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Melissa era una poderosa Hechicera, maldijo a su esposo por celos y fue condenada a muerte. La mujer presa del arrepentimiento intenta suicidarse pero espera al heredero del Imperio. Su vida es perdonada hasta que traiga al pequeño príncipe al mundo, la sentencia no fue necesario ejecutarla, murió en los brazos de su hermano mayor. 14 años después su hijo lleva parte de la maldición con él y su nuevo maestro debe evitar que caiga en el lado oscuro de la magia.
- Si te portas mal, la emperatriz Melissa vendrá por ti en la noche.- le decía una criada del palacio a su hermano menor.
- ¡No digas tonterías!- le decía el niño de 7 años.
- Se lleva a los niños desobedientes-
- ¡Es mentira!- repetía el niño haciendo pucheros siguiendo sus pasos.
- Desde que perdió a su hijo, ella visita el palacio todas las noches.
- Hay un príncipe en el palacio, ¿por qué no se lo lleva a él?-
- Ella murió pensando que nació sin vida, por eso se lleva a los niños desobedientes al inframundo.
- ¿Y que les hace?-
- Se los come. –
- Nooooooo... te acusaré con mamá!- corrió el niño llorando.
- ¿Así que la emperatriz Melissa es tan terrorífica?- pensó en voz alta un joven maestro de cabellera plateada, cerró el libro que leía, de forma brusca- Esa emperatriz podría ayudarme con este niño desobediente- sonreía para sí, viendo como desde lejos, un joven de cabello negro escalaba la panderete escapando de su clase.
- Baje de ese muro príncipe Eugene- ordenó con calma su nuevo tutor de cabello plateado, Mads Kross.
El chico de cabello negro liso y ojos morados, le observaba atónito y enojado, no esperaba que notara su ausencia tan rápido.- Maestro hoy no deseo tener lecciones, ¿de qué me sirve aprender todas esas palabras sin sentido??¡ Es aburrido!-
- Si no aprende lo básico alteza no podrá seguir avanzando, además usted me dio su palabra, lo vencí en el duelo, ¿o lo olvidó?- mantenía una dulce sonrisa en su pálido rostro.
- No olvidé eso, pero... puedo aprender todo eso yo solo, por algo soy el futuro emperador, hago lo que quiero.- gritaba cruzándose de brazos.
- Lo siento, pero su majestad me trajo acá para educarlo.-
- Mi padre no se enterará. A él no le interesa que aprenda magia...- susurró desanimado.
- Entiendo... pero... si aprende algunos trucos puede cambiar su opinión- le intentó convencer.
- ¿Cuál sería esa forma según Ud.?- preguntó con tono desafiante.-
- Ésto- Mads con su dedo índice trazó un símbolo en la tierra y luego exclamó con suavidad- Tiembla!-la tierra bajo la alta pandereta comenzó a moverse, al principio despacio, para asustar al chico rebelde, poco a poco las ondulaciones se hacían más notorias.
- ¡Eso no me asusta!- le gritó desde arriba, abrazándose al borde de la pandereta.
- Bien.- suspiró- Toco con su dedo la pandereta- Será a su manera príncipe... - la doble pared de cemento se quebró en dos con el suave golpe de su dedo.
El joven que no esperaba una reacción tan arriesgada en su contra, se resbaló.
- Supongo que ya sabe volar por lo que puede caer sin problemas.- le decía fingiendo no verlo caer-
Asustado, Eugene veía como la gravedad lo llevaba hacia el piso sin poder reaccionar, cerró los ojos esperando el golpe, caería unos 10 metros, en vez de dolor y polvo, el olor que le envolvió era una suave esencia de naranja. Abrió los ojos y vio la mirada burlona de su maestro, le había atrapado y lo tenía en brazos como un bebé.
- Y bien... ¿ podemos continuar con la lección majestad?- le sonrío Mads.
- Esta bien...- confirmó avergonzado.- Padre se enterará que destruyó la pandereta del palacio.-
- ¿Cuál pandereta?- preguntó haciéndose el desentendido, se giró con él para que viera la pandereta.
- Esa... que...- no lo podía creer... estaba intacta, ¿era la misma pandereta de hace unos instantes?-
- No hay nada que informar al emperador... continuemos la lección de hoy. - iba a cargarlo hasta la biblioteca como algo muy normal.-
- Maestro, puedo caminar.- expresó ruborizado.- " hizo un hechizo de alucinación"- le observaba el chico de 14 años.
- ¿No se escapará otra vez?-
- No. Lo prometo, esto es muy humillante-
Mads se detuvo y le permitió bajar, el chico comenzó a caminar en dirección a la biblioteca y él lo siguió detrás para vigilar que no huyera-
Eugene se dio la vuelta y le miró desafiante-¡ No crea que lo he aceptado!! Ud. Es igual a los otros maestros que vinieron.-
- ¿De qué forma majestad?- preguntó pellizcándose la barbilla.
- ¡Qué soy un mestizo !!- le grito visiblemente afectado.-
- Eso no es algo malo... no debe sentirse agredido por ello-
- Es igual a los magos contratados por Rubeus...- le volvió a gritar- mi sangre esta mezclada con la de una bruja... soy el futuro heredero de este imperio y mis orígenes no son nobles.
- Gracias a la sangre de esa "hechicera"... usted puede aprender magia, su madre fue extranjera pero era de la nobleza.-
En este mundo, las brujas eran personas con poderes mágicos pero sin estudios formales, sólo aprendían a través del instinto y la experiencia diaria.
