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Un amor surgido de un sueño, el accionar de Mario llevará a desenlaces inesperados totalmente y cambiarán por siempre la vida de Nadia.
Capítulo I
Mario se encuentra devastado, acaba de recibir una noticia devastadora, su padre y su hermano, las cabezas de un multimillonario emporio de tráfico de sustancias psicotrópicas ubicado en la toscana italiana, acaban de ser asesinados; la noticia toma a Mario por sorpresa, quien acaba de quedar destruido, siente que su corazón se ha detenido, su acostumbrado traje negro le quedó perfecto para esta ocasión, vaya noticia mas terrible. Pensó para sí mismo.
Sabe que ahora debe tomar las riendas del emporio que habían construido su padre y su hermano, Mario siempre se había mantenido un poco alejado de esos negocios, pues tenia los suyos propios, pero ahora con este hecho sobrevenido debe actuar con rapidez, ya que también podría tener en contra las facciones internas dentro del Cartel que quisieran destronarlo y tomar ellos el poder; debe hacerse sentir, los mas rápido y fuerte posible.
Envía a su colaborador a dar la noticia a todos en el Cartel; Mario Cussano tomará el lugar de su padre y hermano como jefe del Cartel, con efecto inmediato, que quede claro que no hay mas jefe que él, cualquiera que desee disputar su poder, tendrá un final terrible.
Acaba el día...
La noche siguiente, Mario Cussano asiste a una gran fiesta de un asociado de un pueblo vecino, en cuanto entra al patio, el cual estaba en extremo bien adornado, con muchas luces hermosas, de alta categoría, donde se esta llevando a cabo la celebración observa a una hermosa joven, de piel blanca, cabellera amarilla y ojos azules, desde ese momento no le puede quitar los ojos de encima, lo cautivó en un solo segundo, desde el instante en que posó sus ojos sobre ella.
Inmediatamente envía a sus colaboradores a averiguar absolutamente todo sobre esta chica, en seguida se da cuenta que tiene novio, no le hace mucha gracia haber descubierto ese detalle, pero la noche sigue corriendo, la fiesta avanza y hay que disfrutar.
Respetuosamente se acerca a la joven y a su novio y les pide permiso para que ella baile una pieza con el, el novio acepta a regañadientes, pero la joven en seguida acepta bailar con el, al momento de ver a Mario se siente profundamente atraída, es un hombre con un sex appeal que atrae a las mujeres al instante, lleno de músculos pronunciados y una piel canela que es tremendamente sexy, con una barbilla pronunciada y una barba corta que lo hace atraer a las mujeres de manera muy sencilla.
Es así como durante el baile y aprovechando que están en una parte alejada de la pista Mario le pregunta está joven su nombre la joven le responde que su nombre es Nadia el nota que tiene un cierto acento, le pregunta de dónde es ella pero está se niega decirle, en cambio siguen bailando.
Respetuosamente a los pocos minutos Mario Cussano le dice que debe retirarse, pues tiene asuntos importantes los cuales debe atender personalmente le agradece de corazón haber compartido con él esa pieza, ha sido un encanto. Le expresa.
La joven ha quedado cautivada por aquel hombre extraño; un hombre muy atractivo de apariencia fuerte y viril; todo un macho, pero no hace más que quedar intrigada ya que, con el mismo misterio con el que ha llegado se había ido. -Quizás se molestó por no decirle de dónde era? o quizás ciertamente está ocupado y debía marcharse? Preguntó Nadia para sí misma. Siendo que quizá estas preguntas quedarán para siempre como incógnitas.
La fiesta se acerca a su fin, Nadia junto a su amiga y su novio Mateo prosiguen a retirarse, pero antes de hacerlo Nadia decide que va a ir al baño, el baño se encuentra un poco alejado de donde está toda la gente por un camino flanqueado por altos arbustos frutales, el camino hacia el baño está muy oscuro mientras camina nadie siente que alguien así de asustada voltea hacia atrás no vea nadie apura el paso y en cuanto voltea hacia delante una sombra Misteriosa le pone un trapo que la hace dormir profundamente.
Ya han pasado veinte minutos desde que Nadia se fue al baño y no ha regresado, -Donde se habrá metido Nadia? Debería buscarla? Preguntó Mateo; en compañía de la amiga de ella se preocupan y salen caminando hacia el baño a buscarla, de inmediato sobre el piso ven que la cartera de ésta ya sé ahí tirada; es ahí cuando las alarmas se encienden corren inmediatamente directo hacia el baño con la esperanza aún de que ella estuviera allí pero al llegar estos se dan cuenta que no está.
Tanto Mateo como la amiga de Nadia regresan rápidamente a la fiesta a dar la voz de alarma, todo el mundo rápidamente se activa a buscarla por toda la granja, alguien llama a una ambulancia y a la policía para dar el parte; pero por más que buscan en todo el terreno de la granja absolutamente nadie logra encontrar a ésta joven desaparecida pasa la noche y no hay noticias de ella.
Dos días luego de la desaparición de Nadia, su novio Mateo y su amiga continúan buscándola, al finalizar el día y sin tener noticias aún, vuelven a llamar a la policía; luego de esto la amiga de Nadia debe regresar a su país puesto que su visa está por expirar. Mateo ha quedado solo en su búsqueda.
CAPITULO II
Nadia Acaba de despertar en una casa totalmente extraña, está encerrada en la sala, al parecer es una mansión ya que se encuentra en una sala muy grande y muy hermosa muy ornamentadas con adornos de lujo, todo al parecer es caro; Nadia desorientada camina hacia un lado y hacia el otro pero todas las puertas que encuentran se encuentran cerradas.
Sola durante horas desde que despertó, Nadia se encuentra en estado de desesperación, no haya un sitio por dónde salir, una casa que aunque es enorme y tiene muchas puertas y ventanas, Nadia no encuentra ninguna abertura, pues todas han sido bloqueadas.
En este instante aparecen dos hombres intentando abrir una puerta, al ingresar se da cuenta de inmediato que uno de ellos es Mario Cussano, aquel hombre extraño que había conocido en esa fiesta, acompañado de otro hombre a quién no conoce.
Inmediatamente Mario procede a pedirle perdón, le explica que desde el momento en que la vió se enamoró perdidamente de ella, nunca había sentido eso que sintió por ella con ninguna otra mujer, dándose cuenta en ese instante que era la mujer de su vida y que no podía dejarla escapar bajo ninguna circunstancia; debido a eso tuvo que tomar está fatídica y trágica decisión de llevársela por la fuerza, con la confianza de que al despertar, ella entendería el por qué de sus razones y por qué se la había llevado sin decirle nada y sin pedirle permiso hacia su casa.
Nadia enseguida golpea a Mario, le abofetea y enseguida este la abraza fuertemente, y debe alejarla de él puesto esta sigue forcejeando, corre hacia la puerta por donde habían entrado estos hombres pero en seguida el hombre que acompañaba a Mario se le pone en medio y le bloquea el paso, en seguida Nadia grita fuertemente pidiendo ayuda y golpeando a este hombre, el hombre la sujeta fuertemente impidiéndole sus movimientos.
