Ella es esa pequeña ración de sensualidad que prende y altera cada uno de mis sentidos. Son sus movimientos tan sensuales y expertos frente a mí. Son sus ojos tentándome, insinuándome que cometa el pecado. Y son sus labios rosas y provocativos, lo que hace que esta pasión me queme todo el cuerpo y arda de deseo por ella. Invitándome, pierdo el control de mí, listo para romper con esa regla que ha implantado desde un principio. Cómo se supone que olvide a una bailarina que me desconcierta la mente cada que la veo bailar exclusivamente para mí, y que además es mi sexy profesora de Lenguas extrajeras en la universidad.
-Vamos, hermano, solo se cumple años una vez al año - expresa Isaac, mi mejor amigo de toda la vida -. Axel solo será una noche. Nada más.
-No me gusta frecuentar ese tipo de lugares y lo sabes - gruño -. Esas mujeres...
-Bailan como las mismísimas diosas del olimpo - frunzo el ceño, tratando de imaginar a las diosas bailando semidesnudas y seductoramente ante un grupo de jóvenes universitarios de último año -. Me entiendes a lo que me refiero, ¿no?.
-No, no entiendo lo que estás diciendo - sonríe ladeado -. La única diosa que mueve cada uno de mis huesos de su lugar es Némesis.
-Nos estamos yendo por donde no es, Axel. Deja esa maldita fijación por la venganza, me haces estremecer - pasa una mano por su cabello, tirándolo hacia atrás, dándole el toque de chico malo y a la vez arrogante -. Lo importante aquí, es que vas a venir con los chicos y conmigo. Punto final de la discusión.
-¿Tengo de otra? - niega con una sonrisa victoriosa -. A fin de cuentas ustedes son los que van a pagar por todo, ¿no?.
-¿Y por qué nosotros? Si tu eres el del dinero aquí - sonreí malicioso.
-Porque tu es el que me está invitando, Isaac.
-Eres un...
-¡¿Están listos, princesitas?! - entra Oliver a mi habitación igual de sonriente que siempre -. No sé ustedes, pero yo estoy muriendo por ver a mi bailarina favorita.
Frunzo el ceño.
-¿Ya han ido a ese lugar? - asiente con una sonrisa -. A decir verdad, no me sorprende.
-Tu nunca te apuntas, eres más de ir a casinos, clubes, pero no entiendo por qué no ir a una barra - suspira -. Allí las mujeres si saben como volver loco a un hombre.
-Para mí no son más que mujeres que venden su cuerpo, y entre más rápido vayamos, más rápido volvemos.
-Este no es Axel, el tipo mujeriego que no le importa bajarle las bragas a cualquier mujer que se cruce en su camino.
-Las mujeres las selecciono muy bien antes de llevarlas a la cama, para aclararte - Oliver se encoje de hombros -. ¿Nos vamos?.
-Lo sabemos de sobra - Mikel deja una leve opinión, habla muy pocas veces. Para mí es el más inteligente de nosotros, claro está, después de mí
No me gusta cumplir años, este es un día común y corriente como el resto; un simple e insignificante día más que rellena los 365 días del año. Mas nada. No entiendo por qué Isaac y Oliver están tan emocionados, como si ellos fuesen a recibir una torta, felicitaciones y muchos regalos. Es ridículo, pero por lo menos me hacen la compañía que necesito. Isaac lo sabe y aunque me infle las pelotas con este tema de la bailarina exótica, dueña de todas sus fantasías sexuales; agradezco que mis tres amigos estén siempre a mi lado. Todo esto es más fácil de llevar teniéndolos cerca y escuchando las estupideces que salen de sus bocas.
Partimos en el auto de Isaac, él nos llevará a la barra el cual se me hace un nombre muy común y para nada llamativo en donde las mujeres bailan por dinero y quien sabe que cosas más harán por conseguirlo. El viaje en el auto viene acompañado de una charla muy común entre hombres, donde nuestro principal tema son las chicas de la universidad. Las cuales, son muy pocas las que son sexys y bonitas, y creo que ya he agotado esa lista de las únicas que logran encenderme en la cama.
