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- Era mía por ley, yo la vi primero, por ella adopte mi forma humana y solo por ella ardo en mil formas diferentes. No pertenece a los hijos de la luna. Ella es la elegida, la única que puede controlar a este Fénix, el primogénito del dios sol, el más antiguo, mi nombre es Nuriel, fuego de dios y ella es mi destino. - Me debo a los bosques vírgenes, a las cumbres nevadas, al momento efímero. Soy uno de los tantos descendientes del dios sol, dador de vida, hijo de un elfo y un hada. Mi deber es cuidar al más débil, a quien no puede defenderse. ¿Quién diría que escucharía su voz y mi existencia dejaría de tener sentido? Me he convertido en su esclavo por solo escuchar el latir de su corazón. Ella es mía, soy Ikigaí, el camino que realizas para conocerte y yo le mostrare que quedarse conmigo es su mejor opción. - Somos hijos de la luna, se nos ordenó cuidarla como castigo y así lo hicimos, porque ya no teníamos nada en nuestra existencia a lo que aferrarnos. Somos rechazados y aun así no deseamos morir, queremos amar y ser amados, por lo que aceptamos el pedido de la luna cambiante Aysel, con la promesa de que nos daría una nueva compañera, si conseguíamos su perdón, no estaba en nuestros planes enamorarnos, pero tampoco lo quisimos evitar. Somos hijos de la luna y la hemos reclamado como nuestra, le guste a quien le guste. - Estoy segura de que cuando mi madre escogió mi nombre no pensó que tan bien me quedaría, soy Kalila, que significa la más querida, eso estaría bien, si no fuera porque me encuentro en medio de cinco seres sobre naturales, uno más peligroso que el otro, dos son hijos del dios sol, tres son hijos de la diosa luna y en medio yo, una simple humana con alma de cazadora. Soy Kalila y esta es mi historia.
Kalila caminaba de la mano de su madre, Chloe, conocida como la luna única, ya que era la primer luna que tenía tres compañeros destinados, Vito un vampiro, Dante un brujo y Kek el Alpha, los tres eran primos y descendientes de la luna cambiante Aysel, por lo que eran los lideres del pueblo, uno de los tantos que existía oculto aun a los ojos de los humanos, aunque en sus tierras si había humanos, como Chloe y otros que tenían a sus compañeros destinados allí.
- Mami, ¿Por qué no tengo colmillos? - pregunto la niña al tiempo que ingresaban en su hogar, la gran casa del Alpha.
- Porque no eres un vampiro.
- Mi cabello es negro, eso quiere decir que no soy bruja. - dedujo la pequeña que sabía que todo aquel que tuviera su cabello blanco era un brujo.
- Así es. - respondió su madre comprendiendo a lo que venía las preguntas de la niña que estaba a punto de comenzar el kínder. - Ven tomemos un poco de té. - le pidió, pero solo para ganar tiempo, debía ser honesta con la pequeña, no quería que su hija viviera en una mentira.
Una vez que el té estuvo listo ambas tomaron asiento frente a la ventana de cristal, que les permitía ver el inmenso bosque que los rodeaba y servía de protección de los cazadores.
- ¿Quieres preguntar algo más? - la incito a que hablara, no la presionaría, solo se limitaría a responder cuando su pequeña Kalila preguntara.
- ¿Eso quiere decir que soy una loba? - Pregunto con ojos brillantes, ya que aun con su corta edad sabía que todo niño tenía un papá y una mamá, aunque ella llamaba papá a los tres compañeros de su madre, solo uno podría ser el verdadero.
- No Kalila, tú eres una humana, como yo. - explico con tranquilidad.
- ¿No tengo nada de mis papás? - Chloe se detuvo en los ojos de Kalila, uno celeste como los de ella y uno marrón, como Asher, su verdadero padre, un humano, un cazador, fue cuando se repitió que debía ser honesta con su hija y lo hizo.
- Tus ojos son la combinación exacta de tu padre y mía, veras Kalila... tu verdadero padre es un humano. - revelo aparentando tranquilidad y espero a que la niña procesara la información.
- ¿Y dónde está? ¿Por qué no vive aquí con nosotros? - la pequeña se preguntó cuál era la diferencia de vivir con tres compañeros a vivir con cuatro, para ella su familia no era nada raro, aunque incluso para los seres sobrenaturales si lo eran, Chloe era la luna única.
- Él... no es mi compañero, Asher...
