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¿Quién saldría perdiendo en este juego? ¿Acaso ella? Que solo buscaba vengarse o ¿él? Que detestaba con todas sus fuerzas la idea de enamorarse de alguien tan superficial. Después de todo, el amor puede tocar la puerta de tu corazón cuando menos lo esperas, solo es cuestión de escuchar con atención.
¿Estás terminando conmigo? - pregunté aún incrédula con los ojos a punto de salir de su órbita.
- Lo siento Hannah - contesto mi pregunta. - Creo que es lo mejor.
- ¿Lo mejor? - reí amargamente - ¿Lo mejor para quien Jayden? - no podía hacerme esto.
- ¡Para ti! - contesto - ¡Para mí!
-¡No! - resople acomodando mi cabello - Tú no puedes hacerme esto - negué con la cabeza - Amor falta tan poco para el baile de fin de curso - me acerque a él y acaricie su mejilla - Y tú y yo tenemos que ir juntos - cambie el tono de mi voz a uno más suave - Como la hermosa pareja que somos - tome sus manos y las coloque en mi cintura para después pasar las mías por su cuello.
Fije mi mirada en sus hermosos ojos marrones. Era simplemente perfecto. Ojos expresivos de un increíble color marrón, cabello castaño y lacio, piel morena, sonrisa de comercial y un físico delirante.
- ¿Lo ves? - se alejó quitando mis manos - A ti solo te importa lo que los demás piensan - me miraba seriamente - solo te importan las apariencias.
- Paso una mano por su cabello perfecto - se acercó nuevamente - Yo quiero algo más que superficialidad y sexo - acaricio mi mejilla - Eres increíble - me sonrió - Pero esto no nos hace bien - depósito un beso en mi frente y se dio la media vuelta para caminar a su auto.
- ¿Me dejo? - aún no podía creerlo - ¡No puede atreverse a hacerme eso! ¡Soy Hannah! - grité furiosa en mi mente, ya que seguía de pie en la acera afuera de mi casa.
Entre en la casa aun en shock, no se podía quedar así, ahora si grite con rabia.
- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? - pregunto mi madre preocupada mientras bajaba las escaleras.
- Jayden termino conmigo - cubrí mi rostro con desesperación.
- Hija - alargo - lástima, me agradaba - dijo sin siquiera detenerse.
Mi novio había terminado conmigo y ella me decía "lástima, me agradaba" no podía ser acaso más fría, solo porque estábamos en verano.
- Si lastima - dije a punto de subir a mi habitación.
- Jayden no es el único, búscate otro - ¿ahora entienden a lo que me refería con fría? - porque no llamas a unas amigas y pasas la tarde con ellas.
- Sería genial - "si las tuviera" termine burlonamente la oración en mi mente.
Digamos que hacer amigas no es mi fuerte ¿Para qué hacerlo? No se necesitan en lo absoluto, cuando tienes a todos los chicos a tus pies y al guapo capitán del equipo americano en tus manos. Bueno el capitán del equipo ya no tanto en mis manos. Pero no tardaría mucho en volver.
Subí a mi habitación y lance mi bolso a uno de los sofás rosas que decoraban el lugar. Deje mis zapatillas en medio del camino hacia mi cama. Tome el teléfono inalámbrico y después me deje caer sobre la cama.
- Oliver- Afirme al escuchar él ¿diga? Del otro lado de la línea. Tal vez no tenía, amigas. Está bien, no tenía amigas, pero tengo a Oliver, es mi mejor amigo desde siempre.
- Hannah - me contesto usando el mismo tono que yo había utilizado con él.
- Te necesito - le dije.
- ¿Qué sucedió? - pregunto algo preocupado.
- ¿Puedes venir? - le contesté con otra pregunta.
- Claro, en cinco minutos estoy ahí.
Estuve recostada por unos momentos con la mirada perdida en el techo, de pronto escuche dos golpes en la puerta, gire y vi entrar a Oliver.
- ¿Todo bien? - me pregunto mientras caminaba hacia donde estaba yo y se dejó caer en la cama a mi lado.
- No, nada esta bien - le contesté seria.
- Cuéntame - dijo riendo.
- Jayden termino conmigo - le conté, pero lejos de recibir apoyo moral solo alargo una fuerte carcajada.
- Ya se había tardado - continuaba riendo.
