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Luis Castro de 22 años es de una familia acomodada, Fátima Flores chica de 17 años que vive en un internado solo de mujeres custodiado por monjas, Luis la conoce por acompañar a sus padres al internado ya que ellos todas las tardes pasan ahi.... que pasara? como se enamoran?...... A leer se ha dicho
Mi nombre es Fátima Flores tengo 17 años, mido 1.47 metros, trigueña, camanances, pelo negro largo y cuerpo normal a mi criterio. Estoy en ultimo año de bachillerato, no tengo padres, mi infancia muy complicada y termine por vivir en un internado u orfanato como quieran llamarle; en algún momento conocerán la historia....Tengo una mejor amiga que se llama TERESA, esta niña siempre está para mi y yo para ella, es lo más importante que tengo en la vida.
Estudio por las tardes y casi siempre es hacer lo mismo todos los días, En el internado se tiene un orden y hacen diferentes actividades las cuales se cambian a final de mes. Este mes me toca cuidar el grupo de las niñas menores junto con Patricia que es una chica muy alocada pero muy buena onda, por que habemos dos? pues esto debido a que ella estudia por la mañana y yo por la tarde y así yo me ocupo de las niñas en la mañana y viceversa.
Patricia y las niñas me cuentan que por las tardes han empezado a llegar unos esposos con dos hijos a los cuales no he podido conocer, cabe recalcar que no estamos acostumbradas a la presencia de hombres ya que el internado es solo de mujeres y el lugar donde estudiamos también es por eso que la mayoría de niñas hablan mucho sobre eso.
Mañana no ire a estudiar ya que los maestros tendrán una reunión así que espero conocer a la familia que tanto mencionan, empiezo a llamar a las niñas para que se cepillen y luego a dormir ya que a las 8:00 pm todas deben estar en la cama.
Al dia siguiente......
Despierto al sonar la alarma de la hermana o monja que está encargada del grupo de niñas menores, y me levanto a hacer la rutina de limpieza, cepillarme, bañarme, vestirme y luego empezar a despertar a las nenas, cuando todas están listas las llevo al comedor y empezamos a desayunar, luego hago que se cepillen y después que vayan al cuarto de juego, empiezo a ir una a una ya que debo ponerles atención a todas; la menor de ellas tiene 1 año y es la que necesita mayor cuidado, mi mañana es igual siempre así que no pienso aburrirlos.
llegada la tarde estamos en la cancha de básquet donde están reunidos los 3 grupos: pequeñas, medianas y grandes y estamos interactuando cuando entra un microbús en el cual va la familia mencionada anteriormente.
Bajan primero una señora que me dicen se llama Carmen y luego un señor que se llama Miguel, baja el que supongo es uno de los hijos que es colocho, piel blanca y muy guapo, Paty me dice que es Jose y el que iba manejando al que aun no logro ver bien se llama Luis; veo que la gran mayoría sale corriendo a darles abrazos y yo solo me quedo parada, siempre he sido tímida con las personas que no conozco así que no me acerco porque no me conocen y yo a ellos tampoco a mi, asi que solo veo de lejitos, cuando veo a Luis que es el que manejaba me quedé en shock, alto, piel blanca, una buena complexión y unos ojos color miel que te derriten... pues estaba viéndolo como boba y creo que se dio cuenta, que pena!!!!!
Prefiero irme a la biblioteca porque me siento rara ahí, medio volteo a darle una última mirada y él me está viendo muy intenso y siento mi cara calentarse.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
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Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.