donde cada martes, los curiosos podían presenciar las miserias de los lunáticos de la sala de incurables previo pago de un penique. Dorelia no tuvo duda de que Tre

e en una solterona, le parecían ahora un paraíso, comparado con las horr

crédito a las acusaciones de una jovencita sin fortuna contra el conde de Trenton, y no solo por sus influencias y posic

trapadas en la telaraña de William, pero ella ya ha

presentaba un desafío casi imposible. Si quería impedir que su hermana cayera en las garras de William, debía encontrar un marido para sí misma. Si se casaba, su esposo podría tomar a

dido. Por desgracia, hacía tiempo que Dorelia no tenía pretendientes, por lo que

s pensamientos-, pero te prometo que haré lo imposible

el chal a su her

zo para que se levantara. Salieron de la pérgola y comenzaron a caminar por el sendero enlosado que atr

, desmontó y luego se descubrió la

Carlton, ayuda de cámara del conde deWarlet. ¿Es usted la señorita Doreli

r-. No tengo el placer de conocer a lordWar

. Vengo en nombre de este -explicó el hombre de pelo castaño-. Al parecer, hubo un des

ás grosera cuando ella quiso darle las gracias. Ahora tenía la oportunidad de resarcirse de su insulto y de su propio error al intentar llamar su atención. Porque es

ijo Dorelia con sequedad-, pues no le concedo

ara inclinó de

d, y me ha rogado que le transmita el motivo, que no es otro que un mal de garganta que

e le estaba mintiendo-. Transmita mis deseos de mejor

n me rogó que le entregase esto -dijo mientras sacaba del b

espués miró de reojo a su hermana, que ha

ir ningún regalo del señor He

de la tienda. Por favor, le ruego humildemente que lo tome,

papel, había una nota sellada con lacre, y en la que fig

la verja de Hammond Hall, de regreso al cam

an gentil de enviar la compra que olvidaste... -dijo en tono soñador-. Estoy segura de que su amigo es

s ojos en blanco para fingir que su perturbación

Imagino que todas las respues

del hombro de Dorelia cuando esta se sentó frente al tocador-. Lo único que ocurrió es que se me cayó mi bolsito frente al escaparate de la seño

gesto... Aunque lo más probable es que se sintiese cohibido por tu belleza, ¿no t