uestro prime
ill
y me levanté a las 6 de la mañana. Llegué de mi viaje a eso de las 2 o 3 de la madrugada. Nadie se
Corrí como 2 horas y llegué a mi casa. La muj
vorito es el té de hierbas, pero a mi hermana no. Y eso que somos m
joven, como unos 4 años mayor que yo. Su mamá solía hacerse cargo de la limpieza
a siempre es muy amable y tiene un buen novio, así que jamás habría
r por fin en casa. ¿Mi fa
ted llegó a las 3 de la mañan
uizá quieras acompañarme- le guiñé un ojo.
pero ya me
son
quitarme la ropa mojada de sud
9 am. Chequé mis mensaje
o que tuve hace unas dos noches. Siempre sueño cos
estaba sola
ecordaba, mi erupción más crecía. Terminé dándome placer yo mismo. Odio h
w! era tan exquisito y ese delici
un sueño, la penetraba una y otra v
salí, me cambié y fui directo al comedor. Eran
enen a mi casa y más cuando yo estoy. Al parecer, no les agradó del todo. No los juzgo, ellos tampoco me ag
a que tendríamos visitas- d
uedarse a desayunar. Por cierto, ¿cuán
ue dije y me fui a mi cuarto, no sin an
o- dijo Sara. Solo sonreí y le man
con la misma chica y las amigas de mi hermana ya han pasado por mí, menos Hilda, ella es otra
vo que ve
as trataba de desaparecer de la vista de sus amigo
que has veni
esa tal Elizabeth. ¡Tengo que verla! Quizá también me la coja y la bote como
scaleras c
por minuto. Era ella, la misma chica de mis
vi. No podía ser, era el mismo joven de mi sueño. Mi corazón se agitó y pensé que me daría un paro cardíaco. El mismo muchacho que me vuelv
pido, pero aun así lo quiero- dijo Martha. Pero yo no dej
o- dijo él, exten
aron, mis latidos aumentaron aún más y una corrie
a, rompiendo el encanto, esa magia de su mano en la mía. Con mi mente gritaba
unarás con nosotro
hambre- dijo el jove
va a ver extraño, así que
inando, no tomaría mi mano. Ya la desnudé en mi mente, la cargué hasta mi habita
mis locos pensamientos. Tomó mi mano y sen
go, a lo cual no l
unarás con nosotro
Ahora otra espera estaba clavada en mi entrepierna y la
de hambre". Mi hambre no era comida. Quer
atrás esa sensación al tocarla, como esa corriente que me
comedor - d
lto un robot. Pasé frente a William, pero a
parecer, ellos traen algo. Luego se sentaron Sara, Héctor e Hil
de todos se posó
ar es de
ergonzada. No sabía que lo
problema
mío, como yo he tomado algo de ella. Ya la desnudé con mi
que él parecía real? ¿Él sabrá que deseo que me lo haga como en ese