/0/6338/coverbig.jpg?v=d4d56028274fb360cc9727f95acea866)
Mía es una chica que acababa de cumplir los dieciocho años estaba en la mejor etapa de su adolescencia, aunque sus padres que eran demasiados antiguos no pensaban igual prohibiéndola a todo tipo de acercamiento con chicos obligándola a que estudiara lo que ellos querían no lo que ella en realidad deseaba. No tenía una vida normal como toda adolescente teniendo que ir del instituto a casa y de casa al instituto. ¿Pero qué pasaría si un nuevo profesor llegara a su centro donde ella estudiaba? Sin duda Mia no sabría donde se metería ya que ella no había experimentado nada que tuviera que ver con él sexo ni si quiera su primer beso. Ares él nuevo profesor que pone a todo el centro patas arriba por ser el primer profesor joven. Un profesor que tenía que tener una faceta de buen profesor amable con sus alumnos pero que luego afuera del centro era una persona fría y también un poco mujeriego. Sin duda sus alumnas terminan locas por él, excepto Mia que le ve solo como su profesor... O solo le ve como su profesor hasta que... Si quieres saber más te invito a leer mi historia.
Me llamo Mia recién había cumplido mis dieciocho años, aunque para mí no cambiaba nada a pesar de haberlos cumplido ya que tenía unos padres bastantes serios y como decían antiguos.
Digo decían porque la gente hablaba de ellos, vivo en un pequeño pueblo por lo tanto la vida de los demás estaba en boca de todo el mundo.
Yo estaba acostumbrada a escuchar a la gente hablar de otras por la calle, pero mis padres no le gustaban nada los comentarios que hacían la gente sobre su forma de vivir y también su forma de vestirse.
Si no fuera porque en mi instituto está obligado llevar falda mi madre se negaría rotundamente a que me pusiera una.
Pero como dije es una obligación del centro por lo tanto hay mis padres no podían controlar nada.
Pero si podían controlar mi vida diaria, tanto que mi madre me acompañaba a mi instituto todos los días y también me obligaba a ir a misa cada domingo.
Había tenido discusión sobre esos temas, nada servía que hablara mi padre me regañaba mandándome a rezar por mis pecados.
Dicen que cuando cumples los dieciocho años eres más libre comienzas a tomar tus propias decisiones sin que tus padres estén tanto encima de ti, pero en mi caso era todo lo contrario.
Tristemente por ser tan extraña y tener a unos padres aún más extraños que yo no tenía ni una sola amiga, tenía suerte porque por lo menos no se metían conmigo como hacían con otros, pero si tenía que escuchar algún que otro comentario fuera de lugar...
-¡MIAAA! ¡VAS A LLEGAR TARDE! - mi madre me grita desde las escaleras por quinta vez.
Me apresuro a cerrar mi mochila cogiendo mi chaqueta poniéndomela para después ponerme la mochila en mi hombro caminando a pasos apresurados.
-¡MIAA! ¡CINCO MINUTOS TARDE! - vuelve a gritarme mi madre, otra cosa de ella que había que estar mucho antes en mi centro por si pasaba algo, supongo que son cosas de madres.
-¡YA VOY MAMA! - la grito, aunque a los segundos ya estuviera bajando las escaleras.
-Lo ves - me señala consiguiendo que la mire frunciendo mi ceño. - Por ir tarde no te colocaste bien la camiseta tapate o se te vera él sujetador - me daban ganas de poner los ojos en blanco, pero terminaría con un castigo como tantos me toco por hacerlo ya que para mi madre era una falta de respeto a la otra persona.
-Está bien mama ya me la pongo bien - la digo dando un paso hacia atrás cuando ella se apresura a colocarla a su manera.
Termino por ponerme él ultimo botón cerrándola por completo, si fuera por mi madre iría a mi instituto hasta con él cuello tapado.
Mira que la humanidad había evolucionado y avanzado bastante, pero mis padres sin duda se quedaran atrás.
Una cosa era ir cuidadosa y otra cosa era esto exagerar por todo hasta por una camiseta mal puesta.
-¿Papa? - la pregunto al no verle.
-Tu padre ya se fue al trabajo Mia - camina hacía la puerta abriéndola.
