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Chloe, creció en un hogar lleno de amor y cariño. A los 18 años conoce a Asher y va tras el sueño del amor perfecto, pero luego de 5 años de casada, descubre que su esposo es un mafioso y muchas cosas más, sabiendo que no podrá vivir de esa forma, toma la decisión de denunciarlo. Ahora su vida es un desastre, ya no tiene familia, mucho menos esposo, solo le queda un bebé creciendo en su vientre, una nueva identidad, en un lugar alejado de todos, donde las personas se comportan muy extraño. Lo que Chloe no sabe, es que fue a dar con uno de los pueblos de seres sobre naturales más grandes que puede existir, y no solo eso, la joven resulta ser la pareja de sus tres lideres, ¿podría haber mas problemas que estar embarazada y tener a tres hombres raros tras de ti?
Veo las gotas de agua caer por la ventanilla del automóvil, y como su paso por ella dejan marcas, como las que yo llevo en el alma. Respiro pesadamente, porque sé que lo arruiné, pero también sé que hice lo correcto, ¿estaré volviéndome loca? Creería que sí, lo amaba, lo amo, aunque no deba, porque más que el amor que siento por él pesa el miedo, me enamore de un monstruo, y no sé cómo no lo vi antes.
- Chloe ¿estas bien? No has dicho ni media palabra desde que salimos del aeropuerto. - John despega un segundo la vista de la carretera y le sonrió con los labios cerrados, antes que regrese su atención a la carretera que está demasiado mojada para mi gusto.
- Lo estoy, lo estaré... creo. - Ahora es él quien me sonríe.
- Hiciste lo correcto, lo sabes ¿verdad?
- Lo sé, sé muy bien que no podría con mi conciencia si hubiera guardado silencio, pero eso no evita que duela.
- Asher Reggio es una de las peores personas que puede existir, aun no sé cómo te enamoraste de él.
- Siempre fue diferente conmigo, siempre se mostró como un caballero, amable, dulce, atento...
- Hasta que casi te mata a golpes. - Aprieto mis manos en la tela de mi suéter, John tiene razón, Asher casi me mata, aun mi cara esta adornada por cardenales, por lo menos la hinchazón desapareció, vuelvo a suspirar, ¿Cómo puede enamorarme de él?
- ¿Fue eso lo que te llevo a denunciarlo? ¿Su maltrato?
- No, Asher nunca me golpeo, ni siquiera me levanto la voz ni una sola vez en cinco años de matrimonio. - recuerdo con melancolía, si melancolía a lo que tenía, pero ¿realmente lo tenía o todo fue un vil engaño?
- ¿Me dirás que sucedió?
- No me lo creerías. - claro que no, ni yo puedo creerlo y eso que lo vi, rayos, lo vi y no me lo creo.
- Inténtalo, cuando se realice el juicio pedirán tu declaración.
- Puedo negarme al ser su esposa, además ya les di todo lo que necesitaban para que lo atrapen, solo me preocupa que aún no mede el divorció y que la justicia no haga nada, pero más aún me inquietan mis padres.
- No debes preocuparte, ellos también están bajo protección a testigos, los cuidaran como yo lo hare contigo.
- ¿Cuánto tiempo te quedaras John? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un año? - pregunto con más rudeza de la necesaria, no quiero sonar mal agradecida, pero sé que quedare sola, estaré sola y no puedo... no quiero.
- Me quedare el tiempo que haga falta, además no es como que nunca regrese, puedes llamarme cuando lo necesites.
- John, por favor, te recuerdo que el vuelo que tomamos fue de cuatro horas y llevamos tres horas en carretera, creo que me llevas al fin del mundo, jamás llegarías a tempo si Asher viene por mí. - le hago ver lo lógico y lo lógico es que nadie podría ayudarme si Asher viniera por mí.
- Él no vendrá, es imposible que de contigo, nadie sabe dónde estarás, solo yo, no debes temer.
- De acuerdo te creo y te tomo la palabra que si en un futuro si llegara a necesitarte tu vendrás.
- Sin dudarlo.
