/0/6532/coverbig.jpg?v=ff9031f59ba1563e9dcb361d7c480c80)
Un vampiro resentido, lleno de odio encuentra una nueva debilidad para los de su raza y en su intento por hallar como hacerse de este descubrimiento, descubre mucho más... incluso el amor
Sentía el aire frio correr con gracia y velocidad bajo mis pies, sólo mis talones estaban apoyados en una dura y helada superficie. Un poste de Luz.
Ahí estaba, con todo mi peso sobre los talones, de cara al cielo nocturno y con los ojos cerrados dejando que la brisa de esa noche de invierno me rozara la piel. Extendí mis brazos para que cada gota de lluvia me mojara por completo. Era una de las cosas con las que realmente me sentía bien. Volviéndome uno con la naturaleza, dejando que ésta se uniera a mí en la manera más básica y sencilla.
Escuchaba con claridad cada auto que corría a toda prisa por la carretera, -aunque ésta estuviera a más de quinientos metros- cómo chirriaban las ruedas sobre el asfalto, incluso podía oír la canción que tocaba la radio de cada vehículo que pasaba cerca. También los desafinados acompañamientos de los conductores. Santos cielos, ellos podrían callarse mejor, opacaban el bello ulular de los animales nocturnos que andaban de caza. Su perfecta sinfonía se veía ennegrecida por los aullidos desgarrados de esos humanos.
¿Qué más podía pedir? A tan sólo una hora de aquí se encontraba una de las ciudades más colapsadas e importantes del mundo. Nueva York. Mucha gente transitaba aquella carretera y si buscaba paz, no estaba en buen camino, de hecho, debería volver a Glencoe si quisiera aislarme de esta movida civilización. Pero no, acá estaba yo, acercándome cada vez más a una ciudad infestada de humanos que corrían a cada minuto sin saber por qué, nuevamente.
Después de casi un siglo, volvía a esta ciudad. ¿Cuánto habría cambiado? ¿Qué me deparaba? ¿Sucedería algo emocionante? La verdad era que esperaba algo así, mi vida había sido un poco aburrida durante el siglo que estuve en mi tierra natal. Pareciera que todos los de mi raza decidieron irse a lugares donde el índice de mortalidad no fuera algo de lo que preocuparse. Bueno, ahora yo también seguía su ejemplo.
-No puedo creerlo -oí a mis pies, unos cuatro metros más abajo- ¿Eres tú, Zacharias?
Esa voz jamás la olvidaría, estaba en todos mis sueños -más bien pesadillas- y en cada uno, anhelaba con cortar esa garganta y hacerlo rogar mi perdón. Maldito infeliz que me quitó lo que era mío y me condenó a una vida en soledad.
-Duncan... -gruñí entre dientes- ¿Qué haces aquí? -bajé mis brazos disgustado y lo miré. Estaba igual que siempre.
-No has cambiado nada, pequeño mío -de un solo salto llegó a mi lado, instintivamente me puse alerta preparado para atacar, pero sabía que él no haría nada... aún.
-No soy tu pequeño y de una buena vez dime qué haces acá.
-No, no, no, pequeño Zacharias, esa no es manera de hablarle a tu creador, a tu padre -me reprendió el muy condenado.
-¡Ya te dije! Tú no eres nada mío y no te debo ninguna clase de respeto, eres sólo el infeliz que me obligó a ser lo que soy ahora.
-No te quejes, porque muy bien sé que te gusta ser un vampiro -espetó mostrando los colmillos blancos.
-¡Vete al infierno! -bramé antes de saltar y alejarme de él corriendo.
-Nos volveremos a ver, pequeño Zacharias, estás entre los míos y aún quedan muchas cosas pendientes entre nosotros... -su voz se fue apagando mientras corría por entre los árboles lejanos a la carretera.
Miserable, miserable, miserable.
No podía creer que llegué al mismo lugar donde estaba el peor de los vampiros, el más envenenado de todos, el más demente y, para mi mala fortuna, el que me convirtió en uno de su misma clase... me quitó todo, me arrancó de mi mundo. Pero no se quedaría así, algún día me vengaría de él y no quedaría satisfecho hasta verlo exhalar su último aliento.
Seguí corriendo hasta llegar a los límites de la ciudad, ya podía ver los edificios abrirse paso en el firmamento nocturno y las luces de éstos mismos opacar la belleza natural de la noche. Estaba en Nueva York y ahora debía buscar comida antes de que las fuerzas se me agotaran para luego ir hasta el hogar que sería mi refugio el tiempo que decidiera quedarme por estos lados. Agradecía no haber vendido la vieja mansión colonial de cuando anduve por estos lares la última vez.
¿Quién sería mi cena esta noche?
