/0/3389/coverbig.jpg?v=86c9e3afe2f8a70b216b19fb90b33058)
No somos dueños de nuestros destinos, solo de las decisiones que tomamos y sus consecuencias. Pero el destino será quien decida como acabará tu vida o como comenzará, esta es la historia de Clara, la cual nunca pensó como de caprichoso iba a ser él con ella.
Me llamo Clara, actualmente tengo dieciséis años y estoy finalizando mi segundo año de bachillerato de arte. Yo siempre he dibujado, pero tomé la decisión de hacerme una profesional con mucha certeza, sin embargo, el arte es subjetivo y existen muchas clases de arte. Había quienes en mi clase les gustaba la fotografía, otras personas el diseño, algunas pocas la arquitectura, la indumentaria no podía faltar en estos tiempos que corren. La moda siempre está presente, sobre todo en nuestros armarios.
Luego estaba él, Milo, compañero de clase, una pequeña amistad forjada entre pequeñas bromas que nos hacíamos mutuamente para hacer rabiar al otro. Era nuestra particular manera de entendernos, supongo que así fue como entendí que su arte interior no estaba solo en dibujar, también le gustaba escribir. Tenía un blog, en él se encontraban sus pequeñas redacciones cargadas de erotismo, mimo y seducción.
-Me gustó mucho el último relato.- alenté a Milo sobre su última publicación en el blog, cogía a chicas de nuestra clase y las hacía sus musas por un efímero momento de redacción. -¿Te gustó? Me alegro mucho.- Milo siempre sentía inseguridad cuando alguien leía sobre sus creaciones, creo que, sentía mucha más duda de que lo leyese siendo consciente de que relata sobre compañeras de clase de forma erótica. -¡Claro que me gustó! La idea de que escribieses en su cuerpo es bastante creativa.- esbocé una sonrisilla para animarlo, aunque sé que en su interior lo estaba, siempre se mostraba un chico bastante introvertido, tranquilo, conviviendo en su mundo. Compartía en cierta medida esas cualidades de él, pero nuestras vidas eran muy distintas, él tenía una relación con una chica que todos desconocíamos de ella.
Nadie había visto una foto de ella o de él con ella, pero sí era real esa relación por la cual él, en pocas ocasiones hablaba. A diferencia de él, mi mente, cuerpo y alma estaba entregado a la totalidad de mis estudios, de mi meta, de mi futuro. Aunque muchos chicos se me insinuaban, jamás quise una relación por ese entonces. Se podría decir que Milo sentía amor por su relación y yo sentía pasión por el arte. -¿Qué harás después de que acabe todo?- murmuré en voz baja, en medio de la clase de Historia. -Iré a hacer la carrera a Madrid, me iré con mi novia.- respondió sin fijar su mirada en mí, seguía tomando apuntes como todos hacemos allí a diario, -¡Que guay! Ojalá pudiese permitirme estudiar Bellas Artes.- dije resignada, sentía una mezcla de emociones.
Por una parte, me alegraba mucho por él que decidiese hacer tales estudios, por otra, me sentía algo nostálgica hacerme a la idea de que ya no volveríamos a vernos y finalmente sentía algo de envidia, mi situación económica familiar no es que fuese la mejor. Él gozaba de tener una familia más privilegiada que la mía, pero eso no me paraba los pies y tendría que empezar por alguna parte.-¿Y tú? ¿Qué vas a hacer?- Milo preguntó tras su contestación, esperando una respuesta igual de eficiente -Haré Ilustración, ya sabes, formación profesional. Ya lo he hablado mucho con el profesor de dibujo artístico.- mientras contestaba, lentamente se dibujaba en mí una suave sonrisa mirando a mis apuntes, pensando en mi próximo año, dibujando como una condenada pero con sumo placer.
