No siempre la vida está escrita, esta misma se encarga en ponernos adversidades que nos deparan soledad en el futuro. Keith no fue la excepción; tras la repentina muerte de su esposa, en su pena y en su dolor se encerró en un mundo lleno de oscuridad, dejando de lado todo contacto con sus amistades. Se ha enfocado por los últimos cinco años en cuidar y velar por el bienestar de su única hija, pero sin darse cuenta cuanto daño se hace a sí mismo. Muchas veces no podemos controlar esos deseos que nacen en nuestro más profundo interior de un momento para otro, y Keith lo vivirá en carne propia con la mejor amiga de su hija; Melanie Brown, sin saber que se trataba de ella la noche en la cual su pasión revivió de las cenizas, y su corazón salió de la muerte súbita en el que se encontraba. ¿Keith estará listo para darle rienda suelta a su pasión y abrir el paso de su felicidad, o seguirá siendo el mismo hombre solitario y vacío desde que la única mujer que creía amar muriera?
La vida es una ruleta; unas veces puede caer en el día de tu suerte y sacarte la lotería; otras, perderlo absolutamente todo lo que has apostado en ella, incluso si ese significa la mismísima muerte. Elena era a lo único que había apostado con los ojos cerrados, porque con su dulzura y su amor me demostró que no había ningún límite que nos separara, que no había frontera que pudiera poner distancia a nuestro amor. Ella no conocía de maldad ni rencores, y cada día durante 15 años no hizo más nada que estar para mí; amándome y acompañándome incondicionalmente.
Desde que vi sus ojos de color verde, quedé embrujado y cautivado en el brillo y en el hechizo de ellos. No había persona más solidaria, amable y carismática que Elena. Aun creo estar viviendo un sueño, no puedo creer que una mujer con la vida por delante se haya marchado de mi vida de un momento para otro. ¿Por qué no la amé más de lo que lo hago? ¿Por qué no la abracé para por lo menos brindarle un poco de mi calor? ¿Por qué no le exigí que luchara por su vida, por nosotros, por nuestra hija? ¿Por qué fue tan poco el tiempo el que la tuve a mi lado?
Cada segundo que va pasando, después de habernos enterado de la noticia que tanto miedo tenía de escuchar, el dolor y el vacío es más agonizante que el anterior. Más el ver a mi hija llorar desconsolada por la muerte de su madre termina por romperme por dentro. Quisiera morir, quisiera no sentir este dolor punzante quemarme vivo, quisiera estar acompañando al amor de mi vida en su ausencia, quisiera poder abrir los ojos y tenerla en frente de mí diciéndome que no había sido más que un sueño, pero debo ser fuerte por mi hija; ella me necesita ahora más que nunca en la vida. Katie es lo único que me queda de mi esposa, es por lo único que esta vida tan dolorosa tiene algo de significado y sentido.
¿Qué se supone que le diga a mi propia hija, cuando ni yo mismo sé cómo despertar de esta realidad tan cruel? Viéndola a lo lejos llorando en brazos de su amiga, el corazón se me hizo aún más chico. No sé cómo seguir sin ella. Todo ese color mágico que había pintado con la yema de sus dedos, ha quedado en negro.
-Queridos hermanos, hoy nos encontramos reunidos para darle cristiana sepultura a una mujer que luchó hasta el final ante una guerra con pocas oportunidades de salir vencedora; sin embargo, Elena nunca se dio por vencida, ella siempre tuvo la fe en poder tener una paz eterna, sin importar que significaría partir de este mundo. Muchas veces perder es ganar, sus palabras transmitían un miedo, pero para ella fueron el descanso de su cuerpo y de su alma. Ella fue una mujer excepcional, bondadosa, llena de buenas virtudes con todos nosotros. Quien la haya conocido, nunca podrá decir una sola mala palabra de ella; porque su corazón era enorme, tan enorme como las ganas de vivir...
Los recuerdos inundaron mi mente, sumergiéndome en esos años dónde fui el hombre más dichoso del mundo: Elena vestida de blanco. Elena gritando a los cuatro vientos que aceptaba ser mi esposa y amarme hasta la eternidad. Elena dedicándome esa sonrisa tierna y dulce que hacía derretirme en microsegundos. Elena en el momento más feliz de su vida; convirtiéndose en madre por primera y única vez. Elena llorando en cada etapa del embarazo. Elena llorando y riendo cuando nos dieron la noticia de que sería niña. Elena comprando cada cosa que nuestra hija necesitaba cuando llegara a la vida. Elena dando a luz a Katie. Elena estando cada día para nosotros. Elena dándonos amor, ternura y comprensión. Elena envuelta entre mis brazos. Elena besando mis labios cada noche mientras éramos un solo cuerpo... Elena deteriorándose cada segundo de su vida, a la vez que mostraba ser una mujer fuerte y guerrera.
«¿Sabes? Casarme contigo fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida, Keith. ¿Y sabes otra cosa? Por eso mismo no puedo ser tan egoísta y permitir que mueras estando solo. Prométeme que volverás a creer en el amor. Prométeme que te darás la oportunidad de conocer, tal vez a la mujer que te vaya a acompañar hasta la muerte. Prométeme ser feliz, mi amor; porque si tú lo eres, yo desde donde quiere que me encuentre lo seré por ti, y entonces habrá valido la pena todo este sacrificio. De eso se trata el amor, ¿no? De permitir la felicidad del ser amado, así no sea con uno mismo. Nunca olvides que te amo, y que te amaré aún y estando en muerte». Sus últimas palabras y el último beso antes de morir jamás los podré olvidar de mi mente.
La impotencia de no haber podido hacer algo más por ella me hace ser culpable, porque no hice lo suficiente para salvarla. Todo fue muy tarde cuando esa bomba explotó en su ser y la dejó echa cenizas. No importan los años que pasen, ella será a la única mujer que ame por el resto de mi vida.
-Discúlpame por no poder cumplir esa promesa, cielo. Tu eres y serás la única mujer que siempre estará aquí en mi corazón, en mi mente y en mi mundo - susurré, dejando una rosa blanca encima de su ataúd, antes de que este mismo fuera cubierto de tierra.
-¡Mami, no te vayas, por favor! ¡No nos dejes! - la desgarradora voz de mi hija acuchilló mi corazón-. ¡Papá, no dejes que se vaya! Por favor... yo aún te necesito, mamá.
La envolví entre mis brazos, apretando su cabeza contra mi pecho mientras cubrían el ataúd de tierra. Los llantos de mi niña se agudizaron con los segundos, llenándome de impotencia y mucho dolor por no poder evitar ese sufrimiento. Su cuerpo no dejaba temblar, al igual que el mío. No encontraba que decir, por lo que solo mi limité a abrazarla fuertemente. Varios minutos después, sus gritos cesaron, solo quedaron sollozos y suspiros sonoros. Ahí caí en cuenta que había llorado hasta quedarse profundamente dormida entre mis brazos. No quería irme del cementerio, no aún, pero Katie me necesita a su lado, de la misma forma en la que yo necesito de ella. Juntos saldremos, aunque los recuerdos nos sigan marcando cada día de su ausencia.
-Todo va a estar bien, mi amor. Papá está contigo - besé su frente, llevándola al auto en mis brazos una vez el funeral se dio por terminado.
Antes de subirme en el auto y marcharme a casa, escuché do golpecitos del lado de mi ventana. Melanie me dedicó una sonrisa triste, desviando la mirada a mi hija por breves momentos. En sus ojos noté preocupación.
-Sr. Keith, ¿será que puedo ir con usted a casa? Sé que es atrevido de mi parte decirlo eso, pero me preocupa mucho Katie. Ella está muy afectada y no es para menos. Quiero estar a su lado y brindarle de mi apoyo. Claro está que, si le molesta, entenderé su decisión.
Me tomó por sorpresa su pedido, pero en una cosa sí tiene razón; Katie necesita compañía, y de ella quien es su única amiga. Además, mi hija acompañó su dolor cuando su padre murió hace unos años atrás.
-Sube, por supuesto que no le veo problema - le abrí la puerta de atrás, y una vez subió la miré por el retrovisor-. Gracias por estar con ella, Melanie.
Isla está segura de que ella tomará la presidencia de industrias GolCop ahora que su padre y su socio han decidido retirarse definitivamente, pero ella no contaba con que Hunter, el hijo mayor de los Goldberg , regresaría al país como uno de los candidatos. Isla desea ser la presidente, después de todo, ha trabajado arduamente por cinco años consecutivos para ganarse ese lugar. Hunter desea estar con su padre y cuidar de él ahora que enfermó, como también hacerle la vida imposible a esa mujer que le gustaba tanto y lo rechazó años atrás. Pero ninguno de los dos piensa ceder tan fácilmente. En medio de la guerra se desatará un juego de seducción, amor y odio entre ellos.