Mario insiste que se detenga, que no golpeé a su empleado puesto que él es un hombre que respeta a las mujeres y no quiere causarle ningún daño le dice también que no haga pedidos de auxilio pues está en una casa en donde no será escuchada es inútil que insista con ellos y le pide que por favor se calme que ninguno de los dos está allí para hacerle daño.
De nuevo, Nadia prosigue a golpear a los dos hombres, está desesperada por pedir ayuda y salir de allí; los golpea una y otra vez, ellos la detienen la abrazan, la abalanzan hacia el mueble y le impiden que siga golpeándolos pero ella no se rinde, se repite la escena una y otra vez ella se defiende y ellos la retienen.
Cansada de tanto luchar, Nadia les pregunta que por qué la retienen? Por qué está ella alli? quiénes son ellos? y que hizo ella para estar allí, pero en cuanto realiza la pregunta se da cuenta que los dos hombres se han alejado de la puerta y que está permanece abierta, por lo que rápidamente corre hacia esta tratando de escapar y logra salir de la sala y atraviesa un vestíbulo largo en el cual llega a la salida de la casa al parecer salió por la parte de atrás corre sin parar corre sin detenerse sin mirar atrás pero enseguida ve que hay dos hombres en frente de ella te reteniendo en el paso.
En ese mismo instante desde atrás llegar a los hombres con los que estaba en la sala le ponen otro trapo con el que se duerme plácidamente y allí acaba la noche.
A la mañana siguiente Nadia despierta, a esta vez en una habitación y con ropa nueva; una habitación muy cómoda, una cama muy amplia con todos los servicios, encuentra el desayuno a su lado y una mucama quién le dice sorpresivamente que está allí para ayudarla en todos sus deseos, el Amo pidió que la atendieran como quisiera hasta que él volviera.
Nadia le pide a esta Misteriosa mujer que por favor le diga quiénes son sus captores que hace ella y que le permita un teléfono para hablar con su familia pues tiene mucho miedo, la mujer sin darle mayores explicaciones le dice que no puede hablar con ella sobre esos temas y proceder retirarse.
Al quedar sola Nadia revisa todos los teléfonos para tratar de hacer una llamada pero ninguno tiene tono; todas las ventanas y las puertas para salir del cuarto están cerradas, se encuentra sola en ese cuarto triste. Se pone a llorar está desesperada, no encuentra a quién ni cómo pedir ayuda, sabe que deberá aguantar por lo menos hasta que llegue el misterioso hombre que la tiene allí para suplicarle que la deje salir.
Al cabo de varias horas se abre la puerta y resulta ser Mario Cussano el hombre Intenta hablar de nuevo con Nadia y esta le pide que por favor la deje irse que ella no ha hecho nada malo. Mario le pide que por favor se calme que desea hablar con ella tranquilamente pero que para eso necesita que ella esté calmada pues tiene que entender el porqué de ella está ahí si no permite que el hable nunca sabrá que hace.
Nadia le responde calmada que le permitirá hablar, que le permitirá que explique la razón por la que ella está allí.
El procede a decirle que se encuentra allí porque como previamente ya le había dicho, él se enamoró perdidamente de ella; nunca había sentido por una mujer lo que estaba sintiendo por ella le pide que por favor se calme y escucha atenta a sus palabras.
No pretendo hacerte daño, te traje aquí por la fuerza porque fue la única forma que encontré para no perderte sabía que pronto te irías del país y no dudé en accionar, te propongo que me des ciento ochenta días. En ciento ochenta días yo te conquistaré, yo haré que tú me ames, que tú me desees, que tú anheles estar conmigo, que no quieras estar con nadie más ni vivir en ningún lado sino aquí junto a mí. En esos ciento ochenta días, yo te convertiré en la reina del mundo, tú desearás ser mi esposa desearás hacerme el amor día y noche. Explicó Mario.
Estás loco yo no puedo ni voy a pasar ciento ochenta días aquí contigo, no tengo por qué darte ningún plazo, tú eres simplemente un extraño que decidió secuestrarme en una fiesta te exijo que me deje salir de aquí me dejes ir a casa o voy a llamar a la policía. Le replicó Nadia.
Mario le responde que no tiene cómo llamar a la policía, que se encuentra en una casa de seguridad aislada qué es de él; le dice que él es un jefe de la mafia de la región de Toscana, pero que no debe temerle, pues él no le hará daño pero tiene las conexiones y el poder suficiente para hacer que ella pase el tiempo que el desee, así que no le queda más remedio que darle el plazo que el exige para lograr conquistarla pues de lo contrario no podrá salir.
En respuesta a esto Nadia le tira la comida encima le vierte el jugo y una sopa en la cara hace que él se moleste y tiré todo el resto de la comida desde la cama hacia el piso del cuarto y enseguida sale enojado.
Una vez fuera de la habitación le pide a la mucama que vaya adentro y limpie, que trate de calmar a esa mujer que está desquiciada que una vez haya limpiado espere unas pocas horas y le vuelva de nuevo a llevar comida agua y otras bebidas, al día siguiente Nadia pasa el día entero sola encerrada en la habitación. Mario no aparece pero las mucamas si le llevan comida la han atendido y pasan por su habitación para hacerle compañía, todo el día Nadia ha estado sola pensando y reflexionando, buscando las formas aún de escapar esperanzada en poder lograrlo, preocupada porque no sabe sobre sus amigos en su familia sabe que ellos están preocupados por ella y quisieras tener la forma de decirles que está bien.
Ya al finalizar el día, Mario Cussano pasa de nuevo por la habitación, vuelve a insistirle a Nadia que le dé el plazo que le pidió para conquistarla, hacerla su mujer y convertirla en la reina del mundo, Nadia está bastante más calmada pero igual insiste en que no tiene por qué darle ningún plazo para nada y que la deje salir le pide un teléfono para llamar a su familia y decirle que está bien. Éste se niega a dárselo.
Nuevamente a raíz de esto nadie le lanza el té, la sopa y el agua en la cabeza a Mario, pero ésta vez el nota que ella se ríe, nota que le causó gracia hacerlo por lo que a propósito vuelve a lanzar todo al piso y sale supuestamente molesto del cuarto, al cerrar la puerta se ríe para sí mismo y le ordena de nuevo la mucama que entre al cuarto, limpie, todo espere unos minutos y le vuelva a llevar la cena a esa mujer desquiciada.
La mucama obedece a su jefe, procede entonces a limpiar el cuarto y a dejar todo ordenado; cómo le ordenaron habla un poco con Nadia, trata de calmarla le explica que el señor Mario es un hombre difícil, pero que es un hombre bueno, que no está allí para hacerle daño que le dé una oportunidad y verás que es un gran hombre que por favor se calme ella no está en peligro solo debe obedecer las órdenes del señor Mario.