Esa fue la última palabra que dijo John, el detective encargado de protegerme, sabía que mentía, tenía en claro que me estaba llevando a algún pueblo apartado del mundo, un agujero donde nadie pueda dar conmigo, y por supuesto que él no dejaría su vida en la ciudad por más tiempo para cuidarme, después de todo hace un mes que está cuidando de mí, un mes... y eso me lleva a lo que me tiene los nervios de punta, mi periodo, no he tenido mi periodo, llevo de retraso dos días, no es mucho lo sé, pero mi regla es tan puntual que incluso se la hora y minuto en la que irrumpe en mi vida, no puedo estar embarazada, no ahora, no de él, Asher... mis ojos pesan, ver el verde del bosque pasar frente a mi ventana, las gotas de lluvia deslizarse por el cristal, y la calefacción del vehículo, poco a poco me sumen en un sueño pesado, me sumerge en un sueño o mejor dicho una pesadilla, porque ellos están allí.
- Ayúdanos, por favor, no somos malos, no hemos hecho nada. - la mujer de piel pálida y ojos rojos se ve desesperada, y es cuando veo como su espalda está cortada, sangrando, mientras ella está atada con cadenas que parecieran ser de plata.
- ¡Dios mío! ¿Qué es esto? - digo sin terminar de creer lo que mis ojos ven.
- Esto es un centro de tortura, es el lugar donde los cazadores nos hacen sufrir antes de matarnos. - el hombre de piel morena me observa desde su altura, también está atado, sus ojos de color dorado me maravillan por un segundo.
- Por favor, señora, esto duele. - y es en ese momento es donde mi alma abandona mi cuerpo, un niño, un pequeño de cabello blanco esta tan golpeado que apenas y puede abrir los ojos.
- No sé qué sucede, pero traeré ayuda, le diré a Asher y... - un rugido salió de los labios del hombre moreno, y retrocedo con miedo, no es humano, ninguno lo es, lo puedo saber por sus ojos, sus músculos y porque están vivos a pesar de todas las marcas en su cuerpo.
- Asher Reggio es el responsable de todo esto. - mi corazón se detiene, casi no puedo respirar, pero lo sabía, sabía que era así, esta finca pertenece a mi esposo.
- Los sacare de aquí. - dije recuperándome, pero sobre todo tratando de no pensar, no pensar en lo que mi esposo era capaz de hacer.
- Solo saca al niño, déjalo ir, si Asher descubre que nos ayudaste te matara.
- No, no lo hará. - y juro que estaba convencida de ese hecho, solo el tiempo me haría ver cuan equivocada estaba.
- ¿Cómo estas tan segura? - indago la mujer.
- Soy su esposa. - el asombro cruzo el rostro de los tres, no sé si dejaron que los ayudara porque sabían que Asher me mataría, o porque creyeron que no lo haría.
- ¡Chloe! - mis ojos se abren de repente, solo para mostrarme a John a escasos centímetros de mí.
- Disculpa, creo que me dormí.
- De eso me di cuenta belleza, llevo cinco minutos diciendo tu nombre, creí que habías muerto de cansancio.
- Aun no, después de desempacar quizás. - digo para alivianar el momento y tratar de quitar esa pesadilla de mi mente, todo eso no pudo ser real, al fin mi locura me alcanzo, es eso, solo sueños y delirios de una mente perturbada desde niña.
- Yo te ayudare, tu solo debes ver tu nuevo hogar, estoy seguro de que te gustara.
Solo entonces me percate de que nos habíamos detenido, al observar a mi alrededor pude notar la pequeña casa de dos pisos que sería mi nuevo "hogar", era blanca, con techo, ventana y puertas azules, unas pequeñas escaleras y un gran jardín que se mezclaba con el bosque, entonces gire mi vista y me di cuenta de que era una de las ultimas casas de la calle.
- ¿No hay cercas? – pregunte un poco inquieta.
- No son necesarias, como veras los vecinos están apartados, las casas son pequeñas pero los terrenos son amplios. - respondió con una sonrisa y voz de vendedor de bienes raíces.