- ¡¿Su nombre es Asher?! - la alegría en los ojos de la pequeña por saber el nombre de su padre le oprimió el corazón a Chloe y como consecuencia sus tres compañeros se hicieron presentes en la sala, no les gustaba sentir la angustia de su compañera.
- Así es Kalila, su nombre es Asher, cuando vivía con los humanos nos conocimos y nos amamos, mucho, mucho. - mentía, pero era algo que solo sus compañeros podían sentir, sabían que ese día llegaría, por lo que solo dejaron que su luna hablara con la pequeña a la que ellos habían reclamado como su hija, aunque no era de ninguno. - Pero luego, resulto que era un cazador... - la pequeña dio un brinco al tiempo que el aire salía de golpe de su pequeña boca, sabía muy bien quienes eran los cazadores, humanos que sabían de la existencia de los seres sobrenaturales y que pasaban sus días cazándolos, torturándolos y dando muerte a todos sin importar que fueran niños.
- ¿Papá es malo? - indago con los ojos cubiertos de lágrimas, y su pequeño corazón latiendo muy rápido, algo que inquieto a Vito, el vampiro vivía por la pequeña y por su compañera por supuesto.
- No, bueno, no lo seria contigo, pero cuando me entere, me dio miedo... ya no lo podía amar, luego de saber lo que hacía. - explico acariciando la larga cabellera de su hija, omitiendo la parte donde Asher casi la mato a golpes por liberar a una pareja de seres sobrenaturales que estaba torturando en la finca donde se habían casado. - Llegue a este pueblo y conocí a Vito, Dante y Kek, no sabía que tu estabas en mi vientre, pero cuando lo supe, te convertiste en mi prioridad, tú eres mi amor Kalila, y así como yo jamás te lastimare, Asher tampoco lo hará.
- Entonces, ¿no soy hija de mis papás?
- Eres nuestra habichuela, nuestra cachorra, siempre lo serás. - Vito fue el primero en llegar a su lado y tomarla en brazos, el vampiro fue el primero en aceptarla como propia, creando así otro precedente, no solo habían aceptado compartir su compañera con tal de no perderla, también habían adoptado la hija de otro, un cazador.
Esa noche Chloe soñó con el día que nació su pequeña Kalila y como la bruja suprema, Yunuen, quien compartía cuerpo con Aysel, la luna cambiante, había visto su destino.
- La niebla era un cazador... de los antiguos, su tarea era acabar con los originales, Xylon la ninfa, Soyano el lobo, conmigo la primer bruja y con Levana, la primer vampiro, pero la niebla se enamoró de Levana y ella de él, pero al fin el cazador cumplió con su deber, mato a Levana aun sabiendo que ella esperaba a su hijo, fue por eso que su alma fue condenada, miles de años después renació, como lo hicimos nosotras en el cuerpo de Aysel, él renació en el cuerpo de Kazumi, pero el resultado fue el mismo, dejo que su odio lo guiara y en lugar de ayudar a Aysel solo la lastimo, encontrando la muerte en manos de Anuk, ahora... su alma está en el cuerpo de Kalila. - el instinto de la bruja le pedía acabar con la bebé, más el amor de Aysel, la obligaba a permanecer en calma.
- Pero mi hija no es mala, es una bebé. - respondió con voz temblorosa Chloe, tratando de que sus emociones no sean sentidas por sus compañeros.
- Kalila no es mala, puedes estar segura de eso, ella es... como un eclipse, carga con la condena del alma del cazador, y la esperanza de su alma propia... escucha Chloe, pase lo que pase, Kalila no debe despertar nunca su lado cazador. - la ayudaría, no solo porque era su deber, sino porque era madre y a una madre solo le preocupa una cosa, la vida de su hijo.
- ¿Su lado cazador?
- Cada cazador nace con un poder, debes asegurarte que Kalila nunca lo despierte, quizás si el alma de la niebla duerme en ella hasta que Nuriel la reclame, nuestro fin no llegue, tu hija sufrirá Chloe, cargara con un dolor tan grande, que incluso a mí me duele saberlo, pero debes tener fe, si es tan fuerte para resistirlo, el alma de la niebla al fin encontrara paz y junto con ello el circulo al fin se cerrara, el sol y la luna estarán juntos, y el humano dejara de cazarnos, pero si ella no puede con su carga... será el fin de todos, no solo de este pueblo, pues ese era al fin y al cabo la tarea de la niebla, cazar a cada uno de nosotros, exterminarnos.
