En un mundo marcado por la venganza y la manipulación, Alejandro Lombardo trama un plan para casarse con Isabella Galván, la hija de su antiguo enemigo, Eugenio Galván, quien se encuentra en prisión tras un escándalo financiero. Mientras Eugenio lucha por su vida tras ser herido en la cárcel, su esposa Maruja ve en el matrimonio de su hija una oportunidad de redención. Sin embargo, Isabella se enfrenta a un dilema desgarrador: sacrificar su felicidad por el bienestar de su familia o seguir su corazón. A medida que Alejandro se infiltra en sus vidas, revelando oscuros secretos del pasado, las tensiones aumentan y la lealtad se pone a prueba, llevando a todos a un enfrentamiento inevitable donde el amor, la traición y la venganza se entrelazan en un juego peligroso.
Eugenio, esposo de Maruja y padrastro de Isabella, había sido el pilar de la familia hasta que su detención desató una tormenta de problemas. El día en que fue llevado a la cárcel resultó desolador. La mañana se presentó gris y nublada, como un presagio de la tormenta que se avecinaba. Isabella y su madre, Maruja, no lograron descansar durante la noche, atrapadas en un torbellino de pensamientos oscuros sin saber qué hacer. "Estamos a punto de perderlo todo," pensó Isabella, sintiendo el peso de la incertidumbre aplastando su pecho. La casa, normalmente llena de risas y calidez, se sentía vacía y fría, cada rincón resonando con la ausencia del padre y esposo que había sido su pilar.
Con el corazón pesado, Isabella caminaba de un lado a otro en la sala, sintiendo que el tiempo se detenía.
-¿Qué vamos a hacer, mamá? No tenemos a nadie a quien acudir -murmuró, su voz quebrada por la angustia.
"¿Cómo hemos llegado a esto?" se preguntó, sintiendo que la desesperación la ahogaba.
Maruja, con una mirada distante y calculadora, contemplaba la situación. Sabía que debían actuar, pero la desesperación la consumía. "No puedo dejar que esto destruya a mi familia. Debo ser fuerte." En ese momento, sonó el celular de Isabella. Era Roberto, el hombre al que amaba desde la infancia, quien se había enterado a través de la prensa sobre la detención de su padre. Isabella sabía que su madre nunca había aprobado esa relación, pues Roberto era un hombre de clase media que trabajaba como empleado en una pequeña empresa, y Maruja consideraba que no era digno de su hija.
"¿Debo contestar? ¿Qué diré?" pensó Isabella, pero la necesidad de escuchar su voz fue más fuerte.
-Hola, cariño, ya me enteré de lo que le pasó a tu padre -dijo Roberto, sorprendido.
-Hola, sí, fue horrible -respondió Isabella con frialdad, sintiendo la mirada inquisitiva de Maruja sobre ella. "No puedo mostrarle debilidad. No ahora."
-¿No puedes hablar? ¿Tu madre está ahí contigo? -preguntó Roberto, notando la frialdad en su voz.
-Sí, exactamente -respondió, sin apartar la vista de su madre. "No quiero que se entere de esto. Ella no lo aprobaría."
-Podemos vernos en algún lugar. Quiero estar cerca de ti en estos momentos.
-Sí, claro, en el sitio de siempre -contestó Isabella antes de colgar, sintiendo un alivio momentáneo. "Al menos él entiende lo que estoy sintiendo."
-¿Con quién hablabas? No me digas que te llamó ese bueno para nada de Roberto -inquirió Maruja con desdén.
"Siempre lo mismo," pensó Isabella, sintiendo que la rabia comenzaba a burbujear en su interior.
-Mamá, por favor, no empieces. No es el momento. Además, tengo que salir.
-¿A dónde vas? ¿Me vas a dejar aquí sola en medio de toda esta angustia que me está volviendo loca?
-Mamá, necesito tomar un poco de aire y pensar en lo que vamos a hacer.
-Ya sé que vas a ver a ese mediocre de Roberto. Por favor, Isabella, en vez de buscarle una solución al problema, te empeñas en salir con un tipo que no puede ofrecerte nada.
"¿Cómo puede ser tan ciega?" Isabella, abrumada por la angustia, tomó su bolso y, sin decir una palabra, salió de la casa dando un fuerte portazo, dejando a Maruja con la palabra en la boca, mientras esta le gritaba:
-Isabella, ¡te estoy hablando! ¡No me dejes sola!
Maruja, desesperada al ver que no podía sacar a Eugenio de la cárcel y con la amenaza inminente de perder su hogar, decidió llamar a Alejandro Lombardo. Este había sido socio de Eugenio en varios negocios y era un CEO influyente, dueño de casi la mitad de la ciudad, proveniente de una familia poderosa. Aunque sabía que Eugenio le debía una considerable suma de dinero, también era consciente de que Alejandro siempre había mostrado interés en Isabella.
