/0/12710/coverbig.jpg?v=70092d0df4e718076ca1c9fea63cc81d)
Genesis Sousa, se convierte en la Esposa el Exprometido de su hermana que desapareció días antes de la Boda, Leandro Betancourt aceptó la proposición de tomar en matrimonial a la menor del Clan Sousa, sin imaginarse que aquella unión dejará a conocimiento la nobleza de la niña, pero todo cambia después de dos meses de matrimonio, de allí la maldad oculta dejará cenizas
Han pasado 2 meses desde que Genesis y Leandro Betancourt se han casado, un Vehículo totalmente desconocido se estacionó por delante de la gran mansion, por supuesto que Genesis sabía que alguien de la Familia de su esposo había llegado, pero si terminó siendo una sorpresa que la recién llegada sea su suegra la respetada Manuela de Betancourt.
Génesis durante este tiempo de matrimonio no se había cruzado con su esposo ni un solo dia, aunque si sabía que todas las noches se la pasaba en el Despacho y antes de que salga el sol ya abandonaba la Mansión, el hombre aunque estaba decepcionado de Gisele y de su repentino abandono acepto casarse con un miembro de la Familia Sousa, por supuesto los puntos de vista de ambos es distinto con respecto a aquella unión que debería de durar 1 año así como lo estipula el contrato de Matrimonio Arreglado.
Genesis bajó a la sala y de inmediato se había encontrado con su suegra, por supuesto Manuela tenía una mirada de total desprecio hacia Genesis.
- Señora - Genesis habló con su voz suave y una pequeña sonrisa que se dibuja en su pequeño rostro encantador cuyo azul de los ojos enaltece su belleza.
- La servidumbre no debe de dirigirme ni la más mínima palabra, así que regresa por dónde viniste maldita aprovechadora, roba prometidos - la acusación de su suegra hizo palidecer a la joven que abrió sus ojos como platos al escuchar a Manuela expresarse de esa manera de ella.
- ¡Mamá! - Leandro Betancourt había llegado, mientras que Genesis se había quedado sin aire en los pulmones al observar al imponente hombre que vestía traje negro en su totalidad, su elegancia y su presencia destacaba y la enorme sala parecía pequeña ante su presencia.
- No sabía que la servidumbre tenía privilegios en esta casa y que podían andar como quieran - Fueron las palabras de Manuela.
- Basta Mamá, tu bien sabes que ella no es la servidumbre Genesis es mi esposa - Leandro se veía muy serio, su aura inundó todo el sitio, no era un hombre de muchas palabras ya que luego de expresar aquellas palabras el hombre se dirigió hasta su despacho nuevamente, Genesis tragó saliva y Manuela dejaba en claro que ella no le agradaba.
Todo pareció disiparse, Genesis se había metido en la habitación, Manuela salió de compras, aunque Genesis no sabe si su marido sigue en el despacho, pero antes de que pudiera pensar más su teléfono celular sonó percatándose de que se trataba de su madre así que con mucha alegría tomó la llamada.
- Mamá, ¿ocurre algo? - Genesis estaba preocupada por su padre, ella tenía miedo, puesto que todos los días iba a visitar a sus padres a la tarde y ahora recién era medio día, aunque su padre no hablaba y tampoco se movía, para ella era reconfortante estar cerca de ellos en la casa.
- Si Genesis, pero déjame decirte que tu hermana ha vuelto - Aquello Genesis no entendía por qué generó una pequeña molestia en ella, pasaron unos segundos hasta que la joven pudo formular algunas palabras.
- ¿Gisele está en la casa? - su voz era muy baja al realizar la pregunta.
- Sí, está en la casa, además tu padre pudo articular algunas palabras con el regreso de ella - Lucía Sousa parecía triste, y es que no era novedad de que Raul Sousa tenía su favorita entre sus hijas y aquella era Gisele, muchas veces Genesis incluso era rechazada por él, pero el cariño de su hija siempre toleró aquello, incluso ella solamente necesitaba y estaba dispuesta a aceptar migajas del cariño de su padre aunque él no demuestre afecto hacia ella, Genesis antes de volver a hablar emitió un pequeño suspiro.
- Entiendo Mamá, es mejor que no vaya hoy - Expresó la rubia de ojos azules - No quiero incomodar a Gisele Mamá.
- Cariño, está es tu casa, al igual que la de ella y tienes todo el derecho de venir aquí ambas por igual nadie es más dueña de la casa que la otra.
