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Alison Thompson mejor conocida como Alis, la chica nueva en el pueblo y por lo que escuche es bastante atractiva e interesante, pero hay que verlo. La fuerte música retumba por toda la habitación mientras mis amigos y yo disfrutamos viendo el partido de fútbol americano. Mi pasión por el fútbol nació cuando apenas tenía 4 años y a mi padre se le ocurrió llevarme a un partido, desde ahí comenzó mi gran interés por esos animalotes a los que llaman "Jugadores" y hoy puedo decir que soy parte de ellos. - ¡Alan! -Dicen mis amigos sacándome de mis pensamientos. Miro al rubio que ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria, quién me mira con una sonrisa ladina y sé que trama algo. -¡Noah! -Suelta dándole un trago a su cerveza -¡Te reto a que estrenes a la chica nueva! -Me quedo mirándole. Me ha tomado desprevenido. Los ojos de todos están clavados en mí y yo ni siquiera sé cómo es la chica de la que todos están hablando, me miran esperando una respuesta. Y de mis labios solo sale un -Acepto- Después de todo soy Noah Grazer y yo no me enamoro. Nunca. O eso creía yo hasta...
Capítulo 1
| Primer día de clases I |
-Te amo -Dijo él en plan romántico sacándome una sonrisa. Sus ojos avellana fijos en los míos.
-Y yo a ti -Solté al instante en el que sus manos bajaron a mi cintura y me acerco a él para atrapar mis labios en un beso.
No. No. ¡NO!
Vayamos al principio, donde todo comenzó. Muchísimo antes de las peleas, los besos, la lujuria, los accidentes, las sorpresas y retos, sobre todo los retos. Vayamos a donde todo empezó...
Primer día de clases
Alis Thompson
Me desperté con el grito de mi padrastro.
-¡Allison llegaras tarde a tu primer día de secundaria! -su voz se escucha a través de toda la casa atormentando mi sueño, tomó la almohada poniéndomela en la cara y buscando conciliar el sueño.
No tengo ganas de ir a la secundaria.
Pero por supuesto que debo hacerlo.
Así que de mala gana me siento en mi cama sintiéndome desorientada por un par de segundos. Pero cuando me voy a levantar mi pie esta enrollado en una de las sabanas y caigo al suelo enrollada como un churro dándome un gran golpe en la frente. Perfecto. Simplemente perfecto.
Porque obvio, si no me caigo no soy Allison Thompson.
-¡Auch! - Sobo mi cabeza justo donde me he golpeado, se me está haciendo difícil adaptarme a mi nueva casa y a la nueva ciudad. Antes vivía en Nueva York o como yo le digo: "Mi ciudad estrella" pero por razones que ignoro tuvimos que mudarnos a un pueblo llamado West Memphis... Y bueno ahora estoy viviendo en la nada y alistándome para mí primar día de clases en una nueva escuela.
-Buenos días -Saludo a Joseph, mi padrastro quien cocina huevos revueltos y tostadas mientras mira el noticiero.
-Buenos días princesita... ¿Estás bien? -Su tono es preocupado y me mira con los ojos entrecerrados mientras me apuntaba con el tenedor.
-Digamos que sí... ¿Por?
-Digamos que desde aquí se escuchó un buen golpe -Dice sirviéndome mi desayuno.
-Sí, pues digamos que aún no me acostumbro a mi nueva cama. Verás mi querido Jow esta cama es como 3 veces más pequeña que la que tenía en Nueva York.
El ríe y niega con la cabeza -Bueno tendrás que acostumbrarte señorita porque a partir de aquí todo será 3 veces más pequeño que antes, estamos en una casa más pequeña porque no hay que ser extravagantes en un pueblo según tu madre. Y sabemos que lo que tú madre dice es palabra.
Por supuesto que sí. Si ella dice misa es misa.
-Sí pero...
-Sí pero nada Allison -me interrumpe entonces mi madre quién baja las escaleras sonando sus tacones altos -. Recuerda que hacemos esto por Madeleine no por ti ni por mí -como siempre su tono es autoritario. Se sienta junto a mí y le da un beso a Joseph.
-Sé que es difícil adaptarse pero hay que intentarlo ¿No crees? Después de todo desconectarnos un rato de la ruidosa ciudad no nos vendrá nada mal -me sonríe con amabilidad y solo me limito a asentir.
Susana Clair Thompson... Mi madre, una mujer que a sus 42 años tiene un cuerpo envidiable, es alta y esbelta con una piel blanca y radiante, su sonrisa es inigualable y te transmite paz y tranquilidad, tiene una cintura de Barbie y unas piernas definidas acompañadas con unas lindas pompas, siempre lleva su cabello castaño en una cola alta bien peinada, sus ojos miel siempre tienen un aura de felicidad y sus labios siempre llevan un labial rojo mate que le queda precioso. Sin duda alguna mi madre parece una modelo empresarial.
Claro que no tengo su misma gracia.
-Ya es tardísimo, me tengo que ir a trabajar, la empresa a la que me transfirieron queda a una hora de aquí -dice levantándose de la mesa y tomando su bolsa de mano -¿Hija no quieres que te lleve? -se dirige a mí con una sonrisa.
-No, tranquila tomare el bus o iré caminando, la secundaria queda muy cerca -aseguro y luego solo escucho el sonido de la puerta cerrándose. Terminó de comer y tomó mi mochila dispuesta a irme a la nueva escuela, miró a Joseph quién me ofrece una radiante sonrisa.
-¿Qué?
-¿Cómo que qué? Me impresionas princesita.
-¿Por qué?
-Aquí no hay ninguno de los lujos que teníamos en Nueva York, no hay nada que te guste aquí y tu tratas de aceptarlo porque sabes que es lo mejor para tu hermana, te sientes nerviosa y aun así no lo demuestras -dice sonriente.
-¿Cómo puedes tú saberlo?
-Vamos, se te olvida que estás hablando con tu padrastro psíquico - Suelta divertido. -En fin señorita usted debe de irse. Nos vemos en la tarde. Suerte ganándote a tus nuevos compañeros
Sí claro. Vaya que me espera un "gran" día.
Alison Thompson mejor conocida como Alis, la chica nueva en el pueblo y por lo que escuche es bastante atractiva e interesante, pero hay que verlo. La fuerte música retumba por toda la habitación mientras mis amigos y yo disfrutamos viendo el partido de fútbol americano. Mi pasión por el fútbol nació cuando apenas tenía 4 años y a mi padre se le ocurrió llevarme a un partido, desde ahí comenzó mi gran interés por esos animalotes a los que llaman "Jugadores" y hoy puedo decir que soy parte de ellos. — ¡Alan! —Dicen mis amigos sacándome de mis pensamientos. Miro al rubio que ha sido mi mejor amigo desde que tengo memoria, quién me mira con una sonrisa ladina y sé que trama algo. —¡Noah! —Suelta dándole un trago a su cerveza —¡Te reto a que estrenes a la chica nueva! —Me quedo mirándole. Me ha tomado desprevenido. Los ojos de todos están clavados en mí y yo ni siquiera sé cómo es la chica de la que todos están hablando, me miran esperando una respuesta. Y de mis labios solo sale un —Acepto— Después de todo soy Noah Grazer y yo no me enamoro. Nunca. O eso creía yo hasta...
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