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En un mundo donde los cazadores de sombras luchan para proteger a la humanidad de los demonios y seres oscuros, Lyra Nightshade es una joven loba alfa, marcada por su destierro tras desafiar las antiguas leyes de su manada. Huyendo de su pasado y buscando su lugar en un mundo que la ha rechazado, se convierte en una cazadora solitaria, hasta que su camino se cruza con Alec Blackthorn, un cazador de sombras decidido y valiente. Alec, un experto cazador comprometido con su misión de erradicar el mal, nunca imaginó que el destino le depararía un encuentro con su mate, una conexión que desafía las normas de ambos mundos. Cuando una antigua amenaza resurge y pone en peligro tanto a los cazadores como a las criaturas sobrenaturales, Lyra y Alec se ven obligados a unirse. Juntos, deberán navegar por un laberinto de traiciones y alianzas mientras intentan descubrir la verdad detrás de una conspiración que podría desatar el caos. A medida que Lyra se adentra en el mundo de los cazadores de sombras, descubre que su instinto salvaje es tanto una bendición como una maldición. Con cada batalla, su vínculo con Alec se fortalece, revelando un poder oculto que puede ser la clave para salvar a ambos mundos. Pero la lucha por aceptar su identidad y confiar en Alec se intensifica, especialmente cuando fuerzas externas amenazan con separarlos. Entre la tensión de un amor prohibido y el desafío de reconciliar sus dos mundos, Lyra y Alec deben enfrentarse a sus propios demonios. ¿Podrán unir sus fuerzas y superar los prejuicios que los rodean, o su conexión será la causa de su destrucción?
El viento aúlla a través del claro del bosque, arrastrando hojas doradas que se deslizan como susurros de despedida. Me siento en una roca cubierta de musgo, mirando el horizonte donde el sol empieza a ocultarse tras la ladera. Mi corazón late con fuerza, cada golpe un recordatorio de mi destierro. La manada me ha condenado a una vida de soledad, y ahora enfrento un futuro incierto.
Soy Lyra, una loba de piel gris plateada y ojos que brillan como dos luceros en la noche. Desde pequeña, he sentido que hay algo diferente en mí. Mientras otros miembros de la manada se aferran a las tradiciones, yo he desafiado lo que se espera de una loba. Hoy, ese desafío ha tenido un precio: el destierro.
Recuerdo la discusión acalorada con mi madre, la líder de la manada.
-No puedes desafiar las costumbres, Lyra. Eres una loba, no un ser humano. Debes comportarte como tal -me gritó, con furia y preocupación brillando en sus ojos.
Pero, ¿cómo podría seguir una vida que no elegí?
-No puedo seguir esta vida. Necesito explorar, descubrir quién soy realmente -respondí, y cada palabra que pronuncié me alejó más de su aprobación. Esa última línea cruzó una frontera que la manada no estaba dispuesta a perdonar.
Me levanto de la roca y sacudo el polvo de mis pantalones de cuero, tomando una profunda respiración para calmar la agitación que me consume. Con cada paso que doy hacia el arroyo cercano, el sonido del agua fluyendo apacigua mis pensamientos tumultuosos. Me agacho y miro mi reflejo en el agua clara. La imagen de mi rostro es una mezcla de determinación y tristeza.
-Esto no es el final, solo es el principio -me digo a mí misma, tratando de convencerme de que aún hay esperanza en esta nueva vida que me espera.
Los recuerdos de mi hogar se asoman como sombras en mi mente. Las risas de mis amigos, las cacerías al atardecer, las historias que nos contaban las estrellas. Todo eso se siente tan lejano ahora. Me pregunto si algún día podré volver, si alguna vez podrán perdonarme. Pero la manada siempre ha sido estricta con las reglas, y yo he roto una de las más importantes: no cuestionar.
El agua del arroyo es fresca y cristalina. Al tocarla, siento un escalofrío recorrerme. Con la esperanza de que este lugar me ofrezca algo de consuelo, dejo que mis manos jueguen con el líquido que refleja mi imagen. Mis dedos se mueven lentamente, creando ondas que distorsionan mi rostro. Pienso en lo que me espera en el futuro: el bosque es vasto y lleno de secretos, y hay un mundo más allá de lo que he conocido.
Mientras sigo observando el agua, una sombra se desliza por la periferia de mi visión. Me vuelvo, alerta, y mis sentidos se agudizan.
-¿Quién está ahí? -pregunto en voz baja, tratando de ocultar el temblor en mi voz.
Un ciervo aparece entre los árboles, su mirada serena y curiosa. Su presencia me hace recordar que, aunque la manada me haya desterrado, la vida sigue. Es un recordatorio de que el mundo es más grande que mis miedos y que la naturaleza siempre encuentra su camino.
-No estoy sola en esto -susurro, sintiendo una conexión fugaz con la criatura.
