/0/5966/coverbig.jpg?v=56856f04d936f335799b3b000b5014e3)
Obeen había sido una deidad que se aburrió de su vida inmortal en el palacio de las deidades. Quería acabar con el tedio de la monotonía y por ello bajó a la tierra y se apoderó del cuerpo de una mortal que estaba en coma: Laura. Laura había sido una joven modesta e ingenua con una belleza extraordinaria, pero, por su gran timidez jamás había tenido pareja. Había perecido en un accidente automovilístico en el que quedó en coma. En el momento de la muerte de Laura Obeen poseyó su cuerpo. Ahora empezaría una nueva vida para la diosa.
Obeen despertó del coma en el que Laura había estado sumida hacia mucho tiempo. La habitación estaba muy iluminada y solitaria. Obeen no investigó realmente como había sido la vida de Laura, solamente buscó el cuerpo de una mujer que poseyera gran belleza.
Obeen se levantó y se quitó todos aquellos tubos que la conectaban a una máquina. Se levantó de la cama de hospital y vio que por la ventana que conducía hacia el corredor del hospital pasaba una enfermera, quien abrió la boca asombrada y corrió, seguramente a avisarle a los médicos.
Dos minutos después, a la habitación ingresaron tres médicos y dos enfermeras, quienes se dieron a la tarea de revisar a Obeen para saber su estado.
–¡Esto es un verdadero milagro! – murmuró una de las enfermeras.
Obeen aceptó la revisión mientras observaba detenidamente al más joven de los médicos. A pesar de la bata se podía notar que aquel médico poseía un cuerpo corpulento y muy varonil. Mientras el médico colocaba el endoscopio en el pecho de Obeen, ella lo imagino desnudo, con un miembro lo suficientemente grande como para hacerla gritar. No pudo resistirse a dirigir la mirada hacia la entrepierna de este. El medico tuvo un ligero temblor en el que se notaba que se había dado cuenta de las intenciones de Obeen.
-Llamaremos a su familia– le anunció uno de los médicos.
Los médicos salieron, el último fue el médico más joven, este dirigió su mirada hacia ella antes de salir. Obeen lamió su labio inferior y el médico apartó la mirada, pero Obeen estaba segura de que regresaría.
La diosa quería irse de la habitación, estaba realmente aburrida, pero no le fue permitido. Obeen era una deidad que deseaba vivir en el mundo de los humanos por un tiempo para disfrutar de los placeres más frenéticos posibles, y para ello había escogido el cuerpo de una mujer deslumbrante, una hermosa mujer moribunda que nunca despertaría del coma, por ello a Obeen le pareció bien reemplazarla en aquel mundo, sin embargo, ahora debía aguantar todos los protocolos necesarios para poder irse del hospital y vivir la vida que anhelaba. Por ello pensó que quizá podía empezar a disfrutar en aquel hospital junto al médico que acababa de salir de la habitación de hospital en la que ella se encontraba recluida.
Una hora después ingresó a la habitación una mujer de cabello entrecano.
–¡Laura! – gritó la mujer mientras se avalanzaba hacia Obeen.
Obeen la abrazó tiernamente pensando en que debía fingir para tener una casa en donde dormir.
Después de un tiempo de conversar pudo adivinar de qué se trataba de su madre. Una mujer que amaba a Laura y que se había sumido en la desesperación después del accidente.
– Tu padre y tu hermana están esperando a poder verte. Yo saldré para que puedan entrar por turnos.
Obeen asintió. La señora abrazó de nuevo a Obeen, esta vez fue mucho más largo. Al separarse limpió sus lágrimas y le sonrió a la diosa. Se despidió y salió de la habitación.
Minutos después de despedirse de la madre de Laura, ingresó un hombre de contextura rolliza, con el escaso cabello que le quedaba en color cenizo. El hombre bajó la mirada avergonzado, su actitud le hizo pensar a Obeen que ese hombre ocultaba algo, no obstante, la diosa lo trató con afecto, esperando a poder analizar sus reacciones. Por el anuncio de la madre, era obvio que aquel sería su padre, el padre de Laura.
El hombre no habló mucho, tan solo agradeció en múltiples ocasiones que su hija estuviera bien, sin dirigirse realmente a ella. Parecía como si sintiera un poco de culpa, pero está no era razón suficiente para demostrarle afecto a la hija que creía insalvable.
Minutos después de aquella extraña visita, el padre por fin se dirigió hacia ella y pronunció lo siguiente:
–Tu hermana va a entrar, espero sepas perdonarla...
Aquellas palabras dejaron pensativa a Obeen, realmente debió haber investigado a Laura antes de tomar su cuerpo, eso habría facilitado mucho las cosas, mas tendría que esperar a la noche para crear un conjuro de introspección.
Obeen, hastiada de aquel mundo deifico en el que por siglos descansó en un trono celestial, servida por ángeles y visitada muy pocas veces por otros dioses, dedicó mucho tiempo a observar a los humanos. Le parecían criaturas realmente interesantes. Mientras unos se angustiaban por pequeñeces y se dedicaban a llorar y a luchar por cosas incomprensibles para ella, otros disfrutaban de pequeñas cosas, siempre sonreían y nunca flaqueaban, pero todos por igual obedecían a cierto tipo de estímulos. Todos, lo reconocieran o no, eran arrastrados por el placer sexual, aunque había un número minoritario de humanos que se proclamaban asexuales, también encontró en ellos una cierta motivación que iba hacia otra perspectiva.
Toda el ímpetu y toda la constante idea de sentir placer fue despertando en Obeen la curiosidad. Se comenzó a plantear la posibilidad de bajar al mundo de los humanos y experimentar en carne propia, o más bien carne prestada, el deseo.
Y fue ahí cuando empezó a buscar un cuerpo joven y bello, el cuerpo de alguna joven que pudiera permitirle tener a muchos hombres a sus pies, para así poder experimentar el placer a plenitud.
Obeen encontró a Laura, quien yacía moribunda en una cama de hospital. Revisó el estado de su cuerpo y se dio cuenta que la joven ya no regresaría más del coma en el que se encontraba, solamente la mantenían viva los dispositivos a los que estaba conectada. A la diosa le pareció conveniente, tomó la decisión, y era por ello que ahora estaba ella en su lugar. En aquella cama, con aquel cuerpo y dueña de una historia que desconocía, por no haberse tomado la molestia de investigarla, pero ya lo haría más adelante, ahora era preciso esperar a la hermana de Laura, analizar sus actitudes y actuar conforme a ellas para ver qué podía esperar.
Kimberly Holden volvió a su vida anterior. Antes, ella fue defraudada por su esposo infiel, acusada falsamente por una mujer vil y acosada por su familia política, ¡lo que llevó a su familia a la bancarrota y ella misma se volvió loca! Al final, embarazada de nueve meses, murió en un accidente de auto, mientras que los culpables se hicieron ricos y llevaban una vida feliz. Ante la segunda oportunidad que le regaló el destino, Kimberly estaba decidida a vengarse. ¡Que todos sus enemigos se vayan al infierno! Ella se deshizo del hombre infiel y su amante, reconstruyó la gloria de su propia familia sin ayuda de nadie, llevando a la familia Holden a la cima del mundo de negocios. Sin embargo, no esperaba que el hombre frío e inalcanzable de su vida anterior tomó la iniciativa para cortejarla: "Kimberly , no tuve la oportunidad en tu primer matrimonio, el segundo siempre será mi turno, ¿verdad?".
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?