Al día siguiente se repite el mismo proceso, en todo el día Mario no aparece por la habitación, pero al final del día vuelve acercarse a buscar a Nadia, ésta lo evita pero sin saberlo y sin ella misma darse cuenta se está sintiendo atraída a él, está sintiendo cada vez más como este hombre le cae mejor y quizás está aprendiendo a sentir simpatía por él.
Él le ofrece algo inédito le pide que salgan a cenar, él está dispuesto a llevarla a un restaurante elegante para que tenga un día distinto, para que se relaje.
Sorprendentemente para Mario, Nadia acepta ir con él; este le dice que revise su clóset, allí un vestido que el le dejó.
Al abrir el clóset ve que el vestido que se encuentra allí dentro es un vestido de lentejuelas corto y muy hermoso, tal y como es su estilo, no sabe como Mario pudo haberlo adivinado o sabido pero sin dudarlo le pide que se volteé se coloca el vestido y los tacones, rápidamente se viste y procede a maquillarse; en un segundo está lista.
En ese instante ambos salen elegantemente vestidos, se dirigen sin ella saberlo a uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, pues Mario acostumbra a ir solamente a los mejores sitios, a los más exclusivos a los más caros y elegantes.
Salen de la casa en una limusina muy lujosa, Nadia se da cuenta que toda el tiempo este hombre está rodeado de lujos, excentricidades todo lo que el dinero puede permitirse y pagar; así que poco a poco, gracias a esto comienza a sentirse más cómoda y más a gusto. En el camino Nadia se da cuenta que está en una ciudad la cual no conoce, enseguida pregunta dónde están pero por ahora Mario le dice que no le dirá, tanto por su seguridad como la de él.
Pero sigue así su camino hacia el restaurante Mario no deja de observar la belleza de esta mujer que lo tiene cautivado desde el día en que la conoció, y ella de a poco se ha ido fijando más en él, que es un hombre atractivo del cual podría llegar a gustar, pero no deja de pensar también en la forma en que él se la llevó sin pedir permiso y sin preguntar si ella estaba de acuerdo con esto.
Finalmente llegan al restaurante donde reciben a Mario como un rey todos en el restaurante estaban agrupados en la puerta esperándolo para recibirlo estaciona su limusina y proceden entrar en seguida nadie se da cuenta que el restaurante está cerrado solo para que ellos disfruten del sitio.
En este restaurante tuvieron una velada mágica Nadia no dejó de fijarse en toda la noche en este hombre misterioso y atractivo que la estaba reteniendo y Mario se atrevió por primera vez a robarle un beso a algo a lo que ella no se resistió ni se negó pues como él se había dado cuenta ya ella estaba sintiendo cosas por él, ambos siguieron Cenando y bebiendo vino entre tragos y tragos salieron las risas salieron las anécdotas y ambos dos empezaron a hablar de la vida de ellos.
Llegó el momento en que se retirarían del restaurante la limusina de Mario nuevamente los recoge a la salida y los lleva hacia la casa, aquí Mario acompaña a Nadia a su cuarto, en la puerta le pide que lo deje pasar que lo deje pasar la noche con ella ella inmediatamente se niega y le cierra la puerta en la cara, él decepcionado se da la vuelta en cuánto da el tercer paso se abre la puerta y nadie lo llama solo con la ropa interior puesta.
Este se regresa y pasa al cuarto, allí fluye un encuentro lleno de pasión y lleno de locura, empiezan las caricias empiezan, los besos por todo el cuerpo los dos nuevos amantes se compenetran de una forma única, como si se amaran desde siempre, hacen el amor con tanta pasión que las chispas salen de sus cuerpos, se han unido los dos en un idílico y adictivo encuentro del que no podrán escapar desde esta noche la vida de ambos cambiará drásticamente.
Al terminar el acto Nadia se duerme, Mario la observa felizmente, cómo duerme plácida y cómodamente, le da un beso en su frente y se retira de su cuarto.
Capítulo III
A la mañana siguiente a primera hora es Mario quién lleva el desayuno a la habitación, saluda a Nadia ya con un beso y le da su desayuno en la boca, mientras está come él le vuelve a pedir que le dé ese plazo de ciento ochenta días, le promete que solo estará ese tiempo si decide no estar con él, pero que sí decidiera por el contrario hacer una vida con él sería la reina del mundo, tendría cosas que nunca antes había tenido tendría su lado a un hombre que la amarilla y la respetaría por encima de todo y de todos un hombre que daría su vida por ella un hombre que la llevara a las estrellas sí ella lo pide.
Esta vez Nadia, más calmada y recordando lo que había ocurrido la noche anterior, por ende se siente apenada con ella misma por haber hecho el amor con un desconocido que Inclusive la tiene retenida contra su voluntad y con el mismo también; decide aceptar su propuesta, ésta vez con un tono de juego pero también seria, Nadia le dice que acepta que le dará ese plazo de ciento ochenta días pero con dos condiciones; la primera que al finalizar el plazo le cumpla y la deje ir y la segunda que en este instante le deje Llamar a su familia pues deben estar preocupados ya que tienen mucho tiempo sin saber de ella.
Inmediatamente éste acepta, pero le dice que no intente ningún truco pues de lo contrario se arrepentirá y perderá la confianza que acaba de ganar con él, acto seguido saca su teléfono y se lo entregas a Nadia, quién en ese instante llama a su familia y tal como acordaron les dice que está bien que está con vida, está tranquila pero no puede decirles por ahora dónde se encuentra.
Ambos se ponen de acuerdo e inician así poco a poco una relación sentimental que cambiara el curso de sus vidas, poco a poco se van conociendo y compenetrando entre los dos, poco a poco van tomándose más confianza mutua. Pero Nadia aún mantiene su desconfianza ante este extraño, aunque poco a poco se ha ido acostumbrando a él acoplándose y extrañando su compañía, sabe qué es un completo extraño y sabe que al principio llegó allí en contra de su voluntad.
Mario es un hombre muy romántico quién poco a poco hace esfuerzos, hace lo posible y lo imposible por ganarse su corazón día con día, le envía regalos, relojes caros, joyas, vestidos de lujo, zapatos caros, comida exquisita la saca en poco tiempo a visitar todos los lugares de Italia, en la costa sur con un restaurante exclusivo compartiendo botellas de vino los dos solos hablan de sus vidas, Nadia por fin le dice a Mario de dónde es, es de Polonia, este le dice que su belleza exuberante tiene un excelente sitio de dónde venía que su país es hermoso y que desde ya lo ama tanto como a ella por haberla parido.
Nuevamente la cena termina en lo que terminan todas las cenas entre estos dos nuevos amantes, en una noche de locura pasión y salvaje desenfreno sexual, un desenfreno que los lleva a los dos a emitir llamas de calor y de alta intensidad, pues la pasión con la que hacen el amor es única de los más desquiciados amantes; a Nadia le encanta que le hagan muchas cosas sexuales, en lo cual Mario la complace cada vez que ella quiere, las caricias no descansan, las lenguas por todo sus cuerpos pasan por aquí y pasan por las partes más oscuras y más retiradas del cuerpo de cada uno.
Luego de la noche de pasión los dos amantes se quedan dormidos uno al lado del otro, abrazados y compenetrados cada vez más las alegrías, aparecen poco a poco, los paseos, los viajes a otros puntos del mundo, Mario complace a su nueva amada tanto y en lo que ella desea, vive sorprendiéndola, es un hombre lleno de detalles siempre se mantiene regalándole rosas, regalándole ropas caras, joyas caras y todos los detalles con los que puede enamorar a una mujer; una mujer que siente que el destino le envío pues le revela en una de las cenas que hacía años él había soñado con una mujer, en ese sueño vió perfectamente su cara y ÉSA fue la razón principal por la que aquella noche él decidió actuar como actuó, decidió tomar las riendas y no perderla de vista nunca más, pues en su sueño él la perdía y nunca la recuperaba, así que eso no le iba a pasar en la realidad. Decidió tomar la delantera y en con tomar a su mujer así fuese por la fuerza ya después intentaría enamorarla como se encuentra haciendo actualmente.
Ante está revelación Nadia quedó atónita, pero cada vez que Mario le habla con esa voz sensual y seductora ella cae rendida a su pies, sin ella decirle o revelarle, poco a poco se va enamorando cada vez más de este hombre tan seductor y lleno de detalles; con esa barba que la trae y la excita logra conquistar sus más bajos sentimientos.
Estos amantes pasan los próximos días encerrados en la mansión de lujo de Mario haciendo el amor; hacen el amor en la cocina, hacen el amor en la sala, sobre los muebles, sobre cada estatua, sobre cada poltrona, encima de cada silla; utilizan cada cuarto de la mansión para dejar allí sus fluidos amorosos, fluidos llenos de pasión, desenfreno y locura que desde ya caracteriza la relación de estos dos locos.
En cada oportunidad que Mario tiene para escapar de sus negocios y llevar a su amada de viaje lo hace sin dudarlo, cada oportunidad que tiene para hacerle el amor inclusive en los baños de las reuniones con sus asociados, no desaprovecha la oportunidad, siempre buscan oportunidad de tocar su cuerpo, inclusive cuando están reunidos cenando, por debajo de la mesa Mario sube su pierna y Nadia sube la de ella y llega a sus partes íntimas, allí empieza un juego de toqueteos entre ambos, un juego que siempre tiene el mismo final. Ellos dos haciendo el amor en cualquier sitio que se encuentran, en cualquier baño o detrás de cualquier cortina, cualquier puerta que se encuentran le sirve de tapadera para explotar su pasión.
Así pasan los días estos dos amantes siempre encuentran un lugar y un momento para hacer el amor es su actividad preferida en las tardes de piscina que suelen pasar juntos terminan haciendo el amor siempre debajo del agua bronceándose nadie y Mario pasándole el bronceador por todo su cuerpo siempre el desenlace es el mismo hacen el amor empapados en crema empapados en sol, empapados en el fuego que los caracteriza.
Capítulo IV
Nuevamente Nadia le pide a Mario que le permita comunicarse con su familia, este de nuevo accede pero igualmente la vigila, ella llama esta vez a su hermano, a quién le repite que está bien que está en un buen lugar que aunque aún no puede decirle dónde se encuentra le garantiza que se encuentra bien, que se encuentra tranquila, que se encuentra feliz que está de vacaciones con unas amigas pero aún no puede decirle dónde está; están seguras la están pasando bien están viajando por el mundo juntas y todo ha salido perfectamente, esta vez le dice a su hermano, para preparar un poco el terreno que ha conocido a un hombre ha conocido un hombre cautivador con el que ha estado saliendo y del que está profundamente enamorada.
Es un hombre cautivador que la trata muy bien, con el que ella está muy feliz, tiene poco tiempo saliendo con él pero en ese tiempo se han llegado a compenetrar como con ninguna otra persona, mientras está realizando la llamada Mario empieza a tocar sus piernas y sus partes íntimas, despertando así un sentimiento de excitación en ella por el cual decide que es tiempo de cortar la llamada pues está llegando a su clímax, este hombre es capaz de producirle orgasmos a su cuerpo solo con tocarla. Es capaz de elevar las más bajas pasiones de esta dulce joven, es capaz de hacerla ver estrellas mientras ella está concentrada leyendo un libro, es capaz de elevar fuego y su cuerpo a puntos en los que nunca había estado.
Por primera vez Mario decide llevar a una reunión de trabajo a su amada, le dice que trate de no hablar, pues los hombres con los que se reunirá hoy son un poco peligrosos y no quiere que tengan absolutamente ninguna información sobre ella. Nadia trata de preguntarle a Mario a qué se dedica pero este enseguida le dice que no le dará explicaciones nunca sobre su trabajo que el trabajo de ella es amarlo y el de él amarla a ella, pero que explicaciones nunca le dará.
Así el busca marcarle de una vez los límites, pues en su mente cree que así la protege a ella y la mantendrá alejada de ese mundo nefasto en el que él se encuentra, un mundo peligroso que no quiere bajo ninguna circunstancia que toque o ponga en peligro la vida de su amada. La reunión se desenvuelve normalmente, Mario cierra algunos negocios y Nadia ve a los socios de su amante, son hombres todos misteriosos no entiende ella aun a qué se dedican, pero entiende así que es mejor no preguntar, decide que es mejor quedarse con la respuesta que su amante le dio.
Al finalizar la reunión deciden regresar a casa ésta vez no ocurre el desenlace de siempre de llegar y hacer el amor como locos puesto que Mario tiene un fuerte dolor de cabeza decide que va recostarse para descansar.
Al día siguiente muy temprano mientras toman el desayuno;
-Por favor vístete mi corazón, trae poca ropa y vestidos de playa. Exclamó Mario. Sin decir hacia dónde se dirigían.
-Deberías decirme hacia donde vamos, y preguntarme si quisiera ir. Reclamó Nadia.
-Es una sorpresa de la que no te arrepentirás, el lugar al que te llevaré está cerca del cielo. Respondió sonriente Mario.
-Si de verdad me llevas cerca del cielo si iré entonces, espera un momento mientras busco la ropa. Respondió emocionada Nadia.
Solamente cuando está en el avión le dice hacia dónde se dirigen. van a terminar el día en las hermosas Islas griegas, la hará pasar un fin de semana inolvidable le promete.
Al aterrizar en las islas Griegas, Nadia no puede creer la belleza de paisajes que sus ojos están viendo.
-Esto es simplemente hermoso! Exclamó emocionada.
-Es uno de los sitios mas hermosos del mundo, pero aún así palidece ante tu belleza, no puede superarla. Le dijo un poco en silencio Mario.
-Siempre consigues sacarme una sonrisa, aunque no te lo merezcas, te esfuerzas mucho en lograrlo. Responde entre risas Nadia.
