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Trevor y Maxine parecen tener una relación perfecta, ambos se han graduado de la universidad, viven juntos y están más enamorados que nunca, pero no todo es color de rosa, porque la vida profesional de Maxine está estancada, lo que la obliga a enfrentarse a la posibilidad de una oportunidad importante a kilómetros de distancia de Trevor. Maxine tendrá que decidir entre su carrera como periodista o su relación con Trevor, que se verá en problemas, sobre todo, por Ian James, su hermanastro, con el que tendrá que vivir. SEGUNDA PARTE DE "BAJO LAS SÁBANAS DEL ENEMIGO"
Maxine.
Envío mi portafolio de trabajo por decima vez en esta semana, estoy cansada, no he dormido nada y estoy frustrada profesionalmente. Han pasado casi seis meses desde que me gradué de la universidad y aun no he conseguido un empleo, ¿Por qué nadie quiere contratarme? Sé que mi trabajo no es digno de un nobel, pero soy una buena periodista, o eso creo yo, porque entre mas hojas de vida paso, más me convenzo de lo contrario.
Cierro la computadora portátil y la dejo sobre la mesita de centro, levanto mi taza de café y voy al balcón del departamento, la vista es espectacular, el apartamento está perfectamente ubicado en uno de los sitios más prestigiosos de todo Flagstaff, supongo que esta es una de las ventajas de vivir con uno de los arquitectos mas importantes en TANER GROUP, Trevor se ha vuelto muy quisquilloso con los detalles, pero no me malinterpreten, me gusta que sea asi.
Miro el cielo lleno de estrellas y pienso en los difíciles que han sido los últimos seis meses, de alguna forma cuando estuve en la universidad estuve viviendo en una burbuja que no sabia que iba acabar explotándome en la cara, todo era perfecto, tenia el novio perfecto, un par de mejores amigos maravillosos, estaba estudiando la carrera de mis sueños y al final hice mis practicas en la empresa en la que siempre quise, creí que la vida seguiría ese rumbo, hasta que me di cuenta de que no era asi. No me quede con el empleo de periodista después de hacer mis prácticas, Adam y Tara se mudaron a otra ciudad, y aunque aún tengo a un fantástico novio, no puedo dejar de sentir que hay algo que me hace falta.
Mi teléfono comienza a vibrar en el bolsillo de mis jeans, yo lo saco y veo el nombre en el identificador, es mi madre.
–¿Cómo está mi periodista favorita? – chilla a través del teléfono.
Yo siento que el pecho se me hunde de la tristeza – solo soy una periodista de cartón, asi que no te emociones – le digo.
–¡Maxi! – me regaña, no le gusta que sea tan "Dura" conmigo misma, según mi madre es cuestión de tiempo para que consiga un trabajo, pero es que esta cuestión de tiempo se está haciendo demasiada larga e insoportable.
–Es cierto mamá.
–No, no es cierto, ya verás que cuando consigas el empleo de tus sueños vas a estar lamentándote por haberte dado tanto látigo.
–El empleo de mi sueño ya lo tuve, y lo perdí.
–Eran pasantías, Maxine, ni siquiera te estaban pagando – me recuerda.
–Aun asi me gustaba.
–¡Maxine, no! No voy a dejar que caigas en este abismo de miseria, hazme el favor y con la mejor actitud vas a esperar a que alguna de esas empresas te llame, estoy segura de que van a querer a una profesional como tú.
–Si, ¡Aja! – digo sin amino, aunque la entiendo, es mi madre y se supone que debe darme apoyo moral en los momentos más difíciles – mejor vamos a cambiar de tema.
–Si, me deprimes, Maxine.
–Yo tambien me deprimo a mí misma – digo y ella se burla de mí, yo tambien suelto una sonrisa lánguida y me recuesto en el balcón.
–¿Todavía vas a venir mañana?
–Si, mis planes no han cambiado, tampoco es como si tuviera un empleo al que ir, asi que no tengo nada que hacer...
