/0/12028/coverbig.jpg?v=1e44b547495282cd6ca4c6c0dbcd0b2c)
Selene, nacida en las Tierras altas del norte, ha crecido toda su vida, ajena al compromiso que sus padres adquirieron por ella desde su nacimiento y por el que la han sobreprotegido siempre. Ahora, a sus dieciocho años, es llevada ante el Rey Frederick de Astor, un hombre joven, guapo, pero muy serio y firme en sus decisiones reales; y quien, a partir de ese momento, será su prometido. Como la novia virgen del rey, será presentada por todo el reino, antes de contraer nupcias con el hombre al que ha sido vendida, pero que no ama, pues su corazón le pertenece a su amigo Henry, un chico guapo y muy amable, con el que sostuvo una relación secreta de amistad, pero quien nunca le confesó que es el primo del rey. Lo que empieza como un compromiso sin amor, poco a poco va cambiando a un amor puro y fuerte, pero contra el que la ambición de Henry actuará, pues siempre ha querido ser el rey de lo que tiene la plena convicción de que por sangre es suyo y le fue arrebatado en el pasado.
El llanto de un niño sonaba por todo el lugar, mientras su madre lo apretaba contra su pecho y mantenía la mandíbula tensionada, sin quitarle la mirada de encima al rey.
-¡No puedes hacer esto! ¡No le puedes hacer esto a tu nieto! -gritó finalmente la mujer, ganándose una mirada fría y penetrante del rey.
-Anabel, tu esposo... ¡Mi hijo! Ha atentado contra mi vida y ¡eso es algo que no voy a permitir! -respondió tajante -. Héctor ha sido condenado a decapitación pública, por traición, su título de "príncipe" le ha sido retirado y tú... -se acercó a la mujer y a su nieto -, después de la decapitación dejarás de vivir y pertenecer al castillo, pero a Henry lo dejarás acá, pues no pienso permitir que mi nieto tenga un corazón corrompido como el de sus padres, porque no creas que no sé, que tú incentivaste a mi hijo a traicionarme.
-¡Entonces mátame a mí también! -lo retó la mujer, pero el rey negó.
-Tu castigo será perderlo todo... Todo el lujo con el que siempre soñaste, se quedará solo en eso, sueños...
Unos golpes en la puerta del despacho real, llamaron la atención de los presentes, el rey apenas hizo un sonido afirmativo y la puerta no demoró en abrirse y dejar ver al sirviente principal del rey.
-Su Alteza... Ya está acá la señora Leonor y el niño -anunció el joven sirviente.
-Hazlos pasar de inmediato y llama a Oliver -demandó el Rey Ruppert, mientras era escudriñado por Anabel.
-¿Para qué haces venir a tu hijo bastardo y qué hacen su esposa e hijo acá? -lo juzgó y si la mirada del rey matara, ella ya estaría tres metros bajo tierra.
-No le hables así a tu futura reina -respondió el rey y se regocijó al ver la cara de Anabel al escuchar sus palabras.
-¡No puedes volver rey a tu bastardo! -gritó fuera de sí y de una forma amenazante se aproximó al rey, que este, la abofeteó.
-No te olvides con quién estás hablando... ¡Soy tu rey! -le recordó el rey.
En ese momento aparecieron en la puerta una mujer con un niño de la misma edad de Henry y a Anabel le carcomió la rabia, pues la mujer que entró venía con ropas finas, perfectamente arreglada, era malditamente hermosa y su hijo se veía como si fuera el más noble de todos.
-Bienvenidos a su nuevo hogar -les dijo el rey, mientras jaló a Leonor de la mano y depositó un beso en el dorso de esta -. A partir de hoy, serás la ama y señora de este castillo -le dijo con calma a la mujer, quien se había robado el corazón de su hijo y ahora, era la única alternativa que el reino tenía, para tener herederos.
-¡Eres una maldita zorra! -le gritó Anabel y Leonor se asustó, pero el rey se interpuso entre las dos y agarró a la mujer furiosa de la mano, para jalarla a la salida.
-¡Te largas ya mismo! -expresó furioso el rey y las puertas se abrieron dejando entrar a dos soldados de la guardia real, quienes la agarraron y empezaron a sacar a la fuerza del despacho.
Henry no paraba de llorar, sin entender bien lo que sucedía, pero no era el único confundido con todo, pues Frederick, el otro niño en el lugar, miraba a todos sin comprender y sin soltar la mano de su madre, que era su único apoyo en ese momento.
-Henry se queda acá -determinó el rey y se lo arrebató del lado a su madre -. No te llevarás a mi nieto de este castillo, porque la condena de sus padres no lo alcanzará.
El niño gritó y lloró. No era tan pequeño, pero todo lo que sucedió era demasiado para un pequeño de nueve años, que se quedó sin padres de la peor forma; su padre, condenado a muerte y su madre, exiliada del reino.
Oliver llegó al despacho y tragó saliva al ver la escena con la que se encontró. Por más que fuera hijo del rey, no estaba acostumbrado a nada de la realeza, pues, para nadie era un secreto que su madre había sido una de las concubinas del rey Ruppert y, aunque este lo reconoció como su hijo, ser un bastardo lo mantuvo alejando del castillo toda su vida, hasta ahora, que el príncipe no podría ser el futuro rey.