"Si logro que Alejandro ayude, tal vez pueda salvar a mi familia," pensó Maruja, sintiendo un nudo en el estómago mientras marcaba el número. La conversación fue breve, pero lo suficientemente contundente como para que él prometiera ayudarla.
Aquella noche, Isabella llegó muy tarde. Cuando Maruja se encontraba dormida, ella estaba realmente cansada y nerviosa, porque había algo que había ocultado a sus padres desde hacía días: estaba esperando un hijo de Roberto. "¿Qué haré si mi madre se entera? ¿Y si Eugenio no sale de la cárcel?" La noche fue larga para ambas; ninguna durmió. Isabella estaba completamente ajena a lo que su madre estaba planeando.
Al amanecer, la mansión se sentía aún más sombría. Isabella, con los ojos hinchados y la mente nublada, se sentó en su cama, sumida en sus pensamientos. De repente, escuchó el timbre de la puerta. Miró el reloj: eran las 8 de la mañana. Se preguntó quién podría ser tan temprano. Mientras tanto, Maruja sabía que era la visita de Alejandro, quien había sido muy puntual, y corrió a abrir la puerta.
-Maruja -dijo Alejandro, con su voz profunda y autoritaria-. He venido tan pronto como pude. ¿Qué está pasando, en qué puedo servirte? -le preguntó, aunque en el fondo ya estaba enterado de que su ex socio estaba en prisión.
Maruja, con una calma estudiada, comenzó a explicar la situación.
-Eugenio ha sido arrestado. No sabemos qué hacer. La prensa está al tanto, su reputación está hecha añicos y estamos en una posición muy vulnerable. -Su voz no traicionaba la preocupación que sentía, pero sus ojos reflejaban una determinación fría.
Isabella bajaba las escaleras, aún en pijama, y se quedó en estado de shock al reconocer a Alejandro. Su figura, segura y decidida, era inconfundible. "¿Qué estará haciendo aquí? ¿Sabe algo que no sé?" Se acercó para escuchar mejor, queriendo entender cuál era la verdadera razón de su visita.
-¿Y qué hay de Isabella? -preguntó Alejandro, su mirada fija en Maruja, pero con un ligero destello de interés al ver a la joven. "Debo mantenerme cerca de ella. Este es el momento perfecto para acercarme."
Isabella, sintiendo la tensión en el aire, pensó: "No puedo dejar que Alejandro se interponga en mi vida. Pero, ¿qué opción tengo?"
La conversación continuó, pero en el fondo, cada uno de ellos luchaba con sus propios demonios y deseos ocultos, mientras el destino de sus vidas se entrelazaba en un juego peligroso que apenas comenzaba.
Las deudas de Valeria se acumulaban y la hipoteca de la casa que había heredado estaba a punto de vencer. Desesperada, Valeria sabía que tenía que tomar una decisión drástica para salvar su hogar. Una tarde, mientras revisaba sus opciones, encontró un anuncio en internet sobre la venta de óvulos. La suma de dinero que ofrecían era considerable y podría resolver sus problemas financieros. Sin embargo, la idea de vender una parte de sí misma le resultaba perturbadora. Pasó días pensando en la propuesta, luchando con sus sentimientos y la necesidad de sobrevivir. Finalmente, la presión de las deudas y el miedo a perder la casa la llevaron a tomar la decisión. Valeria se dirigió a la clínica de fertilidad con el corazón pesado, pero decidida a seguir adelante. El proceso fue rápido y profesional. Los médicos le explicaron todo con detalle y le aseguraron que sus óvulos serían utilizados para ayudar a parejas que no podían tener hijos. Después de completar el procedimiento, Valeria recibió el dinero y pudo pagar la hipoteca y algunas deudas. Aunque se sentía aliviada, una parte de ella no podía dejar de pensar en los óvulos que había vendido. ¿Qué pasaría con ellos? ¿Quiénes serían los padres de esos posibles hijos? Pero después se enteró de una trágica noticia que la hizo tomar la decisión de buscar al hijo procreado de su óvulo.
Rosi es una mujer madura que termina involucrándose en una relación prohibida con un joven menor que ella llamado Galeano, el cual la enamora y la hace sentir más viva que nunca después de haber soportado durante años vivir en un matrimonio en donde solo recibió maltratos por parte de su esposo Antonio. Sin embargo, lo que parecía ser lo más excitante que había vivido en su vida, termina convirtiendose en una verdadera pesadilla cuando descubre que el futuro esposo de su hija es nada más y nada menos que Galeano su amante. Comienza para ella una lucha entre el amor de madre y el de mujer. ¿Qué hará Rosi? No te pierdas esta interesante historia.