-¡Oh!- exclamó Milo, -Entonces continuarás estudiando en este mismo centro, ¿no es así?- me miró a los ojos sin ninguna expresión salvo la de esperar nuevamente mi respuesta, -Pues... sí, seguiré aquí. Tú te irás, pero será lo mejor que hagas.- sabía perfectamente que nuestro destino se estaba viendo finalizar, poco a poco, mientras llegaban los días finales del curso que transcurría. -Entonces solo queda desearte buena suerte.- replicó Milo con una pequeña sonrisa, -¡Sí! ¡Buena suerte!- dije sonriente, continuamos escribiendo apuntes. No fue nuestra última conversación, pero sí fue la primera en la que nos hacía asimilar que en nada nos distanciaríamos, así fue.
Al acabar el curso, no supe más de él, sinceramente tampoco tenía muchas redes sociales y disfruté del verano con mi familia todo lo posible. Fugaz y vagamente venían recuerdos a mí de mi último curso, añorando buenos momentos con los compañeros, anhelando los días en que Milo se metía conmigo. ¿Quizás acabé sintiendo algo por él? No lo sé, nunca lo puse a prueba, nuestros caminos eran distintos, nuestros pensamientos también, pero creo que fue de esas primeras veces que a veces es mejor disculparse por el error que, vivir eternamente con el: "¿Y si...?".
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
Durante tres años de matrimonio, Chelsea siempre fue una esposa devota de Edmund. Pensó que su amor y atención algún día derretirían el frío corazón del hombre, pero resultó que estaba equivocada. Finalmente, no pudo soportar más la decepción y decidió poner fin a su matrimonio. Edmund siempre pensó que su esposa era aburrida. Así que se sorprendió cuando Chelsea de repente le arrojó los papeles de divorcio frente a todos en la fiesta de cumpleaños de Nelson. ¡Qué humillación! Después de eso, todos pensaron que la pareja nunca se volvería a ver, y Chelsea pensó lo mismo. Sin embargo, se equivocó una vez más. Tiempo después, en una entrega de premios, Chelsea subió al escenario para aceptar el premio al Mejor Guión, mientras que su exmarido, Edmund, fue quien le entregaría el premio. Cuando le dio el trofeo, de repente la agarró de la mano y humildemente le rogó frente a la audiencia, "Chelsea, lamento no haberte apreciado antes. ¿Podría darme otra oportunidad?". Chelsea solo lo miró con indiferencia, "Lo siento, señor Nelson. Ahora solo me importa mi negocio". El corazón de Edmundo se rompió en mil pedazos. "Chelsea, no puedo vivir sin ti". Pero su exesposa se fue sin dudar un momento. ¿Es una buena idea para ella centrarse en su carrera? De cualquier manera, los hombres solo la distraerían, especialmente, su exesposo.
Cuando un joven príncipe se escapa de su palacio conoce a una chica que lo cautiva al instante, su interés por ella se vuelve cada día mas intenso y no parara hasta tenerla, aunque esto incluya mentirle de vez en cuando. ¿Qué pasara si ella se entera de la verdad? ¿Qué pasara si la rebeldía del príncipe se convierte en algo permanente y definitivo? ¿Podrá el príncipe mantener esta mentira? ¡Ven a descubrirlo!
Cuando Julianne Smith decidió vengarse de su ex esposo infiel, no pensó que acabaría destrozando el coche de William Covington, un guapo y rudo desconocido de aspecto peligroso y tatuajes por doquier que le promete hacer su vida de cuadritos producto de su error. Esperando no volver a encontrarse, su pequeño hijo llega a casa con su nueva amiga de escuela, sin imaginar ni esperar que aquella niña fuese hija del mismo hombre que le había vuelto la vida un completo caos. Enfrascados en la amistad desbordante de sus hijos, William y Julianne se ven obligados a pasar más tiempo juntos, sin esperar que hubiesen más hilos conectados entre ellos de los que imaginaban, y que los llevarían poco a poco a desarrollar una intensa atracción imposible de evitar, aun cuando eran completamente diferentes.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?