Al día siguiente Chloe, se dispuso a responder las miles de preguntas de Kalila y aunque el agotamiento de una mala noche era visible a sus compañeros, la luna Chloe no dijo nada, nadie sabía lo que Yunuen había visto del futuro de Kalila y debía permanecer así.
- ¿Cómo es mi papá Asher?
- La última vez que lo vi, fue cuando tu naciste, vino a conocerte, es alto, su piel es un poco más blanca que la mía, sus ojos son marrones y el cabello castaño. - le dijo agradeciendo que la pequeña no pudiera darse cuenta de que mentía, ya que Asher solo los había atacado aquel día, queriendo llevarse a Kalila e hiriéndola de gravedad a ella, por suerte Nuriel, el destino de Kalila, la había salvado.
- ¿Algún día lo vere?
- Creo que... - quería decirle que no, tenía miedo de que él la usara para despertar su lado cazador y acabar con todos, pero recordó que frente a ella había una niña de solo cuatro años. - Lo más probable, pero preferiría que sea cuando crezcas un poco más, estoy segura de que Asher no te lastimaría jamás, pero los demás cazadores... no confió en ellos. - la vio asentir, dándole la razón a su mami, los cazadores eran malos.
- ¿Soy una cazadora? - podía sentir el miedo en las palabras de la pequeña y era la primer pregunta que no quería responder.
- Lo eres cachorra. - intervino el Alpha Kek, quien se había mantenido en silencio. - Está en ti ser cazadora, pero eso no es malo, tú sabes que no debes atacarnos. - dijo el Alpha mostrándole una sonrisa tranquilizadora.
- ¡Jamás atacare a quienes amo! - grito con alegría la niña al verlo y corrió a sus brazos, adoraba a sus papás eran magníficos.
- Dante espera para llevarte al kínder. - le dijo el lobo luego de besar su mejilla, aunque lo que estaba haciendo era impregnarla con su aroma, era un lobo, era un Alpha y sus celos al escuchar a su hija preguntar por Asher lo estaba afectando, la pequeña corrió con su pequeño bolso, hasta desaparecer de su vista.
- No debes decirle que ese hombre no la lastimara, se atrevió a intentar matarte dos veces y eso que aseguraba amarte. - reprocho el lobo tomándola de la cintura al tiempo que reclamaba sus labios.
- Solo estas celoso. - respondió Chloe cuando la libero.
- Lo estoy, odio que hablen de él.
- ¿Y que pasara cuando le tenga que informar que ella ya tiene un compañero y que es nada más y nada menos que el primogénito del dios sol? - un siseo parecido al de una serpiente se oyó a su espalda y Chloe giro justo para ver los ojos rojos de Vito.
- Aún falta mucho para eso, no le llenes la cabeza a mi habichuela. - reclamo mientras la besaba con pasión, provocando que Chloe quedara entre el cuerpo musculoso de Kek y el frio cuerpo de Vito, le encantaba esa sensación, frio y calor, y ella sintiendo todo de los dos.
- Vito, ella está comenzando a ver las diferencias con sus compañeros de colegio, es mejor dejarle en claro que ella pertenece a este lado del mundo y no al humano. - respondió suspirando con fuerza, mientras su vampiro comenzaba a desvestirla, les costaba contenerse hasta la noche y por suerte, Kalila al fin había comenzado el kínder.
- ¿Qué es lo que te preocupa mi luna? - Kek abrazo a su compañera, sintiendo su angustia, ellos vivían para complacerla en todo, por lo que también comenzó a darle pequeños besos en sus hombros.
- Tengo miedo de que Kalila quiera irse con los humanos. - Chloe conocía el mundo humano, durante 21 años había vivido y sufrido en el, encontrando la calma y el amor solo en aquel pueblo.
- Si ella sabe que tiene un compañero, no querrá irse. - comprendió con alegría Vito y era la primera vez que el nombre de Nuriel provocaba felicidad en el vampiro.
- Bien pensado mi luna. - susurro Kek lamiendo el cuello de su compañera.
- Kek. - suspiro al sentir las manos del lobo recorrer su trasero. - Por la diosa, Vito. - gimió alto cuando su vampiro comenzó a lamer sus pechos.
- Creo que regrese justo a tiempo. - dijo Dante llegando a su lado.