- Lo sé mamá, pero prefiero no ir hoy, te hablaré después te quiero - Genesis se despidió dando por concluida la llamada.
El dia habia pasado rápidamente después de aquella llamada con su madre Genesis se había quedado dormida y cuando volvió a abrir los ojos ya era media noche, la mujer sentía la garganta seca, había dormido más de 8 horas, incluso su estómago rugía aquello la hizo fruncir el ceño, entonces opto por ir en la cocina, salió cuidadosamente de la habitación, el pasillo estaba oscuro y desolado, ella no quería ser muy ruidosa teniendo en cuenta de que su suegra estaba en la casa y lo menos que quería era incomodarla y que la desprecie aún más.
Cuándo llegó en la cocina las luces estaban apagadas, era de esperarse, se sirvió un vaso de leche, su mirada azul cielo se perdió en la ventana que daba al jardín que estaba envuelta en grandes cristales que resaltan la belleza de las flores aún más, los minutos pasaron y el silencio era calma para el corazón de ella, además aquel era su sitio favorito durante estos dos meses que estuvo aqui, siempre se colocaba a observar el jardín desde esa misma ventana, ahora inexplicablemente había un pequeño sofá allí, aquello fue puesto allí después de su tercer día que pasaba observando el gran Jardin.
- ¿Estará mi esposa pensando en mi? - la voz de su marido hizo que la joven se levante rápidamente del sofá y suelte el vaso de leche que sostenía en la mano escuchándose el cristal hacerse añicos y esparciendose por el piso de la misma manera que el líquido.
- ¿Qué haces aquí? - Genesis no estaba acostumbrada a la Presencia o a las apariciones de Leandro, es más, ella acostumbraba a estar sola, su padre siempre le decía que ella no encaja en ningún lado y que era mejor que se quede en casa, de allí nació que ella valoró más su soledad que salir y buscar encajar en una sociedad hipócrita como con la que se cuenta hoy en día.
- Déjame recordarte que está es mi casa - Leandro se acercó a ella logrando que la pequeña mujer retroceda, sin percatarse de que la leche derramada en el suelo era la misma zona que estaba pisando ahora mismo, Genesis había perdido el equilibrio, ya que se había resbalado, pero el golpe esperado no llego, un fuerte brazo rodeo su pequeña cintura, y su reacción por instinto hizo que ella envuelva sus brazos alrededor del cuello del hombre que la sostuvo, aquella acción parecía de telenovela romántica en dónde el protagonista salva a su amada de algún mal, solo al estar frente a frente con sus cuerpos unidos ella observo los ojos avellana del hombre, su perfecto rostro, sus cejas, Leandro Betancourt no en vano era elegido el hombre más elegante y apuesto de toda España.
- Gra-gracias - ella hizo el intento de apartarse del hombre, pero el agarre de Leandro se intensificó - Suéltame, no quise agarrarme de usted - Genesis rápidamente se había puesto a disculparse, supo por las encargadas de la casa de que su marido tenía un fetiche de Limpieza, y no soportaba que la gente esté cerca de él, la ropa que utilizaría debía de ser esterilizada, los ingredientes de su comida son traídas exclusivamente del exterior era un caos cuando ella lo escucho, los millonarios tenían otros problemas.
- Estás consciente de que si te mueves vas a producir una reacción en mi cuerpo y no creo que tu sepas como tratar eso - era evidente que Leandro se estaba burlando.
- No tengo ninguna bacteria, no voy a producir ninguna reacción en su cuerpo, solamente me asusté, no pensé que usted estaría aquí, no fue mi intención, le prometo que no volverá a ocurrir, lo juro - ella levantó sus manos en señal de promesa.
- Debes de desarrollar un poco más tu mente, no estaba hablando de ningún virus o bacteria - la voz del hombre estaba ronca, Genesis había entrado en pánico pensando que efectvamente su marido estuviera pasando por alguna alergia, por los productos de hidratación que ella usa, o las prendas de mala calidad que lleva puesta, ah, ella estaba en pánico.
- De verdad lo lamento - Expresó ella sus ojos ya estaban llenas de lágrimas, había escuchado que Leandro era demasiado despiadado si algo le molestaba, por supuesto todo aquello lo había escuchado de las personas de Limpieza, puesto que con su hermana no hablaba, Gisele siempre la discrimino y nunca le había dichonada, aunque Genesis era demasiado buena que siempre pasó por alto todo aquello, ella venera a su familia y aquello no va a cambiar por más peores que sean los tratos.
