/0/4541/coverbig.jpg?v=eda709b89b134796fbbc231a473d56a9)
¿Conoces la famosa historia de la sirenita? ¿Sabías que tiene un origen cruel y triste? Esta es la Historia de un tritón, magnifico y bello ser mitológico que habita en los mares, quien al encontrarse con un humano salva su vida, evitando un suicidio. Esto desencadenará una serie de eventos que no terminan en un cuento de hadas, precisamente ¿Estás dispuesta o dispuesto a cambiar tu mente?
La historia que verás a continuación fue real, yo tuve la fortuna y también la desgracia de ser parte de ella, tomé la decisión de que esta anécdota debía ser publicada, pero al mismo tiempo tengo un inmenso coraje, pues esta historia ya la conoces, pero la versión modificada, pues fue adaptada para encajar en la sociedad, cómo si no hubiese bastado con todo lo ocurrido.
En fin, para hacer esto más interesante te tengo una apuesta, si está historia logra mover algo dentro de ti, aunque sea sólo un milímetro, deberás compartirla, por el contrario, si lo único que hacen es aburrirte, tendrás toda la autorización para difamarla, ¿Aceptas?
Antes de que comiences, debo advertirte que hay algunas cosas crueles por acá, prepárate.
Dicho esto, ¿Estás dispuesto o dispuesta a cambiar tu mente?
_______________
Recuerdo con claridad el día en que intenté suicidarme, no estoy realmente orgulloso de aquello, pero, ¿Qué puedo hacer?
-Un humano menos, un humano más, ¿Qué mas da? En realidad no importo, pues, aún si yo no existo, el mundo no cambiará -Eso era lo único que pude pensar.
Lo sé, sé que es una salida cobarde, tan solo me dejé llevar por el mar de problemas que me inundaban.
Haciendo memoria, recuerdo que me sentía... vacío. Esa sensación: Saber que hay gente a tu lado y sentirte solo, o tener una buena vida y sentir que nunca es suficiente.
Por más que te esfuerzas en ser feliz, la vida te arrebata esa oportunidad. No importa quien o que seas, en alguna etapa de la vida todos conocen a la "señorita depresión", la "señorita soledad", el "señor miedo", así como a muchos otros señores, señoras o señoritas más, depende de cada quien como lo enfrenta.
Para mi esto difícil, más de lo que debería. Mi enfermedad se llama Síndrome de Borderline o trastorno límite de personalidad, un trastorno de identidad de Clasificación B "Exagerado- dramático" que causa conductas impulsivas y descontrol emocional en la víctima. Según los especialistas, debía asistir a terapia por al menos 3 años, en sesiones cortas e intensas, a parte de recibir un tratamiento medico (antidepresivos, pastillas, parches, etc...)
Sin embargo, no me gustaba la idea de crearme una dependencia a la "droga" a la que los doctores llaman "medicina" , ni la de contarle todos mis problemas a esos "psicólogos" que solo me escucharán mientras les pague y, tal vez, al final de cada sesión, ellos también se burlen de mi. Sé que los estigmatizo, pero he tenido malas experiencias con ellos, esta es la única manera en que me podré quejar.
Ese día, mi mejor amigo me había traicionado, acostándose con mi "novia" (Si así se le puede considerar) mi abuela había fallecido, ella era la única que me cuidaba, debido a esto mi primo me había golpeado, también me había corrido de su casa, no tenia dinero para comer, estaba a punto de reprobar la escuela, y me convertí en el objeto de burla en el colegio.
¿Qué otros motivos quería para suicidarme?
Ya no importaba nada, si seguía vivo solo me esperaba más sufrimiento, o al menos eso pensé. Tal vez parezca poca cosa, pero no puedes ir por ahí minimizando los sentimientos de otras personas solo porque la estés pasando peor.
Mi duda en el momento fue, ¿Cómo hacerlo? Soy demasiado cobarde hasta para morir.
¿Pastillas? Sí, eso sería bueno, fácil, sencillo; pero no las conseguiré. Los doctores no son estúpidos.
¿Cortarme las venas? No, eso dolería demasiado...
¡Eureka! Lanzarme al mar.
Planeé el suceso por días, finalmente tomé mucho valor, subí hasta la cima de una barranca, me amarré piedras a los pies, cargue mismos bolsillos con estas, después me acerqué a la orilla. Casi nadie visitaba esa playa porque decían que había "tiburones" así como "criaturas desconocidas de naturaleza malvada", para las personas era una playa sola y "peligrosa".
¡Perfecta para el plan!
Luego de eso, salté.
Pasado un tiempo no podía respirar, el agua me asfixiaba, mi visión se torno borrosa, mis oídos dolían debido a la presión del mar. Sentí una sensación de ardor en todo mi cuerpo conforme más me iba hundiendo, pero después vino la calma, una maravillosa calma que parecía acabar con todos mis problemas.
Poco a poco deje de percibir la realidad. Me odié, me odié por desear justo en esos últimos instantes de conciencia, con toda mi alma, que alguien gritara mi nombre, que alguien deseara que viviera, alguien que me hiciera aferrarme a la vida, que me diera una razón para seguir luchando o algo por lo que luchar. Pero no había nada, sólo un cuerpo sumergiéndose en el agua junto con algunas sombras a su alrededor.
