/0/15231/coverbig.jpg?v=47368671d7265b10375706c73e661b0f)
Christa Bauer es una chica con una belleza poco común entre los habitantes del pueblo de Montenegro, ha vivido toda su vida en los límites del rancho de su padre "Los nogales". Toda su felicidad desde que nació se puede describir como montar a su caballo rayo junto a su padre, pastar el ganado, nadar en la laguna al pie de las montañas y mirar las nubes mientras se recuesta en el césped. Ella no conoce la malicia, su padre es quien se da cuenta de que ella es una niña muy especial, tanto que no se ha dado cuenta de que ahora que es adolescente se ha ganado la envidia de muchas mujeres por su notable belleza. Todo su mundo cambia cuando conoce a un hombre totalmente diferente a los peones que trabajan para su padre, o los chicos pueblerinos que viven cerca del rancho y que solo ve cuando asiste al bachillerato. A pesar de saber que verlo de nuevo es casi imposible, Christa se enamora perdidamente de él, pero la vida le enseña que no todo es felicidad, pues ocurren sucesos en su vida que la van endureciendo, prometiéndose que jamás alguien pasará sobre ella, Christa sigue su vida con el vago recuerdo de aquel día en el que fue feliz, hasta el día que nuevamente se reencuentra con él.
Era una hermosa mañana. Cabalgaba junto a mi querido amigo Rayo, el caballo que mi padre me regaló cuando cumplí apenas siete años. De pronto, me detuve a admirar la quietud del amanecer. El sol emergía lentamente detrás de la gran sierra de Montenegro, cuyas montañas colindaban con los límites del rancho de mi padre. Extendí los dedos hacia el cielo; me encantaba hacerlo, como si algún día pudiera llegar a tocarlo. De niña solía mirar al cielo y formar figuras divertidas con las nubes. Aquí era realmente feliz. No había otro lugar en el que quisiera estar.
Cerré los ojos, dejando que la brisa fresca de la mañana acariciara mi rostro. Escuché el suave murmullo de las hojas de los árboles, que se mecían en armonía con el viento.
Bajé del caballo y le di unas palmaditas de agradecimiento por el viaje. Lo dejé comer del pasto verde y húmedo del suelo, mientras el ganado pastaba en libertad. Como cada día, observé las más de doscientas hectáreas de fértiles tierras que formaban el rancho de mi padre, "Los Nogales". Mi bisabuelo le dio ese nombre hace más de cincuenta años, cuando llegó desde Alemania con su pequeña familia en busca de una vida mejor tras la guerra nazi. Tuvieron la suerte de comprar estas tierras vírgenes a bajo precio. Aquí cultivamos maíz, nueces, sorgo y avena, además de criar ganado, cabras y cerdos. La hacienda era muy rentable, según decía mi padre, aunque yo no entendía mucho de esos asuntos. Para mí, él era mi felicidad.
Amaba despertarme temprano, ver salir el sol entre las montañas, cabalgar con Rayo, molestar a mis hermanos Fred y Greta, cuidar el ganado, alimentar a las gallinas... Pero lo que más me hacía feliz era el riachuelo que cruzaba los límites del rancho.
Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron, esquivando rocas y ramas en mi camino. Mi padre decía que tenía piernas largas y esbeltas como las de una potranca salvaje, y en realidad así me sentía: libre y feliz. Una sonrisa enorme se dibujó en mi rostro al llegar a la laguna. Era como un oasis rodeado de sabinos, nogales y huizaches. Me senté sobre una roca, arremangué mis pantalones hasta las rodillas y sumergí los pies, dejando que el agua fría acariciara mi piel. Empecé a cantar una de mis canciones favoritas de la radio. Me encantaba hacerlo en las mañanas solitarias, sintiéndome viva, como si solo la naturaleza y Dios fueran testigos de mi melodía.
Después de cantar, miré a mi alrededor. Esta parte del rancho era solitaria; los peones nunca venían por aquí. Recordé las advertencias de mi madre: decía que no debía acercarme a ellos, que no perderían oportunidad de meterse con una niña como yo. Sin embargo, mi hermana Greta estaba a punto de casarse con Marcelo Ramírez, el capataz, que no estaba mucho por encima de los peones. Nunca entendí qué veía en él. Marcelo no era como papá: cariñoso y atento. Una vez escuché a un peón decir que frecuentaba cantinas y salía con otras mujeres. Cuando se lo conté a Greta, lo único que gané fue una bofetada. Pero, en fin, era su decisión.
Me quité la ropa y la dejé en la orilla. Consciente de que nadie me veía, nadé un buen rato. Me sentí como una joven Venus emergiendo de las aguas de mi pequeño oasis. No sé cuánto tiempo estuve allí hasta que un grito lejano ahuyentó a las aves de las ramas. Salí del agua apresurada, me vestí y corrí de nuevo hacia Rayo. Emprendí el regreso a casa. Era la voz de mi madre, y no sonaba nada contenta. Seguro me necesitaban en la cocina; hoy era el día en que Greta se casaba con el cavernícola de Marcelo.
-¡Vamos, amigo, más rápido! -grité entre risas.
Amarré a Rayo en una ventana trasera de la casa. Mi madre me buscaba por la entrada principal, pero yo siempre encontraba la forma de entrar por la puerta de la cocina. Apenas puse un pie dentro, me encontré con la mirada severa de mi abuela.
-¿Dónde te has metido, niña?
Abrí los ojos de par en par, me encogí de hombros y sonreí nerviosa.
-Estaba nadando, abuelita.
Ella llevaba el vestido negro con delantal blanco que usaba para cosas importantes en la cocina.
-¡Pero mírate! Estás toda empapada. Se te trasluce la blusa. Ya no eres una niña, Christa, casi tienes dieciséis años. Si uno de los peones te viera...
