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- Por favor, Eros, me duele. Ya no me pegues -sollozó la omega, mientras era golpeada otra vez con el cinturón en su abdomen desnudo al igual que su cuerpo. - Eso lo debiste de pensar antes, Hazinem -habló con ese acento inglés que derrite a cualquiera. Y que, en un principio, Jade quedó cautivada. - ¡Pero yo no hice nada! -le gritó de vuelta, y lo único que recibió fue otro golpe en sus piernas. - ¡No me grites, mierda! ¡Eres una perra que no se cansa de ser follada por mí y va con otros para que le rompan...! - Solo estaba hablando -murmuró-. Y según yo; tú y yo no tenemos nada, para el mundo y para ti soy invisible -susurró dolida, y Eros la miró con más odio que antes. - Pues resulta, que para mí no lo eres, porque eres mía y esta noche lo tendrás en cuenta una vez más. Pero, sobre todo sabrás que nadie más que yo puede tocar tu cuerpo y tampoco sentirlo como lo hago yo cuando se me da la gana -dijo antes de quitarse la ropa y acercarse a Jade quien aún estaba en la cama y estaba amarrada a esta. Jade tragó saliva ruidosamente y dejó que sus pensamientos fueran hacia otro lado mientras sentía como el alfa se posicionaba entre sus piernas para entrar en ella sin prepararla antes como hacía siempre.
- Por favor, Eros, me duele. Ya no me pegues -sollozó la omega, mientras era golpeada otra vez con el cinturón en su abdomen desnudo al igual que su cuerpo.
- Eso lo debiste de pensar antes, Hazinem -habló con ese acento inglés que derrite a cualquiera. Y que, en un principio, Jade quedó cautivada.
- ¡Pero yo no hice nada! -le gritó de vuelta, y lo único que recibió fue otro golpe en sus piernas.
- ¡No me grites, mierda! ¡Eres una perra que no se cansa de ser follada por mí y va con otros para que le rompan...!
- Solo estaba hablando -murmuró-. Y según yo; tú y yo no tenemos nada, para el mundo y para ti soy invisible -susurró dolida, y Eros la miró con más odio que antes.
- Pues resulta, que para mí no lo eres, porque eres mía y esta noche lo tendrás en cuenta una vez más. Pero, sobre todo sabrás que nadie más que yo puede tocar tu cuerpo y tampoco sentirlo como lo hago yo cuando se me da la gana -dijo antes de quitarse la ropa y acercarse a Jade quien aún estaba en la cama y estaba amarrada a esta.
Jade tragó saliva ruidosamente y dejó que sus pensamientos fueran hacia otro lado mientras sentía como el alfa se posicionaba entre sus piernas para entrar en ella sin prepararla antes como hacía siempre.
Advertencias:
✨ En esta historia no todo lo que brilla es oro.
✨ Leer bajo sus propias responsabilidades.
✨ Toca temas fuertes que pueden ocasionar desagrado al lector.
✨ Historia completamente mía y registrada en Safe Creative.
✨ Cualquier adaptación o plagio será denunciada sin remordimientos.
✨ No al PDF. Queda prohibida la distribución en PDF de mi historia.
✨ No crean que el protagonista cambiará de la noche a la mañana. la historia ya fue escrita, por lo que leerán bajo sus propios riesgos.
✨ Les recomiendo que estén siempre con pañuelos en manos por si se les ocurre llorar XD.
✨ Sin más que decir, disfruten de la lectura.
Yeray pagó todos los pecados de sus padres al quedar completamente ciego desde su nacimiento. Era un omega que no había visto la luz del día en toda su vida, y que por azares del destino creyó conocer a su alma gemela. No obstante, no era la persona que se imaginó que era. Era el hijo de dos de los causantes de su ceguera. Jace, ese maldito alfa que sólo busca humillar a los omegas por el simple hecho de que sus dos padres son alfas. La única forma en la que puede recuperar su visión, es siendo marcado por su alma gemela. Yeray cree en el amor, piensa que lo puede encontrar en cualquier persona. Jace creció en una familia de sólo alfas, siempre ha creído que los omegas sólo sirven para ser un desahogo. El amor es jodidamente ciego si cae en las manos equivocadas.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Hayley vivió tranquila rodeada de sus mejores amigos y familia por toda su vida, con una madre que siempre intenta venderla al mejor postor mientras que ella trabaja para mantener a su familia. Todo da un giro inesperado cuando llega un visitante desde Alemania para decirle a su madre que Hayley es la prometida del próximo Rey. Sin esperanza alguna o derecho de replicar, su madre la entrega sin remordimiento alguno. Cuando Hayley llegue a Alemania, se encontrará con el peor ser que haya conocido, un príncipe prepotente, lleno de odio hacia la humanidad que solo quiere convertirse en Rey para tener control y poder sobre los demás. Una larga convivencia, un matrimonio arreglado, dos personas que no se aman y un trono que está en juego. ¿Podrá el Rey sin alma amar a la dulce y fuerte Hayley?
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Se me ocurrió casarme por contrato falso, con un hombre que está comprometido con su trabajo. Ese hombre también es mi jefe Albert pensó que sería divertido ir a Europa y casarse. Todo fue diversión y juegos hasta que estuvimos caminando la mano por las calles Europa. Solo éramos nosotros dos, pero Albert rompió la única regla que nos impedía estar juntos. Me dejó EMBARAZADA. ¡Albert nunca amaría este hijo nunca! Él está centrado en su trabajo y no quiere complicaciones. Ahora, tengo dos opciones. Decírselo y arriesgarme a perderlo. O mantener mi en secreto y aun así perderlo. Con cualquiera de las opciones, terminaré con el corazón roto. ¡A menos que un milagro salve nuestro matrimonio y nuestro futuro del colapso!
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".