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"En la protección inesperada, el amor puede florecer en los lugares más insospechados" Alberth, un empresario prestigioso y multimillonario, enfrenta una difícil decisión cuando su mejor amigo fallece en un accidente, dejándole la responsabilidad de cuidar a su hija de 18 años, Valeria. Dejando un video póstumo. Valeria solo puede heredar la fortuna de sus padres si se casa con Alberth Sandoval, una condición impuesta por su difunto padre para protegerla. De aquellos que la persiguen. Inicialmente reacio a la idea, ya que el tiene su novia, Alberth se da cuenta de que la única manera de evitar que los codiciosos tíos de Valeria se apoderen de su herencia y la alejen de su libertad es aceptando el insólito acuerdo. Sin otra opción, Alberth acepta casarse con la joven diminuta, pese a la diferencia de edad y las complicaciones que esto conlleva. A medida que viven juntos, Alberth y Valeria deben navegar las complejidades de su inusual matrimonio, enfrentando tanto los desafíos familiares como sus propios sentimientos.
Alberth
Estoy en mi oficina, en una reunión con los accionistas de la empresa. La venta de las pequeñas casas construidas en las residencias ha sido un éxito y, sobre todo, se nos han unido más accionistas para crear nuevas residencias en las afueras de la ciudad. Este proyecto será de grandes beneficios para las familias de bajos recursos.
-Señor Sandoval, tiene una llamada urgente-, me informa mi asistente, interrumpiendo la reunión. Acepto la llamada de un número desconocido.
-Hola, ¿con quién hablo?
-¿Usted es el señor Alberth Sandoval? Necesito que venga inmediatamente al hospital Central. El señor Edwards Smith Estrada ha solicitado su presencia. Tuvo un accidente y su estado es reservado. Sin embargo, solo pide por usted.
No, ¿qué pudo haber pasado? Ajusto mi corbata con nerviosismo.
-Voy enseguida-. Cuelgo la llamada y salgo a toda prisa de mi empresa, dejando a los accionistas desconcertados.
***
El trayecto al hospital se siente eterno. Cada semáforo en rojo y cada minuto que pasa aumenta mi ansiedad. Edwards es más que un socio, es mi amigo de toda la vida. ¿Qué clase de accidente pudo haberlo dejado en un estado tan crítico?
Llego al hospital y corro hacia la recepción, donde una enfermera me indica la habitación de Edwards. Al entrar, el ambiente frío y estéril del hospital me golpea de lleno. Ahí está, rodeado de máquinas que monitorean sus signos vitales. Se ve pálido y frágil, muy diferente al hombre enérgico que conocía.
-Alberth...-, murmura con dificultad, apenas consciente.
-Estoy aquí, Edwards. ¿Qué ocurrió?
Sus ojos se llenan de desesperación mientras intenta hablar.
-No fue un accidente...-, dice con voz entrecortada. -Sabes... hubo mano criminal... protege a Vale...
Mi mente corre a mil por hora. ¿Mano criminal? ¿Quién querría hacerle daño a Edwards?
-¿Quién? ¿Qué pasó exactamente?
Pero antes de que pueda obtener una respuesta clara, Edwards empieza a toser violentamente. Los monitores comienzan a sonar alarmas, y el equipo médico entra rápidamente para asistirlo. Me hacen a un lado mientras tratan de estabilizarlo, pero en cuestión de minutos, todo se detiene.
-Lo siento-, dice el doctor con una expresión grave. -Hemos hecho todo lo posible, pero no lo logramos.
El mundo se detiene para mí en ese instante. Edwards ha muerto y sus últimas palabras resuenan en mi mente. Esto no fue un simple accidente. Hay algo más oscuro detrás de todo esto, y debo descubrirlo.
Mientras salgo del hospital, una mezcla de dolor y determinación me invade. Debo honrar la memoria de mi amigo y encontrar a los responsables de su muerte.
Llamé a mi hombre de confianza, el cual es como un padre y a la vez amigo de Edwards. Jovanny respondió al instante.
-Alberth, buenas tardes. ¿Sucedió algo?
Solté un suspiro de tristeza.
-Edwards ha muerto -Solte con un nudo en la garganta.
-¿Pero cómo sucedió? Hace unos días regresó de las Bahamas.
-Me confesó antes de morir que ese accidente fue provocado. Debemos buscar a los culpables. Sin embargo, ¿quién podría ser? Nunca le conocí algún enemigo.
-Alberth, qué misterio. Por otro lado, ¿qué ha pasado con Valeria, estuvo en el accidente o ya sabe de esto?
-No lo sé. Creo que ni siquiera sabe que su padre falleció. Necesito ir a darle la noticia y sé que ella te tiene confianza. Ya ni siquiera la recuerdo; era una niña cuando la vi y luego, en las reuniones con Edwards, nunca asistía. En fin, no podemos seguir hablando. Te veo aquí en el hospital central. Necesitamos hablar con esa jovencita.
