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Becca Baker había jurado destruirlo, anhelando verlo sumido en el fango, pero el destino tenía otros planes para ambos. Durante ocho largos años, Becca vivió con un odio ardiente dirigido hacia la persona equivocada, enfocada únicamente en la venganza. Sin embargo, llevaba consigo un secreto profundo y oscuro: su amor apasionado por su pequeña Harika, un amor nacido de la tragedia que había marcado su vida. Asher Bailey, por otro lado, había pasado tres años en terapia, desesperado por borrar el recuerdo de aquel incidente que arruinó la vida de una inocente. Pero, lo que él no sabía era que su madre había evitado que enfrentara las consecuencias legales, y ahora se encontraba en una lucha constante contra la oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo.
Domingo 24 de febrero año 2002; Lago Mar Beach Resort & Club, 1:00 a.m.
-¿Dime corazón, te gusta la vista?
-Sí, es realmente hermosa. Jamás había estado en un lugar así
-Bueno, prepárate, porque hoy será una noche inolvidable
Y ahí estaban Becca Baker y Josh Scott, celebrando su aniversario número tres; ellos se conocieron en el primer año de secundaria, solo bastaron unos minutos, para que el corazón, la inocente joven, cayera rendida ante los deslumbrantes ojos verdes, del arrogante joven, quien nunca había tuvo límites, para él, todo cuanto quisiera debía serle cumplido. Y debido a eso, él tenía un macabro plan entre manos.
-Ves, te lo dije. Nuestro aniversario sería de lo mejor, y ya que estamos de doble celebración por tu dieciocho, que tal si... -el rodeo su cintura, la beso sutilmente, e intento hacer un movimiento, pero fue detenido
-Discúlpame, sigo sin estar lista. Espero que no te enfades conmigo -aunque ella lo amaba con toda su alma. Seguía creyendo que su primera vez, debía ser memorable
-Por supuesto que no. Seguiré esperando. Ahora vayamos con mi primo y sus amigos -en sus adentros él era como un volcán a punto de erupcionar.
Ambos llegaron hasta la parte más alejada de la playa, y es que todo debía salir perfecto, no debía quedar rastro alguno de la desgracia que arroparía a Becca.
-Sean bienvenidos. Estábamos esperando por ustedes, Becca estás tan hermosa como siempre -Aldo Scoot, también estaba acostumbrado a salirse con la suya, por eso cuando su primo le pido ayuda, para tomar a posesión de su novia, este no se negó y fraguo el más asqueroso de los planes-. Tengan, estos cocteles no tienen alcohol, ya sé que tú, belleza no tomas
-Gracias -Becca, aceptó la copa gustosa. Después de todo, que podría pasar, si estaba en compañía de quien decía apreciarla.
Conforme pasaron las horas, ella comenzó a sentirse algo mareada. Y viendo que todo marchaba a su favor, Josh se acercó a ella
-¿Corazón, que tienes?
-No... Sé, yo... -Becca, perdió el conocimiento. Oportunidad perfecta, para su verdugo, quien la carga y la llevo a dos metros, de donde se encontraban
-Ha llegado tu momento, niña estúpida, hasta ahora ninguna de las que se han atravesado en mi camino, me han rechazado -Josh alzo el vestido de la vulnerable chica, ajo sus pantalones, y sin más, entro en ella. Solo se detuvo, al sentirse satisfecho-Bien, por hoy te dejaré descansar-. Él organizó su ropa, dejó a Becca, sola y regreso con los demás
-¿Y bien? ¿qué tal resultó? -preguntó Aldo, con una mirada maliciosa
-Fue más que sublime, por fin me la estrene -contestó él, sintiéndose poderoso
-Sabes primo, mis amigos y yo. Creemos, que al igual que tú, merecemos un poco del premio. Digo, fuimos los que ideamos el plan
-Porque no lo habían dicho antes. Vamos, los llevaré con ella, ¿y Asher no viene?
-No, ese está muy drogado, solo míralo
-Bien, entonces, vengan ustedes.
El primero en tomar ventaja, fue Aldo, de ahí siguió Baltazar Franklin y por último Lucian Collins. En ese momento, ninguno de los tres, mostró rastro alguno de bondad o piedad
-Vaya primo, tu novia sí que es una delicia, ¿Cuándo me las vuelves a prestar?
-Cuando lo desees. Total, sabes muy bien, que solo me atraen, cuando me dan lo que deseo. Y aunque creo, que la tomaré, un par de veces más, y luego la despacharé
Aquellos monstruos estaban regodeados. Sin embargo, hubo algo que los alarmo, Becca, intentaba despertar y de ser así, un gran problema resultaría, por esa razón, Aldo se lanzó sobre ella para asfixiarla
-¡Ey, detente! -exclamó Baltazar-Ya estuvo suficiente, no somos unos asesinos, ¡déjala en paz!