-Poco a poco lograré sacar todo ese amor que llevas por dentro y lo tomaré todo para mi; pero por ahora solo voy a sacarte el vestido y tu ropa interior para hacerte el amor. Exclamó muy apasionadamente Mario.
-Entre risas Nadia le responde, no te atreverás alli cerca están el capitán y la azafata, podrían oírnos.
-Ese no es ningún problema, ya les voy a pedir que se queden en la cabina y no vengan sin que yo se los pida. Respondió Mario
-Señores, por favor no vengan para acá hasta que yo no los llame, estaremos ocupados. Gritó Mario.
-Entendido señor, disfrute su viaje. Respondió el piloto.
-Ves como no era ningún problema? Ahora podemos estar tranquilos y tener esta parte del avión para nosotros solos. Exclamó Mario.
-Eres capaz de todo definitivamente solo por hacer el amor! No dejas de sorprenderme, eres un animal. Respondió entre risas Nadia.
-Haré lo que sea siempre por conquistarte, por deslumbrarte, por mostrarte todo lo que me encantas y que eres el amor de mi vida, por demostrarte que estoy enamorado de ti como nunca lo había estado en mi vida. Respondió apasionadamente Mario.
-Aún no creo que me ames ni quieras enamorarme, pues alguien que quiere eso no secuestra a otra persona y la obliga a la fuerza a quedarse con el. Respondió Nadia.
-Eso sabes que tuve que hacerlo, fue una acción desesperada, no vi otra manera de poder evitar que te fueras de mi lado y nunca mas volver a verte, en ese momento fue todo lo que pensé y lo ejecuté. Respondió Mario.
-Eso no es excusa, debiste haberlo pensado mejor y no traerme así, ahora me tienes aquí incomunicada, no he podido volver a hablar con mi familia ni mis amigos, nadie sabe donde estoy, ni yo misma lo se. Me tienes aquí en contra de mi voluntad. Respondió Nadia.
-De verdad estas en contra de tu voluntad? Procede de una vez a quitarte el vestido. Le respondió Mario.
Lentamente éste se abalanza encima de ella quitándole el vestido a aquella mujer que él sabía estaba extasiada por él, tanto como él lo estaba por ella, rápidamente ambos se fundieron en una llama de pasión y tomaron todo aquel avión, los gritos de pasión se oían por todos lados, el capitán y la azafata ya sabían en que estaba su jefe, dentro del camarote la pasión explotaba en todos lados, Mario y Nadia nadaban en ríos de pasión desenfrenada, todos los asientos sostuvieron sus cuerpos, el piso del avión fue testigo de sus caricias y pasión desenfrenados.
Al cabo de varios minutos ya estaban exhaustos ambos y descansando, y recibieron el llamado del capitán, podían asomarse a través de las ventanas para que observaran las bellezas naturales de este paradisíaco destino pues estaban ya descendiendo.
Inmediatamente ambos amantes se colocaron rápidamente la ropa, se acomodaron un poco, abrieron la puerta del camarote y procedieron a asomarse por las ventanas para ver aquello que el capitán les había dicho.
las rocas extremadamente blancas y la arena, hacen contraste con el azul híper claro de las aguas cristalinas que rodean la costa, es un paisaje idílico que empieza a elevar la pasión en estos dos amantes, quienes no pueden aguantar las ganas que desbordan sus cuerpos, las ganas de hacer el amor y compenetrarse juntos.
Así nuevamente estos dos amantes se tocaban sus cuerpos, la pasión desbordada entre ellos... no podían aguantar aquellas ganas que habían surgido pues todo aquel paisaje tan maravilloso los había excitado de nuevo, eran unas máquinas de hacer el amor, las ganas nunca paraban, sus cuerpos los llamaban el uno al otro, no debían ni querían separarse, sentían una atracción hacia ellos mismos que podía más, que era más fuerte y que no permitía que se separaran ni un momento. Seguían acariciándose y tocándose a medida que el avión descendía para ellos el peligro de que quizá los vieran era la parte aún más excitante de todo aquello.
De pronto, reciben un llamado del capitán que les Informa que ya están a punto de aterrizar por lo que deben interrumpir aquello que nuevamente iba a comenzar, pero alegres también, puesto que ya se iban a bajar en uno de los paisajes más paradisíacos e idílicos de todo el mundo, un regalo que había hecho con mucho cariño Mario para Nadia y que esperaba que lo ayudara a que ésta se acercara a él, aunque fuese un poco más, para demostrarle todo lo que él sentía por ella y dejara de sentirse mal por la forma en que la llevó a sus brazos, era un viaje para que ella olvidará quizás toda esa mala experiencia y empezar a centrarse en una nueva vida que la esperaba junto a él, pues él quería todo con ella quería que fuese la mujer de su vida la madre de sus hijos y quién conviviera con el día a día quién lo aconsejara quién despertara a su lado y sobre todo quién lo amara por el resto de vida de ambos.
Por supuesto Mario no lo sabía, pues Nadia no se lo había dicho ni se lo diría por ahora, pero ella estaba poco a poco enamorándose más de él; este hombre extraño, apasionado, sensual y amoroso estaba ganando así de poquito a
poquito el amor de está joven por acá que estaba tan lejos de su hogar y sola.
Quizás es esto lo que la está empujando a él; no lo sabe ella misma, pero debe tomar toda oportunidad que pueda y acercarse cada vez más a su corazón para hacer que Nadia lo ame como a nadie en el mundo, para hacer que solo piensa en el que solo deseo estar con él y que solo vea por el, Mario siente un amor indescriptible por esta mujer que lo cautivó, una mujer que él sabe qué el destino le preparó para él, pues desde que la vió en aquel sueño y luego en aquella fiesta sabe que la vida se la ha puesto enfrente de sí para que esté junto a ella para siempre.
También para él hacerla feliz y hacerla conocer los lugares y los caminos más exóticos y apasionados que él pueda mostrarle, para hacerla sentir una mujer verdaderamente amada y que siempre estará en su corazón. Pero no sabe cómo hacer que su amada se mantenga alejada de su oficio, pues sabe qué es uno muy peligroso y en el que no quiere que ella este involucrada.
Al bajarse del avión los recibió una pequeña comitiva que trabajaba para Mario, estaban esperándolos en el aeropuerto para recibirlos con todas las comodidades y llevarlos a su hotel, qué más que un hotel era una lujosa villa que Mario había alquilado durante una semana solamente para ellos y las personas que los iban a estar sirviendo durante su estadía, inmediatamente los montaron en una limusina y se los llevaron a aquellas villas, al llegar Nadia se dio cuenta que era un complejo extremadamente de lujo, uno en el que nunca había estado y en el que nunca había imaginado que algún día estaría, todas las paredes estaban ornamentadas eran de un blanco característico de esas islas, todo era hermoso los jardines muy verdes y bien cuidados; era un lugar de ensueño al que nunca pensó que llegaría.