Luisana, es una mujer madura, casada con un empresario millonario dueño de una empresa importante en todo el país. Ella cansada de sus maltratos y su indiferencia, decide comenzar una relación con Armando, quien es un joven mucho menor que ella, el cual se desempeña como vendedor justamente en la misma empresa de su marido, en donde ella al mismo tiempo es su jefa. Pero cuando se entera que su hija está enamorada del mismo hombre que es su amante, cae en una fuerte depresión y busca consuelo en su amiga de la infancia Carolina, la cual la ayuda y le brinda todo su apoyo, pero Luisana descubre que todo ese iterés en ayudarla a superar su despecho, es porque Carolina está enamorada de ella desde que eran niñas. Para Luisana es una noticia sopresiva, sin embargo, se siente tan bien en su compañia, que sin darse cuenta comienza a tener una relación prohibida con ella, experimentando por primera vez sensaciones que jamás antes había vivido.
Tengo ocho meses de embarazo, esta criatura que estoy esperando es del esposo de mi hermana, por esa razón he decidido tener a mi hijo lejos de mi familia, estoy en un lugar muy apartado de la ciudad, lo que debería ser el momento más feliz de mi vida, se ha convertido en un verdadero infierno, es por esa razón que deseo que mi hijo nazca fuera de tanto odio y con el amor que solo yo puedo darle.
Prólogo Emperatriz era una joven proveniente de una familia muy distinguida de la alta sociedad, era única hija, apenas contaba con 19 años, su padre Miguel Cimarro, era dueño de una fábrica de zapatos, la cual era una de las más importantes del país, pero lamentablemente la fábrica se encontraba en quiebra ya que Miguel era un ludópata empedernido que fue perdiendo poco a poco todo su dinero a causa de las apuestas de juego que hacía prácticamente a diario. Estaba muy endeudado a tal punto que tuvo que hipotecar la fábrica y además también su hermosa mansión, pero ya estaba a punto de vencerse el pago de ambas hipotecas y él no tenía liquidez para solventar la deuda. Además le debía muchísimo dinero a un empresario millonario muy importante en la industria hotelera llamado Rogelio Salinas, el cual lo estaba presionando para que le cancelara hasta el último centavo, pero en vista de que no tenía la manera de poder pagarle, Rogelio le pidió algo a cambio para solventar la deuda y así ambos saldrían ganando. Le pidió que le diera a su única hija Emperatriz para que fuera su esposa, él estaba extasiado con la joven puesto que era una mujer demasiado hermosa y además virgen, eran los atributos perfectos que tenían obsesionado totalmente a Rogelio.
Elizabeth era una joven la cual quedó paralítica a consecuencia de un accidente automovilístico en donde también perdieron la vida sus padres; dejándola huérfana muy joven. Quedó a cargo de su tío Camilo, un hombre avaricioso el cual derrochó toda la fortuna que le habían dejado sus padres, para luego obligarla a casarse con su socio y amigo, el multimillonario Ángel Gabriel Mendizábal, un hombre al que ella no conocía. Pero la tragedia comienza cuando ambos terminan enamorándose y se enteran que son hermanos.
Cuando el famoso y seductor biólogo de televisión Ian Armstrong pudo conocer a Maggie Sosa a través de un concurso vía correo electrónico decidió que quería verla en persona para confirmar que la química erótica que se dió entre ellos era real al estar frente a frente. Lo que él no sabía era que la salvaje de su capataz fué con quien realmente chateó y cuando llegó al rancho de los Sosa se topó con una joven mal vestida y malhumorada con la que se vió obligado a convivir. Estando juntos, esa brutal mujer le empezó a complicar la existencia y no solo porque desde el primer día lo dejó a la intemperie, sino porque cuando estaban juntos lo único que deseaban era arrancarse la ropa y actuar como animales salvajes ansiosos de probar cada parte de sus cuerpos. Solo había un problema: Magui. ¿Cómo podría Carolina confesarle que estaba enamorada de su novio?
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Cheryl, una huérfana ordinaria, logró casarse con el hombre más poderoso de la ciudad. Era perfecto en todos los sentidos, excepto en una cosa: no le gustaba ella. Tres años después de su matrimonio, finalmente quedó embarazada, en el mismo día en que su esposo le entregó los papeles de divorcio. Parecía que se había enamorado de otra mujer, y por alguna razón que ella desconocía, él creía que ella también se había encaprichado de otro hombre. Justo cuando ella pensaba que su relación estaba llegando a su fin, él no quería que se fuera. La mujer ya estaba dispuesta a renunciar, pero él le confesó su amor. ¿Qué iba a hacer Cheryl en esta maraña del amor y del odio, mientras estaba embarazada?
Zen Luo, un joven y prodigioso patrón del clan Luo, perdió todo lo que apreciaba durante una pelea interna de la familia provocada por la codicia. Y después de eso fue esclavizado, pero al mismo tiempo, los impulsos de la venganza se calentaron a fuego lento. Nació una leyenda cuando, gracias al trabajo duro y la determinación, se convirtió en un arma poderosa. ¿Finalmente tendría éxito en vengar a su padre? ¿Llegaría al destino de la inmortalidad? ¿Qué pasaría con los que tratan de matarlo? ¡Lea esta historia y descúbralo!
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?