- ¿Lo lamentas pequeña Genesis? - la mujercita tembló en los brazos de Leandro mientras observaba los ojos brillantes del hombre - Me estás estimulando sexualmente, me estas excitando, esa esa es la reacción que generas en mi cuerpo.
Genesis al escuchar aquello quedó pálida sus labios tiemblan.
- ¿Qué vas a hacerme? - ella volvió a removerse, provocando el gruñido de Leandro, no era tonta, ella sabe perfectamente que estaba excitando a su marido tal como se lo dijo, pero ahora su duda era ¿Ella le gusta a él? Genesis realizó un gesto de negación con su cabeza, aquello no puede ser así, pero sentía la masculinidad del hombre, sentía el miembro masculino endurecido y aquello la asustó más, salió de sus pensamientos al momento de escuchar el tejido de su ropa romperse, su espalda tocando el sofá Leandro la empujo dejo que su cuerpo aplaste el pequeño cuerpo de ella y segundos después el dolor desgarrador de ser penetrada de manera inesperada y sorpresiva.
Leandro la embistió con fuerza y profundidad, su miembro erecto se pierde en la cavidad femenina una y otra vez.
Genesis estuvo cerca de gritar, pero Leandro le tapó la boca, las lágrimas brotan de los ojos azules de ella, el hombre se había convertido en salvaje, con cada embestida su cuerpo empezó a reaccionar, sus manos acarician cada parte del cuerpo desnudo de Genesis.
Sus cuerpos colisionan era obsesionante para Leandro sentir y escuchar los gemidos de su esposa, que torpemente acompaña sus movimientos, cuando todo terminó, Genesis no podía moverse, lloraba desconsoladamente, sus prendas estaban destruidas, mientras que Leandro parece como si nada, seguía teniendo el porte de Rey mientras acomodaba su pantalón y se colocaba la camisa.
- ¿Por qué lo hiciste? - Genesis sé ánimo a preguntar - esto no estaba en el contrato, no había necesidad de hacerlo.
- Porque esto es lo que hacen los esposos, tienen sexo ¿No querías eso? Además, me pareció que te gusto, tus gemidos me lo confirman - responde el hombre con una pequeña sonrisa encantadora.
- Eres una bestia - Genesis se tapó con su ropa rota, o por lo menos trato de hacer aquello.
- No trato de demostrar que soy un buen samaritano, eres mi mujer, no puedes negarte lo haremos todas las veces que quiera - Genesis sabe que las palabras de su marido eran correctas, ella no puede negarse, pero no se esperaba que el hombre hiciera tal cosa - Ve a tu habitación - Ordenó Leandro.
Y la voz del hombre esta vez generó una sensación más rara en ella, Genesis se había puesto de pie, la incomodidad en su zona íntima era algo totalmente nuevo para ella, se mordió los labios y avanzo hasta llegar a la escalera y subir a su habitación, la cocina seguía estando en total Oscuridad, pero Leandro prendió uno de los interruptores que dejaba ver un poco de luz justo en el sitio en donde está el sofá, y allí la mancha de sangre fue visible, el hombre endureció sus facciones al observar el líquido Carmesí.
- Completamente mía- Murmuró el hombre con orgullo
An nunca imaginó que su vida tranquila cambiaría por completo al convertirse en la esposa sustituta de Zeyan Qin, el implacable y poderoso CEO de una de las corporaciones más influyentes del país. Lo que comenzó como un matrimonio arreglado pronto se convirtió en una red de intrigas, manipulaciones y secretos que amenazaron con destruirla por completo. Durante meses, An vivió en las sombras de un hombre que parecía inalcanzable, rodeado de poder y dominado por su propio orgullo. Mientras tanto, Mei, una mujer obsesionada con Zeyan y dispuesta a todo por tenerlo, se convierte en la amenaza constante que busca arrebatarle todo lo que An aprecia, incluido su hijo por nacer. Ahora, atrapada entre un amor que no puede negar y un hombre que lucha contra sus propios demonios, An deberá decidir si puede confiar en Zeyan una vez más o si las sombras que los rodean son demasiado oscuras para superarlas. Por su parte, Zeyan tendrá que enfrentar su pasado, las traiciones de quienes consideraba aliados y su propio corazón, mientras intenta demostrarle a An que merece una segunda oportunidad. En un mundo donde el poder puede ser tanto un arma como una prisión, ¿será posible que el amor florezca, o las sombras terminarán consumiéndolos a ambos?
