Teddy habÃa encontrado su mate en una ciudad pero esta lo rechazó causando en él odio, dolor, rencor y juró vengarce ya que esta lo habÃa tratado muy mal. SolÃa en las noche perseguir a Michelle transformado en lobo para asustarla hasta que un dÃa él decide dejar de hacerlo e intentó acercarse a ella de la manera mejor posible, trató de entenderla y de hacerla entrar en razón de que ella era el amor de su vida. A pesar de los malos humores de Michelle, Teddy intentó conquistarla. Pero Teddy era muy celoso y posesivo el cual la perseguÃa en todos lados. Las cosas se complicó más cuando hubo un enamorado de Michelle dispuesto a todo por ella y esa situación se convirtió en un conflicto entre los dos enamorados por Michelle.
Narración por TEDDY
Estaba lloviendo bajo la ciudad y yo veÃa através de los ventanales, todo a mi alrededor. Mientras sentÃa una dulce sensación sin explicación, era como si algo bueno me fuera a pasar, por unos minutos y permanecà observando un callejón entre una heladerÃa y un supermercado. Mi auto se encontraba estacionado, mi chofer conducÃa. Entonces me trasladé hacia donde un viejo amigo pude llegar a tiempo, pensé que no iba a llegar. Mi amigo Leo cuando me vio me miró de arriba a abajo.
-¿Qué diablos me estás mirando? -le pregunté enfadado.
-Oye amigo no te estreses, por favor. Yo no tengo la culpa de que hayas tenido un mal dÃa -me respondió Leo.
Yo lo seguÃa mirando mal.
-¿No me vas a invitar a pasar estúpido chismoso?
-Pasa idiota.
Entonces pasé hacia adelante y me acomodé en un mueble.
-¿Qué me dices de la mujer esa? -le pregunté al idiota de mi amigo que se dejaba engañar por su novia.
-¿En serio tanto te interesa Teddy?
-Quiero tu tranquilidad amigo.
Mi amigo y yo habÃamos tenido ciertos problemas porque él no quiere entender algunas cosas. Yo como su amigo tengo que llevarlo por buen camino y aconsejarle al pobre de que no cometa alguna locura por ella. Después de tanto hablar y pasar una tarde, me retiré del lugar con Leo, lo invité a mi ciudad, él recogió sus cosas y se marchó conmigo, pero yo querÃa comprar algo y nos detuvimos justamente en aquel supermercado donde permanecà mucho rato meditando. Entré al establecimiento y logré tomar algunas cosas, cuando de pronto un olor a fresas me detuvo en seco quedando fascinado por ese olor, perseguà ese olor hasta que llegué hacia donde provenÃa.
-Mi mate -susurré lentamente.
Reconocà a mi amor predestinado. Era hermosa, tenÃa un hermoso cabello largo, delgada y se veÃa enojada. Me acerqué a ella lentamente. Y esta al percatarse de mÃ, me miró mal, desvió su mirada, obviamente que me incomodé. Avancé hacia ella y ella me detuvo en seco.
-Lárgate estoy buscando algo aquà -masculló ella muy odiosa de por cierto.
-¿Acaso no puedo yo buscar aqu� -le cuestioné enojado.
-¡Te dije que te vayas! -exclamó mi mate.
-¡No me voy loca! -le grité furiosa-. ¿Quién te crees tú para tratarme as�
-Que atrevido eres, ¡lárgate de mi vista loco!
-¿Y si no me voy qué? -me encaró ella.
-¡Eres un maldito! -fue lo último que dijo y se retiró incómoda.
«Vaya que maldito carácter tiene mi mate».
Proseguà haciendo mis compras, cuando terminé de comprar casualmente la vi afuera conversando con unos hombres y me puse furioso. Pasé al frente de ella para que me viera y la dejé atónica con un mensaje.
-Me las pagarás Michelle.
Me retiré riendo y pensando en todo lo que ella estarÃa pensando. Y ni se imaginaba como yo habÃa investigado su nombre. Ella me las pagará, a parte de que es humana. Entré al auto y mi amigo estaba con los audÃfonos puestos. Se los quité para que me escuchara. Y él me reclamó.
-¡Oye!
-Escúchame idiota, conocà a mi mate. Es aquella chica que anda con el vestido azul oscuro -se la señalé.
-Vaya, es hermosa amigo. ¿Es una mujer loba o es humana?
-Es humana.
-¿Pudiste tomar su número?
-No. Es muy odiosa ella. Me trató mal en el supermercado. Me la va a pagar. Alguien se me acercó y me dijo de que ella es asÃ.
-¿Algún empleado te dijo? ¿Y no se supone de que ella debió caer rendida a tus pies?
-Algún empleado me dijo. Y sÃ, debió de haberse acercado a mà con amor, pero hizo todo lo contrario. Ella decidió rechazarme.
-Teddy lo siento -se rio él-. Vas a tener que pelear con ella.
Respiré frustrado.
-Mi mate me rechazó.
No pude olvidar toda la noche el rostro de Michelle. Y yo de alguna forma u otra, iba a investigar ciertas cosas de ella, yo le iba caer atrás y le iba a ser la vida imposible.
***
Una noche bajo la ciudad, me movilicé por un propósito. Mi mate solÃa reunirse con unos amigos en el callejón y yo querÃa asustarla. Me metà hacia un callejón y me aseguré de que no hubiera nadie. Rápidamente me convertà en lobo y corrà tras mi presa. Asà en mi forma me lancé sobre sus amigos y los ataqué, ella salió a correr y yo corrà hacia ella que corrÃa despavorida. Cuando vi de que ya era suficiente cogà otro camino y la dejé libre. Retorné hacia mi forma y caminé hacia donde estaba mi auto.
-Listo. Ya está bueno por hoy -dije yo.
Iba trasladándome hacia mi hogar donde mi amigo me esperaba, él sabÃa del plan. Y cuando me vio me miraba raro.
-¿Qué te ocurre Leo? ¿Acaso no me conoces?
-Verdaderamente eres extraño amigo.
-Creo que no debe de sorprenderte Leo. Además ella necesita un escarmiento por grosera.
-Y tú Teddy dolido. Dale tiempo a esa muchacha. Ella ni siquiera sabe de que eres su mate. Poco a poco le explicarás, trata de ser amistosa con ella -me aconsejó él.
-Todo a su tiempo. Ella va tener que ceder Leo.
-Entonces, no le hagas maldad al amor de tu vida y quédate tranquilo mi amigo.
-Déjame vivir. Yo sé lo que hago Leo.
-Haz lo que tú quieras y que conste. A las mujeres hay que tratarlas con amor.
Yo sabÃa que mi amigo tenÃa razón, pero yo querÃa divertirme un poco, y tratar de sacar un poco la furia. HabÃa una realidad ella me habÃa rechazado y eso era algo que yo no iba a dejar pasar de largo. Pero yo intentaba buscar una forma para tratar de como yo podrÃa acercarme a ella. Era odiosa y distante. Pero con sus amigos yo la solÃa ver muy distinta. Y no podÃa negar de que yo sentiera celos por esa mujer verla conversando y riendo con otros hombres era algo que me molestaba muchÃsimo. Pero tenÃa que controlarme, aún yo no podÃa dominarla, pero ese dÃa iba a llegar y yo no la iba a dejar asà de simple que hiciera lo que ella quisiera.