- Sin divisiones. - dije lo obvio.
- Tranquila Chloe, este lugar es el más seguro de todo el mundo, no hay homicidios, ni secuestros, mucho menos vandalismo.
- Pero el bosque... debe a ver animales. - John quedo pensando en silencio, como si eso nunca se le hubiera ocurrido.
- Tienes razón, pero nunca se ha registrado un caso de ataque. - aunque sus palabras trataban de sonar tranquilizadoras, podía ver sus dudas en su rostro.
- ¿Cómo encontraste este lugar? Digo, dices que es un remansó de paz, sin vandalismo, ni crimen alguno. - pregunté porque la curiosidad picaba en mí, es un lugar hermoso, de a ver sabido de este sitio seguro que hubiera venido en vacaciones.
- Por un amigo, veras, su hermana se enamoró de la noche a la mañana de un completo extraño, en menos de un mes se casaron y él la trajo a vivir aquí, entonces lo investigamos, es un lugar tranquilo, demasiado para alguien como mi amigo o como yo, pero ideal para alguien como tú.
- John estás hablando con alguien que cuando se aburria tomaba el pasaporte y compraba el primer vuelo que estuviera disponible en primera clase.
- Ese es el punto Chloe, viajabas porque te aburrias de tu vida, porque no eras lo que querías.
- ¿Por qué lo dices?
- Lo veo en tus ojos, eres una buena mujer Chloe, no eres como esas mujeres frívolas que se casan por interés. Ahora vamos a tu nuevo hogar.
El ayuntamiento de la ciudad Fullmåne estaba en su máxima capacidad, todo el pueblo se encontraba en aquel lugar, y no era para menos, los habitantes de este mágico lugar tenían un problema, y debían solucionarlo a como diera lugar.
- Atención, por favor ciudadanos de Fullmåne, sé que muchos querrán dar una opinión al problema que tenemos, pero es esencial que mantengamos la calma. - Dante hablaba con la autoridad que le concedía ser el primogénito de la gobernante de las brujas, Novalie y el milenario vampiro Calixto beta de la luna cambiante Aysel.
- ¿Cómo podremos mantener la calma? Dos humanos estarán en nuestras tierras, dos humanos que desconocen lo que somos, no sabemos si son amigos o enemigos. - los lobos eran desconfiados, su olfato era de gran ayuda, pero incluso este sentido se vio afectado con el paso de los años y los elíxires que los cazadores utilizaban.
-En realidad solo una humana permanecerá aquí, el macho que la acompañará se marchará una vez la hembra este instalada. - la voz profunda del Alpha Kek silencio los últimos murmullos que se oían en el gran salón, no era para menos, era el quinto hijo del rey de los lobos Nisha, y el primer Alpha que el brujo Travos dio a luz, poseía la fuerza de su padre lobo y la magia de su papá Travos, quien era omega de la luna cambiante.
- Aun así, ¿Por qué permiten a una humana que no tiene mate, media alma o vida alguna en estas tierras? - esa era la parte más difícil de explicar, todo humano que vivía en el pueblo era mate de algún lobo, media alma de algún brujo o vida de un vampiro, pero la joven que llegaría en poco tiempo no tenía por qué estar en aquellas tierras.
- La humana estará en estas tierras por la misma razón que yo fui enviado a gobernar junto a mis primos. - Vito era de pocas palabras, a pesar de ser el más joven de todos, era el último hijo que habían tenido la vampira Kali, reina de su raza, con el beta de la luna cambiante, Abel un lobo que era conocido por ser un gran estratega.
- No comprendemos. - se atrevió a decir una bruja, enfrentándose a la fría mirada de Vito.
- Lo que mi primo quiere decir, es que Gabriel encontró a su vida en una ciudad de humanos, cuando fue tras el rastro de unos cazadores, la joven lo acepto, pero con la única condición de no desaparecer, ella quería seguir en contacto con su familia unos años más, y Gabriel se lo concedió, como consecuencia su familia cree que este lugar es solo un pueblo perdido en el medio de la nada, el cuñado de Gabriel es policía y le pidió el favor de recibir y cuidar a una joven por un tiempo y Gabriel acepto. - todos podían sentir la energía de Dante, el brujo estaba molesto, demasiado, no estaba feliz con la decisión de su primo y a decir verdad ninguno de los otros dos lo estaba.