–¡Maxine! – me grita – hoy estas insoportable y fastidiosa.
–Si voy a ir, mamá – la corto.
–¿Vendrás con Trevor?
–No, está muy ocupado con un proyecto reciente, es algo grande según lo que dijo, no puede acompañarme.
–Es una lástima, queria que estuviéramos todos juntos.
–Si, pero no será posible.
–Últimamente trabaja mucho, ¿Eh?
–Si, pero es mejor a que se quede en casa a hacer nada, como yo.
–Voy a colgar.
–¡Esta bien! ¡Esta bien! Dejare de lamentarme por mi patética existencia – lo digo en serio, si sigo a este paso voy a tirarme del balcón, y no creo que Trevor se ponga muy feliz si regresa a casa y se da cuenta de que estoy desparramada en la acera frente al edificio.
–¿Las cosas van bien entre ustedes? – cuestiona.
–Mucho – respondo – Trevor es el mejor novio que una chica podría pedir, va de la oficina a casa y de casa a la oficina, solo sale conmigo, está pendiente de mi todo el tiempo y no pierde cualquier oportunidad para hacer planes, es fantástico – sonrío de forma bobalicona.
En realidad, estos casi tres años que llevamos juntos han sido geniales, aun discutimos y peleamos como si fuéramos perro y gato, pero eso ya no es tan malo, porque después de pelear, siempre viene la reconciliación, y nada mejor que el sexo para hacer las paces.
–¿Mamá? – pregunto, porque ella se queda callada de repente.
–Max, estaba pensando en algo – chasquea la lengua – Harvey tiene contactos en el Washington Post, no sé porque no se me habia ocurrido antes, pero ¿Qué te parece si le pido que concrete una cita para ti?
–¡Mamá! ¿Una cita en el Washington Post? Eso seria casi como un sueño – chillo emocionada por primera vez en muchas horas – ¿De verdad crees que sea posible?
–Si, puedo decirle, es solo llamar a algunas personas, ya sabes como son los políticos con todo esto de los contactos.
–Corruptos, ¡Aja! – digo rápido para molestarla.
–Déjame decirte que hoy encabezas mi lista de personas no gratas – yo suelto una carcajada – podrías venir a Washington, quedarte con nosotros un par de días y ver que pasa.
–¡No sabes cuanto te amo en este momento de mi vida! – estoy al borde de las lágrimas, la posibilidad de trabajar en el Washington Post es lo mejor que me podría pasar.
–De acuerdo, hablaré con Harvey y te daré noticias tan pronto como pueda – yo escucho que la puerta principal se abre y me doy media vuelta, Trevor está entrando enfundado en su traje color azul marino.
–Perfecto, hablamos después, Trevor acaba de llegar.
–Dale besitos y saludos por mi – me pide antes de colgar.
Yo corro hacia la sala del departamento, tiro el celular en el sofá y abrazo con fuerza a Trevor, enrollo mis manos en su cuello, él deja su portafolio en el suelo y me abraza por la cintura al tiempo que se ríe.
–¡Joder! Esto si que es una bienvenida – dice en mi oído con su voz ronca y profunda.
Yo sonrío como una niña pequeña, me alejo un poco de él, pongo mis manos en su rostro y lo beso profundamente, meto mi lengua en su boca y el agarre de Trevor se vuelve mas firme en mi cuerpo.
–¿A qué se debe todo esto? – me pregunta con una sonrisa y el ceño fruncido.
–A que te amo – le digo y le doy un pico en los labios – a que estoy profundamente enamorada de ti y a que todo vuelve a tener sentido otra vez.
–¿De qué demonios estás hablando, Prior? – sí, Trevor y yo llevamos tres años juntos y aun asi no ha dejado de llamarme por mi apellido.
Yo lo miro a sus ojos negros y profundos y caigo en cuenta de una cosa, aceptar una entrevista en el Washington Post es abrirme a la posibilidad de mudarme a Washington, lo que significa tener que dejar a Trevor.
