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Colin llevaba una vida plena y feliz junto a su novia Lili, pero su amor por ella se ve fracturado cuando se entera de la verdadera intención por la que ella estuvo tantos años a su lado, rompiendo así toda ilusión que guardaba en su corazón. Ha vivido meses sumido en la depresión y en la tristeza, pensando en que ella volverá algún día y lo amará de esa misma forma en la que él lo hace; no obstante, entre más se humilla frente a los ojos de una mujer que nunca lo amó, más se pierde así mismo. Hasta que un sinfín de mensajes, de alguna admiradora desconocida, le da un vuelco total a su simple vida. ¿Podrá Colin abrir nuevamente las puertas de su corazón o este está demasiado herido por la traición de una mujer que no supo valorar su amor?
Siempre estuve seguro de lo que quería para mi vida, de todos esos sueños que con tanta ilusión iban creciendo en mi pecho con el pasar de lo años junto a la que creía yo era mi único y verdadero amor. No voy a echarme flores, porque sería ser hipócrita sabiendo que somos seres imperfectos, pero desde que Lili se adueñó de mi mente y de mi corazón, solo ha sido ella la única a la que he mirado y pensado como mi todo.
El amor no debe ser a fuerza una obligación, basta con que sea sincero, honesto, leal y, que, por más tentación que haya en medio del camino, sea lo suficientemente sabio para poner un alto y no caer ante los brazos de otro. El amor se construye entre dos personas, pero la confianza es algo que muy difícilmente se puede brindar al otro sin sentir temor a ser destrozada.
A Lili le entregué mi corazón y mi confianza una vez me di cuenta que ella era una mujer sincera y de buen corazón, más no sabía cuáles eran sus verdaderas intenciones al acercarse a mí. Ella actuó tan bien frente a mí por tantos años; juró amarme, quererme por toda una vida. Prometió que sería el único hombre al que le entregaría lo mejor de sí. Aseguró que sin mí no podía vivir.
Su hipocresía y su falsedad merecen el primer premio del engaño. Por ocho años no me di cuenta de que ella amaba entre las sombras de mi corazón a mi propio hermano, con ese que comparto un vínculo muy fuerte. Realmente nadie de nosotros se dio cuenta del buen papel que estuvo haciendo.
A lo largo de estos meses que he estado lejos de todos y, principalmente de ella y sus recuerdos, me he dado de cuenta que no sirve de nada alejarme si mi corazón sigue estando enamorado de alguien que no siente ni va a sentir un poco de amor por mí o por lo que fuimos alguna vez.
He querido ir a buscarla como al principio, suplicarle una oportunidad y aceptar que su corazón no me pertenece; asegurarle que puedo luchar por ganarlo día a día si ella así me lo permite. Incluso estoy dispuesto a dejar mi orgullo por el suelo de ser necesario, mas sus últimas palabras me hacen entrar en razón y todo ese estúpido impulso se desvanece en el aire. No puedo seguir aferrado a un nada. Ella ya me aclaró lo poco que le importo de una forma en la que me tiene destruido y tendido a su desamor.
«Tal vez olvidarte no hace parte de nuestro destino; tal vez significa que aún tenemos camino por recorrer tomados de las manos», le escribí una vez más, tan sumido y entregado al alcohol, pero seguro de la estupidez tan grande que estoy haciendo al seguir insistiendo en una relación que siempre estuvo muerta.
Solté un suspiro, antes de llevarme la botella de cerveza a la boca y beber de un solo trago un poco más de la mitad de esta. En un principio era tan poco tolerante al alcohol, quizás porque nunca fui hombre de beber, pero ahora mi garganta y mi estómago se han vuelto grandes amigos con cualquier bebida alcohólica. Y ni qué decir de mi sistema; mi cuerpo se siente cálido con la amargura y el efecto que la cerveza causa en mí. Ahora es la única que me mantiene «vivo» para no morir en el intento de recoger los pedazos rotos de mi corazón.
Mi madre y mi hermano me han tratado de convencer para volver a casa, pero siendo honesto, no tengo nada qué hacer en ese lugar. Cada rincón de esa casa me recuerda lo mucho que entregué mi corazón; también me recuerda como fuego en la piel, lo mucho que me destrozaron el alma con unas escasas y simples palabras. Hubiera preferido seguir viviendo en la ignorancia, engañado y con un amor lejos y cercano a la vez, que enterarme de una verdad que acabó con todo lo que soy.
Mi teléfono sonó sobre la mesa, despertando la ilusión y acelerando la latidos de mi corazón, pero toda fantasía de que sea mi cosita preciosa murió al ver el nombre de mi hermano iluminar la pantalla.
-No tenemos nada de qué hablar, mi florecita - sonreí triste-. Sé feliz, es tu momento -desvié la llamada al buzón de mensajes y apagué el teléfono.
Me siento feliz por Harper, después de todo, merece todo lo bueno que le está pasando ahora en su vida. Tiene una linda mujer a su lado, haciéndole vivir todo eso que yo viví algún día en los brazos de Lili. No quiero que por mi culpa su momento de ser feliz se arruine. Además de que está a un solo paso de formar su familia y su propio camino. No puedo ser tan egoísta y arruinarle su felicidad con mis problemas. No es justo con todo lo que me costó sacarlo de una rutina monótona y amargada.
