se balanceaba en lo alto de una roca. Su pelo estaba despeinado por la ligera brisa vespertina que se desplazaba por el gran descampado de su pequeño pueblo agrícola.
-He oído que es un salvaje, ya sabes, de los que no pueden distinguir quién es quién cuando toma su forma animal -añadió otro niño.
Un tercero intervino: -¡Bueno, he oído que esconde los cuerpos en su calabozo! Jared McDuvern de la manada Luz de Luna me lo dijo.
-¿Cómo Jared McDuvern podría saber al respecto? -gritó el segundo chico, acusadoramente.
-Me estaba preguntando lo mismo -afirmó Waverly, mientras se acercaba al grupo de niños con un cuaderno de dibujo en la mano. Se sentó en una roca junto a ellos y puso su cuaderno en su regazo.
-¡Su padre es el Alfa! -anunció el segundo-. Está al tanto de todo lo grande que ocurre. Así como sabrán, es el siguiente en la línea.
-Tienes razón -señaló Waverly-. Pero personalmente... -se inclinó más hacia los chicos que se reunían a su alrededor, llevando su voz a un susurro, continuó-: Creo que el Lobo Carmesí es un mago disfrazado.
-Wau... Nunca pensé en eso -soltó el niño. Dio un paso atrás, sorprendido.
-Nunca piensas nada, Tristian -respondió el tercer chico.
-¡Oye! ¡Retráctate!
-¿Qué tal te desafío carrera? El último en llegar a la cima de la colina es un perro frito -tentó el tercer chico con una sonrisa.
Y en un instante se fueron, con el polvo de los caminos de grava revelando tres pequeños patrones de zapatos que se transformaron en huellas de lobo una vez que se asentaron.
Waverly observó la escena a su alrededor, tratando de localizar un paisaje o una figura para dibujar. Abrió su cuaderno de bocetos y hojeó las páginas que contenían el mismo par de ojos, uno negro y otro azul. Aunque los dibujaba en diferentes estilos, era fácil para cualquiera que mirara decir que era el mismo. Sin embargo, ese día estaba decidida a empezar algo nuevo.
Puso el lápiz sobre el papel y comenzó a trazar ligeramente una nueva línea. Su mente volvió a pensar en la noche que le esperaba. Cada año, el Lobo Carmesí elegía una manada que seleccionaría una candidata para el sacrificio anual.
En el momento en que una manada es elegida, tiene un descanso de 4 años antes de ser nominada de nuevo para asegurar que cada manada de la zona proporcione una ofrenda.
La última vez que la manada Lycan fue nominada, fue 3 años atrás. Según las estadísticas, tendrían otro año antes de tener que elegir otro sacrificio. Entonces, ¿por qué la mano de Waverly estaba temblando ligeramente?
Bajó la vista a su dibujo para darse cuenta de que estaba dibujando el ojo una vez más.
-¡Waverly! ¡Ahí estás!
Waverly se liberó de sus pensamientos. Dejó el lápiz entre dos páginas y cerró el cuaderno. Levantó la vista para ver a una morena de pequeñas dimensiones que corría hacia ella, con el sol que se desvanecía resaltando partes de rubio en su cabello.
La joven se desplomó a mitad de camino, con las manos en las rodillas.
-Acabo de recorrer todo el pueblo buscándote, pero Peter dijo que estarías en tu casa, y cuando llegué, tu mamá, digo, la Luna, dijo que estabas con tu hermana, y luego cuando no estabas con Isadore...
-Wau, wau, Reina, relájate. Me encontraste. ¿Qué pasa?
Reina tomó aire y se enderezó. Sus ojos eran increíblemente grandes para una niña de diez años, pero a Waverly le recordaba tanto a Isadore a esa edad que no pudo evitar sonreír.
-Chicos.
Waverly soltó una pequeña carcajada y rápidamente se cubrió la mano en la boca, tosiendo para disimular la risita que se le había escapado.