Salimos caminando hasta la parada de autobús, cuando llegamos solo pasan unos segundos cuando llega el bus subiendo las dos juntas sentándonos en los asientos de atrás.
Otra cosa de mi madre decía que era mejor ir atrás del todo porque así la gente no te estaría mirando ni intentando robar o meter mano.
¿Quién iba a querer meterme mano precisamente a mi o a mi madre?
Yo lo veía como una gran exageración, pero no podía decirla nada porque entonces se formaría la tercera guerra mundial.
Me pongo mis auriculares cogiendo mi móvil poniéndome música solo por no escuchar a mi madre.
Otra cosa también era que me tenía mi móvil controlado para que no hablara con ningún chico, según ella todas las chicas de hoy en día tenían conversaciones con otros chicos subido de tono.
Mi madre decía que iban a ir al infierno por ser tan atrevidas...
Al cabo de unos quince minutos él autobús se detiene en la parada a unos cuantos pasos de mi instituto.
Caminamos hasta la puerta de la entrada de mi centro, me quito mis auriculares guardando él móvil dispuesta a escuchar lo mismo que todos los días.
-Mía ya sabes lo que tienes que hacer - comienza a decirme colocándome ella a su manera mi chaqueta fina. - Nada de portarse mal, estar pendiente de lo que dicen tus profesores y sobre todo de las materias sabes que si suspendes un solo examen no tendrás este año vacaciones - asiento con mi cabeza intentando no poner una mueca. - Y sabes que él móvil te lo dejamos que te lo lleves por si llega a pasar algo - vuelvo a asentir con mi cabeza.
-Si mama - la digo sin más deseando que se fuera.
-Un beso mi niña luego nos vemos - comienza a darme besos en mi mejilla y me separo casi a la fuerza mirando a mi alrededor avergonzada por si nos viera alguien.
-Adiós mama - la digo cuando ella se separa de mí dejándome por fin.
-¿Qué me tienes que decir? - sin poder evitarlo ruedo los ojos, pero como agacho mi cabeza esta vez no se da cuenta.
-Te amo mama que dios te bendiga - ella hace la seña de la cruz lanzándome un beso para darme la espalda e irse.
¡Por fin!
Solo las horas en la que estaba en mi instituto me sentía algo más libre, todos deseaban salir para volver a sus casas y yo iba al revés del mundo no quería irme ni que se acabaran las clases.
Dirán...
¿Por qué no te buscas un trabajo ahora que tienes la mayoría de edad y te vas?
Las cosas no eran tan fáciles como se veían, lo de buscarme un trabajo lo había pensado más de una vez este tiempo, pero con mi madre detrás de mí era un caso imposible.
Entro a mi instituto caminando por él pasillo recibiendo una que otra mirada por parte de algunos, camino todo lo rápido que puedo hasta la clase que me tocaba encontrándome con que solo había dos alumnos dejando las cosas en sus mesas.
Me siento en mi mesa de siempre que estaba en mitad de la clase, esperando a que llegara la profesora de lengua que teníamos.
A veces llegaba dos minutos tarde, pero era porque venía a su paso ya que estaba a punto de jubilarse.
Van entrando colocándose cada uno en sus mesas esperando pero entonces pasa algo que no esperábamos todos...
-Buenos días chicos y chicas - entra él director acompañado de un hombre joven y apuesto.
-Hola señor director buenos días - responden algunos con respeto.
-La señorita Federica no os podrá dar más clases ya que se terminó jubilando - algunos comienzan a alegrarse gritando diciendo tonterías, pero rápido él director les corta. - Os presento al que será a partir de ahora vuestro nuevo profesor de Lengua - le deja paso para que se ponga delante de nosotros saludándonos.
-Buenos días alumnos como ya escucharon a partir de hoy seré vuestro nuevo profesor - sonríe. - Me llamo Ares - puedo escuchar algunos comentarios de mis compañeras locas por haber escuchado su nombre.
¿Está demasiado bueno él nuevo profesor no?
¡Que guapo tía!
Ares todo un dios griego sin duda.
Comentarios así y más subido de tono se empiezan a escuchar a mi alrededor.
Él director se despide de nosotros dejándonos que comenzamos con nuestra clase de Lengua.
-¿Alguien puede decirme por donde iban con la señora Federica? - nos pregunta.