Cerré mis ojos, veía un negro noche con algunos reflejos del Sol que se colaban por mis párpados, pasado un rato alcancé a distinguir una sombra sin forma, acercándose cada vez más a mí. Al inicio temía que fuese un tiburón, pero, a final de cuentas, ya no sentía nada, por lo que me relajé esperando ser devorado. Sin embargo, de pronto, sentí el frío aire en mi cara, escuché las olas del mar, a las aves, era un sonido, como si alguien estuviera nadando.
¿Es esto una alucinación?, ¿Es parte de morir? Sentí una superficie plana, rugosa, así como una sensación de presión constante en mi pecho, entonces respiré. Unas húmedas pero extrañamente suaves manos pasaron por mi rostro.
Abrí mis ojos, alcanzando a distinguir una figura borrosa. Podía reconocer la arena debajo de mí, la cuál era cálida
Luego de un rato, cuando mi visión se aclaró, pude ver que lo que era la sombra, era un hombre muy joven.
Él colocó su oído en mi pecho, apretándose fuertemente contra el, se quedo callada unos segundos para ,finalmente, dar un enorme suspiro. Seguramente pensó que ya estaba muerto. Se quedo mirándome, hasta que se decidió a hablar.
-Nombre...- Dijo algo inseguro, apartando la mirada como si estuviera avergonzado. Su voz era dulce y calmada.
-¿Mi nombre?
Asintió con la cabeza. Estaba a punto de contestar cuando se me ocurrió mirar hacia abajo. Solté un grito, haciendo que la criatura se hiciera para atrás. Criatura, pues se trataba nada más ni menos, de un tritón, ¡Un Tritón!.
Me arrastré aún más lejos de él, posteriormente quedé hiperventilándome en la arena, tan sólo me limite a observarlo desde lo lejos, hubiera corrido si mis extremidades me lo hubieran permitido, pero aún estaba recuperándome de aquella sumergida.
Él sonrió, amablemente, se quedó pensando un rato, después de unos minutos me dijo, señalándose a si mismo.
-Thálassa.
No respondí nada, seguía impactado, a parte no entendía lo que estaba diciendo, ¿Qué significaba "Thálassa"?
Esperé a que algo pasara, y mientras lo hacía comencé a analizar al hombre pez. Era muy bello, he de admitir. Lo que más me llamó la atención era el estampado de burbujas en sus ojos.
La criatura parecía no querer hacerme daño, pero seguía sin confiar en él
-¿Es tu nombre?- pregunté de la manera más formal que pude, no sería bueno alterarlo.
-mm -Asintió con su cabeza en forma de respuesta.
-...Pactli -Le respondí, señalándome a mi mismo, como él estaba haciendo.
Sonrió. Me Miró por un buen rato, pero no dijo nada.
-¿Entiendes lo que digo? - Nunca había visto un tritón, así que no había manera de saber si realmente me estaba entendiendo del todo, o simplemente estaba tratando de ser amable.
-Si, idioma humano, e idioma sireno.
Aunque su léxico era limitado, podía entender lo que me decía. Finalmente tomé valor y me acerqué, a final de cuentas si me mataba, eso era lo que estaba buscando desde un inicio.
Hablé con él, lentamente, para que pudiera entenderme. Aunque decía pocas palabras me dio mucha información sobre él
Me contó de su vida en el mar, sobre los deberes que tenían los tritones, también me pregunto si había tenido algún accidente, o si alguien me había empujado al mar.
Simplemente pude no haber dicho nada, pero inconscientemente terminé diciéndole la verdad
-Fue un suicidio, o un intento de ello.
Increíble, ni siquiera para morir sirvo
-¿Suicidio?, ¿Quieres morir? -Se sorprendió un poco
-Si
-¿Por qué?
-No he tenido una buena vida, de hecho es una mierda, pero eso no importa. No querrás escuchar los problemas de un adolescente cualquiera, ¿Verdad?
Se quedó pensando un momento para después decir :
-No es así
-¿Qué?
-Me agradas. Quiero compañía, tuya, si estás sólo ven, yo aquí para ti.
-¿Como planeas que concordemos? No podemos buscarnos.
La criatura se quedó pensando, luego se quitó un collar que tenía y me lo ofreció
-Mágico, ponlo en tu pecho, presión fuerte, me llamará. Tú no más sólo, lo prometo. Acércate
Lo obedecí.Hizo un movimiento de manos bastante extraño, indescriptible. Las colocó en mi pecho provocando una sensación de calor que me asustó. Inmediatamente me hice para atrás
-¿¡Qué fue eso!?
-Conexión, caracola, tu, magia y yo
-Estamos... ¿Conectados?
-mm
-Gracias, supongo, pero trata de evitar hacer cosas así sin avisar. Me asusta
-Lo siento
-¿Estás seguro de esto?
-¿Por qué?