-¡Cállate, imbécil, no eres nadie! -Aldo, le propinó un puñetazo-Todos los que estamos aquí presentes, somos culpables, así que no vengan con arrepentimientos estúpidos, harán, lo que yo les diga. Ahora, si quieren ir presos, pues adelante, pero eso sí, me encargaré de hundirlos.
Nadie dijo una sola palabra, solo se miraron entre sí, y asintieron, para la siguiente jugada.
-Haremos lo siguiente, Asher, será nuestro chivo expiatorio
-No podemos hacerle eso. Es nuestro amigo -Refutó, Lucian Williams
-¿Entonces, te ofreces tú, como tributo?
-Yo...
-Eso creí, ya dejen de hacerme perder el tiempo y escúchenme, iremos por él, lo desnudaremos, y lo podremos al lado de ella, ¿entendieron? Bien, por su silencio, veo que sí. Vamos.
Los cuatro hombres desnudaron a Asher lo desnudaron, luego lo acercaron a Becca, acto seguido, colocaron su mano derecha en el seno izquierdo de esta, la escena debía recrear que Asher, era el único culpable.
-Bien, por favor, ya larguémonos de aquí -dijo Lucian quien empezaba a arrepentirse
-Aún, no hemos terminado -Aldo, se lanzó sobre Baltazar, su intención era hacer parecer que una diputa había transcurrido; así que después tomo una botella, la partió, y con ella hirió a sus secuaces, acto seguido se hirió así mismo, y por último coloco, el pedazo de botella en la mano izquierda de Asher, y su mano derecha la manchó con su sangre-. Perfecto, ahora, uno de ustedes que llame a una ambulancia
-¡¿Estás loco?! -Josh se opuso
-Tú cállate. Todos debemos hacer lo que les ordene.
Cuatro horas después, Mercy Hospital, habitación de Becca
-¡¿Uhmm, ¡¿dónde estoy?! ¡Ouch!
-Cariño -sin dudarlo, Samantha abrazo a su hija-Mi niña, perdóname, no te protegí, lo siento tanto, yo...
-¡¿Mamá, que pasa?! ¿Por qué estoy aquí? Mi cuerpo duelo
-¿No recuerdas nada?
-No, solo sé que estaba con Josh, y de un momento a otro todo se oscureció
-Cielo -ella apretó fuertemente sus manos
-Madre, me estás asustando, ¿Qué hago en esta camilla, y donde está mi novio?
-Tienes que ser fuerte -una vez más, ella la abrazó, y poco a poco le fue relatando lo sucedido
-No... -Becca gritaba llena de dolor, intentaban levantarse de la camilla, pero sus piernas nos respondían
-Deja de moverte, te vas a lastimar -viendo que su hija no se detenía, Samantha fue en busca de ayuda, y cuando el doctor entró, no tuvo más remedio que sedarla-. Pobre de mi niña, ella no tenía por qué pasar por esto, ¿dígame doctor, que haré?
-Lo mejor es que al salir de aquí, ella tome terapia, porque de lo contrario, no podrá recuperarse
-¿Y qué ha pasado, con el infeliz que le hizo esto?
-en estos momentos, la policía lo está interrogando.
En cuanto llegaron al hospital. Josh, en compañía de los demás, relataron que Asher los había atacado, para luego aprovecharse de Becca, y que por más que ellos quisieron defenderla, sus heridas, no se lo habían permitido.
-Señor Bailey, Tiene que venir con nosotros, aunque no dejo fluido en la víctima, todos los testigos oculares apuntan que usted fue el único culpable
-Yo no he hecho nada -Asher tenía su mente en blanco, no comprendía como había llegado al hospital
-Eso dicen todos. Usted no es más que una porquería, no conformé con herir a sus amigos, abuso de esa inocente chica, la asfixio, ¿dígame, tan poca cosa se siente, que tuvo que hacerlo de esa manera?
-¡Dejen a mi hijo en paz! Él no sería capaz, de semejante atrocidad. De seguro los otros rufianes, lo están inculpando -Camelia Bailey, haría lo que fuera para defender a su hijo
-Que el amor de madre no la ciegue -expresó el oficial Walker
-Él nació de mí, así que sé lo que le digo
-Como usted diga, por ahora. Venga conmigo, si es inocente las investigaciones lo dirá
-Está bien iré con ustedes
-Pero hijo...
-Mamá, soy inocente, de eso estoy seguro. Oficiales, antes de ir con ustedes, llévenme a la habitación de la chica
-Eso sería contraproducente
-Debo verla, y que ella me diga en mi cara, ¿Qué le hice?
