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Olivia y Adler son personas totalmente distintas, de pensamientos y mundos diferentes. Un día se cruzan el mismo camino a causa de un accidente y ahí empezará su historia de amor. Ambos se podrán complementar a la perfección pero no todo será color de Rosa.
Genial, le había arruinado el traje al dueño de la empresa, bien hecho Olivia, te has ganado el premio a la Idiota del año.
-¿Eres ciega?
-No pero... -me interrumpió.
-¿Entonces porque no te fijas por donde vas? -se estaba limpiando el saco que seguramente vale mas que mi casa.
-Fue un accidente ¿de acuerdo? Todos cometemos accidentes alguna ves, ¿usted jamás tuvo algún accidente?
-Has dicho accidente tres veces en una oración -cerró sus ojos con fuerza- mejor dime ¿Cómo vas a pagar mi traje?
-¿Pagarlo?
-¿Eres sorda también? -soltó un bufido- tienes que pagar mi traje.
No puedo pagar esa cosa, eso cuesta mas que toda mi vida, bien tengo que buscar la forma de huir lejos de aquí, si eso hare.
-Y ni pienses huir -se cruzó de brazos.
-Escuche señor Don presidente, no puedo pagarle el traje, ¿sabe porque? Tengo deudas ¿si? Muchas deudas que pagar -recalque la palabra "muchas"-, además, usted puede comprarse la tienda de trajes si lo desea. Esta siendo muy caprichoso.
-¿Caprichoso? ¿Me estas diciendo caprichoso a mi?
-Pues si usted... -me volvió a interrumpir.
-¡Es el colmo! -exclamó- una... persona común me ha llamado caprichoso.
-Hey espere... ¿Cómo que persona común? -puse mis manos en mi cintura- yo soy una persona al igual que usted.
-No claro que no -negó- tu eres una... empleada más, yo -se señaló- soy el dueño de esta empresa y te exijo que me pagues el traje que tu -me señaló- arruinaste.
-No pienso pagar nada fíjese -sonreí, luego tomé mis flores-, usted es muy mal educado.
-Y tu una niña insolente -me señaló- no puedo creer que me hayas dañado un traje carísimo.
-Cómprese otro -empecé a caminar de forma rápida, no vaya a ser que me agarre y me encarcele por el traje- es un tonto mimado.
Espero no volver a topármelo en el camino. Odio a las personas como el.
Abigail tenía el matrimonio perfecto, un amoroso esposo, un hogar al que ella cuidaba, hasta que el destino o la vida, le arrebató lo que más amaba, su esposo. Pero pese a su sufrimiento, ella seguirá adelante sola. Lo que no sabe es que su amoroso esposo regresará de la muerte pero en el cuerpo de otra persona.
Dannielle cambia su vida al irse de Texas a la Gran Manzana, quiere demostrarle a todos que ella puede con mucho más. Pero todo se cae, cuando ve al amor de su vida después de haberse separado por mucho tiempo ¿El problema? Es que Dannielle, está teniendo sentimientos hacia otro hombre que el conoce perfectamente.
La vida de Brook da un cambio radical cuando tiene que ir de La gran Manzana, a Texas por ordenes de su padre. Decidida a cambiar su vida, conoce a los hermanos Dawson que pondrán todo su mundo de cabeza.
Anna ha vivido toda su vida dentro de un palacio, pero no es una princesa. No pertenece a la realeza siquiera. Ha vivido rodeada de Duques, Reyes, Condes y demás. Siempre quiso sentirse como una princesa o al menos ser tratada como una. Al final lo consigue, pero no de la manera que ella hubiese deseado. Se convirtió en la mujer más odiada de toda Austria, ahora tendrá que luchar contra todo lo que se viene encima, aún más, del hombre que ama. -La Amante del Rey. Por Rosslix.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...