- Todos quieren que mi padre se case otra vez y tenga otro hijo, así podrán quitarme el título de heredero.- seguía sin voltear.
- ¿Por qué es hijo de una hechicera?-
- Porque soy hijo de la mujer que intentó matarlo.- se quejó triste y encogió los hombros.
- Yo puedo ayudarlo a demostrar que es un digno heredero al trono, pero debe cambiar su actitud, oponerse a mi autoridad no le traerá beneficios.
Mads sabía de esa historia, el hermano de la emperatriz le contó, la madre de Eugene celosa de una mujer noble, maldijo a su esposo, pero esta maldición rebotó hacia ella y el emperador se salvó gracias a ese milagro.
- Ud. Sólo dice lo que le indicó el mago imperial.- siguió caminando.
- Yo no fui recomendada por el mago imperial, su tío me pidió venir.-
- ¿Mí tío Theo? Eso padre no lo hubiese aceptado.-
- Si no me cree, pregúntele al emperador.-
- Le preguntaré.- anunció y dio pasos largos hacia la biblioteca.-
- He usado todas las tácticas que conozco para que renuncie pero no logro colmar su paciencia.- se decía Eugene malhumorado, giró su cabeza para verlo, el maestro le sonrío, eso sólo lo irritó más, siguió caminando dando pasos fuertes para hacer notar su molestia.- ... Me venció en ese duelo... no puedo ceder tan fácil...- se decía recordando el bochornoso momento.
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Daniel Braun y su esposa sufren un accidente de trafico, justo en ese viaje ella le había entregado el acta de divorcio, algo totalmente inesperado para él, esperaban a su segundo hijo. ¿ Qué llevó a su esposa a tomar esa decisión? ¿ Seguirá en pie el terminar con su matrimonio de siete años?
Sofía Morales, en la fiesta de celebración de su graduación, ebria y drogada por uno de sus compañeros quien intentó abusar de ella, se entregó a su héroe y salvador, Rafael Rincón, quien también se encontraba bajo los efectos del alcohol. Al mes exacto de esta celebración, ella comenzó a experimentar los primeros síntomas de su embarazo múltiple, lo cual fue un escándalo para toda la familia, especialmente porque nadie sabía quién era el padre de sus trillizos, ni siquiera ella misma. Antes de salir a relucir esta situación, su padre le estaba imponiendo aceptar un compromiso matrimonial con el hijo de su amigo, porque había dado su palabra desde que ella era una niña. Estando en su sexto mes de embarazo, su padre fallece, dejándola heredera y billonaria. Como era su única hija, debió asumir el cargo de CEO. Esto no fue bien visto por los otros accionistas de la Naviera, quienes consideraban que era una irresponsable, por el grave error cometido: ser madre soltera. Por su parte, Rafael Rincón, hombre enigmático, billonario, productor, ganadero, quien había perdido a su novia en un accidente, no dejó nunca de pensar en la bella y virginal jovencita a quien rescató y luego hizo suya en una noche de copas, en una discoteca de la Ciudad, propiedad de su amigo y de la cual solo sabía, que se llamaba Sofía.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Esperando un nuevo comienzo de su vida después de que ella se graduara de la escuela secundaria, estaba lista para volar en el cielo y elevarse hacia su sueño. Pero no sabía que su vida cambiaría al regresar a casa. El mayor evento que le cambió la vida la estaba esperando. Apenas era consciente de que el brazalete que llevaba puesto desde su nacimiento era un signo, que representaba su destino de casarse con un hombre que nunca había conocido. No podía hacer nada más que seguir el acuerdo, porque la vida no estaba dispuesta a perdonarla. Su impotencia no le dejaba otra opción. Pero finalmente, ¡ella decidió renunciar a todo y huir! Y de nuevo, el cielo se burló de ella. Para su sopresa, el supuesto prometido volvió a entrar en su vida. ¿Qué le esperaba en el futuro y hacia dónde la llevaría la vida?
Yo solía ser una campesina que residía en una vieja cabaña en Bristol, antes de que aquel hombre me llevara consigo para convertirme en su esposa. No entendía por qué me había elegido, una simple campesina sin conocimientos de lectura o escritura, pero me sentía afortunada, aunque mi mayor error fue confiar en él debido a mi ignorancia, incluso llegué a enamorarme de Benjamín Worsley, lo cual resultó ser mi sentencia de muerte, literalmente. Lo más extraño de todo fue que después de la boda, ese cariño que él me demostraba desapareció. El verdadero Benjamín mostró su lado más frío, ni siquiera me tocó en nuestra primera noche juntos, ni en las siguientes. Poco después, comenzó mi verdadero tormento. Benjamín trajo a una mujer al castillo Worsley, y supe por las sirvientas, que me odiaban, que era su ex prometida. Para empeorar las cosas, ella afirmaba estar embarazada de él, y Benjamín no lo negó. Viví bajo el mismo techo que su amante, pero a diferencia de ella, yo no tenía libertad. El castillo era como una prisión, y casarme con ese monstruo resultó ser un infierno. Cosas extrañas empezaron a suceder; mi esposo y su familia eran personas extrañas, y nunca debí haber descubierto el secreto que guardaba esa familia, ni por qué se casó conmigo en primer lugar. El propósito era espeluznante, al igual que él. Sobre todo: NUNCA DEBÍ CASARME CON EL MONSTRUO.
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".