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La familia de Emira está a punto de perder la empresa chocolatera que ha sobrevivido de generación en generación. Está en sus manos el futuro de Achocolatada, ¿Será capaz de entregar su propio futuro por el bienestar familiar?¿O quizás el trago sea demasiado empalagante para digerir? De algo está segura y es que recibirá un Amargo Placer.
-Esto no puede estar pasando, no, no otra vez- Emira entró intrigada y preocupada por los sollozos que salían de la oficina que su padre tenía dentro de la finca, su vestido veraniego de colores pasteles flotaba sobre su rostro mientras corría adentro sin nada de femineidad a ver qué carajo pasaba.
-¿Qué son todos esos gritos?- dijo contra la puerta de madera cerrada tocando con fuerza una y otra vez- ¿Mamá?¿Papá?¿Qué pasó?- insistió ahora con el corazón en la garganta- ¡Saben que no me voy a mover de aquí!
La puerta de la oficina se abrió y antes de que pudiese colarme dentro el capataz de la finca salió con el sombrero en la mano y rostro apesadumbrado.
-Lo siento mucho, señorita, pero lo mejor será que no entre ahora, sus padres no están bien- Emira lo miró con curiosidad.
-¿Qué es lo que pasa, Rodrigo?¡Hable ya!- lo apresuró sin importarle que el hombre la conociera desde que usaba pañales.
-Son los cultivos de cacao, señorita- dijo él cabizbajo, Emira llevó una mano hacia su rostro para pellizcar el puente de su nariz- Infectados, de nuevo.
-¿Otra vez la maldita plaga?- adivinó ella y él asintió con tristeza. De su boca salió un chillido de frustración- ¡Mierda!¡Pero es que esto no puede ser!¡De nuevo esto!
-Señorita, no debe expresarse así- dijo Rodrigo rápidamente mirando hacia ambos lados. Poco le importaba a Emira lo que dijese alguien de cómo se comportara. Achocolatada se venía a pique y ya no había más dinero- Son los fertilizantes, señorita Emira- explicó él acomodando el sombrero en su cabeza- Sin buenos fertilizantes, no tendremos cosechas.
-Y sin cosecha no hay dinero, Rodrigo. Me queda claro- dijo ella apartando al hombre de la puerta- Con permiso- dijo entrando para encontrar a su madre en el sillón con un pañuelo viejo sobre su nariz y a su padre con el sombrero puesto, los ojos llorosos y un vaso de anís en la mano.
-¿Qué vamos a hacer?- dijo su madre entre lágrimas y eso conmovió el corazón de Emira hasta casi romperlo.
Fue hacia ella para abrazarla y consolarla a la vez, mientras su padre se giraba a la pared mientras tomaba un trago que seguramente no era el primero.
-Algo se nos va a ocurrir- dijo con seguridad sin saber de dónde rayos la sacaba. Todo parecía haberse ido a la porra y ella aún mantenía una vaga esperanza.
-¡Ya quisiera yo saber qué carajo se nos va a ocurrir!- se quejó su padre con la voz más ronca de lo normal caminando hacia ellas dos. Eliza haló a su hija hacia el sofá y ahora Emira estaba sentada junto a su madre- La mitad de los trabajadores se ha ido, la otra mitad está pidiendo que les paguen, ¿Y cómo les pago si no hay producción de chocolate desde hace más de seis meses?- se quejó él caminando de lado a lado- Si vendemos todo, todavía eso no cubre la deuda, entre los trabajadores de la empresa y los obreros, eso sin contar las deudas de la casa- su padre se sentó de golpe en la butaca- Creo que me debería pegar un tiro y salir de todo esto.
-¡Madre mía, no!- se exaltó Eliza entre sollozos llevando una mano hacia su enfermo corazón, Emira se levantó de golpe y caminó hacia su padre sin la más mínima pizca de temor, le quitó el vaso de la mano y lo miró a los ojos, ambos del mismo tono gris plomo, ambos malhumorados con el ceño siempre fruncido, tercos, orgullosos. Ambos tan iguales.
-¿Y con eso usted qué soluciona? Cuénteme a ver- se cruzó de brazos mirándolo, retadora- ¿Dejarnos las cargas a mi mamá y a mí?¿Ese es el amor que usted le profesa a la mujer de su vida?¿A su hija querida?- Saul se restregó el rostro y rompió en llanto al oír a su esposa sollozar.