Inmediata y espontáneamente abrazo a Mario, se sentía a gusto en aquel lugar con aquel hombre que le podía dar todos aquellos lujos, pero que además era extremadamente apasionado y amoroso, por el cual estaba empezando ya a sentir cosas que hacía pocos días no sentía aquel odio se estaba transformando en fascinación en cariño y quizás en idolatría por aquel hombre tan misterioso como hermoso tan apasionado como oscuro.
Al bajarse en las villas los atendieron como reyes, les recibieron sus ropas, sus maletas; les dieron un tour por el lugar y los llevaron al que sería su cuarto personal, un solo cuarto para ambos, pues fue la petición de Mario, aunque Nadia al principio no estaba de acuerdo, rápidamente se dio cuenta de que sería lo mejor pues así compartiría los mejores momentos con su amado.
Inmediatamente quedaron solos, procedieron a desbordar aquella pasión que les había sido interrumpida en el avión, saltaron sobre la cama e hicieron lo que tenían que hacer; el amor y la lujuria surgieron, los tomaron prisioneros no podían escapar de esa atracción que sentían el uno por el otro o natación en los tenía presos que estaban consumidos por ella y de la cual no podrían escapar.
Ambos amantes estaban consumidos por una pasión desbordante que no habían sentido nunca en ellos por ninguna otra persona y que entre ellos era aún mas extraña, pues Nadia todavía sentía que odiaba a Mario por la forma en que se la había llevado, pero también sabía que este hombre misterioso ya se estaba ganando su corazón; su cuerpo ya era de él puesto que cada vez que lo quería lo tenía, ya que las ganas eran en él tan fuertes como en ella.
Ella tampoco podía escapar de aquella lujuria y pasión desenfrenada que provocaba este hombre en ella, siempre caía rendida a sus pies y siempre que se haga ella aún más estar junto a él en sus brazos.
-Siempre hacer el amor contigo es tan apasionante como vivir en un sueño, es la única parte buena que tienes. Exclamó Nadia en forma de broma.
-Siempre hacer el amor contigo es lo mejor que puede pasarme en la vida, por eso quiero hacerlo todo el día y todos los días contigo. Respondió Mario.
-Que osado, seguro que aguantarías hacerlo todo el día? Pregunto de manera pícara Nadia.
-Todo el día y mas, si quieres averiguarlo estoy muy dispuesto a demostrártelo. Respondió inmediatamente Mario.
-Como me lo demostrarás? Estoy ansiosa por saberlo. Respondió Nadia.
Inmediatamente y aún sin ropa ninguno de los dos, Mario se abalanzó sobre Nadia, ambos, volvieron a fundirse en su deseo incontrolable e hicieron el amor nuevamente como si nunca lo hubiesen hecho, estaban hechos el uno para el otro aunque quizás no lo supieran, ambos tenían la misma llama por dentro, y uno se la hacía crecer al otro, eran como una pareja de imanes que se atraían mutuamente cada vez que estaban cerca el uno del otro; era imposible no sentirse atraídos, eran muy sensuales y candentes los dos, siempre se tiraban miradas y gestos que incitaban al otro a abalanzarse encima del otro para tomar posesión de sus cuerpos mutuamente.
Al terminar su idílica tarde de pasión, ambos se dispusieron a vestirse y salir a conocer la paradisíaca isla en la que se encontraban, el chofer los dejó en una parte muy céntrica, de manera que ellos salieron a explorar la isla caminando, agarrados de la mano; ambos pasearon y pasearon conocieron las partes más alejadas de la isla, conocieron el centro de la misma dónde estaban todos los restaurantes.
Allí ambos tomaron varios tragos para amenizar la tarde y para entrar en calor, unos tragos que les recordaban a ambos, viejos tiempos individuales en sus vidas y qué servían para abrir la mente pues estaban comenzando lo que Mario sabía y estaba seguro que era una nueva y bella relación.
La estaban pasando muy bien ambos, tanto Mario como Nadia se sorprendían, pues los dos estaban extrañados que estuvieran disfrutando tanto juntos sí hasta hace poco Nadia no soportaba a Mario, hasta hace poco Mario todavía se encontraba luchando para que ella le diera una oportunidad o siquiera le regalara una sonrisa, hasta hace poco Nadia no quería ni podía siquiera ver a Mario, la rabia que le tenía era muy grande.
Pero todo eso estaba quedando atrás, todo eso se derrumbaba poco a poco y entre ambos empezaba a surgir una relación muy bonita que cultivaban siempre, desde ahora entre los dos estaban poco a poco comenzando a disfrutar de lo que podría convertirse en una vida juntos, una vida que llegaría que tendría mucha sorpresa mucha acción que sería de todo menos aburrida.
La tarde avanzaba y no dejaban estos dos tórtolos de maravillarse y sorprenderse pues todo aquel paisaje era de ensueño, era como de una película, era algo impresionante todas esas calles empedradas todas las edificaciones con sus paredes blancas brillantes hacían que todo esto fuese más qué hermoso, fuese maravilloso, fuese alucinante como si estuviese sacado de otro mundo o de una película.
Estaban definitivamente en una tierra que era maravillosa, una tierra que era un paraíso entero Nadia solo se sentía feliz ya que Mario decidió traerla a este sitio, un sitio para ella hermoso un sitio que nunca había visto antes y que estaba alegre de poder conocer aunque fuese con este hombre misterioso que la tenía allí en contra de su voluntad, pero que poco a poco ella misma había ido enamorándose de este hombre que apenas conocía pero que estaba sabiendo cómo ganarse su corazón con cada acción que hacía ganaba un punto más con ella, con cada acción que realizaba siempre atenuada ganaba acercarse a ella un poco más cada vez.
Era como si este extraño hombre la conociera a ella ya de algún sitio, pues parecía saber todos los gustos que ella tenía, siempre que tenía alguna idea para hacerle algún regalo daba en el clavo, siempre ella quedaba encantada y maravillada pues era como si el supiese exactamente lo que ella quería y cuando ella la quería, era un misterio total este hombre pero no le quedaba otra opción más que disfrutar pasarla bien y gozar todo lo que le estaba ocurriendo.
Así entonces ambos dos siguieron caminando aquella Isla hermosa, al caer la tarde estaba por ocultarse el sol se aproximaron hacia una de las playas una playa demás de hermosa y paradisíaca rodeada por acantilados de piedra blanca, pequeños riscos formados de esta piedra y acompañados de un agua azul cristalina que palidecía con las aguas del cielo mismo; era como si estuviesen en el propio paraíso un paraíso además que estabas para ellos dos solos inmediatamente la pasión se le subió ambos amantes decidieron ocultarse en una de estas cuevas naturales formadas por las rocas e hicieron el amor como siempre lo hacían con una pasión y una locura que los caracterizaba dejándose llevar por el amor y la lujuria que ambos llevaban dentro fusionándose los dos en sí mismos acariciándose como si no hubiese un mañana y no dejando lugar a una separación de ambos.
