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Aleck ha intentado huir toda su vida de las miradas ajenas, creyéndose inferior y vulnerable por ser tan diferente, pero al quedar atrapado en medio de la cuarta guerra mundial, donde las últimas dos ciudades del planeta se destruyen hasta los cimientos, descubrirá lo que es ser realmente débil, y tendrá que tomar el valor del que no ha hecho acopio en toda su vida para intentar detenerla, al lado del hombre que le dará una razón para sonreír.
Prologo.
La tercera guerra mundial absorbió el mundo con ira. Con un desgarrador grito explotó de la nada. Se libró una batalla en que las alianzas se rompieron, en la que los amigos y aliados se acuchillaron por la espalda, y con un festín de sangre se dio comienzo a la violenta guerra que devoró el mundo. Un todos contra todos fueron hundiendo la paz que se buscó por tantos años, y cuando se logró atisbar un momento de paz, una pequeña luz de esperanza, aunque fuese falsa, que anunciaba el fin, afloró el sentimiento que fue el principio y el fin. Orgullo. Y eso fue todo. Los grillos que arrullaban en la noche ya no cantaron, un silencio que anunciaba lo que estaba por venir. la hierba verde que adornaba los jardines perdió su color, de ahí en adelante las cosas se salieron de control, los ríos redujeron su cauce, los animales migraron masivamente buscando una mejor hábitat, pero la mayoría cayeron en el intento, y, lentamente, la tierra comenzó a marchitarse y a morir.
Al ver el daño que habían causado, los responsables trataron de remediarlo, pero ya era tarde, la tierra moría lentamente y arrastraba con sigo todo rastro de vida, incluso la humana.
Se perdió el 30% de la población, la esperanza se perdía y la tierra estaba condenada, y fue entonces cuando ya de nada servía llorar, dos propuestas se pusieron sobre la mesa. Cada una tan imposible como la otra, tan diferentes, tan drásticas. Cielo y tierra. La única manera de triunfar sobre la muerte que aquellos hombres se habían marcado a fuego.
Varias veces se rompieron los diálogos de los que dependía el destino de todos, pero cuando el setenta por ciento de la población humana cayó, se tomó la decisión. Los pocos vestigios que quedaron de la pobre y agobiada humanidad decidieron dividirse en dos. Rifados en un sorteo que separó familias enteras por la mitad, un sorteo llamado "La Lotería". Cada mitad tomaría una propuesta y la llevaría a cabo, con el fin de que alguno de los lados lograra vivir.
Dos lados de la moneda que giraba en el aire esperando a quien dar el voto de suerte.
Arduamente se trabajó, los que antes se mataban por la espalda ahora se daban la mano trabajando por el bien común, hasta después de dieciocho meses de arduo trabajo. La fecha que se habían planteado había llegado y moría con las luces del atardecer.
La primer propuesta consistía en sumergir la humanidad en las profundidades de la tierra, contra todo pronóstico y el miedo a la inminente evolución se construyó una enorme ciudad a groso modo, apodada la ciudad de Oz, la ciudad de la esperanza, y de su techo colgaron cientos de luces que como luciérnagas en la noche daban una chispa de ilusión.
La otra propuesta podría dividirse entre descabellada y magnifica. Consistía en construir barcas flotantes, para alejar los pocos sobrevivientes de la tierra envenenada. Gracias a la tecnología lograron construir 22 arcas; cada una suspendida en distintas partes de uno de los cañones más grandes del mundo. Lo único que las unía a la tierra eran cientos de millones de alambres sujetos a las paredes. Cada una tenía lo suficiente para producir su propia comida y albergar más de quinientas personas con muy escasas comodidades. Cada arca tenía un nombre diferente, pero la principal se apodada "Emma" en honor a la esposa de su diseñador que murió envenenada.
Hasta que llegó el día de decir adiós, el día en que cielo y tierra se dieron la mano por última vez...
Entre el lujo y el dinero, Esther ha hecho en su vida lo que le ha dado la gana acunada siempre por el poder de su padre, pero cuando él la obliga a casase por negocios, Esther encuentra una nueva oportunidad para salirse con la suya, por eso, contrata a un vagabundo para que se haga pasar por su novio en la cita en la que conocerá a su futuro esposo. Lleno de humillación, su padre la obliga a contraer matrimonio con el extraño vagabundo en busca de darle una lección y a él lo obliga con su poder, pero ¿Quién es ese extraño hombre de ojos claros y manos masculinas? Se pregunta Esther constantemente. A pesar de su aspecto andrajoso, no parece para nada un hombre de la calle y hay algo tras él que la llena de miedo y erotismo, pero el hombre (que no parece nada contento con el compromiso obligatorio) le hará la vida imposible a la hija mimada del millonario. Ella y sus cosas habían arruinado su perfecta venganza... o quizá no.
Tras una repentina pérdida, Riley se ve obligado a robar el secreto de las sirenas, esos seres que le destrozaron la vida y que tanto odia y teme, pero, ¿Qué hará cuando en su camino se interponga Meredith? aquella sirena le pondrá la vida de cabezas y le hará dudar cada decisión. ¿Riley será capaz de descubrir quien es su verdadero enemigo o los sentimientos por la criatura le nublarán los sentidos?
Gabriel sabe que las acciones tienen consecuencias, por eso, cuando la jueza lo obliga a pagar mil horas de labor social en el pequeño hospital del pueblo de Florencia, lo toma como la redención que está buscando, pero al llegar allí y ver que el pueblo está subyugado por el poder de un narcotraficante, no puede evitar pensar que liberarlos a todos será liberarse a sí mismo, y mientras descubre el verdadero amor, el deseo y la pasión, en los brazos de Samuel, tratará de asimilar que el destino que fue a buscar no es el mismo que le tendrá preparado la vida.
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Durante tres años, Shane e Yvonne estuvieron casados, compartiendo noches acaloradas, mientras él aún estaba enamorado de su primer amor. Yvonne se esforzaba por ser una esposa obediente, pero su matrimonio se sentía vacío, construido sobre el deseo más que sobre el verdadero afecto. Todo cambió cuando se quedó embarazada, sólo para que Shane la empujara a la mesa de operaciones, advirtiéndole: "¡O sobrevives tú o el bebé!". Destrozada por su crueldad, Yvonne desapareció apesadumbrada y más tarde regresó, radiante de plenitud, dejando a todos boquiabiertos. Atormentado por los remordimientos, Shane le suplicó otra oportunidad, pero Yvonne sólo sonrió y respondió: "Lo siento, los hombres ya no me interesan".
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".