- Pero Gabriel se marchó a las tierras de la luna cambiante, no tiene derecho de decisión... - el rugido que salió de los labios de Vito fue suficiente para silenciar al vampiro que se estaba quejando.
- Mi hermano llevo a su vida para que la luna cambiante la conozca, no te olvides que Aysel es nuestra abuela y el gran Alpha Anuk nuestro abuelo, debemos mostrar nuestro respeto y gratitud con ellos, además, estoy yo en lugar de Gabriel. - y eso sonaba más a una maldición que a felicidad por el puesto y es que Vito odiaba estar rodeado de personas, no era fácil ser vampiro al 70 % y lobo un 30 %, su estado de ánimo era como una montaña rusa que iba del mal humor a la ira, si, este vampi lobo no tenía casi días buenos.
- ¿Qué nos asegura que la humana no es una cazadora? - pregunto una mujer que a pesar de ser humana estaba preocupada por su compañera.
- Nosotros, somos los encargados de este pueblo, nuestro deber es protegerlos y lo haremos, vigilaremos a la humana y ante el menor problema... acabaremos con ella. - Kek era autoritario como todo Alpha, sabían que era un buen líder al igual que sus primos Vito y Dante, al fin el pueblo estuvo de acuerdo en recibir a la humana.
- Era mía por ley, yo la vi primero, por ella adopte mi forma humana y solo por ella ardo en mil formas diferentes. No pertenece a los hijos de la luna. Ella es la elegida, la única que puede controlar a este Fénix, el primogénito del dios sol, el más antiguo, mi nombre es Nuriel, fuego de dios y ella es mi destino. - Me debo a los bosques vírgenes, a las cumbres nevadas, al momento efímero. Soy uno de los tantos descendientes del dios sol, dador de vida, hijo de un elfo y un hada. Mi deber es cuidar al más débil, a quien no puede defenderse. ¿Quién diría que escucharía su voz y mi existencia dejaría de tener sentido? Me he convertido en su esclavo por solo escuchar el latir de su corazón. Ella es mía, soy Ikigaí, el camino que realizas para conocerte y yo le mostrare que quedarse conmigo es su mejor opción. - Somos hijos de la luna, se nos ordenó cuidarla como castigo y así lo hicimos, porque ya no teníamos nada en nuestra existencia a lo que aferrarnos. Somos rechazados y aun así no deseamos morir, queremos amar y ser amados, por lo que aceptamos el pedido de la luna cambiante Aysel, con la promesa de que nos daría una nueva compañera, si conseguíamos su perdón, no estaba en nuestros planes enamorarnos, pero tampoco lo quisimos evitar. Somos hijos de la luna y la hemos reclamado como nuestra, le guste a quien le guste. - Estoy segura de que cuando mi madre escogió mi nombre no pensó que tan bien me quedaría, soy Kalila, que significa la más querida, eso estaría bien, si no fuera porque me encuentro en medio de cinco seres sobre naturales, uno más peligroso que el otro, dos son hijos del dios sol, tres son hijos de la diosa luna y en medio yo, una simple humana con alma de cazadora. Soy Kalila y esta es mi historia.
La familia Zhao era la dueña indiscutible de casi todo el oriente, su clan, el tigre blanco, manejaba todo dentro del país, aunque no siempre fue así, antes, casi 20 años atrás, existió otro clan igual de poderoso, el dragón rojo, pero dicho clan encontró su fin por ir tras lo prohibido, ahora la suerte le sonreía al tigre blanco o al menos eso pensaban, hasta que su líder, Loan Zhao, decidió que era tiempo de retirarse y acudió a los monjes para que vieran su tatuaje, ese que los más ancianos le hacen en la espalda cuando asumen como líder y que solo puede ser descifrado, cuando se retiran de su lugar, y así pudieran decir cuál de sus hijos seria la nueva cabeza del tigre. Lo que menos espero escuchar, era que el futuro de sus hijos estaría regido por amores prohibidos, esos que pueden llegar a matarte, por destino o casualidad, el pasado se uniría con el presente, dejando solo dos caminos, la unión con familias poderosas a través de lazos indestructibles, o el dolor y la agonía de arder en amores prohibidos.