Así calentaron inclusive a las rocas casi llegaron al punto de derretirlas, la pasión que se sentía entre estos dos extraños era tan grande que palidecía con la temperatura del sol cuando se fundían ambos en aquella pasión no había nada ni nadie que lograra separarlos, siempre palidecía todo su entorno ante ellos, eran dos amantes que el destino había juntado cuando el destino quiere que estén juntos siempre permanecerían de esa manera siempre deberían luchar por mantener su relación, ya que ésta estaba destinada a ocurrir, siempre habían estado destinados a conocerse y a estar juntos, era por eso que Mario había soñado en aquel momento con Nadia, aún siquiera sin conocerla, siempre estuvo ella apegada a aparecer en su vida, siempre estuvo pues destinada a ser su mujer y por eso Mario iba luchar contra todo y contra todos para que ella no saliera de su vida.
Ya habiendo terminado su tarde de pasión en aquella costa idílica procedieron estos dos enamorados a darse un chapuzón en aquella playa cristalina aquella playa que los llamaba y los invitaba a bañarse en sus aguas pues aquella agua cálida cristalina de aquella costa griega los esperaba los llamaba y los invitaba a meterse en ella.
Inmediatamente fueron nadando ambos con su espíritu competitivo comenzaron hacer una carrera entre ellos, estos dos amantes también competían entre sí por ende siempre andaban viendo cómo adelantar se lee el uno al otro siempre andaban compitiendo en cada aspecto que podían, nadaron y nadaron hasta que casi se dieron cuenta que habían llegado a mar abierto allí ambos emprendieron el regreso para mantenerse seguros habían llegado bastante lejos pero lo importante era que estaban disfrutando el uno con el otro siempre juntos y así Mario pretendía que se mantuviesen para siempre.
Estuvieron un buen raro recostados secándose, viendo el ocaso, viendo aquel atardecer hermoso y sensual como ellos, en dónde lo que hacían era pensar en cómo se compenetraban el uno con el, otro como estaban al parecer destinados a estar juntos y como sus almas y sus cuerpos dependían cada vez más el uno del otro, cómo sentían aquel llamado y aquellas ganas de estar juntos cuando estaban separados solo por unas horas, Nadia sin darse cuenta se estaba enamorando de este extraño que él había traído a su vida de una manera nada particular pero que a cada momento sabía ganarse su corazón, su alma y su cuerpo.
Ella misma sabía que había caído en la red de este hombre extraño, sabía que había logrado conquistarla con todos esos regalos, toda esa pasión, toda esa lujuria y esa presencia tan imponente que él ejercía sobre ella, a veces demasiado ruda pero que siempre le encantaba nunca le pareció algo malo pues siempre le pareció sexy y sensual aquella fuerza que el ejercía sobre ella.
Habiendo caído la noche Mario llamó a la limusina para que pasara a recogerlos. Inmediatamente se dirigieron a las villas donde estaban hospedándose, ambos tomaron un baño refrescante, se vistieron y procedieron a salir a cenar; Mario había mandado a cerrar un restaurante solo para ellos toda la cena y todo el lugar estaba dedicado a Nadia todo el sitio todo el persona,l estaba avocado a atender a esta dama y sus necesidades podría pedir y hacer lo que quisiera.
Cargaba un vestido tan corto que esto le dio pie a Mario para introducirle sus manos primero y luego sus pies por debajo del vestido haciéndola excitarse como nunca antes lo había hecho, pues nunca había tenido una experiencia sexual en público, era la primera vez que alguien la hacía reaccionar de esa manera. Lentamente Mario iba subiendo su pierna a través de su vestido y ella respondió de la misma manera, con la pierna de ella empezó a tocar el miembro de Mario quién inmediatamente excitado seguía disfrutando de aquella acción.
Inmediatamente ella bajó, se colocó debajo de la mesa, quedando oculta por los largos manteles de ésta y mientras aún trabajaban en su comida, ésta se dispuso a practicarle sexo oral a Mario, estaban los dos envueltos en una pasión y un encuentro tan excitante que no les importaba nada más, solo experimentar la pasión y el peligro que les producía tener una relación sexual en un sitio público y que pudieran descubrirlos, eso era lo que más les excitaba a estos dos amantes.
Mario no hacía más que disfrutar de aquel sexo que Nadia le estaba dando; era por todos los aspectos la mujer perfecta para él, ambos se compenetraban mutuamente y sabían satisfacer las necesidades de ambos. Los dos eran muy calientes, muy ardientes y sexuales siempre vivían pendientes de cuándo sería la próxima relación entre ambos la pasión de los dos era muy fuerte y atrayente siempre siempre estaban juntos el uno con el otro siempre estaban teniendo relaciones en cualquier sitio al que podían acceder a un donde hubiese peligro.
Para estos lo más importante era liberar la pasión que ellos sentían por sí mismos, si había peligro tanto mejor pero lo verdaderamente importante era darle rienda suelta a sus deseos sexuales y carnales más bajos, lo más importante era satisfacerte ambos y unirse en aquella pasión que no hacía más que aumentar que no hacía más que crecer y convertirse en algo que los devoraba mutuamente en algo que los devoraba para adelantarse y comerse entre sí.
Al hacerlo terminar rápidamente Nadia salió y se acomodó en su puesto, se limpió su boca lentamente de manera que pudiera seguir excitando aún más a Mario en esa situación, él rápidamente acomodó su pantalón y se dispusieron a seguir tomando las copas de vino, breves minutos después, llegó la comida que estaban esperando.
Allí se dispusieron ambos sin mayor dilación a disfrutar del vino, de la cena y de la compañía que ambos se daban; toda la comida transcurrió con normalidad y ambos disfrutaron plenamente de aquello que habían preparado para ellos, estaba todo muy delicioso y ambos disfrutaron juntos tanto de la compañía como de la exquisita comida y al terminar se fueron complacidos a las villas donde se estaban hospedando.
Al llegar allí se despidieron ambos amantes con un beso muy apasionado y partieron los dos a su cama a dormir.
Apenas amaneció Mario despertó con un beso una sonrisa y una rosa a su amada Nadia, cariñosamente se despidió de ella pues tenía que atender asuntos de negocios que requerían su presencia, ella debido al sueño que tenía no le prestó mucha atención ya que se suponía que estaban de vacaciones, él no debería estar teniendo cenas de negocio pero aún así fue a atender esa reunión que él tenía.
Al cabo de unas horas se despertó Nadia de su largo y placentero sueño, allí si se percató que Mario no había llegado y empezó a preguntarse por qué habría salido si se suponía que estaban de vacaciones, no debería tener ningún tipo de negocios en este momento pensó, así que rápidamente sin siquiera haber desayunado salió en uno de los carros con uno de los choferes a buscar a Mario, la isla no era muy grande, así que en algún sitio debería encontrarlo.