Eda Calloway y Christopher Davenport, se han unido en matrimonio por acuerdos familiares, claro que ninguno de los involucrados alberga sentimientos hacía el otro, es más Christopher siempre estuvo enamorado de su primer amor, Patricia Grenville, pero el amor no era más fuerte que los Imperios y los intereses familiares, aquello obliga a Christopher a tomar distancia de su gran amor. Patricia viaja a los Estados Unidos mientras que los Davenport cortan todo lazo y toda conexión de los enamorados, es así que Christopher empieza a sumergirse cada vez más en el mundo Empresarial hasta coronarse como uno de Empresarios más influyentes de Inglaterra, Escocia entre otros Países, hasta que sus familiares encuentran la candidata perfecta para su esposa.Eda Calloway, es el epítome de la dulzura y la fragilidad, una joven que irradia pureza y encanto con cada paso que da. Su inocencia, reflejada en su mirada clara y su disposición amable, es lo que la hace destacar en un mundo lleno de ambición y máscaras. Como heredera de la prestigiosa familia Calloway, Eda combina elegancia natural con una humildad que desarma incluso al más frío de los corazones.Los Davenport la han elegido como esposa del Gran CEO, Christopher Davenport, no solo por sus impecables conexiones familiares, sino porque Eda posee un aura especial, capaz de atravesar las murallas que Christopher ha construido a lo largo de los años. Su dulzura contrasta con el carácter frío y calculador del CEO, convirtiéndola en la pieza que equilibra y complementa su personalidad.Para la poderosa familia Davenport, Eda representa no solo una alianza estratégica entre dos linajes prominentes, sino también una esperanza de que su calor y bondad puedan suavizar el alma endurecida de Christopher, despertando en él emociones que ha mantenido enterradas durante años. Su capacidad de ver lo mejor en los demás y su inquebrantable optimismo la convierten en una figura única, destinada a marcar una diferencia en la vida del gran Davenport.
En un mundo donde los lazos de sangre son la clave para mantener el poder, Sofia, se ve obligada a aceptar un matrimonio por contrato con Jeremy, el frío y calculador heredero de una dinastía poderosa. La razón de su unión es tan peculiar como dolorosa: Sofía es la única mujer que puede dar vida al hijo de Jeremy, debido al gran problema de salud de Alma. Sin embargo, el corazón de Jeremy no le pertenece a Sofía. Está atrapado por los encantos de Alma, una mujer cuya apariencia dulce y bondadosa esconde una ambición desmedida y una oscuridad peligrosa. Mientras Sofía intenta adaptarse a su nueva vida y sobrellevar un matrimonio sin amor, descubre la verdadera naturaleza de Alma, quien manipula desde las sombras para destruirla y quedarse con todo. Con su dignidad y su vida en juego, Sofia deberá decidir si enfrentarse a los secretos de Alma o sucumbir a un destino que nunca eligió. En este juego de mentiras y poder, el nacimiento de un hijo podría cambiarlo todo... pero, ¿a qué precio?
Helen en su cumpleaños número 21 que decide ir a pasar y festejar en Roma cae en la Mira de Jonás Lombardi un peligroso mercenario, en toda Roma y en su inocencia solamente hay una persona que puede proteger a la heredera del rey de la mafia James Campbell y el Peligroso Líder de la Mafia Italiana, Maximus Albani, en su desespero de tener a su familia alejada del peligro Helen acepta convertirse en la amante del mafioso.
Susan descubre la infidelidad de su esposo Andrés, después de firmar el divorcio y el desprecio de su madre a causa del fallido matrimonio, ella para salvar a su hermana se convierte en la amante del CEO, el poderoso y peligroso James Campbell, el camino no tiene final, ella no tiene el corazón para dejar morir a su pequeña hermana entregándose al pecado y al amor.
Lilith se cruza en el camino del Capitán del equipo de Voleibol, sin imaginarse que Kamill Becker era el Heredero de la Mafia, despues de la noche de Graduación los Enemigos de la Familia Becker resurgen desde las cenizas, aquellos que debían protegerlos, termina lastimando, dando paso a un Amor Forjado en Fuego, protegido por las alas de la Mafia, no obstante hay amores unidos por los lazos de dolor.
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.