- ¿Qué? - le dije sin entender.
- Ignórame - sonrió - sígueme contando.
- Dijo que a mí solo me importaba lo que pensaran los demás, y que quería algo más que solo superficialidad y sexo.
-¿De verdad te dijo eso? - Pregunto sorprendido.- ¿Qué se siente? - rio y yo me limitaba a tratar de entender su pregunta - ¿Qué se siente que alguien no quiera tener sexo contigo?
- Eres un estúpido Oliver- le dije molesta - Te llame para que me apoyaras o me hicieras sentir bien y solo vienes a burlarte - me senté en la cama dándole la espalda.
- ¿Hannah es que, que quieres que te diga? ¿Quieres que te diga que él es un imbécil? ¿Quieres que le rompa la cara cuando solo te dijo la verdad? - Se puso de pie yo solo permanecía cruzada de brazos y con los ojos cerrados - Hannah tú solo estas molesta porque el término contigo, porque absolutamente nadie había terminado con la grandiosa y popular Hannah Maine.
- Oliver..- le interrumpí.
- Eres mi amiga y te quiero, solo por eso te lo digo - se acercó y me abrazo - la cara bonita y buen cuerpo no te durarán para siempre - susurro en mi oído, beso mi mejilla y camino hacia la puerta.
- Gracias, idiota, me ayudaste enormemente - le grité con notorio sarcasmo.
- Yo también te amo - lo escuché desde el pasillo y no pude evitar reír.
Pase toda la tarde y noche pensando en lo que el idiota de Oliver me había dicho. Seguramente tenía toda la razón, seguramente solo era un capricho más. Era la primera vez que un chico me dejaba. Normalmente yo me aburría de ellos y los desechaba tal cual pañuelo usado. Además era verdad, una cara bonita y un buen cuerpo no duran para siempre.
El concepto de "Mujer" puede significar muchas cosas, entre ellas valentía, fuerza, amor y miles de palabras que serian insuficientes para describir al ser más hermoso que pudo haber existido nunca. Ser mujer representa un reto que debe ser enfrentado día con día, una lucha constante que demuestra el valor y el hecho de que ellas tienen el poder de hacer muchas cosas más de las que la misma sociedad espera de ellas. Una mujer es trabajadora, tanto fuera como dentro de su hogar, ella cumple con miles de funciones por lo cual se vuelven infinitas, como el amor que tienen por sus hijos. Una mujer es sinónimo de lucha, ser mujer es saber que se necesita de fuerza, que por naturaleza todas tenemos. Es una presión que puede acabar con tus ánimos, pero a pesar de ello, te atreves a demostrar lo que vales, tu verdadera fuerza y no tu debilidad, es cuando ser mujer se vuelve algo más que solo el género, se vuelve un don. Entre estas páginas y entre estos párrafos se contarán historias, historias que forman una pequeña parte de lo que son ahora mujeres fuertes, valientes y sobre todo llenas de amor, mujeres que se atrevieron a relatar lo que pudo haber marcado su vida o lo que bien pudo haber representado una etapa, que las haría ver el inmenso valor que tienen y siempre tendrán.
Haz cambiado todo mi mundo, tenia un rumbo claro, sabia el camino que queria seguir. Ahora tan solo conozco el destino a tus brazos.
"Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato". A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio?
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.
Hace tres años, Avery quedó maltratada y sola por el hombre que más amaba, Dylan, pero ella completó valientemente la ceremonia de la boda mientras estaba embarazada. Tres años después, aunque estaban casados, con el tiempo se distanciaron. Avery se centró en su carrera y ya no creía tontamente en el amor. Pero su transformación instantáneamente hizo que Dylan entrara en pánico... ¿Y cuál es el secreto de hace 11 años que Avery siempre se ha mostrado reacia a revelar? *** "Fue a un bufete de abogados, se reunió con un abogado..." ¿Un abogado? ¿Avery está demandando a alguien? ¿OMS? ¿Existe algún litigio reciente contra la empresa? De repente, Dylan se rió entre dientes con frialdad: "¿A quién podría demandar? Soy el director ejecutivo de esta empresa. ¿Cómo es que ese asunto no me llega a mí primero?" La asistente tragó nerviosamente y habló en voz baja: "Señor, no hay ningún litigio contra la empresa. Se reunió con... un abogado de divorcios".
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...