-¿No se supone que el contacto entre humanos y sirenas, o bueno, en este caso, tritones está prohibido? Según lo que he escuchado, casi todos los libros de ficción lo dicen.
Dió un no muy largo suspiro, engrosó su voz, como si tratara de imitar a una persona, después pronunció "Si ser vistos, si humano agradecido, contacto no prohibido..."
-¿En el océano también existen reglas? Es interesante, pero me tengo que ir. Debo buscar donde pasar la noche, no tengo casa
-Vuelve -Esbozó una sonrisa
-No lo dudes -Respondí a lo lejos mientras me marchaba.
Caminé por un buen rato hasta que me topé con una casa en estado de abandono profundo, a tan solo veinte minutos de la playa.
Nadie quería vivir cerca de esa playa desde que hubo una época en qué las aguas eran tan turbulentas que acababan hasta con el mejor nadador, así que no habría persona alguna que reclamara esa casa.
Sería difícil empezar la remodelación de aquel viejo, polvoriento lugar, pero no tenía otra opción. Comencé por limpiar las telarañas de los muebles
Tendré que conseguir dinero de algún modo
No tenía ni siquiera una cama, por lo que dormí en el piso. Al día siguiente planeaba recoger mis cosas (Que estaban aún bajo el dominio de mi primo) para acoplarme a mi nuevo hogar, a pesar de todo me sentí algo aliviado. Tenía la pequeña esperanza de que alguien esperaría por mi.
Había pasado tanto tiempo desde que alguien me recibía con una sonrisa.
Aunque, siendo honesto, no se me habían quitado las ganas de morir.
Si voy mañana, ¿Estaré haciendo lo correcto?
Pactli, un joven escéptico, se encuentra con un mundo mágico bajo el mar cuando un tritón le salva de morir ahogado. A medida que se conocen, ambos deben enfrentar sus traumas y sus enemigos. ¿Será posible el amor entre dos seres tan diferentes? _____________________________________________ Pactli tiene una enfermedad que le hace ver la vida en gris. Cansado de sufrir, decide poner fin a su existencia. Pero el destino le tiene reservada una sorpresa: Thálassa, un bello Tritón que irrumpe en su mundo. Él es heredero del reino submarino, pero no quiere asumir esa responsabilidad. Juntos, emprenden un viaje lleno de aventuras, magia y romance. En el camino, curan sus heridas del pasado y descubren la belleza de la vida. Pero su amor no es fácil. Tienen que enfrentarse a peligros, enemigos y dilemas. ¿Podrán superar los obstáculos y elegir su propio destino? ¿Será el amor más fuerte que todo?
Ciro tiene una enfermedad misteriosa que le consume la vida a cada cambio de estación. Su única esperanza es Abdiel, un joven médico que se enamora de él durante sus visitas al hospital. Juntos, enfrentan una lucha desesperada por encontrar una cura antes de que el décimo invierno llegue y sea demasiado tarde.
No se sabía mucho, los únicos datos que tenían es que cada cambio de estación significaba un síntoma más, y que el tiempo se le estaba agotando Tras sus constantes visitas al Doctor, Ciro logra conocer a un estudiante recién graduado de medicina llamado Abdiel, ellos entablan una amistad que posteriormente se transforma en una relación amorosa. El problema es que la enfermedad de Ciro es desconocida, y está acabando con él. Es así que Abdiel comienza una carrera contra el tiempo, en la cuál deberá encontrar una cura antes del décimo invierno
Haru tiene un secreto que podría costarle la vida: es gay y está enamorado de Akira, el hermano de su mejor amigo. En el país donde vive, la homofobia es rampante y violenta, y Haru se ve obligado a ocultar su verdadero yo. Pero cuando una chica de un grado menor le confiesa su amor, Haru se ve envuelto en una espiral de mentiras, celos y peligros que pondrán a prueba su corazón y su valor.
Eden McBride pasó toda su vida siguiendo las pautas de la sociedad. Pero cuando su prometido la dejó un mes antes de su boda, Eden deja de seguir las reglas. Una furia insaciable es justo lo que recomienda el médico para su corazón roto. No, en realidad no era así. Sin embargo, era lo que necesitaba Eden. Liam Anderson, el heredero de la empresa de logística más grande de Rock Union, era el tipo perfecto. Apodado el Príncipe de los Tres Meses porque nunca estaba con la misma chica por más de tres meses, Liam había tenido una buena cantidad de aventuras de una noche y no espera que Eden sea nada más que eso. Cuando se despertó y la encontró con su camisa de mezclilla favorita, Liam comenzó a estar irritado, pero extrañamente intrigado. Ninguna mujer había abandonado su cama voluntariamente ni le había robado. Eden había hecho ambas cosas. Necesitaba encontrarla y arreglar las cuentas. Pero en una ciudad de más de cinco millones de habitantes, encontrar a una persona era como buscar una aguja en un paja. No se vieron hasta que el destino los volvió a reunir dos años después. Eden ya no era la chica ingenua que era cuando saltó a la cama de Liam; en ese momento tenía un secreto que proteger a toda costa. Liam estaba decidido a conseguir todo lo que Eden le robó, y no fue solo su camisa.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...