-Pareciese que hubieran pasado muchos años desde la ultima vez que vinimos - cruzo mirada con Mikel sin entender a lo que se refiere Oliver.
-Una eternidad, amigo - concuerda Isaac.
-Los únicos que suelen venir a estos lugares son ustedes. No generalices - Mikel refuta.
Isaac detiene el auto frente a un lugar que a simple vista parece un club nocturno común, pero sin letrero, ni nada que exponga de que se trata el lugar. En la puerta roja hay luces negras en flechas para diferentes lados y más nada. No se ve tan mal como llegué a pensar que era. Bajamos del auto y entramos a la barra, me sorprende la oscuridad y la tenue luz roja que cae justamente en la enorme barra donde hay un total de seis chicas bailando sensualmente al unísono rodeando a una mujer en el centro, la cual no pasa desapercibida para nadie. Es el centro de atracción y más por cómo va vestida con poca ropa y diferente a las demás.
-Nosotros estaremos en la parte Vip - canturrea Isaac sin apartar los ojos del escenario -. Y se me va a cumplir mi fantasía, esta noche sí.
Isaac y Oliver ríen y dicen cosas que no entiendo y tampoco me importa comprender, mientras Mikel y yo los seguimos a la planta de arriba en completo silencio.
Según estamos en el salón de arriba, dos chicas nos traen una botella de Whiskey y cuatro copas. Seguro Isaac ya tenia todo preparado, lo conozco bien.
-Sé que no te gusta celebrar este día, hermano, pero no puedo dejar de lado el hecho que hoy hace veintitrés años llegaste a este mundo, a intoxicar de placer a toda chica con solo la mirada - sirvió las copas y cada uno tomó el trago -. Feliz cumpleaños. No sé que seria de mi vida sin ti.
-Feliz cumpleaños, te amamos, Axel - estos tres parecen una grabadora, siempre sincronizados.
-Sí, gracias - sonrieron y chocamos las copas para luego beberlas de golpe.
El trago amargo y caliente bajó por mi garganta, quemándome hasta las entrañas por el calor del mismo. Charlamos un poco y una risa muy contagiosa nos hizo callar de inmediato. Una de las bailarinas aun con la máscara cubriendo su rostro, traía su teléfono en mano y reía de algo que le decían al otro lado de la línea. Al vernos se quedó en silencio y colgó para darnos una sonrisa ladeada y coqueta.
-Buenas noches - su voz es un fino hilo de sensualidad -. No sabía que el salón estaba reservado esta noche. Una disculpa.
-No te preocupes, preciosa - Oliver sonrió coqueto y serví otro trago, viendo a la chica de pies a cabeza. No está mal -. ¿Eres tu la que nos va a bailar esta noche? No eres Casandra.
La chica negó con una sonrisa en sus labios.
-No...
-Lamento la tardanza - se apresuró a decir una agitada y sexy voz llegando hasta su compañera. Bebí del whiskey lentamente viendo a la mujer hermosa que acaba de llegar -. Buenas noches, ¿son ustedes los que reservaron un baile para un cumpleañero? - inquirió, rotando la mirada entre todos.
Esa mascara no me deja contemplar su rostro, me gustaría verla y saber si es igual de bonito a su cuerpo. Su piel tiene un ligero bronceado, sus piernas y caderas son anchas, su vientre está descubierto y en el hay una fina capa de sudor, para nada asqueroso. Sus senos son de un buen tamaño. Además, usa un traje negro, demasiado pequeño. Cada tiranta estruja su carne y la hace ver sumamente sensual. Este mismo cubre las partes íntimas de su cuerpo muy sutilmente, sin llegar a mostrar absolutamente nada. Su cabello negro está recogido en una coleta alta que cae al centro de su estómago. Es muy sexy, no lo voy negar.
-Sí, esos mismos... somos nosotros - enarco una ceja viendo a Isaac tartamudear, debe ser la fantasía de la que tanto habló en el camino -. Y él es el cumpleañero - me señala.