Enseguida con su vestido característico elegante sus lentes de sol sus tacones y su cartera cara, Nadia salió a buscar a su amado quién no dejó rastro de que estaría haciendo y si estaba haciendo algo malo ella lo descubriría en el acto, ella era una mujer en extremo celosa y no iba a permitir que Mario le jugara por la espalda pues ella también tenía su orgullo que tenía que proteger.
Recorrió varias partes de la isla pero en ninguna encontró a Mario, no paraba de rodar en el vehículo, el chofer la llevó a todos los sitios que esté conocía, se apersonaron en todos los lugares reconocidos, pasaron por todos los restaurantes de las zonas turísticas, pasaron inclusive por algunas de las playas y en ningún lado logró encontrarlo, hasta que pensaron ambos en pasar por los hoteles, allí revisaría en los estacionamientos pues ella sabía que Mario había salido en el Ferrari rojo que era su favorito y sabía que si lo veía en alguno de esos estacionamientos significaría claramente que él estaría allí
Al Ingresar a un hotel de lujo del centro de La Isla se dio cuenta que ahí tampoco estaba, siguieron recorriendo otros varios hoteles que quizá él podría visitar pero en ninguno lo encontraron. Hasta que al final se fueron al hotel de 5 estrellas de la playa más famosa de la isla, allí Nadia ingresó directamente hacia el estacionamiento, dónde al solo poner un pie en el mismo se dio cuenta que allí se encontraba el Ferrari rojo de Mario.
Enseguida entró escandalizada a la recepción del hotel, se disponía a preguntarle al recepcionista si había visto en algún momento a su marido pero solo al abrir la boca en cuanto entró a la recepción logro ver a éste reunido en un círculo con varios hombres, inmediatamente ésta se devolvió no se dejó ver por él y regresó rápidamente a su carro, sin siquiera preguntarle nada, se había dado cuenta que en efecto éste se encontraba en una reunión de negocios pues no iba a serle infiel con un grupo de hombres con los cuales se encontraba quizá discutiendo algún negocio que le había surgido de imprevisto, tal como él le había dicho en la mañana al despertarse, tal como él siempre le ha pedido que confíe ciegamente en que no la va a traicionar.
Empezó así a darse cuenta que quizá él tenía razón quizás era un hombre muy serio que la trataría con respeto y que nunca la traicionaría, quizá era un hombre totalmente distinto a los que ya conocía y que valía la pena puesto que al menos en esta ocasión le había dicho la verdad, no la había traicionado de ninguna manera y se sentía un poco más segura de él.
Aprovechó que andaba con el chofer y uno de los carros para pedirle a éste que la llevase a pasear por toda la isla, ya que su amante estaba ocupado ella se dispondría entonces a disfrutar, pasear, conocer y explorar todas esas partes que no había visto desde que llegó pues había salido poco con Mario, solamente a un restaurante lujoso y estar encerrada en las villas que si bien era muy lujosa, ella quería aprovechar de conocer lo más que pudiera de esa paradisíaca Isla que ya era en sí un paraíso al que ella nunca había visitado.
Así pasa todo el día está joven de compras disfrutando de la buena vida paseando por calles de lujo en tiendas de lujo y comprando absolutamente todo lo que puede de lujo, es la vida que siempre ha deseado y sabe que solo con Mario la puede tener, esto la impulsa a un más en sus sentimientos de aceptación de este hombre misterioso que ha logrado conquistar su corazón, ha logrado con cada artilugio conquistarla no solo económicos sino por los sentimientos que esté posee, es un hombre con unos sentimientos muy bien marcados y qué hacen sentir a su amada importante para alguien. Tiene todos los trucos que necesita un hombre para conquistar a una mujer y los emplea de manera tan letal, que logra cautivar hasta la más cautelosa.
Es un maestro en el arte de la seducción y tiene a Nadia comiendo de la palma de su mano, siempre logra convencerlas de hacer lo que él quiere y cuando él quiere, es como un imán que la trae y no la deja partir, es como un pegamento que se adhiere a ella siempre.
Está totalmente abrumada por su presencia pero siente que es como una droga, una adicción que no puede dejar de estar cerca de este hombre misterioso, la lleva a lograr sus más bajas pasiones, sexy tan solo con verlo y sentirlo cerca cada vez que está ante su presencia, se derrite por dentro su piel se vuelve más suave sus sentimientos y su orgullo flaquean y sabe que está lista para entregarse a él solo con una mirada que él le proporcione.
Sin saberlo y sin buscarlo se ha vuelto una prisionera, una marioneta de este hombre misterioso y sexual que la invita a hacer todo lo que él desea, que la invita a hacer su posesión más preciada pero que también la invita a ser la mujer que él más ama, más quiere y más respeta solo necesita quedarse junto a él.
Él no lo sabe pero el plazo original de 180 días que le pidió al parecer será mucho menos, la joven Nadia está cayendo perdidamente enamorada cada vez más de este hombre misterioso que la trajo a su lado de una manera poco ortodoxa, pero qué ha sabido salir adelante y ganarse sus sentimientos cada vez más.
Ya habiendo terminado todas sus compras Nadia procede a pedirle al chofer que la lleve a las villas, allí espera que pronto llegue Mario para encontrarse con él para saludarlo y felicitarlo como solo ella sabe hacerlo, también va a estrenarse aquella lencería que el tanto le gusta y que se compró para el.
Así que está tremendamente apurada pues quiere llegar antes que él para sorprenderlo, quiere estar allí para atenderlo complacerle todos sus caprichos y consentirlo, sabe que le gusta ser bien tratado y consentido, por ende sabe también que debe tratarlo cómo se merece, la ha estado llenando de los mejores y más caros regalos, de todo lo que ella le gusta, de todo lo que a ella le importa y todo lo que ella quiere tener. Sabe entonces que es un hombre que ha sabido ganarse su corazón y debe entonces, responderle con reciprocidad en la misma medida en que él la trata bien, ella debe tratarlo a él.
Pero también sabe que debe pedirle cuanto antes que le permita ver a su familia, o por lo menos ver a su amiga, ya está pensando en pedirle que envía a buscar a su amiga desde Polonia y la traiga su casa en la Toscana, por lo menos con su amiga cerca ella se sentirá cómoda segura y tranquila en ese ambiente en el que no tiene a nadie, pues él pasa tantas horas del día trabajando que ella se queda sola en una casa enorme en donde no conoce a nadie, donde no tiene nada que hacer y nadie con quien compartir, por eso necesita pronto tener a su amiga, ya en su mente tiene todo preparado como lo abordará en cuanto llegue.
Al cabo de unas pocas horas Mario llega de su trabajo exhausto, inmediatamente al ingresar al cuarto a saludar a su mujer, se da cuenta de la posición sensual en la que está lo ha estado esperando, inmediatamente sin mediar palabras se abalanza sobre ella con una pasión que los embriaga a ambos, pasión que los caracteriza y que los convierte a los dos en unos animales sedientos de deseo, un deseo que debe ser consumado y complacido a toda costa, los dos se embarcan así en una aventura pasional y fogosa que enciende hasta las sábanas en las que se encuentran.
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