-Abuela, ¿por qué siempre me dicen eso? No lo entiendo -pregunté con inocencia.
-¿Es que no te has mirado en el espejo?
Fruncí el ceño y negué. Mi abuela puso los ojos en blanco.
-Ve a cambiarte. Tu madre está furiosa.
Asentí y corrí escaleras arriba hasta mi habitación. Al entrar, el gruñido de Fred casi me mata del susto.
-¡Idiota, casi me da un infarto! -le grité, buscando la ropa para la boda. Mi padre me había comprado un vestido y unos zapatos nuevos en el pueblo. Decían que Montenegro estaba creciendo mucho y ya casi parecía una pequeña ciudad. Para mí, seguía siendo un pueblo enorme.
Fred me dio una nalgada, sacándome de mis pensamientos. Me abalancé sobre él, tirándolo al suelo.
-¿Quieres jugar? -pregunté, clavando mi mirada en la suya. Su sonrisa burlona me enfureció.
-Tranquila. Mamá me envió a buscarte. Está furiosa. ¿Dónde estabas?
-Fui a nadar a la laguna.
-Te escapas muy seguido. ¿Tienes algún noviecito por ahí? -preguntó, sorprendiéndome.
-¡Claro que no! Soy una niña.
Fred se carcajeó.
-Muchas chicas de tu edad ya tienen novio.
-Pero yo no. No me interesan los chicos.
Fred me analizó un momento y, al darse cuenta de que decía la verdad, se relajó.
-Ten cuidado, hermanita. Si andas con un peón, le pegaré un tiro en la nuca -bromeó.
Lo fulminé con la mirada.
-¡Eres un idiota!
Con agilidad, me quité una bota y se la arrojé, pero golpeó la puerta porque Fred huyó justo a tiempo, cerrándola tras de sí. Desde el pasillo, escuché sus carcajadas.
Hassim Haram es el primogénito de una familia poderosa de medio oriente que se dedica al negocio del petróleo, se le ha impuesto un estilo de vida que el rechaza, su mayor sueño es viajar por el mundo, cree que eso lo liberará de las cadenas impuestas por su padre. Sin saberlo, un socio de su padre le ayuda a realizar su sueño sin embargo este tiene un precio que pagar y es que al regresar deberá casarse con su hija Rania. Hassim acepta a pesar de saber las consecuencias de aceptar el trato, no consciente de que en su camino se encontrará con alguien especial.
Soy Judith una chica que cometió el grave error de meterse con un hombre que jugó conmigo dejándome embarazada a mi suerte. Por mucho tiempo me negué al amor me dediqué a criar a mi pequeño bebé. Pero la vida da muchas vueltas, a veces uno termina enamorándose de quien jamás imagino, ¿un vagabundo? IG: nancyrdzesc
Ximena Carbajal es una socialité mexicana, economista y empresaria, trabaja en la fábrica textil de su padre. Su sueño es convertirse en el máximo ícono de poder femenino en el país para esto planea casarse con el heredero del grupo financiero más importante del continente, pero las cosas no salen como ella planea. Este se arrepiente en el altar. Sintiéndose humillada y derrotada Ximena huye de la ciudad. Pronto se entera que el socio de su padre quién ha fallecido hace poco ha dejado toda su herencia a un chico desconocido cuyo nombre es León Hernández. Pronto León llegará a la empresa como el nuevo dueño. Al no tener estudios, Ximena lo considera poca cosa por lo que en cada oportunidad que tiene aprovecha para molestar a León, todos piensan que ella lo odia, pero lo que no saben que en su interior nace un fuerte deseo de tenerlo. Su orgullo de mujer no la deja aceptar que se ha enamorado de León por que él tampoco le hace la vida color de rosa más bien de cuadritos. Polos opuestos. Como el agua y el aceite.
Titulo: La herencia de un millonario Autor: Nancy Rdz Género: Romance, drama Clasificación: +18 Nuevo León, ciudad industrial por excelencia, alberga una de las empresas más importantes, Grupo Rocamonte La familia Rocamonte tiene un nuevo heredero, Roberto, esta obra nos hará adentrarnos a su mundo, conoceremos la vida de Roberto Rocamonte, un hombre que ha sufrido y luchado mucho por llegar a donde está conoceremos sus misterios, su vida, sus temores, veremos como logra su equilibro laboral y personal. Roberto Rocamonte, arquitecto, abogado y heredero de la familia Rocamonte poderosa en el terreno de la arquitectura, originaria de Nuevo León, un hombre trabajador, ambicioso y determinado, sabe lo que quiere y planea conseguirlo a como dé lugar. ¿Traicionar a tu familia a cambio de dinero y poder? ¿cambiar por seguir a la mujer de tus sueños? La herencia de un millonario, una novela que te quitará el aliento con su montaña rusa de emociones, con esa forma tan particular de ser narrada, llevándonos a imaginar todo lo que está pasando como si tú... pudieras estar ahí...
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
"¡Firma los papeles del divorcio y lárgate!". Leanna se casó para pagar una deuda, pero fue traicionada por su marido y rechazada por su familia política. Viendo que sus esfuerzos eran en vano, aceptó divorciarse y reclamó su mitad de las propiedades. Con la cartera repleta gracias al divorcio, Leanna disfrutó de su nueva libertad. Sin embargo, la amante de su ex la acosaba, pero Leanna logró lidiar con ella. Además, ella retomó sus identidades de hacker de primera, campeona de carreras, profesora de medicina y diseñadora de joyas de renombre. Entonces alguien descubrió su secreto. Matthew sonrió y le preguntó: "¿Me quieres como tu próximo marido?".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".