-Muy bien - sonríe alternando la vista entre ambos. La otra chica se va, luego de lanzarle un guiño y una sonrisa maliciosa a su compañera -. Soy Casandra, es un gusto y placer tenerlos esta noche tan especial con nosotras - deja una silla en el centro del salón y camina hacia mí, de manera seductora, sin apartar sus ojos grises de los míos y sonriendo ladeado. Me gusta la sonrisa pícara que tiene -. Cumpleañero, pásala rico.
Isla está segura de que ella tomará la presidencia de industrias GolCop ahora que su padre y su socio han decidido retirarse definitivamente, pero ella no contaba con que Hunter, el hijo mayor de los Goldberg , regresaría al país como uno de los candidatos. Isla desea ser la presidente, después de todo, ha trabajado arduamente por cinco años consecutivos para ganarse ese lugar. Hunter desea estar con su padre y cuidar de él ahora que enfermó, como también hacerle la vida imposible a esa mujer que le gustaba tanto y lo rechazó años atrás. Pero ninguno de los dos piensa ceder tan fácilmente. En medio de la guerra se desatará un juego de seducción, amor y odio entre ellos.
La vida en muchas ocasiones nos despliega diferentes caminos, llevándonos a un destino totalmente opuesto al que nos habíamos idealizado. Margot estaba en la mejor etapa de su vida, era feliz junto a su novio y futuro esposo, pero en un solo instante perdió toda su vida en un trágico accidente que además le dejó grandes secuelas en su cuerpo. La soledad, la desesperanza y el vacío es algo que no se puede ocultar detrás de una sonrisa fingida, y ella ha sabido ocultar su dolor muy bien. Pero en ese pozo de soledad y tristeza, llega un hombre que la hace vibrar no solo con un beso, sino con esa chispa de añoranza que perdió tiempo atrás. ¿Podrá Margot volver a empezar, dejando su sufrimiento atrás y permitiéndose ser feliz?
Todo en mi vida era perfecto; una buena salud, un buen trabajo, y se podría decir que, era la mujer más afortunada en el amor. Pero nadie me había dicho que la perfección y tanta felicidad junta no era tan buen y real. Para mí, una mujer que creía tenerlo todo a sus pies y en sus manos, no fue fácil asimilar esa vida que tanto me ocultó la persona que más he amado en el mundo.
Yulek ha perdido toda esperanza a lo largo de su vida; sin embargo, su profesión como profesor es lo único que lo hace vivir a plenitud, alcanzando en cada una de sus notas lo que tanto ha soñado; ver el mundo desde su perspectiva. Él desea vivir como cualquier otro hombre; disfrutar, tener amigos, construir una familia. Sueña con encontrar una mujer que lo ame y lo acepte tal cual es, pero sus temores lo hacen un hombre solitario y frío. Esmeralda es un torbellino de emociones; tierna, alegre, humilde y muy soñadora. Cuando decide emprender un viaje a otro país para salir adelante y dejar todo su pasado atrás, no imaginó que sería tan difícil empezar de cero, pero la misma vida se encarga de poner en su camino un ángel que la llevará tomada de la mano a lo más alto del cielo...
No siempre la vida está escrita, esta misma se encarga en ponernos adversidades que nos deparan soledad en el futuro. Keith no fue la excepción; tras la repentina muerte de su esposa, en su pena y en su dolor se encerró en un mundo lleno de oscuridad, dejando de lado todo contacto con sus amistades. Se ha enfocado por los últimos cinco años en cuidar y velar por el bienestar de su única hija, pero sin darse cuenta cuanto daño se hace a sí mismo. Muchas veces no podemos controlar esos deseos que nacen en nuestro más profundo interior de un momento para otro, y Keith lo vivirá en carne propia con la mejor amiga de su hija; Melanie Brown, sin saber que se trataba de ella la noche en la cual su pasión revivió de las cenizas, y su corazón salió de la muerte súbita en el que se encontraba. ¿Keith estará listo para darle rienda suelta a su pasión y abrir el paso de su felicidad, o seguirá siendo el mismo hombre solitario y vacío desde que la única mujer que creía amar muriera?
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
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Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
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