-Es cierto, lo sé, perdónenme ambas- dijo arrepentido mirando a su hija a los ojos con desesperación-¿Pero qué vamos a hacer, mija? Achocolatada es todo lo que tengo, todo lo que tenemos... No puede desaparecer, me rehúso a perderla- ella se arrodilló ante su padre mirándolo con la seguridad de una fiera a punto de cazar, era una pantera silenciosa e inteligente, una cazadora por naturaleza.
-Confíe en mí, papá. Alguna solución vamos a encontrar, pero de que Achocolatada seguirá siendo nuestra, eso se lo juro- miró a su madre que parecía apenas un poco más calmada- A ambos, se los prometo.
Su padre apretó su mano entre la suya y asintió aún con el rostro empapado de lágrimas.
-Salgan, las dos, por favor- dijo alternando la vista entre ambas- Necesito... Pensar. Quiero estar solo.
Emira asintió y se levantó estirando la mano para ayudar a su madre a hacer lo mismo y ambas salir de la oficina de su padre con la puerta siendo cerrada a sus espaldas. Emira sabía lo duro que era su padre a excepción de los momentos en el que Eliza lloraba, ahí era cuando el mundo de Saul Badell se desplomaba y tenía que levantarlo ladrillo por ladrillo para que el castillo de su princesa se mantuviese intacto.
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Emira caminaba entre las plantaciones, disfrutando como hacía desde niña, cuando jugaba entre los grandes ramales a las escondidas. Ella disfrutaba del sonido de la brisa sobre las hojas en movimiento, a veces deseaba desaparecer en dirección a los pueblos más cercanos, buscar un trabajo regular que al menos le diese algo para comer, pero no era tonta y sabía muy bien que en el Amazonas lo que más podía encontrar una mujer como ella, sola, bonita y aguerrida, eran peligros por doquier. Porque si no se ganaba un problema con los ganaderos y sus mujeres, sería con los mineros y sus esposas, o los petroleros que pensaban que por ser extranjeros tenían derechos sobre las jóvenes de la zona, e incluso había escuchado a más de una ser llevada por la guerrilla y aunque el hambre le apañara la vista, ella en definitiva se las podía arreglar viviendo sola, pero eran sus padres quienes le preocupaban: Ellos no aguantarían una partida tan trágica de su única hija.
Emmet Wick trabajaba como un "Apoyo de Suicidios" en una empresa privada luego de que las leyes contra la humanidad alargada y la moral en casos de sufrimiento extremo fueran cambiadas. Una cliente en particular cae en su jornada, un padre consternado busca de sus servicios para atender a la persona más importante de su vida, no sabía nada de ella además de que su nombre es Lía Clarkson y sus compañeros le advierten de la misteriosa mujer. Pero solicitaba sus servicios y prometía pagar el triple de su cuota estándar. Lía es cruda y sincera, ácida como lo sería cualquier paciente terminal con un tumor cerebral de unos veinte centímetros empujando en su cabeza y a punto de estallar. ¿Resistirá Emmet a ayudar a quien no se deja ser ayudada y sacar de una fuerte depresión a alguien que se regocija de su oscuridad? "Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra, y que no tenemos manera de saber cuándo se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos." Elisabeth Kubler-Ross Historia original y hechos totalmente ficticios. ADVERTENCIA: Temática fuerte, menciones a: Autolesiones, Eutanasia, Sexo, Dolor agudo y lenguaje adulto.
