/0/14956/coverbig.jpg?v=398f47ad76e3b83b5bb8d996e3866f9c)
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".
En una isla lejana del norte del Océano Agosby...
"Bienvenidos al Campamento de Entrenamiento de Agentes de Plevale, una reconocida instalación para la formación de agentes de élite. Mi nombre es Jennifer Bennett, también conocida como Rose, y seré la encargada de supervisar su entrenamiento especial este mes. Hoy es su primer día. Estas son mis reglas. Primero, no tolero preguntas sobre mis instrucciones, deben obedecerme sin dudarlo. Segundo, este lugar no opera bajo ningún sistema legal o autoritario, así que olvídense de sus nombres reales. Utilicen aquí únicamente sus seudónimos".
Bajo el sol abrasador, una joven vestida con un traje de entrenamiento negro se encontraba en el amplio campo. Su rostro estaba cubierto por una mascarilla negra que dejaba visibles solo sus ojos impasibles mientras miraba severamente a los hombres que tenía delante.
Tras la sesión informativa de Jennifer Bennett, un asistente comenzó a repartir etiquetas con números diferentes.
"¡Señorita!", interrumpió alguien mientras se distribuían los números.
Al darse la vuelta, Jennifer vio a un hombre rubio con una mirada iracunda.
Jennifer hizo una ligera mueca despectiva y respondió: "Habla".
"No puedo aceptar el número 13, quiero cambiarlo".
Con una mueca cada vez más grande, Jennifer le indicó con el dedo: "Ven aquí".
Sosteniendo su etiqueta numerada, el hombre rubio se acercó a ella. "En mi país, el 13 es un número de mala suerte. No puedo aceptarlo, yo...".
Pero entonces una brisa fría pasó a su lado, interrumpiéndolo.
Sin moverse más, Jennifer levantó rápidamente la pierna y le lanzó una patada en la sien. A pesar de que él era más alto, su patada fue precisa, ya que su pierna se estiró en un ángulo de 180 grados.
El hombre rubio era experto en combate, por lo que rápidamente alzó los brazos para protegerse la cabeza.
La bota de combate de Jennifer impactó contra el brazo del hombre, provocándole un dolor agudo que lo hizo retroceder unos pasos.
Cuando recuperó el equilibrio, Jennifer le hizo un gesto con el dedo. "Cambia tu número si eso es lo que quieres, pero solo si me derrotas".
"¿Esa es la condición?".
En respuesta a su desafío, el hombre rubio se abalanzó sobre ella.
Su puño se dirigió hacia la cabeza de Jennifer. Era un boxeador famoso en todo el mundo por noquear a un toro de cuatrocientos kilos de un solo golpe.
Por lo tanto, dudaba que Jennifer pudiera esquivarlo.
Cuando su puño se acercó, ella se mantuvo firme y atrapó rápidamente su golpe en el último segundo.
"¡Maldición!", exclamó alguien.
La sorpresa reemplazó la rabia en la mirada del hombre rubio.
¿Cómo lo había logrado?
Mientras él todavía se tambaleaba, Jennifer lo agarró de la muñeca, saltó sobre él y le dio una patada en la espalda, tirándolo al suelo. Y con un fuerte chasquido que todos escucharon, le retorció la muñeca violentamente.
"¡Ah!". El hombre lanzó un grito cuando se le rompió la muñeca y le empezó a sudar la frente mientras yacía en el suelo.
Jennifer colocó un pie sobre su rostro y presionó. "¿Alguien más quiere cambiar su número?".
Sintiéndose completamente humillado, el hombre rubio apretó la mandíbula y guardó silencio.
Al ver su expresión, Jennifer soltó una risa fría y presionó con más fuerza el pie.
"No... Me lo quedaré", respondió apresuradamente el hombre. Hizo una mueca de dolor cuando un dolor agudo le atravesó la sien.
"¡Vuelve a la fila!", ordenó ella burlonamente.
Sabía muy bien que esos aprendices no eran hombres comunes y corrientes, sino soldados expertos de todo el mundo que ponían a prueba su autoridad.
Pero aún no se habían ganado su respeto.
Con solo mover su pie, hizo que el hombre rubio volviera corriendo a la fila. Los demás aprendices estaban tan aterrorizados que no podían articular palabra.
Con los brazos cruzados, Jennifer estaba a punto de dirigirse al grupo cuando una voz frenética anunció a través de su auricular Bluetooth: "Señorita Bennett, tenemos un problema. Han irrumpido en el edificio de la sede principal".
De repente, la alarma de la isla empezó a sonar.
El sonido penetrante transformó el rostro de Jennifer, llena de ansiedad. En la sede de Plevale, se almacenaban numerosos archivos internacionales, por lo que una irrupción podría resultar en filtraciones catastróficas.
Luego, se volvió hacia el instructor asistente y dijo con severidad: "Cuida de todo aquí".
Sin decir nada más, corrió hacia el edificio.
Cuando se acercó, vio una figura oscura que saltaba sin esfuerzo desde una ventana del cuarto piso y aterrizaba con gracia a pesar de la caída de quince metros.
Mientras lo perseguía, Jennifer notó que el intruso era un hombre alto que se movía con una velocidad y agilidad impresionantes.
Detrás de él, se escucharon disparos. Sin embargo, el hombre los esquivó y los devolvió sin problemas, con una precisión mortal.
Al ver a los soldados caídos alrededor del edificio, un brillo frío cruzó los ojos de Jennifer.
Ese intruso había sido el primero en salir ileso de la sede principal.
"¡Señorita Bennett, está aquí!".
Los guardias del edificio dieron un suspiro de alivio al verla y se acercaron a toda prisa.
"Envíen un francotirador a la torre de vigilancia. ¡No quiero que él salga!".
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?