Mi nombre es princesa Antara primera del reino Kael, o al menos ese era mi nombre, pero cuando el reino de las brujas cayó, mi vida cambio, pase de vestir sedas y ser adornada con oro, a ser cubierta con harapos y lodo, una vagabunda mendigando en las calles del reino de Joako, los lobos son crueles con los extraños, pero entre todos ellos, creí tener una posibilidad de vivir, fingiendo ser una simple humana, el Duque White sufría por la pérdida de su hija y me acogió como remplazo, no fue fácil, pero pensé que había logrado al menos ganarme su cariño, pero luego entendí que no podía dar nada por sentado, comprendí que si no queria regresar a las calles, solo me quedaba una opción, atrapar al futuro rey Alpha, cualquiera diría que sería fácil salir embarazada de semejante hombre, claro que teniendo en cuenta lo loco que ese bastardo esta, lo genial seria salir viva luego de estar con él.
Si amas a alguien déjalo ir, si vuelve es porque es tuyo, sino nunca lo fue, al menos eso se dice, el problema es cuando alguien que nunca fue tuyo, regresa a tu vida, despertando demonios que creías enterrados. El gran empresario Mateo Zabet coloco una muralla entre ellos en su adolescencia, respetando que la joven que amaba tenía novio, casi dos décadas han pasado desde que la vio por última vez, hoy frente a él está el amor de su vida ¿feliz mente casada? — Esto no está bien, estoy casada y tengo hijos y... — susurra con voz temblorosa. — Esto es lo único que está bien Elizabeth, siempre fuiste tú, mi amor, mi vida, mi todo y no sabes cuanto odio no habértelo dicho antes. — reconoció tomando sus labios con verdadera pasión. gratis hasta finalización.
Mi vida fue un calvario, un mal cuento, aun así, me aferre a lo único que me daba esperanzas, mi compañero, no me importaba de que especie fuera, solo queria que me encuentre, y tener al fin un poco de felicidad, pero claro que nunca nada sucede como deseo. Ahora se supone que mi vida cambio, incluso hasta mi nombre, pero, sin embargo, el dolor permanece, se supone que debía cuidarme, amarme y respetarme, era mi Alpha después de todo, pero resultó ser un maldito, y lo peor, es que me embarazo, estoy embarazada del maldito Alpha, y ya no sé qué hacer con mi vida, ni siquiera sé si tengo una.
Pertenecer a la mafia no es fácil, mantener tu lugar mucho menos, atrapar a uno de los lideres más grandes del bajo mundo... es casi imposible. Dasha Morozova solo queria su lugar en el mundo, al lado de quien amaba, sabia los riesgos, creció con ellos, y cuando al fin creyó conseguir a quien queria... la vida le demostró que no todo es un cuento de hadas, más cuando vives rodeada de enemigos, ahora el amor ya no es su prioridad, busca venganza, quiere recuperar lo que por ley es suyo y no le importa a que demonio deba tentar para ello. Lukyan Neizan, sabe que el legado de sus padres pesa sobre sus hombros, el don de ver destellos del futuro es su gran aliado cuando debe cuidar su espalda y destruir enemigos, pero... hay imprevistos que escapan incluso de su don, es así como el gran mafioso dueño de casi toda rusia y apodado la muerte blanca, despierta un día con la noticia de que tiene un hijo, del cual ni siquiera sabe quién es la madre. Dasha debe atrapar a un mafioso que la ayude en su venganza. Lukyan debe honrar las leyes de su clan y casarse solo con la madre de su hijo. La venganza es un plato que se sirve frio, y atrapar a un mafioso puede hacerte arder mucho antes de conseguir lo que quieres, pero eso Dasha... aun no lo sabe.
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".