A pesar de que los oficiales, consideraban inoportuno un enfrentamiento entre víctima y victimario, el detective Jackson, sintió un poco de compasión por Asher, y en su interior, dudaba
-¡Tú, maldito infeliz! ¿Cómo pudiste hacernos esto? -en cuanto él entró a la habitación, Josh, no dudo en continuar con su actuación
-Todos están equivocados, yo no he hecho nada, yo...
-Sí, si lo hiciste, Josh me lo contó todo. Me arruinaste mi vida
-Lo siento, yo no quise lastimarte, no comprendo, que puedo haberme pasado
-Te lo juro, pagarás con sangre lo que me hiciste
-Bien, ya es suficiente.
Los oficiales sacaron a Asher del hospital, y en cuanto quisieron meterlo a la patrulla, Bryan Baker, hermano mayor de Becca, hacia su aparición, y sin cruzar palabra alguna, le propino cuatro disparos
-¡No...! ¿Qué hizo?, mato a mi hijo
-Su hijo, señora, no es más que una basura, que recibió su castigo.
Tres vidas quedaban marcadas, gracias a los planes inescrupulosos de aquellos que se creían poderosos.
Por más que intentemos, apagar nuestras oscuras pesadillas, esa labor, resulta casi imposible, pues tu alma queda irremediablemente rota, hecho que nos vuelve frágil y vulnerable, ante los demás. A pesar de que ella ha tomado terapia, reponerse no ha sido fácil, y lo que más la llevo al borde la locura, fue enterarse de que en su vientre estaba creciendo una vida, producto de un acto tan horroroso. En los primeros meses de gestación, ella intentó deshacer del producto a toda costa, su madre y hermano la apoyaron en todo momento. No obstante, esa diminuta vida, se aferró al mundo, con gran desespero
Lunes 11 de noviembre, año 2002, 11: 00 a.m. Mercey hospital, sala de parto
-Muy bien señorita Baker, tome, esta es su pequeña -el doctor, la puso con sumo cuidado en los brazos de su madre
-Mi niña, ¿en serio eres tú? -en cuanto la vio, ella rompió en llanto, la abrazaba y besaba a más no poder-Por favor, perdóname, te lo ruego, perdóname, por todo lo que intente hacerte. A partir de hoy, yo te amaré y cuidaré con mi propia vida de ser necesario
-Es momento de que no la llevemos
-¿Por qué, que tiene mi hija? No me la arrebaten
-Tranquila, la llevaremos a evaluar, afortunadamente esta princesa, nació fuerte, los exámenes que se le practicarán son de rutina. En un momento más, ella volverá con usted.
La enfermera se llevó a la pequeña, a la siguiente sala, mientras que el ginecólogo le explicaba a Becca los cuidados que debía llevar, y luego la pasaron a un ala para el cuidado materno
-¿Mi niña, como te sientes, donde está mi nieta? -en cuanto vio a su hija, Samantha la consoló y sostuvo sus manos-. Fuiste muy valiente, y sé, que serás una gran madre, de eso no tengo la menor duda
-Mamá, tengo miedo, ¿Qué tal, si no puedo con esto, o si ella me odia? ¡Fui una imbécil! ¿Cómo pude ser tan cruel?
-Calma, recuerda lo que ha dicho la terapeuta, lo sucedido no es tu responsabilidad. No tengas miedo, yo te sostendré, por todo el tiempo que sea posible.
En ese momento Becca renacía, ver el rostro de su milagro, la habían hecho tomar una nueva decisión, ella viviría solo para ella. No importaría, que tuviera que enfrentar, ella sería la mejor madre.
Dos años después
El hermano de Becca, se salvó de ir a la cárcel, ya que su defensa alego enfermedad mental, y hoy por hoy sigue en el hospital de reposo, Josh huyó sin dejar rastro, lo cual hizo produjo en Becca, un pequeño bajón, que logró superar gracias a su madre, y la presencia de Harika, no habido un solo momento, en el que ella no agradezca por tenerla en sus brazos. Ellas son sumamente felices, gracias a la terapia que tomo, todo rastro de resentimiento hacia su pequeña Harika, desapareció. El acompañamiento de su madre, fue de gran importancia, pues su maternidad fue apoyada y comprendida, no se sintió tan sola, cada logro de su pequeña, era el mayor premio para ella.
Pero no todo es color de rosa Baltazar y Lucian, han sido consumidos por las adicciones, las tormentas que los persiguen no los dejan en paz. Parece ser que el único que ha tenido una vida espléndida es Aldo, quien asumió la presidencia de la constructora que fundó su padre, y contrajo matrimonio con Olivia Thompson. Y Asher tomaba la decisión que él creyó era correcta.