En cuanto lo pienso la sonrisa se borra de mi rostro, yo no quiero dejar a Trevor, y sé que por su trabajo él no puede irse conmigo, ¡Joder! Odio ser una adulta, ¿En qué momento la vida se volvió tan complicada?
–Nada, es solo que estoy feliz de verte – le miento en la cara y le doy otro beso – supongo que debes estar cansado, asi que ¿Por qué no vamos a la tina y te ayudo a relajarte un rato? – le pregunto de forma coqueta.
–Esa es una oferta que no puedo rechazar – él me da un mordisco rápido en los labios y camina hacia nuestra habitación.
Yo espero hasta que él desaparezca de mi vista y entonces le envío un mensaje a mi madre.
–"Olvida la entrevista" – texteo.
Vuelvo a dejar el celular en la mesita, y con todas mis ilusiones desinfladas voy con Trevor. Si las relaciones son complicadas, pues las relaciones a distancia lo son aún más, yo no creo que nosotros seamos capaces de soportar la distancia.
¿O sí? ¿Acaso nos amamos lo suficiente como para sacrificarnos de esa forma?
Annabelle Maxwell es una de las mejores novicias del convento de la sagrada caridad, ella tiene claro su objetivo, convertirse en monja y servir a Dios el resto de su vida, pero ¿Qué pasará cuando Bastián Jones se atraviese en su camino? ¿Qué hará Annabelle cuando Bastián le demuestre lo bien que se siente convertirse en una pecadora? De la mano de Bastián, Annabelle conocerá cada uno de sus límites y de sus más bajas pasiones. «El corazón del hombre está inclinado al mal, pues bien, después de esa noche el mío se inclinó y se postró a los pies de Bastián Jones»
Maxine Prior siempre supo lo que quería para su vida, iría a la universidad, conseguiría un empleo y probablemente se casaría con su novio de toda la vida, Nick Scott, sin embargo, todos sus planes cambiarán cuando por cosas del destino, sea obligada a vivir en el mismo departamento con el hermano de su novio, Trevor Scott, un chico problemático, mujeriego, que solo le interesa divertirse. El problema es que Trevor tiene el ojo puesto en Maxine, y ella no sabe si será capaz de resistirse a sus encantos.
Hace tres años, Avery quedó maltratada y sola por el hombre que más amaba, Dylan, pero ella completó valientemente la ceremonia de la boda mientras estaba embarazada. Tres años después, aunque estaban casados, con el tiempo se distanciaron. Avery se centró en su carrera y ya no creía tontamente en el amor. Pero su transformación instantáneamente hizo que Dylan entrara en pánico... ¿Y cuál es el secreto de hace 11 años que Avery siempre se ha mostrado reacia a revelar? *** "Fue a un bufete de abogados, se reunió con un abogado..." ¿Un abogado? ¿Avery está demandando a alguien? ¿OMS? ¿Existe algún litigio reciente contra la empresa? De repente, Dylan se rió entre dientes con frialdad: "¿A quién podría demandar? Soy el director ejecutivo de esta empresa. ¿Cómo es que ese asunto no me llega a mí primero?" La asistente tragó nerviosamente y habló en voz baja: "Señor, no hay ningún litigio contra la empresa. Se reunió con... un abogado de divorcios".
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Mi jefe Gerard y yo no estamos acuerdo en nada. Siempre discutimos y es un hombre desesperante. Hasta que un día nos dejamos llevar y acabamos en la cama. Desde entonces mi vida ha cambiado. Lo deseo y lo detesto, me dejo llevar y me arrepiento, mientras noto como empiezo a enamorarme de él. Pero Gerard no tiene corazón. Solo secretos y escándalos que una persona como yo no sabría afrontar. ¿Qué pasará cuando esos secretos me afecten? Y Peor aún, ¿cuándo toda la oficina se entere de lo nuestro?
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved