/0/219/coverbig.jpg?v=943c3e69d4696f8ebe06aeed93f68ed8)
Rose y Burke: ¡Un matrimonio que comenzó como un trato y se convirtió en una historia de amor! Cuando la familia de Rose estaba al borde de la bancarrota, la oferta de Burke llegó como una bendición : si ella se casaba con él, el hombre se encargaría de pagar las deudas de su familia. Para Burke, ella era su última esperanza de averiguar la verdad. Pero sigue leyendo y verá cómo ella se convirtió en mucho más que eso cuando el amor hizo salir lo mejor de él.
Sus manos agarraban las sábanas con fuerza cuando Rose Lin subió ligeramente su cabeza para verlo sobre ella.
Ella gimió cuando el dolor y el placer se mezclaron y enseguida arqueó su espalda como respuesta a los estímulos que recibía.
"Relájate", dijo una voz suave desde sobre su cabeza, con lo cual ella notó que la respiración que la acompañaba se volvió mucho más pesada de lo habitual.
Entonces la mujer liberó poco a poco la sábana a la que se aferraba.
Sobre ella no había otro que Burke Gu, el hombre con el que había estado casada durante seis meses.
Ella lo había amado durante doce años, así que en realidad no le importaba confiar en él con algo como eso.
Él miró profundamente a la desconcertada Rose debajo de él y sus ojos seductores no perdían su brillo pese a la oscuridad que los rodeaba.
No bien la penetró, el hombre gimió ante la cálida sensación que lo recorrió.
Esta era su esposa, su esposa real. Mientras los gemidos resonaban por toda la habitación, se sentía como si un fuego se encendiera en su pecho al disfrutar ese momento sobre la piel de su mujer.
El hombre se inclinó para besar sus dulces y suaves labios, y ella parecía estar recibiendo aire luego de no poder respirar, por lo que agarró su rostro como si no quisiera que este dejara de saborearla.
A la mañana siguiente una pila de papeles cayó frente a Rose.
Ella dejó de hacer lo que estaba haciendo, aturdida por haber salido conmocionada de su ensueño y agarró los formularios con dudas para examinar el contenido conocido.
¿No era ese el contrato que firmaron antes del matrimonio?
"¿Qué quieres decir?", cuestionó, tratando de estabilizar su voz ya temblorosa.
Había un plazo de dos años para su matrimonio, y a pesar de que apenas llevaban medio año casados, él lo estaba sacando a colación. ¿Había pasado algo?
"Mira la tercera cláusula", señaló.
Ella entrecerró los ojos al buscarla.
"En lo que a los deseos de ambas partes se refiere, los dos tienen que cumplir con el deber de una pareja".
Ella se quedó estupefacta y sin palabras.
No podía ser que Burke fuera capaz de etiquetar el sexo de una manera tan formal.
Antes había una cláusula en la que Rose no se veía en la obligación de complacerlo en la cama, sino que todo lo que necesitaba hacer era actuar como su esposa en público.
Aunque él vio el cambio en su rostro, se abotonó la manga de su traje con una mano elegantemente como si nada. "No tienes que pensarlo demasiado. Soy un hombre que tiene necesidades propias que satisfacer, y tú eres la solución", afirmó.
Un destello de sorpresa se reflejó en ella.
¿Acaso lo había escuchado bien? ¿Burke acaba de pedirle que tuviera sexo con él?
De hecho ella nunca lo escuchó hablar de ese tema hasta el día en que ambos firmaron el acuerdo.
"Es perfectamente apropiado contigo porque ya estamos casados.
Claro que si no te sientes cómoda con eso, podemos olvidarlo".
Lo cierto era que él era un sujeto noble y no quería obligar a nadie a hacer algo que no quisiera.
"Antes de que expire el contrato agregaré al pago la cantidad que desees".
Y eso fue lo que terminó de despertar la atención en Rose.
Con las cejas arqueadas, le preguntó: "¿Y si el señor Gu quiere mantener la relación una vez cumplidos los dos años?".
Ella comenzó a sonreír al tiempo que se le acercaba, queriendo saber qué estaba pasando por su mente.
"El señor Gu está seguro de que no hará tal cosa", respondió él con una breve sonrisa.
Rose se echó a reír con un asentimiento. "Bien".
Así es, ella estuvo de acuerdo sin más.
A fin de cuentas su matrimonio no era más que un trato de todos modos, cosa de la cual ella era muy consciente.
Seis meses atrás los Lin ya estaban al borde de la quiebra y fue una gran noticia dado que eran una de las familias más ricas y poderosas de A City. El padre de Rose, Ray Lin, fue llevado a la cárcel, y su madre, Lillian Liu, se suicidó. Ahora dependía de ella deshacerse de la enorme cantidad de deudas que le habían dejado.
Fue en ese momento de desesperación cuando Burke le ofreció un contrato muy lucrativo en el que él la ayudaría a salvar a su padre y a su familia, mientras ella lo ayudaba a conseguir lo que quería.
Pese a que la chica no sabía cómo funcionaría, pero lo haría.
Él representaba su única oportunidad para salir de todo eso, así que no planeaba dejarlo ir, sin mencionar que había estado enamorada de ese hombre durante doce años.
En vista de todo eso firmó el contrato sin dudarlo, convirtiéndose así en la legendaria señora Gu.
Con la ayuda de su esposo, ella se apresuró a salvar las pocas propiedades que quedaban bajo su apellido y las asignó a personas en las que podía confiar. Ahora solo necesitaba concentrarse en liberar a su padre y ser una buena esposa.
En su noche de bodas cada uno durmió en dormitorios separados, pues Burke quería expresar claramente que se trataba de un matrimonio sin amor con el fin de que Rose no tuviera expectativas para su unión.
Agarrando el contrato, ella se quedó inmovilizada.
Al ver su reacción, Burke no pudo evitar sorprenderse. Ella provenía de una familia de renombre, por eso él había decidido casarse con ella y su familia no se había opuesto tanto a ello.
Además, ella era una esposa obediente.
No obstante, parecía que las cosas habían cambiado un poco por el incidente de la noche anterior. Si él llegara a descubrir quién lo había drogado, pondría a esa persona en un lugar peor que el infierno.
"¿Tomaste la medicina?", preguntó en un tono estricto y autoritario, haciéndola estremecerse ante él.
"Sí", logró responder ella, sonrojándose.
La noche anterior había sido su primera vez y ahora sentía que había estado cojeando debido a la explosión de deseo de su marido.
Al verla ruborizarse así, él no pudo evitar pensar en lo que había sucedido, lo cual debió haber sido porque no había estado con una mujer durante tanto tiempo que decidió desquitarse con ella.
Él había sido célibe prácticamente y no había tenido más de dos mujeres en los últimos treinta años.
La verdad era que no pudo evitar sentirse satisfecho de que ella pudiera darle tanto placer.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
"Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato". A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio?
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Zen Luo, un joven y prodigioso patrón del clan Luo, perdió todo lo que apreciaba durante una pelea interna de la familia provocada por la codicia. Y después de eso fue esclavizado, pero al mismo tiempo, los impulsos de la venganza se calentaron a fuego lento. Nació una leyenda cuando, gracias al trabajo duro y la determinación, se convirtió en un arma poderosa. ¿Finalmente tendría éxito en vengar a su padre? ¿Llegaría al destino de la inmortalidad? ¿Qué pasaría con los que tratan de matarlo? ¡Lea esta historia y descúbralo!