¿Qué es un humanoide? Un robot humanoide es un robot diseñado para imitar o simular la forma y los movimientos de un ser humano. La Empresa SUSHUAK ha sido la cabecilla de la robótica desde hace dos décadas, liderando a la competencia en creación e impulsión tecnológica capaz de mejorar las percepciones humanas y haciendo más cómodas las vidas diarias de los humanos. Los robots sexuales dominan el mercado global y por tanto SUSHUAK se ha encargado de distribuir sus más exclusivos diseños en masa, llegando así a sectores en los que la nueva era de la tecnología y la sexualidad era un descubrimiento totalmente asombroso. Año 2050. Adriel Lewis recibe un regalo especial el día de su cumpleaños número 30. La EXO2118, un perfecto ejemplar de las humanoides que están dando de qué hablar, mejores que unas muñecas inflables y más prácticas que un servicio de Scort. Perfectamente diseñadas para imitar todas las funciones de una humana femenina. La nombró Romina, y se asombró de lo parecida que era a una mujer real. Con la excepción de que no traía sentimientos en su software. O se suponía que así fuera. CIENCIA FICCIÓN/ROMANCE/STEAMY STORIES ***PARA MAYORES DE EDAD***
Existe una teoría muy conocida. Es llamada "La inevitable atracción". Es la creencia de que los polos opuestos se atraen, es decir, que dos personas totalmente opuestas, sienten una fuerte atracción la una por la otra y, es más, se complementan y consiguen ser una relación “perfecta”. ¿O no? Maximiliano es todo lo contrario a lo que debería de ser el hijo de un candidato a la presidencia y cuando su padre consigue su meta, el equipo presidencial le aconseja hacer algo con su primogénito de mal comportamiento. La cosa era clara: Necesitaba una novia que le diera esa apariencia de normalidad a su desbocada vida y así dejará de arruinar a su papá. Él ama la fiesta, la rumba y los tragos. Ella es un alma vieja con un inmenso amor por la naturaleza y el arte. Tan distintos, tan opuestos… Quizás esa es su similitud: Lo que no tenían en común. Obligados a fingir una relación, esa hippie y ese viejo gruñón empiezan a darse cuenta de que forzandolo o no, los opuestos terminan atrayendose entre sí. Y aunque la gente se oponga… La novia del hijo del presidente llegó para quedarse. ROMANCE +18. STEAMY STORIES.
Y aquella vieja frase de “Somos los arquitectos de nuestro propio destino” nunca pudo ser tan real, porque lo más maravilloso es que lo que está destinado a suceder siempre encontrará una forma única y mágica de manifestarse. ¿Qué dirías si el destino cruzara una y otra vez a una persona en tu vida?¿Y si él se divierte atravesando personas al azar, haciendo que compartan algo en común que, al final, terminará siendo una casualidad más que vanal, con efectos a largo plazo y que sin dudas se volverá inolvidable? Frida y Edgar se conocieron desde niños y no, no un amor cliché y típico de vecinos que crecieron juntos, sino algo más… Tétrico. Un 7 de mayo el padre de Edgar y la madre de Frida fueron enterrados, uno junto a el otro, luego de ser preparados en la misma funeraria. Ese día los marcaría para siempre y también a su amistad. Amistad que con el tiempo escala a algo más y cuando Frida planea confesar su amor, algo sucede. Pero el tiempo pasa y el destino va pacientemente hilando la tela de sus vidas, hasta llevarlos a toparse una, y otra, y otra vez. ¿Serán Frida y Edgar capaces de hacerle caso al corazón? ¿El destino o su decisión es quien le llevará a ser uno?
Moana es una problemática mala conducta pero no por gusto, acarrea de su pasado diversos sucesos que la han orillado a ser lo que hoy es. Prostituta, amante de la marihuana y la cocaína y estudiante de medio tiempo pero cuando Xavier llegue a cambiar su vida, sera el ancla al que aferrarse. Dos lados oscuros creando luz. Porque, después de todo, el amor y el dolor van de la mano. Eso, hasta que las mentiras explotan.
Nico Torres acaba de graduarse y recibió una propuesta de trabajo en un internado un poco alejado de la ciudad. El internado Morpho alberga alrededor de doscientos alumnos entre los quince y diecinueve años de edad. Y las estudiantes fueron muy entusiastas con la llegada del joven profesor. Excepto una. Y es ella la que le desordena la cordura hasta el punto de arriesgarlo todo por tan sólo saborear a... La Favorita del Profesor.
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".
Fue un gran día para Camilla. Estaba ansiosa por casarse con su guapo esposo. Desafortunadamente, él nunca apareció durante toda la ceremonia. Se convirtió en el hazmerreír de todos los invitados. En un ataque de rabia, salió con un extraño en su noche de bodas. Se suponía que iba a ser una aventura de una noche. Pero para su sorpresa, el hombre se negó a superarla. La persiguió incesantemente como si le hubiera robado el corazón esa noche. Camilla no sabía qué hacer. ¿Debería darle una oportunidad? ¿O simplemente mantenerse alejada de los hombres?
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
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