La vida en muchas ocasiones nos despliega diferentes caminos, llevándonos a un destino totalmente opuesto al que nos habíamos idealizado. Margot estaba en la mejor etapa de su vida, era feliz junto a su novio y futuro esposo, pero en un solo instante perdió toda su vida en un trágico accidente que además le dejó grandes secuelas en su cuerpo. La soledad, la desesperanza y el vacío es algo que no se puede ocultar detrás de una sonrisa fingida, y ella ha sabido ocultar su dolor muy bien. Pero en ese pozo de soledad y tristeza, llega un hombre que la hace vibrar no solo con un beso, sino con esa chispa de añoranza que perdió tiempo atrás. ¿Podrá Margot volver a empezar, dejando su sufrimiento atrás y permitiéndose ser feliz?
Todo en mi vida era perfecto; una buena salud, un buen trabajo, y se podría decir que, era la mujer más afortunada en el amor. Pero nadie me había dicho que la perfección y tanta felicidad junta no era tan buen y real. Para mí, una mujer que creía tenerlo todo a sus pies y en sus manos, no fue fácil asimilar esa vida que tanto me ocultó la persona que más he amado en el mundo.
Yulek ha perdido toda esperanza a lo largo de su vida; sin embargo, su profesión como profesor es lo único que lo hace vivir a plenitud, alcanzando en cada una de sus notas lo que tanto ha soñado; ver el mundo desde su perspectiva. Él desea vivir como cualquier otro hombre; disfrutar, tener amigos, construir una familia. Sueña con encontrar una mujer que lo ame y lo acepte tal cual es, pero sus temores lo hacen un hombre solitario y frío. Esmeralda es un torbellino de emociones; tierna, alegre, humilde y muy soñadora. Cuando decide emprender un viaje a otro país para salir adelante y dejar todo su pasado atrás, no imaginó que sería tan difícil empezar de cero, pero la misma vida se encarga de poner en su camino un ángel que la llevará tomada de la mano a lo más alto del cielo...
Ella es esa pequeña ración de sensualidad que prende y altera cada uno de mis sentidos. Son sus movimientos tan sensuales y expertos frente a mí. Son sus ojos tentándome, insinuándome que cometa el pecado. Y son sus labios rosas y provocativos, lo que hace que esta pasión me queme todo el cuerpo y arda de deseo por ella. Invitándome, pierdo el control de mí, listo para romper con esa regla que ha implantado desde un principio. Cómo se supone que olvide a una bailarina que me desconcierta la mente cada que la veo bailar exclusivamente para mí, y que además es mi sexy profesora de Lenguas extrajeras en la universidad.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Hace mucho tiempo, dos reinos convivían en paz. El reino de Salem y el reino de Mombana ... Todo marchó bien hasta el día en que falleció el rey de Mombana y un nuevo monarca asumió el mando, el Príncipe Cone, quien siempre tenía sed de más poder y más y más. Después de su coronación, atacó a Salem. El ataque fue tan inesperado que Salem nunca se preparó para él. Fueron tomados con la guardia baja. El rey y la reina fueron asesinados, el príncipe fue llevado a la esclavitud. La gente de Salem que sobrevivió a la guerra fue esclavizada, sus tierras les fueron arrebatadas. Sus mujeres fueron convertidas en esclavas sexuales. Lo perdieron todo. El mal aconteció en la tierra de Salem en forma de Prince Cone, y el príncipe de Salem, Lucien, en su esclavitud se llenó de tanta rabia y juró venganza. *** *** Diez años después, Lucien, de treinta años, y su gente asaltaron un golpe y escaparon de la esclavitud. Se escondieron y se recuperaron. Entrenaron día y noche bajo el liderazgo del intrépido y frío Lucien, quien fue impulsado con todo en él para recuperar su tierra y tomar la tierra de Mombana también. Les tomó cinco años antes de que tendieran una emboscada y atacaran a Mombana. Mataron al príncipe Cone y lo reclamaron todo. Mientras gritaban su victoria, los hombres de Lucien encontraron e inmovilizaron a la orgullosa princesa de Mombana, Danika, la hija del príncipe Cone. Mientras Lucien la miraba con los ojos más fríos que alguien pueda poseer, sintió la victoria por primera vez. Caminó hacia la princesa con el collar de esclavo que había fabricado durante diez años y con un movimiento rápido, la sujetó del cuello. Luego, inclinó su barbilla hacia arriba, mirando a los ojos más azules y el rostro más hermoso jamás creado, le dio una sonrisa fría. "Eres mi adquisición. Mi esclava. Mi esclava sexual. Mi propiedad. Te pagaré con creces todo lo que tú y tu padre me hicieron a mí y a mi gente", dijo él secamente. El odio puro, la frialdad y la victoria era la única emoción en su rostro.