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Mil vueltas puedes dar pero sin darte cuenta llegarás a tu destino. Qué pasa cuando llegas y escuchas el nombre de quien pondrá tu mundo de cabeza, solo un nombre... Scott.
Te has preguntado mil veces si algo es para ti , bueno pues es la pregunta que me hago diario, soy Jule; tengo 20 años y actualmente estoy estudiando la universidad o al menos eso intento.
Voy de camino a la universidad en mi coche para dar de baja mi matrícula ya que gastronomía no es lo mío.
Después de intentar dos carreras supongo que la tercera es la vencida, doy de baja mi matrícula por segunda vez este año. Abro la puerta del coche lanzando un suspiro de.. ¿frustración? Si, agito mi cabeza para no pensar tanto lo que acabo de hacer, me dirijo temprano a la escuela de mi hermana hay una universidad al lado así que no pierdo nada en ver si puedo inscribirme ahí. Personas nuevas y amigas también puede que me tope con nuevas personas, solo tengo aun amigo de la preparatoria que es Jeremy el es gay obviamente en este mundo por ley siempre sueles tener un amigo gay y eso realmente me encanta.
Salgo del coche y me apresuro a caminar hacia la universidad nueva, me hace sentir de nuevo en casa, se puede decir que me da un aire de seguridad.
Llegó a la sala de inscripciones a pedir información, para mi suerte las oficinas están abiertas como siempre, tomo asiento esperando al encargado de ellas, puedo ver a lo lejos como un señor llega con la playera de la universidad el cual es muy carismático; el sigue hablándome pasando mil folletos de todas las carreras que hay, da varias opciones pero la verdad ya no se que mas intentar y el ve la desesperación en mi cara, debe de ser espantosa porque lanza un suspiro esperanzado diciéndome
–Tenemos la carrera de relaciones internacionales, te mostrare las instalaciones mientras te lo piensas
Dice el señor de admisiones mientras tomamos camino hacia los pasillos que parecen similares a la preparatoria. Mientras vamos por los pasillos de la universidad me pongo a pensar que esa carrera no estaría mal digo, ya intente con medicina y no fue, pero tampoco gastronomía. Sin mencionar que tengo una beca si me inscribo aquí, el costo no sería tan alto y eso no nos vendría mal en estos instantes.
– ¿Cree que podría inscribirme este semestre?– pregunté con duda
–Claro que si , solo le informo que están a mitad de semestre por estar en febrero pero si se pone al corriente y hace los exámenes si-.
Asiento
–Entonces creo que le dejaré mis papeles para la inscripción y el pago lo haré luego-.
El asiente con la cabeza y me da las instrucciones para dejar mis papeles y llenar algunos documentos que son necesarios.
¡Ya se! Se estarán preguntando ¿que tipo de persona razonable escoge una universidad en menos de una hora? pues la respuesta es clara ¡Yo! , soy la clase de persona que toma decisiones a base de ... nada.
Salgo de las instalaciones mas tranquila aunque tengo mis dudas de la decisión que acabo de tomar, camino hacia la escuela de mi hermana para recogerla.
–¿Como te fue Anne ?- le pregunto a mi hermana mientras sube. Durante el camino a casa ella me cuenta que solo hay más que tarea y sus aventuras de la escuela ella es 5 años menor que yo, tiene la piel un poco morena con ojos negros, tiene 14 años y mientras yo soy totalmente lo opuesto a ella yo soy alta, tez blanca, cabello castaño claro con ojos cafés claros, polos totalmente opuestos.
Pero todo puede cambiar en dos segundos.
Jamás supe que en la primera semana de universidad iba a conocer a la persona que hace que cuestione todo y al mismo tiempo saque lo mejor y peor de mi, solo basto una mirada para que mi mente y corazón nunca lo olvidara.
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
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