-¿Para qué nos mandaste llamar? -le preguntó Oliver a su padre, mientras caminó hacia su familia y abrazó a Leonor por su cintura, atrayéndola a él y a su hijo lo agarró de la mano que tenía libre.
-Tú serás el futuro rey, tu esposa será la reina y por ese motivo, a partir de este momento, empieza tu entrenamiento real -les informó el rey y la pareja se miró a los ojos, sin comprender lo que pasaba por la cabeza del rey.
-Pe-pe-pero... ahí está Henry, tu nieto legítimo -refutó Oliver, quien mantenía su corazón latiendo apresurado en su pecho -. Yo no sé cómo ser un rey.
En un abrir y cerrar de ojos, la vida de todos cambió.
El rey Ruppert crio a su hijo Héctor, como el futuro rey, pero por su mente jamás pasó que este fuera capaz de atentar contra su vida, tomándola con su propia mano, cosa que habría logrado de no ser porque uno de los guardias lo vio entrar de forma sospechosa en la habitación del rey y cuando fue a ver lo que sucedía, lo encontró con un puñal listo para cortar el cuello del monarca; su hijo Oliver, producto de sus amoríos con una de sus concubinas, había tenido una relación distante, pues al no ser noble, ni plebeyo el rechazo vino de lado y lado de la sociedad, pero esta era su oportunidad de tener una relación de padre e hijo y poder disfrutar a su nieto.
-Henry será príncipe del reino, pero con un padre traidor, su oportunidad de llegar a ser rey, han quedado reducidas a cero. No puedo tener al hijo de un traidor, como heredero del trono -aclaró el rey Ruppert y nadie fue capaz de refutarle nada.
-Supongo que, no podemos negarnos -dijo Oliver con frustración, pues su vida tranquila había llegado a su final.
-Así es.
-Como desee, Su Majestad -contestó con un poco de ironía e hizo una venia ante su padre.
(...)
Héctor fue decapitado en la plaza principal, frente a la mirada de todos, incluidos su esposa Anabel y su hijo Henry, a quien nunca se le olvidaría ese momento y el rostro inmutable de su abuelo, ni el del hijo aparecido de este. Henry no se pudo acercar a su madre, pero la pudo ver en una esquina y después se la llevaron, por lo que, no les dieron ni la oportunidad de despedirse.
En la mente del rey hacer las cosas así era lo mejor que podía pasar para mantener al niño alejado de la mala madre que su Héctor había escogido como esposa, pues antes de casarse con Anabel, él había sido un buen hijo y era el mejor prospecto para futuro rey, pero una vez se desposó a ella, su actitud cambió y la ambición de poder se empezó a hacer más notoria. Le dolía profundamente el final que tuvo su hijo, pero como monarca, no podía dejarse ver débil, pues la debilidad no manda, ni lleva las riendas de todo un reino, en especial, cuando este está en batalla constante con los reinos vecinos, pues unas tierras sin amo y muy prósperas, eran mejores que un cofre lleno de oro, para un reino.
Georgia Rogers Wallace tuvo un vuelco de vida cuando a sus dieciséis años conoció a Stephen Collins, su compañero de la preparatoria, los dos se enamoraron perdidamente y de ese amor no demoró en llegar su primer hijo, Tommy. Con un poco de rebeldía, los dos decidieron hacer su vida como pareja, solo que no estaban preparados para tener una vida de adultos y, en especial, de padres, sin embargo, Annie llega a sus vidas año y medio después de su hermano, pero, sin importar el amor por sus hijos y todos los esfuerzos, el fin de su relación llega. Georgia se queda con sus hijos y comparte la custodia con Stephen, por lo que, se turnan las fiestas especiales. Ellos crecen, se desarrollan como profesionales y llevan una relación cordial por el bien de sus hijos; así transcurren los años y de esos adolescentes que una vez fueron ya solo quedan los recuerdos. Con Tommy y Annie preadolescentes, Stephen planea unas vacaciones de fin de año especiales en Glasgow, donde ha estado trabajando el último año y donde se siente el clásico ambiente navideño; es por eso, que Georgia viaja con sus hijos, para llevarlos con su padre, solo que, su regreso a Las Vegas se vuelve imposible, debido a una fuerte tormenta de nieve y se ve obligada a volver a la casa de su ex, junto a sus hijos, mientras el tiempo mejora. ¿Será que el amor sigue latente después de tantos años? ¿La madurez que en el pasado les faltó, ahora los unirá? ¿Qué tal serán sus vacaciones inesperadas?
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Durante tres años, Shane e Yvonne estuvieron casados, compartiendo noches acaloradas, mientras él aún estaba enamorado de su primer amor. Yvonne se esforzaba por ser una esposa obediente, pero su matrimonio se sentía vacío, construido sobre el deseo más que sobre el verdadero afecto. Todo cambió cuando se quedó embarazada, sólo para que Shane la empujara a la mesa de operaciones, advirtiéndole: "¡O sobrevives tú o el bebé!". Destrozada por su crueldad, Yvonne desapareció apesadumbrada y más tarde regresó, radiante de plenitud, dejando a todos boquiabiertos. Atormentado por los remordimientos, Shane le suplicó otra oportunidad, pero Yvonne sólo sonrió y respondió: "Lo siento, los hombres ya no me interesan".
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.