Colgué la llamada y miré un punto fijo. No puedo imaginar cómo tomará esta joven la noticia.
*****
Al encontrarme con Jovanny rápidamente entramos hospital central para realizar los trámites necesarios y coordinar el traslado del cuerpo de Edwards. La tarde estaba nublada, reflejando perfectamente nuestro estado de ánimo sombrío. Con el papeleo terminado y el cuerpo preparado, nos encaminamos a la mansión de Edwards.
La mansión, una imponente estructura rodeada de jardines bien cuidados, parecía más oscura y silenciosa de lo habitual cuando llegamos. La noticia de la muerte de Edwards al parecer aún no había llegado a sus ocupantes, y la paz del lugar pronto se vería interrumpida.
Jovanny y yo bajamos del coche fúnebre, llevando con cuidado el ataúd de madera oscura hacia la entrada principal.
-Ahí se encuentra Valeria-Me indico Jovanny hacia el Jardín la hija de Edwards, se encontraba en el jardín trasero. No era más que una sombra de la niña que recordaba; ahora, una joven de unos diecisiete años, de mirada profunda y serena.
Valeria regresaba a la casa, absorta en sus pensamientos, cuando notó el coche fúnebre y el movimiento inusual en la entrada. Sus pasos se aceleraron y sus ojos se abrieron con sorpresa y miedo. Al ver el ataúd, su rostro palideció, y por un instante, parecía que el suelo se abría bajo sus pies.
Martha, la nana que había cuidado a Valeria desde pequeña, salió apresuradamente de la casa al notar la conmoción. Su expresión era de confusión y preocupación. Al vernos con el ataúd, entendió inmediatamente lo que había sucedido, pero le costaba aceptarlo.
-¿Qué está pasando aquí? -preguntó Martha con voz temblorosa mientras se acercaba a Valeria y la rodeaba con un brazo protector.
Jovanny llamo a dos de los guardia para que ayuden con el ataúd, me acerqué a ellas con la cara seria, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Miré a Valeria directamente a los ojos, mis propios ojos llenos de compasión.
-Valeria, lo siento mucho... -Expresé con un nudo en la garganta-. Tu padre ha fallecido, tubo un accidente de auto esta mañana. Sin embargo el me confesó antes de morir que el accidente fue provocado.
Valeria me miró incrédula, su mente intentando procesar la información. Las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos.
-No puede ser... -susurró, su voz quebrada por el dolor-. ¿Cómo pasó esto? ¿Quién le haría algo así?
Jovanny, tomando la iniciativa, se acercó a ella y puso una mano reconfortante en su hombro.
-Vamos a descubrir quién hizo esto, Valeria, Prometemos encontrar a los responsables y hacer justicia. Pero por ahora, necesitamos ser fuertes y prepararnos para despedirnos de tu padre de la mejor manera posible.
Martha, con lágrimas en los ojos, asintió y tomó a Valeria de la mano, llevándola hacia la casa.
-Ven, querida. Necesitas descansar y estar con tu familia. Nosotros nos encargaremos de todo lo demás.
Mientras entraban a la mansión, Jovanny y yo intercambiamos una mirada de determinación. Sabíamos que la búsqueda de la verdad apenas comenzaba, y que proteger a Valeria sería una de nuestras principales prioridades en los difíciles días que se avecinaban. Quizás tendré que contratar más guardianes y Guarda Espaldas para protegerla.
Kamelia es una joven que ha aprendido a no creer en el amor ni en la bondad. Para ella, los finales felices son solo cuentos lejanos. De noche, deslumbra como bailarina en un mundo lleno de luces y sombras, mientras que de día lleva una vida universitaria donde oculta su verdadera esencia. Vive atrapada entre dos realidades, convencida de que nada ni nadie podrá cambiar su visión del mundo. Todo cambia cuando conoce a Dorian, un chico decidido a demostrarle que el amor verdadero sí existe. Dorian hará lo imposible para ganarse su corazón, enfrentándose no solo a las barreras que ella ha levantado, sino también a los secretos oscuros que ambos cargan. El pasado de sus familias, repleto de mentiras y traiciones, amenaza con separarlos, pero el vínculo que han creado será puesto a prueba. Kamelia y Dorian descubrirán que, aunque el amor puede ser complicado, es también lo único capaz de sanar las heridas más profundas y superar incluso las verdades más dolorosas.