La familia Zhao era la dueña indiscutible de casi todo el oriente, su clan, el tigre blanco, manejaba todo dentro del país, aunque no siempre fue así, antes, casi 20 años atrás, existió otro clan igual de poderoso, el dragón rojo, pero dicho clan encontró su fin por ir tras lo prohibido, ahora la suerte le sonreía al tigre blanco o al menos eso pensaban, hasta que su líder, Loan Zhao, decidió que era tiempo de retirarse y acudió a los monjes para que vieran su tatuaje, ese que los más ancianos le hacen en la espalda cuando asumen como líder y que solo puede ser descifrado, cuando se retiran de su lugar, y así pudieran decir cuál de sus hijos seria la nueva cabeza del tigre. Lo que menos espero escuchar, era que el futuro de sus hijos estaría regido por amores prohibidos, esos que pueden llegar a matarte, por destino o casualidad, el pasado se uniría con el presente, dejando solo dos caminos, la unión con familias poderosas a través de lazos indestructibles, o el dolor y la agonía de arder en amores prohibidos.
Mi nombre es princesa Antara primera del reino Kael, o al menos ese era mi nombre, pero cuando el reino de las brujas cayó, mi vida cambio, pase de vestir sedas y ser adornada con oro, a ser cubierta con harapos y lodo, una vagabunda mendigando en las calles del reino de Joako, los lobos son crueles con los extraños, pero entre todos ellos, creí tener una posibilidad de vivir, fingiendo ser una simple humana, el Duque White sufría por la pérdida de su hija y me acogió como remplazo, no fue fácil, pero pensé que había logrado al menos ganarme su cariño, pero luego entendí que no podía dar nada por sentado, comprendí que si no queria regresar a las calles, solo me quedaba una opción, atrapar al futuro rey Alpha, cualquiera diría que sería fácil salir embarazada de semejante hombre, claro que teniendo en cuenta lo loco que ese bastardo esta, lo genial seria salir viva luego de estar con él.
Si amas a alguien déjalo ir, si vuelve es porque es tuyo, sino nunca lo fue, al menos eso se dice, el problema es cuando alguien que nunca fue tuyo, regresa a tu vida, despertando demonios que creías enterrados. El gran empresario Mateo Zabet coloco una muralla entre ellos en su adolescencia, respetando que la joven que amaba tenía novio, casi dos décadas han pasado desde que la vio por última vez, hoy frente a él está el amor de su vida ¿feliz mente casada? — Esto no está bien, estoy casada y tengo hijos y... — susurra con voz temblorosa. — Esto es lo único que está bien Elizabeth, siempre fuiste tú, mi amor, mi vida, mi todo y no sabes cuanto odio no habértelo dicho antes. — reconoció tomando sus labios con verdadera pasión. gratis hasta finalización.
Mi vida fue un calvario, un mal cuento, aun así, me aferre a lo único que me daba esperanzas, mi compañero, no me importaba de que especie fuera, solo queria que me encuentre, y tener al fin un poco de felicidad, pero claro que nunca nada sucede como deseo. Ahora se supone que mi vida cambio, incluso hasta mi nombre, pero, sin embargo, el dolor permanece, se supone que debía cuidarme, amarme y respetarme, era mi Alpha después de todo, pero resultó ser un maldito, y lo peor, es que me embarazo, estoy embarazada del maldito Alpha, y ya no sé qué hacer con mi vida, ni siquiera sé si tengo una.
Pertenecer a la mafia no es fácil, mantener tu lugar mucho menos, atrapar a uno de los lideres más grandes del bajo mundo... es casi imposible. Dasha Morozova solo queria su lugar en el mundo, al lado de quien amaba, sabia los riesgos, creció con ellos, y cuando al fin creyó conseguir a quien queria... la vida le demostró que no todo es un cuento de hadas, más cuando vives rodeada de enemigos, ahora el amor ya no es su prioridad, busca venganza, quiere recuperar lo que por ley es suyo y no le importa a que demonio deba tentar para ello. Lukyan Neizan, sabe que el legado de sus padres pesa sobre sus hombros, el don de ver destellos del futuro es su gran aliado cuando debe cuidar su espalda y destruir enemigos, pero... hay imprevistos que escapan incluso de su don, es así como el gran mafioso dueño de casi toda rusia y apodado la muerte blanca, despierta un día con la noticia de que tiene un hijo, del cual ni siquiera sabe quién es la madre. Dasha debe atrapar a un mafioso que la ayude en su venganza. Lukyan debe honrar las leyes de su clan y casarse solo con la madre de su hijo. La venganza es un plato que se sirve frio, y atrapar a un mafioso puede hacerte arder mucho antes de conseguir lo que quieres, pero eso Dasha... aun no lo sabe.
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