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Solo hizo falta una noche para que todo en mi vida se derrumbará. Él llegó a poner mi mundo de cabeza, a meterme en un mundo que me quebraría, a introducirme en un juego que acabaría con cualquier rastro de lo que era. Un juego en el que solo había un ganador, y no era yo.
¿No han escuchado la frase: "Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde"?
Pasamos mucho tiempo en nuestras vidas quejándonos de lo que tenemos, de lo que nos hace falta, de lo que nos rodea, de las oportunidades que perdimos, de lo que necesitamos, de lo que otras personas tienen y nosotros no.
Nos quejamos siempre de nuestra patética existencia deseando tener otra, queriendo tener el poder de cambiarla a mejor o peor, dependiendo de cada persona.
¿Por qué no hacerlo?, no es la vida la que define el sendero que debemos vivir, ese lo escogemos día a día tras cada decisión, tras cada respiración.
Es por eso que creo que esa frase está mal, creo que el verdadero significado de esa frase es: "Uno sabe lo que tiene pero nunca estará realmente satisfecho hasta que la vida nos lo quite".
Pero eso no es solo el problema, el problema es cuando la vida decide cobrarnos por habernos quejado de lo que ella nos brinda y dejamos pasar. El verdadero problema está en ese momento donde creemos que a vida nos deja de lado, nos olvida, nos patea y nos deja en el suelo sangrando esperando a que desistamos de seguir.
Y es justo en ese momento cuando nos alzamos, cuando tomando lo que nos queda de fuerza nos ponemos en pie, alzamos la cara y miramos a la vida con todo lo que tenemos diciéndole: "Aquí estoy, aquí sigo y no me voy a rendir. ¡ASÍ QUE MUESTRAME TODO LO QUE TIENES!".
Todas las personas llegamos a ese momento en donde por fin, luego de sufrir, llorar, patalear, exigir una cambio en nuestras vidas tomamos las riendas de nuestra existencia y es cuando la vida por fin te deja en paz.
Todos algún día lo tendremos, a lo mejor ya lo tuviste y, ¡Felicidades, eres un superviviente!
Pero si no lo has tenido, te aconsejo que escuches esta historia, porque Eira estaba a punto de tener su momento donde la vida la golpearía una vez tras otra, porque desde que era una niña la vida no había dejado de golpearla esperando a que reaccionará.
¿Sería muy tarde cuando por fin abra los ojos?, ¿Qué versión de ella misma quedará al final?
La vida no es nada más que un juego y, ella estaba a punto de entrar en uno peligroso que derrumbaría la máscara que ella delicadamente había levantado sobre ella misma.
Así que, señoras y señores. Bienvenidos al oscuro, peligroso, seductor y perverso juego del Rey.
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Bienvenidos a esta oscura historia.
Ella. Desde el principio tuvo que ser ella la única chica a la que me permitiera conocer. Que me permitiera amar. Nadie podía saberlo, porque ella estaba prohibida para mi, porque ella sería ese secreto que me acompañaría en las noches, que me atormentaría el alma tanto como me la liberaría. Moriría por ese secreto, ¿Y saben que?, no me importaría.
Una alianza inesperada estaba a punto de enlazar a dos personas que bajo ninguna circunstancia estaban listas para estar juntos en la misma habitación, una alianza que aseguraría un bando firme en una guerra sin precedentes. Un tempano de hielo que pronto se derretiría bajo el intenso calor de un fuerte deseo que no podía darse y que solo complicaría las cosas. ¿Podrían todos ganar en esta guerra?, o, ¿Tendrían que someterse ante el peligro?
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Durante tres años, Shane e Yvonne estuvieron casados, compartiendo noches acaloradas, mientras él aún estaba enamorado de su primer amor. Yvonne se esforzaba por ser una esposa obediente, pero su matrimonio se sentía vacío, construido sobre el deseo más que sobre el verdadero afecto. Todo cambió cuando se quedó embarazada, sólo para que Shane la empujara a la mesa de operaciones, advirtiéndole: "¡O sobrevives tú o el bebé!". Destrozada por su crueldad, Yvonne desapareció apesadumbrada y más tarde regresó, radiante de plenitud, dejando a todos boquiabiertos. Atormentado por los remordimientos, Shane le suplicó otra oportunidad, pero Yvonne sólo sonrió y respondió: "Lo siento, los hombres ya no me interesan".
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".