Jueves 13 de mayo, año 2004, Casa Bailey Evans
-¡No...! ¿Por qué, porque hiciste esto? -Camelia entro en pánico al ver a su tirado en el piso, sentía que una parte de ella, se le estaba escapando-. ¿Mi amor, porque me haces esto?
-Ya no hay nada que hacer, hice el corte profundo, así es como tiene que ser -Asher estaba resignado a pagar aquella deuda que él creía tener, ya que su madre había movido cielo y tierra, para que él no se viera tocado
-No, no te dejaré morir -ella llamó de inmediato una ambulancia. Y en lo que la sangre seguía su curso, Asher, sonreía, lo único que él deseaba era liberarse de aquello que lo ataba, ¿lo lograría?
Continuará
¡Y vivieron felices para siempre! Pobres de aquellos que aún creen en los cuentos de hadas, porque enamorarte en ocasiones, te hace vivir las peores pesadillas. Condenándote al averno. Daniel O'Donnell heredero al mando de uno de los principales clanes de Manhattan, podría considerarse el típico chico caprichoso, y vanidoso, su actitud fría y atípica, habla por sí sola ante los demás. Sus demonios lo esclavizan, sin embargo, su vida se volcará con la llegada de Anabell Johnson, una madre soltera que busca la redención. Ella será su salvación y crucifixión, por lo tanto... En las jugadas maestras del destino, siempre habrá perdedores, que no gozaran de segundas oportunidades. Abigaíl Parker y Nicholas Silliman, un hombre y una mujer con realidades distintas; ella cayó en una red de trata de blancas, es una esclava sin ninguna esperanza, él es un asesino asueldo que no sabe quién es. Una mujer de la calle sin rumbo alguno, y un hombre que anhela la libertad, ¿podrán ser felices?, ¿cómo terminara su historia? Historias independientes entre sí, pero unidas por cuerdas flojas, sus senderos solo conocerán lo hiriente de las espinas...
No, la maternidad, no siempre es la mejor etapa de una mujer. Pues está cargada, de vejámenes impensables, que te hacen desear la muerte. Una madre desesperada en busca de una libertad incesante, deshacerse de los demonios que la atormentan, y sentirse viva por primera vez, esa es Gabriela Solís. Su día a día, gira en torno al bienestar de su pequeña Belén, por lo cual, para ella, el mundo se centra en suplir las necesidades de esta; así que no hay tiempo para el amor, eso solo es una mala broma, de la cual, no quiere saber más. Sin embargo, los hilos del destino la llevarán a los brazos de su mejor amigo, Ernesto Paz Casares, quien la ama en secreto, y oculta su verdadera identidad, bajo la fachada de un comerciante independiente, pero él, no es el único, quien tendrá que luchar, pues, en escena reaparecerá Esteven Monsalve, el padre de Belén, y como si fuera poco, los hermanos, Harold, y Axel Michigan, tomarán peculiar interés, en Gabriela. Cuatro hombres, y un solo camino, que la pondrán en jaque.
Con apenas dieciséis años, Alondra Taylor se vio arrastrada a un abismo de oscuridad y desesperación, condenada a nueve años en prisión por el asesinato de Fabricio Rivera, el hombre que desgarró su alma tras cinco años de abusos implacables. Más allá de la cárcel, la traición más punzante, vino de su propia madre, quien le dio la espalda cuando más la necesitaba, dejándola navegar sola en un mar de desolación. Tras su liberación, la luz parece asomarse fugazmente, cuando ella encuentra en Josh Paterson una razón para creer en el amor y la redención. Su promesa de matrimonio se convierte en un faro de esperanza, hasta que un trágico accidente, la sumerge en un nuevo torbellino de angustias. En su anhelo desesperado, por salvar a su prometido, el destino la conduce hacia Mathew Hoffman, un enigmático hombre que encarna tanto su salvación como su perdición. En el momento más inesperado, Mathew le extiende una oferta que podría cambiarlo todo.
«Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes. Bernard Le Bouvier de Fontenelle (1657-1757» Margaret Smith; una apasionada profesora de literatura en la secundaria de Agoura Hills. Su vida transcurría de vida tranquila, hasta que una deuda la unirá a uno de sus estudiantes; Ethan Pirs, el cual hará que ella se sumerja en deseos oscuros, la sensatez que una vez la caracterizo desaparecerá por completo. Haciendo de ella una presa fácil de la lujuria. No obstante, Margaret no solo, tendrá que luchar contra la tentación por su estudiante, sino que también, deberá tener cuidado, con su ex amante, quien al ser rechazado por ella, entrará en caos.
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