Todas comienzan a subir sus manos agitándolas intentando llamar la atención del profesor.
-Tranquilas, tranquilas - intenta calmarlas. - A ver tu - me quedo rígida cuando me señala. - ¿Cómo te llamas? - miro a mi alrededor dándome cuenta que todas las miradas se posaron en mí.
Puedo sentir como mis mofletes comienzan a arder poniéndome vergonzosa al instante.
Algunas se ponen hasta celosas cuando solo me ha preguntado mi nombre.
Le miro de nuevo viendo como hace un movimiento con su mano para que le conteste.
-Mia... - le contesto con mi voz un poco baja.
-¿Mia? - quería que en estos momentos la tierra me tragara. - Mia, ¿puedes decirme por qué tema iban? - asiento despacio moviendo rápido las hojas de mi libro para después levantar de nuevo mi mirada.
-Pagina cuarenta tema cinco - algunas risas se escuchan por mi forma vergonzosa de contestar.
Él asiente con su cabeza cogiendo él libro buscando la página hasta que da con ella.
-Pero que mojigata es la tía esta... - escucho a mi derecha.
-Se hace la virgencita que no rompe ni un plato, pero luego seguro que es toda una perra parece que tiene el don de llamar la atención - escucho por mi izquierda.
Sin duda dios las iba a castigar por tener unas bocas tan sucias...
Ares nuestro nuevo profesor empieza a explicarnos lo que tocaba en el nuevo tema para después comenzar a escribir en la pizarra teniendo que empezar a apuntarlo en nuestros cuadernos.
Todas le estaban viendo como un trozo de carne al cual follar...
Si mi madre escuchara lo que acababa de pensar en mi cabeza me mandaría directa a la iglesia.
Pero solo había dicho la verdad, solo era el primer día y ya tenía a toda la clase acalorada...
Selene tuvo una infancia dura perdió a su padre siendo muy pequeña y lo peor que la toco presenciar la muerte de su padre, su madre y ella estuvieron en una gran depresión, hasta que decidieron cambiar de vida y también de ciudad, lo que ella no sabía es lo que la iba a tocar en esa nueva oportunidad, tendrá que enfrentarse a su pasado, descubrir secretos escondidos y sobre todo se tendrá que enfrentar a cara a cara con las personas que quitaron la vida a lo que más quería su padre. ¿Quieres sumergirte a esta fantástica historia? Si es así te invito seguro que no te arrepentirás y disfrutaras, acompáñame a descubrir el pasado de Selene y los secretos tan escondidos que la hará enfrentarse a la vida real.
Hace cinco años, la familia Powell quebró. Madeline Powell dio a luz a gemelos; dejó uno con el padre del niño y se llevó al otro. Años espués, Madeline regresó como líder de Internet de opinión. Sin embargo, alguien se enteró de su regreso. El hombre la pellizcó por la barbilla y se burló fríamente: "Has publicado muchos videos en Internet, ¿qué tal filmamos algo picante juntos?". Los ojos de Madeline se abrieron y su garganta se secó. Al día siguiente, vio a un niño pequeño que se parecía exactamente a su hijo en la casa del hombre. Madeline no pudo evitar besar la mejilla regordeta del pequeñito. Sorprendentemente, el niño no estaba contento. Puso una cara solemne y preguntó: "¿Qué estás haciendo?". Madeline estaba furiosa. ¿Cómo pudo ese hombre haber hecho que su hijo fuera tan desagradable como él?
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
-¡Quiero el divorcio! - me dice en un tono frío. No es la primera vez que me pide algo así; antes lo hacía a menudo. Se levantó del sofá y lo miró a los ojos. Le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación; solo asumía las cosas. Era mejor dejar todo como estaba. No pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca más. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? - le preguntó, mirándolo fijamente. Por muy ilógico que pareciera, intentó aferrarse a su única esperanza. Le tiró los documentos al rostro, y ella los tomó con una sonrisa amarga. Tomó el bolígrafo de la mesa y firmó sin pensarlo ni un minuto más. Se levantó con la poca dignidad que todavía conservaba, empacó las pocas pertenencias que tenía y se marchó sin mirar atrás. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia llena de amor, intriga y mucho más. Gracias por el apoyo de antemano. No olviden dejar sus comentarios.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?