Naira una joven de piel morena y cabellos oscuros como la medianoche, es entregada como moneda de cambio por una deuda que jamás fue suya, sus ojos grises revelan una fortaleza inquebrantable, una luz que aún no ha sido apagada por la oscuridad que la rodea. La transacción fue simple: un padrastro corrupto, una deuda imposible, y un hombre tan letal como el poder que ostenta. Karl un millonario mafioso cuya crueldad no conoce límites, la ha comprado. No como esposa, ni siquiera como amante, sino como un juguete, una posesión que existe solo para satisfacer sus deseos más oscuros y caprichosos. Karl no ama, no siente. Para él, las personas no son más que piezas descartables en un juego de poder. El arrepentimiento y la compasión no tienen lugar en su corazón de piedra. Pero cuando Naira es arrojada a su mundo de lujos y sombras, se encuentra luchando por mantener su dignidad, resistiendo la brutalidad de un hombre que la ve solo como una propiedad. Él cree que la ha roto. Ella, sin embargo, guarda una fuerza que podría cambiarlo todo... o perderse, convirtiéndose en otra alma consumida por la oscuridad de Karl. La oscuridad en mí no busca redención, pero si te atreves a intentar cambiarla, tal vez descubras que algunos monstruos prefieren las cadenas al perdón.
Yo era apenas una joven sin rumbo, perdida entre las sombras y el frío de las calles. Mis días eran una sucesión de hambre y miseria, hasta que él apareció... dándole mucho dinero a la única persona quien pense me protegeria. Ese hombre mayor, con ojos que parecían conocer todos mis secretos y promesas que me hablaban de una vida distinta. Me llevó a su inmensa casa, un lugar que para mí era impensable, lleno de riquezas que jamás había visto, pero que, de algún modo, siempre se sentían ajenas. Con el tiempo, fui su esposa, su joya, pero también su prisionera. Los muros de aquella casa eran tanto un refugio como una cárcel, y en cada rincón sentía las miradas de sus antiguos amores, sus secretos inconfesables. Él me amaba, o eso decía, pero su amor era posesivo, oscuro, una red que me atrapaba y consumía lentamente. Ahora, me encuentro sola en esa misma casa, siendo la viuda de un hombre que dejó tanto poder como sombras. Y mientras su ausencia crece, yo también me transformo, en alguien distinta, alguien que él jamás pudo prever y empezando a luchar contra ese hombre que fue mi primer amor y ahora mi enemigo.
Arthur Zaens, multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.
Cassandra Morretti siempre ha vivido al filo, sumergiéndose en un estilo de vida desenfrenado donde el placer y el poder son sus únicas brújulas. Para ella, el dinero es solo un medio para conseguir lo que quiere, pero no es la llave de la felicidad. Con una actitud fría y calculadora, Atiende a manejar a los demás como si fueran piezas en un tablero de Aljedrez, segura de que todo en su entorno es una ilusión. Sin embargo, detrás de su fachada impenetrable, se oculta un deseo urgente. Recuperar la otra mitad de la herencia que le robó su propio padre. Para ello, necesita encontrar un marido, un hombre que esté dispuesto a entrar en su juego, aunque solo sea para cumplir con las formalidades. En el otro extremo de la ciudad, Elian Navarro, lleva una existencia humilde y agobiada. Sus días están marcados por largas horas de trabajo, luchando por proveer para su hermana menor, que nació con una discapacidad que requiere cuidados constantes. Elian ha renunciado a sus propios sueños, enfocado únicamente en asegurar que su hermana tenga una vida digna. Pero con las cuentas acumulándose y las opciones agotándose, el dinero se convierte en una necesidad apremiante, una carga que lo aplasta cada día un poco más. Cassandra necesita un esposo. Elian necesita dinero. Dos vidas que aparentemente nunca se cruzarían, pero que el destino, con su irónica sabiduría, está a punto de entrelazar de manera inesperada. ¿Qué sucederá cuando sus caminos se crucen? ¿Será este un pacto puramente transaccional o se esconderá algo más bajo la superficie?
No llegue a imaginar que la vida sería tan difícil de sobre llevar, sin embargo, veo que a muchas personas la va bien y a mí me va como si no era mi destino pertenecer en la tierra de los humanos. Primero debo soportar la mirada lasciva de los hombres, segundo batallar con lo que me acompleja a diario y tercero soportar estar junto a esa mujer del cual debo estar agradecida a pesar de la vida tan miserable que llevo viviendo junto a ella. Pero no todo es tan malo no después de a ver conocido a ese Hombre que, a pesar de parecer malo, odioso y cretino, es un ángel que necesitaba para lograr sentir que por lo menos puedo sonreír con sinceridad y agradecer a Dios por mandarme a la tierra a pesar de haber sido abandonada como un pobre cachorro sin hogar. Mi nombre es Bella. Puedo calificarme como una persona sencilla, y humilde. He pasado por circunstancias muy duras en la vida, pero sigo aquí intentando sobrevivir y ganar la batalla de la dura vida que llevo desde que tengo memoria.
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".