Me disponía a ir hasta los suburbios bohemios de Manhattan, cuando escuché las risas de unos cinco adolescentes. Se oían desorientados y extremadamente «alegres». Bien, esta noche quedaría satisfecho y la ciudad perdería a cinco drogadictos. ¿No era buen negocio? Hasta le ayudaba a la policía a bajarle el negocio a los traficantes. Era un alma tan caritativa.
-¡Ha! -me reí de mí mismo antes de saltar hasta donde iban esos cinco bocadillos.
Ella es una chica alta , rubia y con ojos verdes, vive en NY. , pero por el trabajo de su padre se tiene que mudar a L.A. A ella le gusta mucho salir de fiesta , pero no es la típica chica que se lía con un chico cualquiera , cuando empieza en su nuevo instituto ella conoce a... Él , es un chico malo , alto y ojos azules , moreno , es el típico chico mujeriego que cada día tiene a una , prepotente, chulo, pero cuando conoce a Natalia Collins todo cambiará....
Cristián Black. El hombre que toda mujer desea tener, un físico envidiable hay quienes dicen que Zeus reencarnó en el cuerpo del Joven magnate neoyorquino. El hombre tiene una actitud arrogante pero que hace que tus bragas se bajen solas, Astuto para los negocios. Al decir Cristián Black debemos saber que los celos, la arrogancia, la prepotencia, lo posesivo, el ego, la juraría y el porno van incluidos. Nathaly Petrova. Una mujer viva, audaz, alegre, extrovertida, sensual es la asistente del padre de Cristián Black, ¿Que pasará cuando el Sr. Black pase el imperio Black a las manos de su hijo mayor? Aún mejor.. ¿Que pasara cuando Nathaly sea la asistente personal de dicho personaje?
Ella vive bajo las redes de sus tios, quienes no desaprovechan ninguna oportunidad para hacerla sentir mal en todos los sentidos. Su tío, un drogadicto, que mata y roba para tener un poco de droga por la noche. Su tía, una prostituta alcohólica que solo busca el bien para ella misma, vive en un infierno y solo el mejor postor, podrá salvarla de ello, ¿no?
Cuando Julianne Smith decidió vengarse de su ex esposo infiel, no pensó que acabaría destrozando el coche de William Covington, un guapo y rudo desconocido de aspecto peligroso y tatuajes por doquier que le promete hacer su vida de cuadritos producto de su error. Esperando no volver a encontrarse, su pequeño hijo llega a casa con su nueva amiga de escuela, sin imaginar ni esperar que aquella niña fuese hija del mismo hombre que le había vuelto la vida un completo caos. Enfrascados en la amistad desbordante de sus hijos, William y Julianne se ven obligados a pasar más tiempo juntos, sin esperar que hubiesen más hilos conectados entre ellos de los que imaginaban, y que los llevarían poco a poco a desarrollar una intensa atracción imposible de evitar, aun cuando eran completamente diferentes.
Una joven de 15 años. Ella, habitante de un pueblo rodeado por un bosque que no tiene fin, donde se esconden todo tipo de bestias. Ella vive junto a su padre Alfred, quien la golpea sin piedad y la maltrata. Y junto a su hermano mayor Matthew, quien solo la ignora, como quien no existe. La pobre joven perdió a su madre cuando nació. Todo en ella es triste. Los únicos que la quieren y hacen el intento de protegerla son sus dos mejores amigos: Lucke y Lucy, quienes la aman como una hermana. Todo le da una vuelta de 180° cuando una noche se entera de que la primera luna llena de sangre, todas las mujeres tendrán que reunirse justo en medio de la plaza del pueblo ya que ÉL viene a elegir a su futura mujer, quien no es ni mas ni menos que....
Él es el hombre más poderoso de la Ciudad A. La ha estado adorando y seduciendo en cada paso del camino. Ella pensó que era una conspiración para conocerlo, pero mucho después, se dio cuenta de la verdad que había estado escondiendo en su corazón. . Ella comenzó una vida de dulzura diurna, 360 grados sin un callejón sin salida, abuso de perros solteros, noche de hombres arbitrariamente exprimidos por la vida amarga. No fue hasta un día que se dio cuenta de que él era más que el presidente...
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Fue engañada vil mente por su prometido y su hermanastra. Por lo que se vio obligada a contraer matrimonio forzado con el prometido de su hermanastra, a quien su hermana había rechazado porque estaba atado de por vida en una silla de ruedas de por vida. -No tuve más remedio que aceptar ser su sustituta porque ella está enamorada y embarazada de mi actual ex prometido y no quiere casarse contigo -dijo ella, mientras que el hombre en silla de ruedas se limitó a mirarla con el rostro desprovisto de cualquier emoción. -Supongo que no tengo opción -dijo el hombre fríamente. Cogió un expediente y se lo deslizó sobre la mesa. Ella sacó el documento y se quedó sin aliento cuando se dio cuenta de que era un contrato.
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".