-Chicos, ¿eh?
-¡Sí! -Reina se colocó en la roca junto a Waverly, obligándola a moverse. Luego siguió-: Son tan...
-¿Frustrantes?
-Más bien... exasperantes. Esperan que te mantengas alejada mientras se van con los demás y luego, cuando vuelven, quieren jugar y actuar como si no te hubieran dejado atrás. No es justo -se quejó. Los ojos de Reina se posaron en el suelo mientras pateaba la hierba bajo su zapato-. Yo también quiero correr.
-¿Se trata de Bryce? -preguntó Waverly, siguiendo su mirada.
La mirada de Reina se levantó inmediatamente y su rostro se puso tan rojo como el cielo poniente.
-¿Bryce? No, cómo crees...
-Hmmm... pues estoy de acuerdo, es guapo. Todo un joven beta en formación.
Los ojos de Reina se iluminaron cuando exclamó: -¡Sí! Es tan rápido y su rastreo es tán rápido, es realmente... -exclamó, deteniéndose una vez que captó los ojos grises oscuros de Waverly. Luego preguntó-: Waverly... ¿Cómo sabes cuando has encontrado a tu pareja?
De pronto se hizo el silencio entre las dos hembras, con solo el sonido del viento y las voces lejanas de otros miembros de la manada de licántropos en sus casas.
-No lo sé -respondió Waverly, con sinceridad-. Todavía no he conocido a la mía.
Reina abrió los ojos mientras preguntaba: -¿De verdad? Pensé que a tu edad se suponía que estaría hecho...
Waverly se rió plenamente mientras decía: -¿Cuántos años crees que tengo?
Reina se encogió de hombros, pero no contestó.
Waverly sonrió a la chica que estaba a su lado.
-Sucede en diferentes momentos y es diferente para cada lobo. Pero por lo que he oído, se necesita un tiempo para saber que la persona es realmente tu pareja. Cuando sucede, sientes una repentina conexión con ellos y al instante hueles tu aroma favorito. Entonces, simplemente hace clic.
-¿Sabes cuál es mi olor favorito?
Waverly fingió pensar por un momento y luego negó con la cabeza.
-Burritos.
Tanto Waverly como Reina se rieron antes de que la segunda hiciera una pausa. Una silueta alta y delgada trotaba por el camino. Llevaba un objeto en la mano y al acercarse, la primera lo reconoció de inmediato.
-Te juro por Lycan, Finn, que si esto es por la elección de la ropa de Isadore otra vez, no tengo ni idea de qué...
-No se trata de eso.
Waverly lo miró a los ojos color avellana y se calló al darse cuenta de la seriedad con la que se mostraba su normalmente egoísta hermano mayor.
-Se trata del sacrificio.
Le entregó a Waverly el trozo de papel que ella había visto antes. Sus ojos escudriñaron las palabras delicadamente escritas que estaban colocadas bajo el estandarte del emblema de los Sombra Carmesí.
«Hemos sido elegidos».
__Quiero el divorcio!! __Me dice en tono frío. No es la primera vez que le pedía algo como eso, antes lo hacía a menudo, se levanto del sofá y lo miro a los ojos, le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación, solo asumía las cosas. Era mejor dejar las cosas a como estaban, no pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca mas. __Estas seguro de que es lo que quieres?? __Le pregunto mirándolo fijamente. Por muy ilógico que parezca, intento aferrarme a su única esperanza, le tiro los documentos al rostro, ella los tomo con una sonrisa amarga. Tomo el bolígrafo de la mesa y lo firmó sin pensarlo ni un minuto más, se levanto con lo poco de dignidad que todavía conservaba, empaco las pocas pertenecías que tenía y me marchó sin mirar atrás. 🌼NOTA DE AUTORA Espero les guste esta historia de amor, intriga y mucho mas, gracias por el apoyo de ante mano, no olviden dejar sus comentarios.
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.