MI HISTORIA EN UNA SEMANA

¡Hola!

Mi nombre es Edward Alton, soy u chico de 19 años con una vida muy complicada; ¡Sí! Me imagino, dirás ¿Complicada tu vida? ¿A esta edad?

Bueno, comenzaré por contar desde que nací.

Según lo que cuenta mi madre, nací pesando 2.750 kg al mismo tiempo nació del otro lado de la sala de labor una niña que peso muchos menos que yo.

¿Cómo se enteró madre de eso? Pues fácil; al nacer yo de inmediato le dieron mi peso y sexo, y cuando me colocaron una pulsera de identificación tenía el nombre de mi madre, pero el color y el peso no correspondía, era un peso menor que el real.

Madre compartió el cuarto con la mamá de la niña por unas horas, ya que al nacer yo afortunadamente saludable la dejaron salir el mismo día conmigo; mis abuelos paternos fueron a buscarme al hospital junto con padre, estaban muy feliz con mi llegada.

Al llegar a casa que, por cierto, no era una casa normal, solo era un cuarto hecho de lámina grande, quizás con un baño muy chico, aunque eso sí, tenía patio, eso lo sé por las fotos que me mostraron de cuando era un bebé.

La cosa es que como mi casa era así , mis abuelitos paternos no querían que nos quedáramos ahí. Estuvieron tratando de convencer a mi madre de que estaríamos mejor con ellos en su casa; y por más que trataron, simplemente no pudieron convencerla.

¡Vaya! es que mi mamá igual es algo especial, pero ya les contaré más adelante sobre ella.

Bueno cuenta mi madre que después de que mis abuelitos no lograron convencerla, ella se acostó a descansar del parto, y pues yo a su lado. Al parecer mi padre se fue a comprar cosas que nos faltaban en ese momento, particularmente a mí, después de un rato llegó una tía de mi mamá a visitarnos, estaba muy contenta por conocerme y me llevo de regalo una bañera, fue mi primer regalo de la familia; al menos por parte de mi mamá.

Poco tiempo después llegó mi papá de hacer las compras y estuvieron platicando un buen rato, la tía me sostuvo un rato en brazos tiernamente, me acarició y yo me quede completamente dormido.

¡Vaya! ¡Se quedó completamente dormido! – dijo mi madre –

¿Qué niño no lo haría siendo mimado en los brazos? – le dijo mi tía –

¿Cómo te encuentras? ¿Qué tal está el niño? – preguntaba la tía –

¡Bien tía! ¡Gracias a Dios los dos estamos bien! ¡Todo fue rápido! – respondió mi madre –

¡Me sorprendí, cuando me dijeron que ya había nacido! – comento la tía –

¡Yo igual! Pues el ultrasonido nos indicaba el mes próximo, pero el doctor me dijo que estaba en su etapa de termino, ni mi esposo creía que ya era la hora, ni se quería parar cuando le pedí que me llevara al hospital, jaja.

¡La verdad que yo misma no sabía! ¡solo que el médico me dijo a que señales tendría que estar alerta por si no tenía dolor y pues me fije en esas señales, ni el ginecólogo me quería revisar porque decía que yo estaba bien, solo por no tener dolores como la mayoría de las señoras, que solo lo haría porque me había tomado mi tiempo de madrugada y fui al hospital, pero cuando me checo tenía 5 de dilatación.

¡Imagínate tía! ¡Si no hubiera ido hasta esperar que me diera dolor! ¡Mejor no lo pienso! – dijo mi madre –

¡Esa costumbre de que tienes que llegar casi muriéndote para que te atiendan! ¡Esos doctores a veces se pasan! ¡Si ellos no se toman la molestia de revisarnos que son los que saben! ¿Qué podremos hacer nosotros que ni idea tenemos? – molesta respondió la tía –

Esa era la plática de mi madre y mi tía y de las visitas posteriores, el cómo nací; si se preguntan como se eso, es que tendrían que conocerla en verdad lo cuenta detallado, a veces pienso que es demasiada información que a los demás ni les interesa; pero así también es ella.

¡Ahh! ¡También me recibió mi hermanito en casa! ¡Me llevo genial con él! ¡Aunque en ocasiones tenemos nuestros desacuerdos y a punto de llevarnos a los golpes! Pero bueno me estoy adelantando mucho.

Como les mencionaba según lo que me dicen y las fotos que me muestran fui muy mimado desde antes de nacer y aunque nuestra casa no era grande, tenían todo lo necesario para mí y mi hermano.

Mi papá después de un rato de haber regresado, acompaño a mi tía a conseguir un taxi, después que ella se marcho llegó otra señora, era una Maestra llamada Deisy vecina de nosotros que igual quería conocerme, le llevo a mi madre un rico atole de maíz y chocolate, al menos es lo que dice mi mamá, que estaba super riquísimo, que fue la primera y al parecer la única que lo probó jaja, en lo particular hasta ahora eso no me gusta.

En la segunda semana de haber nacido cuentan mis padres que no me daba la leche materna y la formula, llegó otra tía de mi madre y sugirió que tenia yo hambre, aunque admirada pues todavía yo casi recién nacido y raspo un plátano y deje de llorar después de disfrutar la deliciosa comida que por primera vez conocí y luego de un biberón de 2 onzas de leche y un baño de agua tibia me quede profundamente dormido por varias horas.

Mis tíos quedaron sorprendido que yo a esos días de nacido yo ya quisiera comer, pero al menos estaban contentos que ya no llorara, tuvieron que llevarme al pediatra, el cual les dijo que yo era un bebé mañosito, que solo me dieran leche materna y la formula en caso de no me saciara todo eso me dieran raspado el plátano pero ya de plano que fuera requerido por mi cuerpo y no todos los días ni a cada rato, cosa que si tuvieron que seguir haciendo mis padres, lo cual hizo que al cumplir yo un mes tuviera duplicado mi peso.

¡Si señores! Me convertí en un bebé pachoncito y bonito, porque hasta eso, cuando nací no era el bebe más bonito como otros. ¿Pueden creer eso? ¿Acaso no todas las mamás dicen que sus bebés son hermosos cuando sus hijos nace? Pues la mía no...