-Si sigues hablando solo, voy a llevarte al psiquiatra. A mí no me engañas, sobri, estás igual de loco a tu madre.
Me reí, limpiando mis lágrimas y recibiendo con los brazos abiertos a mi tío Francois.
-¿No deberías estar con tu esposa?
-Debería, pero no podía dejarte aquí solo. Además de que haría cualquier cosa por salir de casa y tener un respiro de esa mujer tan demandante y consumidora.
-Espero llegues de rodillas y suplicando por tu simple vida. Acabo de grabarte.
-Es que no me dejaste terminar de hablar, hombre - se acercó al teléfono, haciéndome sonreír y extrañar lo que era antes-. A mí no molesta que me consuma y me demande; todo lo contrario, como todo un perro fiel a su dueño, ahí estaré feliz y dichoso de recibir todo su tierno cariño.
Logró hacerme reír, él tiene el don de sacarte una sonrisa con sus ocurrencias.
-Dile a mi madre y a Harper que estoy bien. Cuando esté listo de volver, volveré a casa. Pero por ahora...
-Ellos no me enviaron.
-Estoy bien, Francois. No necesito niñera. Regresa a tu casa y trata de que tu mujer no deje de amarte. Cuando ya no sienta más este vacío en mi pecho, retomaré mi vida y mis obligaciones. Ahora, vete de aquí -seguí bebiendo con la mirada puesta en la playa, ignorando las palabras de mi tío y hundiéndome en la inmensidad del mar.
Jolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que Darius no es el mismo hombre caballeroso y tierno que ella creía conocer. Él la odia por haberle roto el corazón y abandonarlo cuando le dijo que intentaría llevar una vida de casados. Ella aún sigue sintiendo los mismos deseos que en el pasado, pero esta vez son más intensos e inexplicables que antes. Entre el amor y el odio hay una delgada línea que los separa y desatará una pasión que ninguno de los dos podrá contener.
Todo en mi vida era perfecto; una buena salud, un buen trabajo, y se podría decir que, era la mujer más afortunada en el amor. Pero nadie me había dicho que la perfección y tanta felicidad junta no era tan buen y real. Para mí, una mujer que creía tenerlo todo a sus pies y en sus manos, no fue fácil asimilar esa vida que tanto me ocultó la persona que más he amado en el mundo.
La vida en muchas ocasiones nos despliega diferentes caminos, llevándonos a un destino totalmente opuesto al que nos habíamos idealizado. Margot estaba en la mejor etapa de su vida, era feliz junto a su novio y futuro esposo, pero en un solo instante perdió toda su vida en un trágico accidente que además le dejó grandes secuelas en su cuerpo. La soledad, la desesperanza y el vacío es algo que no se puede ocultar detrás de una sonrisa fingida, y ella ha sabido ocultar su dolor muy bien. Pero en ese pozo de soledad y tristeza, llega un hombre que la hace vibrar no solo con un beso, sino con esa chispa de añoranza que perdió tiempo atrás. ¿Podrá Margot volver a empezar, dejando su sufrimiento atrás y permitiéndose ser feliz?
El amor no es lo más importante para June, primero, porque no cree en que los sentimientos de las personas sean del todo sinceros, segundo, porque aquel suceso que vivió en su niñez y la marcó de por vida la sigue rodando por más que quiera huir de esa pesadilla. Pero el amor llega cuando menos se lo esperaba, del hombre que jamás imaginó sentir tanto y nada a la vez. ¿Podría ella olvidar su dolor en manos de aquel amor puro y cristalino que nació en medio de su adolescencia y se fortaleció en su adultez? ¿Podría permitirse aprender una lección de amor y otra de lujuria en manos de su primer y único amor?
El deseo de poder someterte es mucho más fuerte de lo que estoy dispuesto a soportar. Si tan solo me dejaras mostrarte todo lo que por mi mente cruza, estoy seguro de que crearíamos un juego de lujuria inimaginable.
Ser prácticamente obligada a casarse con un perfecto desconocido por su padre, Cora Walker decide huir de su casa, pero en el intento de ser libre y elegir su propio destino, aquel hombre le pone sobre la mesa un trato que considera justo. ¿Podrá Jacob Bardot enamorar a la jovencita que lo cautivó desde el primer instante en que la conoció? ¿Podrá Cora dejar sus miedos e inseguridades atrás y amar, aunque sea por una vez en su vida? ¿Trescientos sesenta y cinco días serán suficientes para que dos corazones se amen con extrema fuerza y pasión?
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
Andres tenía fama de insensible y despiadado hasta que conoció a Corinna, la mujer cuyo único acto heroico descongeló su frío corazón. Por culpa de la conspiración de su padre y su madrastra, Corinna estuvo a punto de perder la vida. Afortunadamente, el destino intervino cuando rescató a Andres, el heredero de la familia más influyente de Driyver. El incidente les llevó a trabajar juntos, y su ayuda mutua se convirtió rápidamente en un romance inesperado que dejó a todo el mundo boquiabierto. ¿Cómo es posible que un soltero tan distante se haya convertido en un hombre tan enamoradizo?
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".