Con cada momento que pasa, me doy cuenta de que este bosque es mi nuevo hogar, aunque no sea el lugar que había imaginado. Siento el deseo de explorar, de conocer sus secretos. Mis patas se mueven lentamente hacia adelante, y pronto, el ciervo se retira, desapareciendo entre los árboles.
Un crujido detrás de mí me hace girar. Mis instintos se activan de nuevo. Esta vez, no es un ciervo, sino otro lobo. La figura se desliza entre las sombras, y mi corazón late más rápido. La manada siempre ha sido celosa de su territorio, y encontrar a otro lobo aquí, en el límite del bosque, no es común.
-¿Quién eres? -pregunto, mi voz firme aunque el miedo burbujea en mi interior.
El lobo emerge de las sombras, y mis ojos se encuentran con los de un macho de pelaje oscuro y ojos amarillos brillantes. Es imponente, pero hay una chispa de curiosidad en su mirada.
-Soy Kael -responde, su voz profunda y resonante-. He estado observando desde las sombras. No es común ver a una loba sola en esta parte del bosque.
-No tengo elección -le digo, encogiéndome de hombros-. La manada me desterró. Desafié sus normas.
Kael inclina la cabeza, su expresión mezcla de sorpresa y admiración.
-Eso es arriesgado. Pero también es valiente. No todos se atreven a cuestionar las reglas.
-¿Y tú? ¿Te quedas aquí observando? -pregunto, sintiendo que mi guardia se baja un poco ante su presencia.
-A veces. Este lugar es especial. Aquí se puede encontrar lo que otros temen enfrentar. La verdad sobre uno mismo.
Una risa amarga se escapa de mis labios.
-¿Y cuál es la verdad sobre mí? La manada cree que estoy destinada al fracaso.
-Eso depende de ti, Lyra -responde, su mirada fija en mí-. No todos los que están desterrados están condenados. A veces, el destierro es el primer paso hacia la libertad.
Esas palabras resuenan en mi corazón. Tal vez este no sea el final, sino una oportunidad para descubrir lo que realmente soy.
-¿Quieres explorar el bosque conmigo? -le pregunto, la emoción burbujeando en mi pecho.
-Me gustaría -dice Kael, una sonrisa en su rostro-. Hay mucho que ver, y quizás encuentres más de lo que esperas.
Nos adentramos en el bosque juntos, y mientras avanzamos, siento que algo dentro de mí comienza a despertar. El destierro puede ser una oportunidad para crecer, para entender mi lugar en el mundo.
A medida que caminamos, me doy cuenta de que este bosque es más que un refugio. Es un lugar donde puedo aprender, descubrir y, quizás, encontrar la fuerza que siempre he llevado dentro. La vida que me espera más allá de las sombras de mi pasado está llena de posibilidades.
-¿Tienes miedo de lo que viene? -pregunta Kael, su voz suave.
-No -respondo, con más convicción de la que siento-. Estoy lista para enfrentar lo que sea.
El sol se pone, y la oscuridad comienza a envolvernos, pero no tengo miedo. A mi lado hay un nuevo compañero, y juntos nos adentramos en lo desconocido, dispuestos a descubrir un mundo donde las reglas pueden ser desafiadas y los destinos, reescritos.
Einar es el alfa más arrogante y dominante que he conocido la manada Stormwood. No ha permitido que la debilidad o el interés genuino por algo lo debilite, ha cumplido su propósito de liderar durante toda su vida. Nunca ha sido un problema que todo lo que desea lo tenga, pero todo cambia cuando se cruza con Lía, una omega que podría detrás de una fachada frágil ser la clave para su vida. Dadas suaves, pálidas y presuntamente inofensivas, Lía no esperaba llamar la atención de nadie. Quedar embarazada del hijo del alfa solo ha aumentado su problema, y está atrapada en una guerra entre lo que quiere y lo que simplemente se le cruza. Einar sin embargo no acepta dejarla ir a pesar de su frialdad y orgullo. Debido a ello, Lía deja Stormwood acompañada de Caleb, un alfa de otra manada que en su momento de desesperación le ofrece un refugio seguro. Elijo lo que más duele, y Lía se aleja de Einar para dar a su hijo una vida estable, pero segura. Pero Einar no se dejará robar lo que considera suyo. Lo que viene a continuación es una guerra emocional donde el orgullo choca con el deseo y los sentimientos reprimidos. ¿Einar estará dispuesto a cambiar todo por Lía?
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
En opinión de todos, William se había casado con Renee bajo la presión. Ahora que su verdadero amor había vuelto embarazada, no podían esperar a que abandonara a Renee. Sorprendentemente, Renee fue sincera sobre la situación: "Para ser franca, soy yo la que pide el divorcio todos los días. Lo deseo incluso más que cualquiera de ustedes". Pero ellos ignoraron su comentario como un mísero intento de salvar las apariencias. Hasta que William hizo una declaración: "El divorcio está fuera de discusión. Cualquiera que difunda falsos rumores se enfrentará a consecuencias legales". Renee estaba confundida. ¿Qué planeaba hacer ahora este loco?
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".